Comentario de "No te salves" (por: "Diesel")
Publicado en Dec 02, 2015
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Comentario de "No te salves" (por: "Diesel")
 
"No te quedes inmóvil / al borde del camino / no congeles el júbilo / no quieras con desgana / no te salves ahora / ni nunca / no te salves / no te llenes de calma / no reserves del mundo / un sólo rincón tranquilo / no dejes caer los párpados / pesados como juicios / no te quedes sin labios / no te duermas sin sueño / no te pienses sin sangre / no te juzgues sin tiempo / pero si / pese a todo / no puedes evitarlo / y congelas el júbilo / y quieres con desgana / y te salvas ahora / y te llenas de calma / y reservas del mundo / sólo un rincón tranquilo / y dejas caer los párpados / pesados como juicios / y te secas sin labios / y te duermes sin sueño / y te piensas sin sangre / y te juzgas sin tiempo / y te quedas inmóvil / al borde del camino / y te salvas / entonces / no te quedes conmigo" (Mario Benedetti)
 
Comentario de "Diesel"
 
En este otro poema, Mario Benedetti ya no se refiere a la vida interna de un ser humano sino a la vivencia de ese ser humano con el mundo exterior, con el hacer o quehacer que implica el pertenecer a una sociedad en movimiento. Y es ahí, en el movimiento de nuestras acciones que llevamos a cabo para vivir con la mayor felicidad posible, donde el poeta quiere contrastar su mensaje haciendo saber que no debes quedarte inmóvil, estático o estática, viendo pasar la vida sin pertenecer a ella salvo como mero espectador nada más. No. Benedetti nos invita con su "No te salves" a que seamos activos, a que sintamos el júbilo de la vida, a que nos llenemos de contenido vital para decir que sí, que estamos viviendo lo suficiente como para estar predicando que la vida merece la pena de ser vivida siempre en entera plenitud. En este sentido, y antes de entrar de lleno en el análisis del contenido de este poema, quiero incluir en el presente comentario un epitafio que inventé yo mismo hace ya algunos años. Dice así: "Nací, viví y morí; luego existo". 
 
Mario Benedetti ha abordado con gran facilidad todo los géneros literarios, pero es su poesía (ya que de en uno de sus poemas nos estamos centrando) una narrativa realista (que no deja de ser utópica en cierto modo) por su riqueza y expresividad en cuanto al lenguaje coloquial. Con "No te salves" acorta las distancias entre el escritor y el lector o lectora e intenta innovar una visión optimista de la vida pero llena de coordenadas verosímiles aunque fácilmente comprensibles porque se representa en escenas muy concretas: la felicidad que produce el saber vivir. Pero la pregunta es ¿qué significa para Mario Benedetti eso de saber vivir?
 
Fijémonos, de entrada, en los dos primeros versos: "No te quedes inmóvil al borde del camino". Sabemos que la vida puede comprenderse como un camino a seguir (por eso dijo Antonio Machado lo de "se hace camino al andar") y lo importante de la vida es saber entender qué es, en realidad, caminar. No se refiere Benedetti al bullicio ni a la bullanguería barriobajera sino, todo lo contrario, a saber cómo podemos vivir en plenitud, con acierto, con deseos de saborear nuestras existencias no dilapidándola de manera absurda e incoherente al quedarnos encogidos en un rincón de nuestro tiempo por vivir. No te quedes inmóvil significa que no dejes pasar la vida sin haber hecho algo que de verdad te guste hacer. Y el borde del camino viene a ser una figura literaria que expresa esa falta de participación continua y visible dentro del contexto general del mundo que te rodea.
 
Inmediatamente después, escribe lo de "no congeles el júbilo no quieras con desgana no te salves ahora ni nunca". Detengamos un momento el pensamiento para poder entender lo que significa, en verdad, el júbilo. Muchos lo interpretan rápidamente, y de forma errónea, con jubilación (que significa cese voluntario u obligatorio del trabajo al llegar a la edad permitida por la legislación social), derivado del latín "iubilatio". Sin embargo, el poeta no se está refiriendo a esa pasividad voluntaria o forzada en la que muchos se acogen al llegar el tiempo de su jubilación. No. El poeta se está refiriendo a otro sentido mucho más activo y satisfactorio cuando escribe la palabra júbilo. Él se dirige a la palabra que significa vivir con alegría y, de manera especial, la que se manifiesta con signos exteriores y que se deriva del latín "iubilum". ¿Notamos la enorme diferencia entre un sentido y otro sobre lo que es el júbilo? Pues bien, es a ese júbilo gozoso y alegre al que se refiere Mario Benedetti en este poema titulado "No te salves", que supone no una renuncia a la vida eterna sino, por el contrario, vivir la vida sin salvarse de vivirla. ¿Comprendemos bien esta intención del poeta? Vamos a seguir descubriendo.
 
Hay un poema que dice "¡Qué descansada vida la de aquel que huye del mundanal ruïdo, y sigue la escondida senda, por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido!" (de fray Luis de León), y sin embargo este poeta uruguayo entiende la tranquilidad de una manera opuesta al fraile cuando nos pide que nos llenemos de calma pero no rechacemos nuestro propio mundo invitando a no vivir inanes en un rincón tranquilo. ¿Cuál de las dos maneras de pensar es la más apropiada para realizarnos como seres humanos? Me quedo con la propuesta de Mario Benedetti. Hay que salir de uno mismo para hablar con los demás, para participar con lso demás, para vivir con los demás. ¿Cómo queremos hablar, participar y vivir con los demás si no tenemos el valor de asumir la experiencia que permite escuchar a los demás y opinar junto a los demás? No te duermas sin sueño. ¿Cómo vamos a poder soñar si no vivimos la experiencia social que nos permita las fantasías de los sueños? No te pienses sin sangre. ¿Podemos estar de verdad vivos siendo fríos, mostrándonos impertérritos, como si la sangre ya no corriera por nuestras venas? No te juzgues sin tiempo. ¿Podemos sacar una conclusión de lo que somos si no hemos hecho nada en la vida? Actuemos de manera viva para poder decir que estamos vivos. Es la propuesta de Benedetti. 
 
La forma directa que tiene este poeta para plantear conflictos internos trasvasados al mundo social y a la sociabilidad activa con los demás, está firmemente ligada a hechos concretos, no a abstracciones más o menos circunspectas o reflexivas sino a realizaciones concretas y bien visibles. Por eso logra que sus relaciones con el entorno social donde vive y pervive le eleva a la categoría de lo universal. Benedetti no se refiere a una ciudad o a un lugar determinado sino a una ciudad o a un lugar donde participa para decir que está viviendo con plenitud. No te juzgues antes de haber actuado porque cuando actúas es cuando haces efectivo tu comportamiento social o insocial. Sólo en ese momento, cuando has vivido lo suficiente, puedes sacar una conclusión para definir tu persona; para ser esa persona que llevamos dentro y que siempre necesita proyectarse hacia los demás haciéndose visible si actuamos, si nos lanzamos al ruedo para torear los vaivenes de la vida y salimos triunfadores porque hemos sabido gozar bien de la vida. Y fijaos que no nos dice gozar de cualquier manera desordenada, que es donde muchos se equivocan, sino en una forma de no cerrar los párpados para no saber ver bien lo que mejor te conviene experimentar. No seques tus labios pero aprende bien con qué los refrescas. Y como resultado final ese "no te quedes conmigo" es, precisamente, que no debemos imitar ni a lo que hizo él ni a lo que hacen los demás, sino tener tu propia salvación. ¿Se puede ser un hombre, o una mujer, realizado como persona si no ha sabido vivir bien con la alegría del gozo de vivir? Si no tienes gozo no tienes ninguna posibilidad de hallar felicidad en esta vida. 
 
Dejemos, por un momento, el hecho de saber si existe o no existe otra vida después de la muerte. Benedetti no se refiere, en "No te salves", a ese sentido religioso de la salvación o la condenación eternas. No. El poeta está diciendo que te olvides de vivir sin sentido propio y sabiendo qué es lo que vives y cómo lo vives. Debemos fijarnos muy bien en esa clase de contradicción con eso de "no te quedes inmóvil pero no te quedes conmigo". La plenitud de la vida, comos expresa Benedetti, es que no te quedes sin labios, no duermas sin sueños, no pienses sin sangre, no juzgues sin tiempo. Son cuatro consignas (cuatro contraseñas) imprescindibles para gozar de la vida. Ahora bien, ¿qué es gozar de la vida para un poeta como Benedetti? El gozo que nos conduce a vivir una existencia plena. Ese gozo que no significa convivir sin sentido de lo que estamos haciendo o cayendo en las trampas de los vicios que nos hunden en la miseria antes de tiempo. Se está refiriendo (quizás algo que él no logró alcanzarlo) a esa palabra que deriva del latín "gaudium" y que significa sentimiento de júbilo o alegría que se experimenta en la posesión o esperanza de poseer bienes o cosas halagüeñas y apetecibles.
 
Lo de apetecibles puede llevar a múltiples engaños pero puede ser, en contra de lo que muchos predican, momentos de gozo en la vida ordenada. Es importante saber que antes de la definición de apetecibles viene la definición halagüeñas que significa que atraen con dulzura y suavidad. Este es el verdadero sentido que se expresa en "No te salves" cuando pide que vivas en plenitud para no arrepentirte luego de no haber sabido vivir.
 
Benedetti, en "No te salves", irrumpe en el mundo de la vida diaria con una observación minuciosa y detallada de las escenas agudas e inteligentes que debemos saber interpretar para conseguir visualizar, aunque sea mentalmente, esa veta de "filósofo del júbilo" que se muestra, sin embargo, concentrado y ensimismado en el "pensamiento creativo". He aquí una definición que yo entresaco del texto. El pensamiento creativo es todo aquello que nos hace ser partícipes del mundo en que vivimos, de la época en que se desarrolla toda nuestra capacidad vital. No entiendo (y al leer "No te salves" me confirmo en lo que creo) que haya personas, de alguna edad más o menos avanzada, que vayan publicando abiertamente eso de "en mi época", "en mi tiempo", "cuando yo era joven" y frases negativas de la misma índole. Yo les preguntaría ¿es que ahora no están ustedes vivos o vivas? ¿Es que pasaron a ser muertos vivientes cuando dejaron de tener 20 años de edad? Yo tengo algo muy claro dentro de mi pensamiento (y "No te salves" me viene a dar la razón) cuando digo, con total certeza y certidumbre, que mi época, que mi tiempo y que mi juventud es todo el tiempo que vivo desde que nací hasta que Dios quiera y no hasta donde quieran los jueces de una sociedad en la que parece que nos quieren decir que al cumplir los 30 has muerto de verdad. Así que, apoyándome ahora en "No te salves", mi época, mi tiempo y mi juventud, es una prolongación continua donde entran, al mismo tiempo, mi pasado, mi presente y mi futuro. Ese es el júbilo que nos quiere transmitir Mario Benedetti en "No te salves". 
 
Cambios de horizontes. No debemos dormirnos, para nada, cuando tenemos que vivir los cambios de horizontes porque tenemos que ser, según nos invita el poeta, experiencias vivas y alegres en cualquier horizonte en que nos encontremos. Debemos sentirnos partes del mundo en la sociedad en que estamos, temporalmente, viviendo. Debemos ser evolución continua y para ser evolución continua hay que ser personas activas y no pasivas. Si te detienes y te ocultas en un rincón (como nos pretende hacer creer fray Luis de León que es lo más placentero de la vida porque estamos aislados) no estás viviendo de verdad. La vida de la la que habla el poeta no es precisamente un monasterio de monjes o un claustro de monjas. Debemos ser muy conscientes de ello.
 
El título del poema ("No te salves") es muy representativo; porque encierra una especie de contradicción que hay que saber descubrir. Benedetti aconseja que no te salves de la hora del saber vivir. Que no renuncies a tu historia propia y personal dentro de tu vida propia y personal (y valgan aquí las redundancias). Y es que, cuando leemos la biografía de Mario Benedetti sabemos que superó diversas etapas anodinas (antes de ser lo que quería ser) trabajando en oficios que no le apetecían en ningún sentido nada más que en el de la superviviencia para no morir de hambre. Pero jamás se quedó batido/abatido y vivió con generosidad sin cargas anímicas negativas. Haberlo experimentado en nuestra propia piel nos da capacidades suficientes como para poder entenderlo. No fue un conformista y eso es lo que nos transmite en el poema. Si eres apático o apática no puedes entender de qué se trata la cuestión. Sabemos que todos somos imperfectos pero es mucho mejor vivir una vida con luz creadora (sea cual sea la luz que hayas elegido) que encerrarnos en un sombrío mundo de inactividad continua. 
 
En su poesía, este escritor uruguayo (que tuvo que vivir incluso el exilio de su patria y por eso quiénes hemos sabido lo que es eso por experiencia propia lo podemos comprender mejor y entender en plenitud) mantiene siempre un idéntico compromiso con la realidad y se vuelca de lleno en el entorno humano con los mismos asuntos cotidianos para encontrarnos con sus sentimientos; porque la poesía de Benedetti es un punto de partida que la inmensa mayoría de las personas de este mundo podemos sentir ya que se enraiza en las preocupaciones extrovertidas y sociales. Nunca es ajeno a la vida; porque está dispuesto a dejarnos, libremente, elegir nuestras propuestas, incluso la de no seguir su "filosofía lírica" (no te quedes conmigo) y crear nuestra propia manera de sentir, pensar y actuar ante el mundo. Y aunque a veces parece algo sombrío (y lo es bastantes veces) no es por causa de la desesperación ni se desmorona al buscar la utopía de un mundo mejor para todos. Es un poeta originalísimo y amplio en sus expresiones líricas. Siempre está dando sagaces vistazos de conjunto general. Un poeta "comunicante" tanto en lo que se refiere a la interioridad como a lo que se refiere a la exterioridad de la persona en sí misma. 
 
En "No te salves" todo está tamizado con cierta efervescencia contenida, germinada de la hiperactividad del poeta. Fulminante en su ritmo velocísimo y basado en toda la posible lógica necesaria para ser poesía "activa", poesía viva, animada de dicción incandescente en sus continuos contrastes inesperados (negación-afirmación-negación) como una onda circular en continua metamorfosis. Ritmos sincopados y ese magnetismo que agrupa nuestros sentidos para comunicarnos sus efectos de místico hedonismo.
 
Personaje crucial de la llamada "Generación crítica" o "Generación del 45" (en la que también se encontró con algunos compatriotas suyos como Emir Rodriguez Monegal, Ángel Rama y las poetisas Idea Vilariño, Ida Vitale y Amanda Berenguer), Benedetti crea un significativo espacio que en "No te salves" ocupa el sentimiento del autor contrastado viviamente con su casi absoluto olvido en otros poetas latinoamericanos, lo que es lamentable reconocer porque es importantísimo conocer esos mundos a través de su mucha voz, de su mucho significado, de su mucha correspondencia entre autor/lector y de su mucha y clara concentración interpretativa. Y vemos que sus expresiones, en cada verso del poema, tienen ese aire cotidiano que produce su observación del mundo objetivo pasado por el tenue tamiz de lo individual y perenne de un ser humano.
 
Benedetti demuestra sentir emotividad y fraternidad humana frente al "intelectualismo" y fría lucidez de otros representates de la "Generación crítica" ("Generación del 45") sabiendo mezclar lo inmediato con lo profundo, lo popular con lo metafísico, el rasgo sesgado con el breve toque poético. Poesía conversacional y no convencional, puesto que convive comunicando directamente con el lector desde el primer verso ("No te quedes inmóvil") hasta el último de ellos ("no te quedes conmigo") a manera de vasos "comunicantes". Y hay algo que llama mucho la atención: la idea de magnitud suprema y humana que se eleva hasta convertirse en un prinipio de divinidad etérea.
 
Perteneciente al libro "Poemas de otros", con "No te salves" el poeta expresa el hondo sentimiento del yo lírico dentro de un estilo metódico y personal. Sofía Rossi ha dicho de él que "trata sobre dos actitudes enfrentadas". ¿Como llevar por delante la vida y las ideas que conforman la vida? Viviendo dichas ideas al máximo de sus posibilidades. En este caso, como sigue afirmando Sofía Rossi "le está hablando al tú lírico y le dice que si vive la vida segura no lo haga junto a él al no tener nada en común y estar en desacuerdo con su estilo de vida". Mario Benedetti está expresando que salvarse la vida debe estar vinculado a nuestro yo personal y no tomar como referencia el tú que no sigue nuestra misma senda. Vivir la vida sin riesgos, de forma y manera siempre metódica (como muchas veces hizo el propio poeta) no es el camino; porque hay que ser pasional y disfrutar esa pasión de una manera subjetiva ya que es nuestra y no de los demás. Nos invita a  optar por la pasión y vivir la vida al máximo, olvidándose de zarandajas políticas y/o religiosas. Y compartir esa vida con alguien que se arriesgue a vivirla contigo en toda plenitud.
 
El poema consiste (como sucedía con "Estados de ánimo") de 3 estrofas; pero aquí la primera y la segunda contienen 8 versos cada una, mientras que la tercera tiene 20. La métrica es irregular ya que combina versos heptasílabos con trisílabos y tetrasílabos. Toda esta amalgama, que en principio parece un caos poético, está bien organizada en 2 partes: en la primera de ellas el yo lírico descarta la vida atenuada; mientras que en la segunda se hace más reflexivo y le pide al tú del lector o la lectora que no viva su vida junto a él sino junto a sus propias ideas, principios y bases, totalmente alejados de las ideologías.
 
En el nivel morfológico, la primera parte utiliza la anáfora del "no" para negar y descartar el estilo de vida de personas que son seguras pero que carecen de interés alguno porque están faltas de aventura y, en el nivel sintáctico, se utilizan comparaciones y metonimias. La comparación "no dejes caer los párpados pesados con juicios" se refiere a juzgar a otros según nuestro modo de entender la vida y, por eso, es un límite para la comunicación y la posibilidad de llegar a conocer mejor a los demás porque genera una barrera de incomunicación. La plena conciencia de lo que se expresa en el poema, y siendo consciente de lo que dice, hace que Mario Benedetti esté pidiendo, de manera acuciante y hasta con un poco de mesurada preocupación, que no le sigamos en su poesía ideológica (que es, en definitiva su propia esclavitud) sino que nos liberemos de cualquier axioma político o religioso y vivamos la vida en base a nuestras propias ideas (no ideologías sino ideas) sin cercenar, para nada, nuestros espíritus encadenándolos a cualquier ideología sea del color que sea. Es la única posibilidad que existe para conocernos mejor. ¿Cuándo llega el poeta a ser un incomunicador? Cuando ha limitado sus expresiones vitales a través de cualquiera de esas ya citadas ideologías. Por eso nos ruega que nos salvemos sin él; que nos salvemos a través de lo que libera y no a través de lo que esclaviza. Parece ser que lo entendió cuando ya tenia una edad muy avanzada y había cometido demasiados errores.
 
Pero veamos ahora "No te salves" desde un punto de vista de la sonoridad poética. Aquí observamos y descubrimos metonimias como en la segunda estrofa, cuando se refiere a los labios secos frescos, a la voz rotunda y a la sangre como lo pasional. Es, en realidad, una oposición a lo racional y da la casualidad de que Benedetti siempre fue, en su vida, algo así como lo contrario de lo que poetiza puesto que pasó demasiados años siendo excesivamente racional, tanto como para sentirse liberado de todos sus prejuicios cuando terminó por olvidar la ideología que consumía su imaginación debido a dichos prejuicios sociales. Para mostrarnos cuál fue su equivocación utiliza el impacto que producen los espacios blancos con los que, en un primer intento, incrementa sus luces claramente. ¿Por qué realiza y lleva a cabo el doble juego que, en principio, parece tan contradictorio? Porque genera un impacto y hace que, gracias a dicho impacto, el lector o la lectora ponga una especial atención a lo que él está diciendo, a lo que él está pidiendo, a lo que él está rogando, a lo que él está gritando -de manera más o menos silenciosa pero contundente- como salvación ("no te quedes conmigo") y para ello, para lograr dicho impacto emocional, usa la anáfora, el paralelismo sintáctico, las coordinantes adversativas y consecutivas (según opina Sofía Rossi). Por todo eso, la idea principal del poema es su propio título: "No te salves". Tiene una especie de grito de conciencia, un grito de negación (al que le ha faltado quizás los signos de las afirmaciones para ser totalmente rotundo) que viene a ser, a su vez, un grito consciente, un grito lúcido y lucido, un grito que usa la negación para afirmar la renunciación y generar un impacto de carácter psicológico en quien se atreve a leer. 
 
El comienzo de los versos sirven para enumerar las condiciones negativas productos de un proceder equivocado y, luego, va acelerando el ritmo para llegar, al final, a elaborar el grito consciente de "No te quedes conmigo" que sirve de mensaje último y determinante: ¡sálvate siguiéndote a ti mismo o a ti misma pero no te quedes conmigo porque entonces no te salvarás!. Por eso, a pesar de sus pesares, no desea llegar al yo completamente lírico sino al propio yo psicológico. Y, por lo tanto debido a eso mismo, "No te salves" lo expone el poeta cuando concluye que debemos vivir la vida segura y, a la vez, pasional; disfrutándola al máximo posible con las aventuras diarias, pero sin caer en el error de los riesgos ideológicos que estrangulan a la felicidad. Tienes mucho que ganar y poco que perder. Este final impacta tanto en el lector y la lectora que despierta, de repente, un torrente de emociones intentando interpretar lo que quiere decir.
 
Así que podemos decir, sin temor a equivocarnos, que el tema principal de "No te salves" es una invitación al compromiso vital y social, significando que hay que vivir de una forma valiente, queriendo con ganas, luchando y no escondiéndonos ante la vida que se nos presenta no como una libertad para hacer lo que querramos sino como una liberación para hacer lo que debemos ya que es una liberación que elimina nuestras frustraciones de forma natural y diaria. Debemos salir de "la zona de confort" para proyectarnos por los mundos externos (sin olvidar nuestra conciencia interna) y sin desequilibrar nuestras emociones. En este sentido, "No te salves" significa, en realidad, que no te quedes inmóvil, que no vivas con desgana, que te incites a moverte y a querer de verdad. Si no podemos hacerlo seremos como él y nos quedaremos con él, atrapados en las redes de lo incorrecto, de lo que no es salvación sino condena. Si no podemos conseguirlo seremos personas sin realización como personas propias por habernos dejado vencer por las ideologías contrarias a las ideas de la plenitud. El lector o lectora debe tener la suficiente capacidad intelectiva como para entender que debe salvarse por sí mismo o por sí misma o negar dicha salvación para seguir caminos de erráticas propuestas que terminan siempre en terreno baldío, seco, sin vida.
 
Este poema está cargado de mensajes sociales. "No te salves" se centra en la vida de las personas (no en la vida de las ideologías sino en la vida de las personas) y nos da un consejo de cómo deberíamos ser y qué deberíamos hacer después de habernos visto frustrados por haber vivido la vida a manera de "idílica ideología" que termina siempre por no ser el paraiso soñado. La finalidad del poema es llegar a la conclusión de que debes vivir a tu manera, sanamente liberados de toda atadura y siendo nosotros mismos los que tenemos que vivir nuestra salvación y no la supuesta libertad del poeta que él mismo reconoce que no existe cuando nos despide con un "no te quedes conmigo". En verdad que nos hace reflexionar con fuerza premeditada pero profunda. Es una fuente de energía vital en donde el autor nos pide que no nos quedemos orillados al borde del camino, que no nos adormezcamos hasta terminar siendo inmóviles, que defendamos nuestro yo haciéndolo coincidir con nuestras esperanzas y nuestros propios sueños que, por ser propios, nos liberan de toda carga ideológica y nos hace buscar el compromiso con la única causa verdaderamente importante: La Vida. Por eso alguien dijo lo siguiente: "No te salves. Arriesga. ¡Vive!".
 
Finalizo con algunas reflexiones éticas pero encadenadas hacia una sola meta. No te quedes conmigo. No seas esa forma imperfecta de la humanidad esclavizada por las ideologías. Deja ver tu lado humano a los demás. No te quedes inmóvil al borde del camino. No te quedes atrapado o atrapada por el miedo, ni por el terror, ni por el pánico. No congeles el júbilo. Deja de seguir estando desapercibido o desapercibida y sal a la luz de tus propias capacidades humanas. No quieras con desgana. Aprecia lo que tienes y ama lo que tienes para poder apreciar y amar lo que puedes llegar a tener. Quiere a través de los sentimientos liberados y no a través de las obligaciones ideológicas. Vive la vida sin reservas pero con la suficiente precaución de no caer en los abismos. No te pienses muerto en vida diciendo que ya pasó tu época o tu momento por culpa de la edad. Descubre que no cumplimos años sino que cumplimos momentos y son los momentos los que tenemos que vivir con plenitud para vernos tal como queremos vernos. Es necesario saber que vivir es simplemente querer vivir.  
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