Recuerdos para antes de dormir.
Publicado en Nov 25, 2015
Y de repente, la noche nos atrapo a los dos
La tenue luz era una invitación A hacer lo que el cuerpo tanto deseaba Lo que el alma pedía a gritos Nos miramos fijamente La mirada de ella tan seductora como profunda, Que revela solo lo que quiere a curiosos como yo Que buscan en ella respuesta Me confesó que quería que me perdiera en su cuerpo Y ella en el mío Así, sus labios acariciaron los míos Los míos acariciaron los suyos Avanzando mas distancia en un camino ya sin retorno Entonces, ya lo de nuestros labios No era solo una caricia Sus labios atraparon a los míos Y los míos atraparon los suyos En una apasionada danza Entre deseo y dulzura Mis manos se deslizaban por su piel Recorría cada centímetro de su cuerpo Quería explorarla, conocerla como ningún otro hombre Afuera hacia frio, si Pero en el espacio de tiempo que era nuestro Como ardía todo, como quemaba todo Y fui entiendo de a poco Que con ella, el paraíso es como el infierno Cuanto arde, cuanto quema Por fin, luego de una apasionada ansiedad, la vi Pero la vi de verdad La vi tan natural, tan mujer Y vi en sus ojos como ella me vio tan hombre Tal vez fue la única noche que pude descifrar su mirada No sé si porque ella lo quiso O porque sencillamente no pudo ocultarlo La sentí y no solo con mis manos La sentí con todo mi cuerpo, con todo mi ser La acaricie y no solo fue su piel Acaricie lo más profundo de su ser Ella sintió, al igual que yo, esa conexión entre el cuerpo y el alma Que abre esa puerta a sensaciones que el hombre no sabe describir Y es mejor así Nos desahogamos, desahogamos el amor, el deseo, la ansiedad Y nos olvidamos del resto del mundo, de las penas Mientras sus gemidos inundaban la habitación Y su sudor con el mío, hacían ríos en nuestros cuerpos Enredados entre sabanas, logrando lo que solo así se puede Volver el alma y el amor, el instinto y el deseo; uno solo Su piel conoció la mía tanto como ella quisiera Mi piel conoció la suya todo lo que yo quería Nos complementamos Entre el frenesí y la pasión Su humedad, los besos y sus uñas aferradas a mi espalda Los gemidos y el sudor Nos amamos de una de las formas más puras Yo la hice mía, completamente mía Y ella me hizo suyo, completamente suyo Amor, felicidad, éxtasis y satisfacción en su más pura esencia Eso fue su orgasmo y por supuesto que el mío Oírla, verla y sentirla en la cúspide En esa situación tan excitantemente comprometedora Me fascina y despierta en mi los instintos más salvajes La amo, por supuesto que la amo La deseo, por supuesto que la deseo Estas son las palabras de un poeta enamorado y excitado Que piensa en ella cada noche, antes de dormir.
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