UNA CARTA A LA MUERTE
Publicado en Oct 05, 2015
La vida es una trinchera
en donde envejecemos en lo desconocido ya que nuestras historias son verdades escondidas o mentiras piadosas que se quedan en nuestra piel de los recuerdos los cuales se inspiran en la confección de nuestros sentimientos transformados en los hechos formales de nuestras veredas cicatrizadas por la simpleza del tiempo que ya no ha de volver en las maletas de nuestros futuros viajes ya que el camino indiferente al miedo del adiòs nos refleja el vitral del universo coloreado que nos da el brindis mágico de la reconciliación con él al deshacernos del archivo muerto con su papel pesado de nostalgias que mucho tiempo resistió la estructura de nuestras almas pues cada día el amanecer es la cara de un principio que con los años no queremos que se quede en el olvido pues deseamos coleccionar nuevas experiencias que nos hacen despertar con el deseo de seguir con el juego bendito de nuestra existencia que de nuevo traerá soledades, pasiones y dolores que las compartiremos quizás con los pocos amigos que hemos seleccionado porque ya no le echaremos la culpa a nadie de nuestro destino es que el otoño de la experiencia no da una mirada transparente a través de nuestras hojas marchitas que nos muestra un paisaje de un abismo con final más corto porque nos iremos sin el más mínimo placer de lo que podamos gozar ahora en el instante del presente que se perderá en otro momento de una tarde de suspiros como compartir la toalla sobre la arena en la playa para ver un atardecer saboreando frutas tropicales sin agendas ni compromisos sólo con cosas simples para intentar repetirlas por el resto que nos queda por eso te pido quedate tranquila no me busque que de todos modos me encontraràs mas todavìa quiero encontrar varias tormentas o varias locuras para hacer otro sueno así que aunque me cierres un ojo no coquetearè contigo ni lo pienses inerte, oscura, tenebrosa pues sigo pensando en mi presente, en mi futuro y tambièn estoy escrbiendo mi pasado que ya fue pues los recuerdos de mi alma son la presencia de un ser que en este momento te dice adiòs...
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Federico Santa Maria Carrera
Un abrazo, mi querido amigo.