Ahora te tocó a ti
 leer mis escritos
 donde imprimo,
mi presente, mi futuro y mi pasado
como cuando amé aquella niña
que pasó delante de mí
y no me atreví hablarle
 para ofrecerle una alianza eterna
 y sólo logré escribir su nombre
 en el tronco de un árbol
acompañando sus lágrimas
por cada uno de los cortes
 donde rasqué
 cada una de las letras
 de ese nombre fugado
 sumado a mis experiencias,
 que me han dado
la libertad y la elección
de exigirle a mi conciencia
 esos diálogos de mi alma
que sigue sin entender
el galope de la guerra:
 mala sombra
sin sueños y sin ilusiones
perdidas con ese fuego
 como las colillas de los cigarros
 tiradas sobre las banquetas
en ciudades apestosas
de secuestro y extorsión
 donde se olvida
 darle cuerda al rejoj
de nuestras contradicciones
sin ganas
de seguir con la bohemia
 de esas letras
nacidas en mi cerebro
 pasando por mis dedos,
tratando de escribir con tinta
mis refelexiones y preguntas
 de hacer un mundo mejor
 sin la punta afilada de un cuchillo,
 o sin ese disparo egoísta,
 del sálvete si puedes:
sabotaje que solo hacen
esos ángeles caídos
que ya no lloran
ni con el vagido recién nacido
que quiere tejer sueños
 y no muerte,
a pesar del odio de los otros
 sin sentir tampoco
 el quejido de la monjas,
 que me podría erotizar
para narrar una crónica
de suspiros femeninos,
los cuales he sacado
desde el vientre de las mujeres
 a quienes he amado
cuando ha mandado la pasión
 con muchos apretones
de nuestros labios
hasta el alba prometida
de unos buenos días
en esta incansable viajera:
 la existencia
donde hay,
gestos, aspavientos, lamentos
 con costumbres:
evocaciones inspiradoras
que impregnan con su matiz
mi espacio interior
 que seguirá temblando
hasta que se abrá mi tumba,
donde desaparecerá
mi piel morena
protegida por tu abrazo
 antes mis fracasos
de mi obra narrativa
con paisajes y rostros
desconocidos o conocidos,
 cuya belleza y sentimientos
 alimentan esta ficción
de mi historia literaria,
ahora, en este momento,
te tocó a ti
porque no sé,
 sí mañana será para otra,
sin embargo,
intentaré que seas tú
hasta ese día,
donde volará una mariposa
 sobre una hoja seca,
que caerá sin sueños
 sobre mis cenizas,
pero, hay quedarán
mis poemarios y novelas,
acompañadas de una rosa
con frases salidas
 de puro corazón...