En un país latinoamericano las mujeres trabajadoras estaban muy enojadas, más bien encabronadas con las extravagancias de la esposa del Presidente quien, una y otra vez, mostraba que no sabía la geografía de su país. Cofundía los municipios con los estados. Él mismo se reía de su falta de conocimiento. Era todo un ídolo, pero en los memes, pues como decía uno: ¨Todos los días la cago¨. Mientras su pareja también se equivocaba en su estrategia social. En las fotos, abrazaba a los niños indígenas, mostrando su hipócrita sonrisa y su buen vestir sin ninguna gota de conciencia a la pobreza que, según, instituciones internacionales, alcanzaba una cantidad de veinticinco millones de habitantes, nada envidiable a la ostentación de Primera Dama, acompañando a su esposo en los viajes a las europas, a quien sus admiradoras la defendían con comentarios más superfluos que los vestidos y las joyas de la ex actriz, valoradas en miles de dólares, compradas con los impuestos de esas mujeres trabajadoras a quienes les hervían su orgullo femenino cuando las simpatizantes de la Primera Dama les decían envidiosas por no estar al lado del Presidente porque; seguramente, se parecían a la protagonista de una revista semanal donde salía la bruja Hermelinda Linda con toda su gordura y su verruga en la cara. En lo político, otras de sus seguidoras, justificaban el buen vestir de la que en su página oficial le gustaba subir fotos de emperatrices y reinas, comentando que las otras ex primeras damas también habían aprovechado del dinero que sus esposos, ex presidentes, habían robado. Y ahí, precisamente, la mayoría de las mujeres como los hombres, unas por estar viendo telenovelas y los otros por observar la repeticiones de los goles de un paisano en España, no alzaban la voz en contra de esta ilegal acción de los que se manchan las manos con las imágenes de los héroes que nos dieron Patria de tanto contar las pacas del dinero mal habido de las licitaciones de las obras públicas: millones que guardan en la caja fuerte de sus casas, algunas obsequiadas por un empresario en telecomunicaciones, que sin ningún conocimiento empezó abrir pozos petroleros, luego de que al esposo de la ex actriz le valiera mierda la soberanía nacional del oro negro regado por todo el territorio, y a pesar, de prometer que la empresa estatal no sería entregada en su totalidad a las empresas privadas como la de su amigo, por orden de él, la Secretaría de Hacienda empezó a desmantelar a una industria que, aunque no pertenecía a los ciudadanos, con sus utilidades construyó calles, hospitales y escuelas. En sólo tres años, lentamente le fue quitando la autonomía presupuestal al retirarle montos millonarios cada año: ganancias de la exportación de barriles de petróleo, que ya no llegaron al desarrollo económico, ni al desarrollo competitivo de un país que por décadas fue exportador del hidrocarburo para llegar a ser, en todo la extención de la palabra, un país importador donde el Gobierno empezó a subir el precio de los combustibles cada mes hasta alcanzar y llegar a ser más caros que en los países que no tienen petróleo, mientras en los hospitales las botellas del suero se colgaban en un pedestal metálico de donde salian los tubos hasta las agujas, introducidas en los brazos de las pacientes, sentadas juntitas en sillas de PVC, formando un círculo de sufrimiento en sus caras, pues no podían descansar durante varias horas sobre las camas como las enfermas que estaban en terapía intensiva recibiendo oxígeno, tapadas de su cara con un cartón vacío de jabón Roma y, en pediatría las madres sacaban a sus recién nacidos para darles de mamar de unas negras cajas de plástico, que regalaban en los supermercados. Sin embargo, lo peor sería, si a alguien le diera un paro cardíaco por la impresión de observar esas carencias en los hospitales, pues tendría que ser trasladado por sus familiares a un hospital privado en donde hubiera un resucitador que no lo salvaría por el caos del tránsito, ocasionado por las manifestaciones de los maestros en contra de los corruptos políticos, pues quedaría hecho un fiambre en el taxi, al cual le faltaría la sirena que tienen las ambulancias...