El deseo de mirarte cara a cara, platicar contigo y forjar mis sentidos en tus brazos hacer de cada una de tus caricias un ínstate y de cada uno de tus besos una eternidad, lograste que mi ser perdiera el control y que sin pensar me entregara a ti.
En un mundo que no conocía me has hecho tuya, en un lugar donde habita el deseo y el arrebato de amores prohibidos, en aquel lugar fui tuya, en aquel lugar te amé, y me entregue solo para saber que todo lo que imagine sobre ti era real, me entregue sin duda, sin pensarlo, me entregue a ti sin miedo, sin querer evitarlo, me entregue a ti y  fue lo mejor en esta vida, mi vida.
Ahí en ese lugar, ahí se ha quedo todo, y no pasara de la puerta, ahí, y solo ahí, mi deseo, mi ímpetu, mi escaso miedo a ser libre de todo, mi escaso miedo a ser tuya.
Hoy fui tuya y nada me alegra más, hoy fui tuya y nunca de nadie más, pues por solo  ese momento fui solo tuya y eso marcara lo diferencia, en mi cuerpo, en mi ser, en mi mente, en mi alma hoy y solo hoy he sido solo tuya y cada parte de mi cuerpo lo sabe, mi piel, mis labios, mi ser, lo saben fui, soy y seré solo tuya, porque solo un instante basto para que mi deseo absoluto de tenerte se desatara y querer más y más de ti, de tu ardiente ser, de tus intenso labios, de todo aquello que en algún momento tanto desee y que hoy por fin hoy fui tuya…