Hoy hubiese cumplido mi ex  bastantes años. Dondequiera que su espíritu se encuentre mi cariñosa felicitación. Los primeros tiempos de casados, meses si acaso, fueron felices para mí por la ilusión que yo ponía en ellos;  por lo poco que analizaba la problemática  del duro vivir diario y más problemática por la falta de perspectiva para el futuro. Quizá le deba a él, a mi ex, la experiencia de no  haber analizado los hechos  tanto como acostumbro por una sola vez;  el  haberme dejado llevar,  haber vivido al día por una sola vez. Pero me costó muy caro el no ver que aquel vivir al día, aquel dejarse llevar,   era el principio del fin, del fracaso de nuestra relación de muchos años. No obstante, lo mejor de aquella aventura que yo quise poder llamar familia, una familia con todas las de la ley, fue mi hija.Una hija que hoy se encuentra a miles de kilometros y a la que nada le importo. ¿Es difícil vivir o es que nosotros nos complicamos la vida?