AUTOPROCLAMACIÓN
   
Esperaré por tí locura
el istante en que mis sueños reciban
la pomposa arrogancia de una pluma
deslizándose por la cornisa
de una casa en ruinas.

Esperaré con los dientes apretados
con mi barba ya crecida
por descuido o desconcierto
de un fastidio descuidado
de mi ánimo errático.

Los amigos me insinúan viento frío
mis ideas se dispersan
en dolorosas carcajadas de maíz
mientras rondan como espías del silencio
unas cucarachas socarronas en sus gestos.

¡Ah, ya lo sabia, malditas cucarachas
ustedes ríen en silencio por mi locura!
La pluma ha caído ya sobre mi cabeza
y me corona Emperador... de mi locura.