Un ave eclosiona de su ovo-recubrimiento
un árbol fue semilla y ella el sustento.
No podemos revertir los ciclos del universo
como tampoco versar un verso inverso.
 
Se nace joven para morir muy viejo
se guarda el vino para beberlo añejo.
No podemos de una fotografía el momento revivir
como tampoco de las letras sacar lo que escribir. 
 
Las piezas del puzzle de la vida están desordenadas
guardan magia y no existen aquellas equivocadas.
No podemos del alma el cuerpo sacar desnudo
como tampoco obligar el habla a quién nació mudo.
 
Lo que los ojos no escuchan los oidos no ven
lo que el corazón no piensa la razón no siente.
Como el mar de las olas hace eterno vaivén
y de la vida a la muerte, un solo estado transiente.
 
Quiénes nos aman, nunca nos dejan.
Quiénes nos dejan, jamás nos amaron.
Los que mueren, nunca se alejan.
Los que viven a veces sólo se olvidaron.
 
Para: Francisco Castillo Cristi.