NOTO, GUILLERMO, QUE TE HA TOCADO LA NOSTALGIA CON SU MÚSICA TRISTE.
BUENA POESÍA QUE ME ALCANZA DENTRO, PORQUE TAMBIÉN YO SIENTO LA DECADENCIA DEL ÁRBOL VIEJO.
UN FUERTE ABRAZO.

Hola Guillermo.
Razonados versos con un halo de melancolía, adherida a la piel del sentir.
Un honor leerte, amigo mio.
Abrazos
María

me siento como la lluvia, sin otro miedo que el de mi propio espejismo...
hay algo que me desangra y es una manera de ir envejeciendo.

QUÉ BELLAS PALABRAS.

un besito.

Es duro para el que no puede perdonar no saber hacerlo, sin embargo a mí me sucede todo el tiempo...
Soy rencorosa y me hace mal, sin embargo...
en estos días que estoy viviendo la lenta despedida de un amigo que se aleja físicamente de este mundo...
me doy cuenta de lo fácil que es perdonar, cuando hay prioridades tan dramáticas...
¡ era tan simple, tan leve e inconsistente...!

Tu poesía me tocó el alma, como siempre, maravillosa, impecable.
Te felicito Guille.
Un abrazo.
María del R.

hermoso escrito, lacónico, como la lluvia, pero vaticinando lo que sera el vivir a futuro. de la persona que no ha perdonado. y al no saber perdonar, los rencores, los odios, o simplemente la testarudez lo va carcomiendo, no hay sosiego en el alma y los recuerdos seguirán consumiendo, sin remedio. no hubo dialogo, la palabra quedo errante, vagabunda. y como espectador, la lluvia. que se mantiene al margen sola. indolente. trabajo delicado, digno de análisis, me gusta