Su vida giraba entorno a lo que todo ser vivo tiene que ser, vivía con deber, apprendía lo que se le enseñaba y trabajaba sin demora en cualquier lugar. Los días eran como un camino recto, lento y sin fin. Más sin embargo, en sus noches, tras estar pensando en él y consigo mismo. Recordaba palabras que apaciguaban sus pensamientos: "La vigilia es sólo otro sueño que sueña con no soñar", “no estoy seguro si soy humano que soñó ser mariposa o mariposa que esta soñando ser humano, ¿quién sabe la verdad es que yo soñaba con la mariposa o que solamente soy un sueño del bello insecto?"

Y después de repetir estas frases en su mente incontables veces, caía casi voluntariamente en un profundo sueño, mientras comenzaba a sentir como su pecho se expandía, sus brazos se encogían de forma extraña y su espalda le cosquilleaba suavemente. Las sensaciones le convencían de que en realidad era una mariposa como en el sueño de Zhian-zi. Y en sus noches el volaba con dicha y entre el movimiento de sus alas y el roce del viento era feliz, ajeno a lo que sucedía en sus días y el mundo.
Así avanzaban sus noches hasta las primeras luces del día, que de golpe en golpe, con un resplandeciente color innecesario unido a dolores musculares en su cuerpo, le hacían ver. Que solamente era un simple gusano soñador. 

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