Ha bajado el rocío de la mañana sobre la greda
y ha moldeado las ideas cual manto de seda.
Ha rozado la carne que tacta y se jacta
de todo aquello impoluto, se queda intacta.

Crea la textura de un suave movimiento
cual anélido se agita en su propio sustento.
No ha imaginado aún la forma precisa
y se ha secado el fín con un toque de brisa.

Cuando lo escuálido se torna complejidad
el espacio, intersiticio deja su sinceridad.
Cual cala confunde como un blanco lirio
la arcilla confunde la liebre de un tímido simio.

Ha desafiado a su estrecho pensamiento
y ha provocado la ira del grito en un lamento.
Ha cambiado el lodo por porcelana
y ha empezado de nuevo como el día en la mañana.

Se ha vuelto a confundir en su demencia
un simio ha vuelto y espera su violencia.
Se han secado sus partes de alrededor
la figura indeseable del creador.

Ha subido el rocío de la rabía sobre un insano
ha tornado el rostro cual fruto del manzano.
Tardó medio segundo en destruirlo todo
ha reducido la porcelana a trozos de lodo.

He sido figura de colección
he sido objeto de obsesión.
He sido frágil cual cristal de la ventana
y he sido hoy tu simio de porcelana.