Guardo un dolor
cual fruta guarda sus semillas en el interior.
Siento el ardor
como la herida que se escuece con licor.

Quisiera dejar de ver
el vidrio molido que quiere llover.
En mis ojos cansados
que no olvidan los tuyos reflejados.

Guardo una visión
cual ave guarda en su trino una canción.
Pierdo el color
como las hojas verdes de otoño se tornan marrón.

Podria por siempre decir
cada palabra y volverme a herir.
En mis órganos
que no dejan de buscar tus manos.

He soltado una flor
cual niño suelta sus globos al sol
Dejo el aire azul
como la noche deja escapar la luz.

Tendria nunca el olor
y aquellas mejillas llenas de rubor
Volvería a empezar callado
como cuando el ciervo del bosque es cazado.

Guardo algo bueno
fuerte como de la tormenta un trueno.
Guardo algo dulce y sereno
como la flor que nace del ciruelo.