Se ha desvanecido tu figura de alfil
en la niebla del olvido, en el frío del marfil.
He enviado aves a seguir tu vuelo desliz
sólo me han traído un trino triste gris.

Quisiera contemplar el brillo otra vez
de aquellos luceros que duermen de revés.
He perdido la plastilina y el cálido barniz
no he podido retener mi elefante de anís.

Más ahora que el humo alma espanta
y más alla de mi pena azul garganta.
He intentado escribir tu sed descalza
y sé que el color jamás te alcanza.

Vagaré en el mármol de lodo
me hundiré y dejaré atrás todo.
Dejaré que la vida hoy se cante
tendré hoy perdido un elefante.

Grande, sí, muy grande y apasionado
figuras largas, cabello enraizado.
Texturas suaves y plumas de codorniz
olor a vino sabor de anís.

Quisiera verte en mis campos corriendo
tu tacto salvaje tu aliento gimiendo.
Más sé que tarde ha sido lo que me hace feliz
tú, mi ahora, siempre y nunca elefante de anís