Muerdo mis miedos con mi memoria de olvidos y recuerdos
en esta incertidumbre que se adentra en mi rincón personal
que todavía no espera la muerte
pues hay cuestiones que resolver.
Probablemente, quiera estar con la soledad
para que pasen los segundos, los minutos, las horas,
esperando tu ausencia cuando andas afuera.
Pero, tampoco importan si pasan las semanas
con mis sueños de hombre
y es que otro no podría ser tan absurdo como yo,
pues con mis remiendos de nostalgias
dejo siempre esa ültima frase
o, esa última palabra de mi amor textual,
el cual se queda suspendido sobre el poema incompleto
dibujado con muchas lineas centrales
de las diferentes posiciones de tu espalda,
tomando como punto de partida tu cuello
hasta la división de tus nalgas
o, viciversa,
dependiendo de mi inspiración,
así como de mi temperatura corporal,
que opacan a este poeta que traigo adentro
y lo vuelven un dibujante,
apasionado de las cuatro estaciones de tu sombra,
O, simplemente me falté,
descubrir una estrella más en el firmamento
para intentar hablar más con la naturaleza
acompañado en mi oscuridad
porque ando en la búsqueda de Dios...