Recuerdos
Publicado en Mar 01, 2009
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El techo del galpón
 
Con el correr de los años aparece vívido en mi memoria el galpón construido por papá.  Galpón le decíamos nosotros... era un a especie de cobertizo hecho con material de dos ambientes y techo de chapa. Hacia el frente, el ambiente para los trastos, herramientas de jardín y  dos barriles, el de afrecho y el de maíz.   Atrás, el gallinero con su enorme armazón de madera donde dormían las "Susek" o algo así... sí, porque mamá criaba gallinas de raza.
En  la otra parte del gallinero, la descubierta, crecía una enorme higuera.  Ese árbol, con sus anchos troncos era muy fácil de trepar y en su follaje se desaparecía a la vista de todos.   Una de sus ramas más fuertes, constituía la rampa ideal que me permitía llegar a mi lugar preferido: el techo del galpón.
Era como una amplia azotea pero con piso de chapa. Cuando me sentaba detrás de su balaustrada, nadie me veía desde la casa.   Así se convirtió en mi refugio y mi espacio secreto.   Llevé envases con galletitas, cajas con revistas y otros objetos que no deseaba compartir.   Nadie, ni mis hermanos llegaron a conocer  "mi lugar"    Hasta  con sol pleno yo me refugiaba allí, apenas protegida por la sombra de la pared y un sombrero amplio de paja.  Era mi rincón y allí entretejía  mis ensueños.  Más de una vez fue mi escondite cuando me buscaban para algún castigo o cuando quería esquivar alguna obligación, pero la más de las veces simplemente era "mi lugar".       Mis hermanos no se subían a la higuera pues le temían a la picazón que les provocaba, así no vieron mis desplazamientos y, las gallinas, aprendieron aceptarme sin alborotar.
Recién dejé de  ir allí cuando talaron la higuera.-
Muchos años después, cuando por una filtración de agua hubo que cambiar las chapas del techo, los albañiles encontraron el sombrero de paja deshecho, latas oxidadas con restos de golosinas y una manta toda raída.
*
 
 
 
Princesa encantada
 
_ ¡Bueno chicas! Cada una a lo suyo.  Una lava y la otra seca. Después juegan.
_ Sí, mamá, pero ojo que ella desaparece siempre. No sé a dónde va. Simplemente desaparece.... Mamá decile...
Ambas tenemos solo esa simple tarea todos los medio días... pero yo me escabullo a menudo... Me se encierro en mi mundo y eludo todo tipo de trabajito extra.   Hoy la acusación directa me lo estaba impidiendo. No quiero lastimar a mamá, así que tomo el repasador y seco los platos que mi hermana lava.
Ni bien termino salgo al jardín. Juego con el perro.  Soy una princesa en los jardines de su palacio.  Allá en los fondos, el gallinero de mamá es el jaulón lleno de pájaros exóticos y, junto a él está la pérgola llena del verdor de enredaderas a la que se sube por escalinatas. Un paje me ayuda a penetrar en ella.
 Me siento entre el denso follaje y espío la casa. Nadie me ve. A esa hora nadie suele ir a ese lugar. Las aves ya fueron alimentadas. Subo la rampa hacia mi refugio.  El sol del medio día ha calentado las chapas. Mi paje extiende la manta y me alcanza  el viejo sombrero de paja.
Ya estoy en mi torre, es mi mundo. Tomo la imagen de una dama con suntuoso vestido, ni bien me la prenda con el alfiler se mimetiza conmigo.
 Ya estoy a vestida de princesa, recostada en mi diván con mi amplia capelina y abanicándome por el calor.   Los riquísimos bombones, caramelitos masticables, se deshacen en mi boca real.     Pronto llegará el príncipe para rescatarme, soy una princesa encantada.   Él vendrá seguro.   Yo muy  generosa, regalaré a mis padres una casa nueva, amplia y hermosa.   Mamá tendrá una sirvienta, así no necesitará más la ayuda de sus hijas.
_ Cris.... ¿Dónde estás?
_ No la veo mamá. Te dije... siempre desaparece cuando se la necesita... Seguro que se fue con Noemí...
Acurrucada entre el cajón y junto a la prolongación de la pared que sostiene el techo las escucho.     Me quedo quietita para no hacer ningún ruido.      Esto es mi secreto, mi  "mundo" y cuando llegue  príncipe...
*
Odio ese lugar
 
_ Chicas, ¡vayan a buscar higos!
_¡Ufa!  ¿Otra vez?  Después me pica todo.
Ambas, con una ollita nos dirigimos  a través del jardín hacia el gallinero en medio del cual crece la enorme higuera.
_Te presto mi muñeca de porcelana si lo haces sola
_¿Por?
_Odio ese lugar, entre las gallinas picoteando, el olor...y encima ese árbol...
_Es bárbaro para treparse
_Ni loca.  Sus hojas tiene como una felpilla que si la rozas te deja picazón.... Además debe haber bichos... ¿No ves que llegan hasta el techo?  Entre las chapas seguro que hay arañas. Creo que es el lugar más feo de nuestra casa. Yo no subo.
_Si me prestas tu muñeca de porcelana todos los días y dejas de acusarme con mamá cuando desaparezco...lo hago sola
_ Dale!
Aliviada me voy de ese lugar. Realmente es odioso. Días pasados hasta vi una laucha entre el barril de afrechillo y el del maíz. . Además ya escuché ruidos raros entre las chapas del techo. Vaya uno a saber que alimaña anida ahí. Encima esa higuera que no permite ver nada entre sus hojas... debe haber orugas y además provoca ese salpullido atroz.    ¡No! Que sufra  ella.  Tengo que esconder mi hermosa muñeca, para que después no me la reclame ... Aver...?
*
 
 
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Foto del autor Cris Gler
Textos Publicados: 91
Miembro desde: Feb 28, 2009
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Descripción

Siempre sobre el mismo lugar

Palabras Clave: Lugar amado- recuerdo - lugar odiado

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos


Derechos de Autor: reservados


Comentarios (1)add comment
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Johel K.

Hola!
¿Caramba, como es que la gente no comenta en este relato tan bueno?
Te dejo 5 estrellas por que te las mereces.
Responder
January 14, 2010
 

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busy