Las pocas moscas que andaban volando en el lugar, ni se acercaban cerca de la mesa donde se encontraba el escritor. Él había llegado con su maletita de rueditas a un evento literario con algunas copias de su tercer libro. Tenía la esperanza de venderlo. La única visitante perdida era una hormiga negra que saltaba de libro en libro como buscando migajas de pan o algún granito de azúcar. Ella se perdía en el fondo negro de las pastas de los libros. La hormigita se salvó de ser aplastada por unas manos. Había brincado sobre la superficie blanca de la mesa del último libro donde ella había estado. Esa obra literaria desconocida era la única que mostraba la sipnosis del texto. Para sorpresa del escritor una señora empezó a leerla: 

CAMA DEMOCRÁTICA

Una pareja heterosexual, una pareja homosexual, sobrinos adoptados, hijos biológicos, un escritor que por no tener éxito con sus libros se vuelve editor y una mamá con pensamientos fuera de moda, son los principales protagonistas de este ¨teatro de la vida¨. Naturalmente, hay también coprotagonistas como una prima abandonada por sus padres en su niñez. Ella es el amor platónico del narrador, cuya profesión es buscar noticias en Internet. También aparece un amigo de la infancia, que jugaba a la comidita con las niñas, pero en el inicio de su ¨independencia¨ se formó como todo un ¨macho¨ en la Academia Militar de Las Fuerzas Armadas. La religión, es representada por un sacerdote que esconde un gran secreto bajo su sotana. Durante la narración, hay dos temas importantes en la vida de estos personajes: Las personales obsesiones morales y los problemas sociales, ocasionados por la falta de destreza pública de la clase política; causante, en gran medida, de la pobreza de la población. En consecuencia, algunas personas se van por todos los caminos que abre la delincuencia. Y para no cruzarse con estos pasillos delictuosos, los principales protagonistas de esta historia hacen reuniones en sus casas los fines de semanas, las cuales transcurren entre diálogos prejuiciosos, problemas familiares, críticas al Gobierno, así como charlas culturales y ¨noches de poemas¨…

Un par de minutos el escritor que estaba enfrente de sus libros solitarios, esperó a que otro de sus futuros lectores abandonara sobre la mesa la copia que él una vez más le daría vueltas para mostrar la sipnosis como la última vez que otra lectora lo dejó con la imagen de la pasta, la cual ella la consideró, simplemente, muy bonita. ¡Oh sorpresa!, no porque la hormiguita fuera aplastada por el libro, sino con uno de sus dedos la que había leído con atención el resumen, le hizo una señal al narrador para que se acercara a ella muy cerquita; seguramente, porque ella no quería que las personas que andaban merodeando cerca del libro la escucharan decir: ¨Oiga, si le compro el libro, no se enojará el hijo de mi hermano si se lo regalo. Yo creo que él es maricón¨. El autor, muy tranquilo, se lo prestó para que ella lo hojeará. La vio dirigirse solita a una banca que también estaba muy solita. Minutos después, de reojo, el autor de ¨Cama Democrática¨ vio acercarse a la señora quien dijo enfrente de él: ¨échele su firma a mi libro y al libro de mi sobrino que también se llama Juan y le dicen Johny como uno de los protagonistas¨...