marco histórico.
A mediados del siglo XXI se desato la tercera guerra mundial, la cual solo dejo a la mitad de la población humana viva, el más pequeño de los continentes “Oceanía” o al menos lo que quedo de él, se volvió tóxico por varias bombas nucleares, y una mitad de él se hundió en el mar. Las numerosas islas y penínsulas del mundo se hundieron entre mareas provocadas por bombas bajo el mar. Solo quedo un cuarto de la biodiversidad biológica.
Y entonces cuando todo no podía estar peor, el humano recibió respuesta a sus numerosos mensajes al universo en busca de más vida, muchas especies nuevas llegaron al mundo, se instalaron, se regocijaron en nuestro mundo, pero comenzaron a notar que los humanos éramos innecesarios, vulgares, horrendas criaturas. Se desato una nueva guerra, se crearon varias alianzas entre diferentes especies, y pelearon eternamente entre ellas, teniendo como escenario el mero universo.
No fue, hasta principios del siglo XXIII que se les ocurrió hacer un tratado de paz, estipulando una tregua. Todas las especies perdieron cosas en la guerra y a pesar de eso algunas  siguieron creyendo que los humanos no eran dignos de un planeta como el nuestro, así que la guerra, nunca se detuvo.
Con la finalidad de elegir a la elite en cada área, los genetistas definieron a la gente por su cadena DNA, los soldados tenían “G-War”, los intelectuales “G-Clever”, los comunes “G-Common” y finalmente los débiles de mente “G-Empty”, jerarquizándoseles y etiquetándoseles.
G-War
Amarillo
G-Clever
Azul
G-Common
Rojo
G-Empty
Naranja
 
Cuando la madre estuviese en su 7mo mes de gesta se le inyecta en el útero una sustancia que generaba una especie de collar en el cuello del feto, justo a su tamaño, con 4 tipos de focos sin encender, un transmisor y un potente veneno esperando a que el huésped hiciera algo contra la ley.
La ley es absoluta, justa y digna de su nombre. Así es Gea, no había más que morir de hambre, a menos que tu foco sea azul o amarillo, en esos casos morirás de otra manera: en la guerra.