Como los ojos de la gente que a cada rato se pierden
Publicado en Dec 28, 2013
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Te dije que me dejaras en ese lugar, que fueras a dar una vuelta y cuando volvieras yo ya habría mirado las estrellas que acá en Santiago no hay porque Santiago es una ciudad fantasma
Carretera espacial, a un lado pendiente estaba la tierra de Nahuelbuta y por el otro un bosque nativo, total oscuro
Había una curva y desapareciste en ella arriba de la toyota agarrando prestado piedras y pedazos de tierra, en buena, a la cordillera de Nahuelbuta
Estéreo total, estábamos volados y queríamos sentir el miedo de la cordillera de Nahuelbuta
El cielo parecía color petróleo y acababa de llegar la luz de las estrellas
Era como en las tardes donde comíamos asados acá en Santiago en nuestro barrio y mirábamos a las chicas bonitas como viudos, la diferencia es que ahora somos dos antiguos

Recuerdas Marcelo cuando estábamos borrachos preguntando a los faroles por nuestra muerte?
Y cuando casi matamos a esos chicos de polera negra?
Ahora ya no importaba porque estábamos en la cordillera de Nahuelbuta y las estrellas apuntaban hacia nosotros. Hacia donde los sueños fueron rebeldes y las calles cantaron en un despertar piedra color cordillera, color greda de Nacimiento
Volví a escribir Marcelo gracias a la vida o gracias a la muerte mía que es un sueño como las canciones o gracias a la vida que como dice la Violeta Parra no es verdad sino de mentiras y no sé Marcelo pero volví a escribir como cuando tú eras mago y yo poeta, recuerdas?
Como esa noche cuando me has dejado en la cordillera de Nahuelbuta espacial y bella antes de la curva a las cuatro de la mañana borrachos

En esa Cordillera que nos ha visto crecer y morir allá abajo en nuestro vecindario Pueblo de Techos Negros
Luego de la Cordillera nos fuimos al Puente Colgante, luego a la cancha vieja de Julio Durán y luego al Fuerte de Nacimiento
Y luego a la casa de mis padres cuando llegamos a comer pan con tomate y queso y cilantro y algodón y nostalgia y cenizas y en la cocina el viejo Zarko no supo si era un sueño o de verdad éramos los mismos de siempre; adelantados y nostálgicos, era verano, Zarkito mi mascota
Recuerdo de tiempos de Dioses manito lindo, a esos que cantábamos guitarreando en la parte oscura de la luna cuando comíamos mariscos en la fiesta y la fiesta era en mi departamento santuario antiguo acá en la Ciudad Fantasma y era la borrachera que todos entienden y los que leen ahora están por ahí por los años de nuestra fiesta donde la Magia y Fando y la Chica Katia y Calostro y la Bom Bom y Tú y tantos fueron el testigo soñador

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Foto del autor Amaro Díaz
Textos Publicados: 12
Miembro desde: Nov 04, 2008
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Descripción

poesía

Palabras Clave: amaro diaz

Categoría: Poesía

Subcategoría: Poesía General



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