Dicen que en la vida hay que evitar volver a tropezar con la misma piedra con la que caímos una vez. Pero también dicen que si nos levantamos una vez, podemos hacerlo siempre. En mi caso, tropiezo y tropiezo con la misma piedra pero cada vez que lo hago me levanto sabiendo que puede que continúe tropezando porque yo camino mirando el horizonte y no el suelo. Las piedras con las que me topo no son personas con las que tengo recaídas, sino que me vuelvo a ver inserta en las mismas situaciones que me hicieron caer. Es muy difícil evitar esas situaciones. De hecho evito evitarlas, porque a pesar de que el momento de dar termino a una historia haya sido muy triste y doloroso, la historia tuvo un mar de momentos de felicidad y plenitud que valen la pena arriesgarse para vivirlos.