Para ésta historia no debes esforzarte en crear todo un escenario mental, así que si eres nuevo en el mundo de la lectura relájate, si te gusta leer, riéte, pero es la verdad. Para ésta historia sólo haremos uso de un escenario negro de momento. Pero ojo, no te imagines una sábana negra o una foto que no se ve. Sino un escenario negro, una habitación oscurao lo que sea. En un lugar completamente oscuro, apartado de todo, en medio de la nada, por "Quien sabe donde" estaba el espíritu de una niña que caminaba y caminaba, sus pies no tocaban el suelo por que no caminaba en si, sino que se desplazaba levitando por todo el lugar, llore y llore sin compasión. Es lo último que puede hacer, y lo único que puede hacer, ya está muerta, lo que no hizo en vida no podrá venirlo a hacer en éste momento. ¡Y llore y llore! sus lágrimas corrían como litros y litros de agua fluyen en un rio constantemente, y el alma de la niña se secaba sus fantasmales lágrimas, tenía un dolor fuerte, un dolor en su corazón demasiado fuerte como para sostenerlo. Uno de esos dolores que podrían durar siglos, que simplemente no puedes ventilar, debes dejar salir ese dolor a base de lágrimas y lamentos. El fantasma vagaba entre las oscuridad, en un escenario que poco a poco se iba aclarando, tanta claridad, que ya permitía ver todo para la fantasmagórica infante, pero en si no era tampoco un día soleado, ese es un extremo muy lejano. Era más un día lluvioso, tampoco era una lluvia intensa, pero si un día gris, en una calle decente, quizá perteneciente al bajo mundo, unas gotas caían lentamente, en algo más pacífico, pero pese a las descrpciones era un ambiente ligeramente tétrico, pero más que tétrico TRÁGICO, un ambiente que te sumerge en una depresión leve y sin explicación. La niña fantasma levitaba sobre la banqueta tocando apenas los charcos de agua acumulados en la banqueta.  La niña se detuvo, alzó la mirada, y vió a un automóvil que vení hacia ella a una distancia clave, la niña inmersa en un miedo desconocido retrocedió unos pasos, y el automóvil derrapó hacia su derecha, pasando por la izquierda de la menor. La niña se tapó los ojos, para ella era todo muy horrible, sólo pudo escuchar el estruendoroso choque entr el automóvil y lo que posiblemente pudo haber sido un poste de luz, y después las gritos de una mujer cerca de los 30 años, tratando de sacar algo con urgencia del auto después de bajarse. Ella de mientras lloraba otra vez, como la niña pequeña que es en realidad. Es muy triste ver a esa pobre niña, exista o no, su alma seguía viendo tragedias aqui en la tierra, y lo peor es que ni siquiera ha encontrado el descanzo eterno. La niña avanzó hacia el automóvil impactado sin verlo, con la mirada hacia abajo, pensando en que debía reunirse con su madre, puesto que ella un día le prometió que si algo malo pasaba, ella (Su madre) le ofrecería su comida favorita, un rico dulce o algún otro bocadillo que la niña quisiera, después de ese bello recuerdo, la niña "Transparente" y practicamente sin materia sonrió, soltando una o dos lágrimas de felicidad mezclada con nostalgia, pero era una niña, ni siquiera sabía que sentía, así que después se puso triste al recordar lo que su madre le dijo. Y ahora más que nunca quería ese bocadillo que su madre le prometió hace tiempo. La niña sólo se recostó sobre la fría y gélida acera a un lado del coche y cerró los ojos... Se hizo una imagen mental de su madre sirviéndole algo de comer, extendiendo un dulce en su mano, y durmió. - Mamá ¿Dónde estás? -Decía la niña en su mente- Quedamos de vernos hoy, en nuestro día especial.  ¡Mamá! -Dijo de nuevo inmersa en sus lágrimas, llorando como nunca lo había hecho- Mamá, te necesito conmigo ahora mismo. ... - Vamos hija, no te preocupes, he cumplido mi promesa, vaamos, deja de llorar princesa. ¡Ven! -Respondió una voz familiar a los oidos de la niña- ¿Mamá? ¿Eres tú? -Respondió totalmente confundida la niña a la voz que le hablaba- La niña abrió los ojos, y vió que estaba en su casa, vió la mesa donde comía, vió la televisión que antes veía con fines de entretenimiento, vió la alfombra en la que antes jugasba, y mejor que nada. Vió el rostro de su madre contenta, de tenerla de nuevo. La niña era muy noble, y desde el momento de su partida, le dijo a su madre que no le guardaba el rencor por absolutamente nada, y que siempre le reservara ahí su "Pancito"...
La partida de seres queridos para nosotros es demasiado trágico, y lo cierto es que el amor de una madre es eterno, es por mucho más largo que la vida misma, y cuando se cuando con el perdón de una hija, la muerte no significa la distancia sinó un cambio entre los medios de comunicación. Las personas y los "Personajes" de éste juego al que llamados VIDA. Nunca morirán, nosotros y otras personas conservamos parte de ellos en nuestros corazones, mientras recuerdes a esa persona, ella residirá alegre EN TÚ CORAZÓN. Así que procura de siempre mantenerla viva. Y nunca olvidarla... Por sentimientos como esos, no dejemos que las tradiciones de antaño se pierdan, festeja alegramente el Día de Muertos :) Buenas noches. Escrito por Carlo TrejoAlias: "El Monje Sabio" :p