EL AMOR COMO UNA ENTREGA GENEROSA
Publicado en Sep 04, 2013
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EL AMOR COMO UNA ENTREGA GENEROSA. 

Hoy es el turno del amor, como una entrega generosa. No se puede separar al amor de la generosidad. No se puede pensar en el amor sin traer al pensamiento la entrega total y generosa de una pareja. Al pensar en estas cosas no puedo dejar de citar y recordar al gran hombre de Hipona, que decía en uno de sus sermones que el amor es "como un manantial eterno de generosidad", un manantial que calma la sed, es agua que núnca se acaba y siempre permanece limpia y clara. 

Muchas veces, y lo vemos en nuestro caminar, hay personas que se entregan a un amor de una manera extraordinaria, podría decirse que dan todo -incluso la vida- por esa persona. ¿Pero es una entrega generosa? Muchas veces sí, pero otras tantas no. Cuando no hay generosidad en un amor, es cuando no se tiene en cuenta a la otra persona en todo aspecto, principalmente en su ser PERSONA. No hay generosidad, porque por dentro, el que da quiere recibir mucho más. No hay generosidad, porque no hay una fiel administración del don que se intenta dar y que se quiere recibir: el amor. La generosidad es un compartir, es un estar, es un pensar como el otro, es un unirse y dejar de ser individual para ser "una sola carne" (cf. Gen. 2, 24) con la otra persona. En la Iglesia Primitiva se habla de esta generosidad -claro, hablándo económicamente y materialmente, pero que puedo unirlo con el amor-, entre aquellos que "estaban juntos, y tenían en común todas las cosas" (cf. Hch. 2, 44). ¡Donde no hay tal generosidad, no puede existir la entrega de amor! 

La generosidad es un don que viene del amor. La generosidad siempre va de la mano con el amor. ¡Con gran alegría lo proclama la Iglesia: "Ubi caritas et amor..."(Donde hay caridad y amor...)! La caridad como una entrega de servicio, una entrega incluso para "dar la vida en rescate de muchos" (cf. Mt. 20, 28), sin medida, una entrega sin frontera y sin límite. ¡Ese es el amor verdadero que les decía ayer! ¡Ahí se ve, ahí se pone en juego, ahí se palpa el amor que te invita a entregarte por completo, a ser generoso con el otro y abandonarte en el corazón de la otra persona! Pero, no es una tarea fácil, para nada. Uno debe buscar día a día ese amor para el cuál fuimos creados y, como se diría, ese amor que es nuestra alma gemela. Cada uno debe preguntarse si está conforme, alegre, dispuesto para todo, con la persona que tiene al lado o con la cuál piensa o pretende realizar algo. Muchas veces se siente la llama adentro de uno, que no lo deja en paz, cuando ve al "amor de su vida" pasar por delante de sus ojos. ¡Pero no se dejen llevar por el impulso del DESEO PASIONAL, como les dije ayer, por favor! ¡No se dejen arrastrar por ese DESEO, que si bien es hermoso y lindo, al final es destructivo y doloroso! Cuando uno siente que está enamorado de verdad, con esa alegría y furia que entregaría su vida y haría cualquier locura por conseguir ese amor, está frente a un posible amor verdadero, a un amor que podría entregarse con generosidad. Y, podemos confirmar que es el amor, cuando nos sentimos en paz. Agustín buscaba la VERDAD, buscaba su RAZÓN de EXISTIR, su AMOR, y recién puede estar tranquilo cuando su corazón, que estaba inquieto, descansa finalmente en Dios (cf. Confesiones, cap. I). ¡Encontró su amor! ¡Encontró al amor que se entrega con generosidad! Cuantos andan buscando día a día, (o en vez de buscando podría decir jugando), ese amor y por querer "encontrarlo" siguen pasando y llenando la lista de amoríos pasionales. ¡¡Basta... basta de jugar con la dignidad de la persona!!

El amor es algo hermoso, sin duda. El amor que vemos hoy en día no da mucho que desear. Capaz que pocos me entenderán, ¿pero de qué sirve hacer feliz a una persona, en el amor, sólo un determinado tiempo? ¿Dónde se mete después los miles de "te amos", los miles de "por siempre", los millones de "nunca te abandonaré"? ¿DÓNDE? Si es una entrega generosa, ¡que se sienta, que se note! ¡Qué lindo es hacer felices a los demás! ¡No es una pérdida de tiempo! Pero, si la felicidad es el amor, debe tomárselo con seriedad. En verdad "la mejor manera de obtener la felicidad es haciendo felices a los demás", nos decía B. P. en su último mensaje; siguiendo este ejemplo, de felicidad sin medida, de entrega por los demás, de querer el bien del otro, nos damos cuenta que lo mismo acaece con el amor: ¡Si no hay una entrega generosa, es poco posible que llegue a ser una verdad revelada! 

Esto no es difícil de conseguir, sólo hay que ponerse a pensar en frío, frenar un poco las actividades y pensar: ¿Estoy haciendo lo correcto? ¿Estoy amando, usando o qué? ¿Estoy dispuesto a entregarme con generosidad y amor? No es difícil, y nos daremos cuenta que es amor ya que "cuando se ama, no se sufre y... si se sufre, hasta se ama el mismo sufrimiento". (San Agustín)

¡Mañana seguimos con esta Semana dedicada al amor!
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Foto del autor Alejandro Manzur
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Descripción

Segunda publicacin referido al amor. Esta vez como una entrega generosa. No han notado que la palabra amor ya no tiene el mismo sentido que antes? Amor verdadero? Claves y pensamientos sobre el Amor.

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Categoría: Ensayos

Subcategoría: Pensamientos



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