No faltan...
Amigos míos no faltan los que venden su cariño.
Ponen lindas caras.
Se dicen los mejores amigos, hasta los mejores amores.
Pero si ven sus ojos más profundamente podrán ver un cinismo, que uno aunque que no lo quiere lo ve.
Pero como uno es tan carente engaña su propia percepción.
Hablan de amores profundos, que uno es lo mejor.
Hasta que no pueden vivir sin uno.
¿No creen que ya es hora dejar esos patrones viejos?
¿Empezar a ser relaciones igualitarias, sanas, sin dejar tantas heridas solo por la necesidad de sentirse reconocidos?
Relaciones fáciles, superfáciles, verdaderos parásitos emocionales, quizás económicos.
Y tanto más...
¿A ver quién es  el responsable cuando somos engañados más de un vez?
¿A la tercera no será responsabilidad de uno?
¿Qué nos pasa?
¿Por qué no buscamos relaciones que nos dejan vivir en una realidad más coherente con nuestro ser?
¿Hasta cuándo exponemos nuestra esencia?
¿Para qué quedar una y otra vez más heridos?
Ya el ser humano en su esencia tiende a fallar.
Cuando incluso es de lo más elevado en este sistema.
¿No será mucho elegir lo peor de la humanidad?
Seres carentes por su historia o quizás mas, verdaderos actores, que nos usan como un trampolín para evolucionar, exprimidores, manipuladores y tantos más.
Tengamos la astucia de los malos, y el buen sentir de la gente buena.
Usemos nuestra astucia para que no abusen de nosotros y nuestra buena disposición para sanar con nuestro amor.
Pero no caigamos en la desconfianza...
Es tan lindo compartir, es tan mágico amar.
¿Hasta cuándo dejaremos que nos exploten?, ¿hasta cuándo dejaremos que nos manipulen?
Como granos de arenas lograremos un mundo mejor, todo tiene diferentes matices, el más oscuro tiene algo luminoso y el más luminoso algo oscuro.
 Pero no seamos tan inocentes.
No demos cosas por necesitar adulación.
El verdadero cariño demuestra, no dice tanto...