Para no ir a la Segunda Guerra Mundial vivieron un año escondidos en una cueva
Publicado en Aug 27, 2009
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Para no ir a la Segunda Guerra MUNDIAL vivieron un año escondidos en una cueva
 
En San Vicente, localidad distante a 200 Kms. de la ciudad capital de Misiones. Existen Mitos y verdades de los primeros pobladores de una comunidad en la Zona Rural. Lejos de la civilización crearon un mundo propio basado en la autosuficiencia y el estudio de la Biblia. Durante 7 años no compraron, ni vendieron nada.

Existen muchas versiones acerca de los barbados ermitaños que vivían en una cueva, en la década del 40. Según el escritor obereño Heriberto Gabino Ferreira1 constituían una "colonia oculta" y los descubrió hacia 1947, reflejando sus vivencias en su Revista Libro Oberá la historia, una de la tantas publicaciones de la que fue autor.

Luego fueron muchos los sanvicentinos que escucharon la historia y se fue convirtiendo en una leyenda, Ferreira dice que eran hombres de una "extraordinaria mansedumbre".

Con la intención de develar mitos y verdades de esta experiencia de vida, que al escucharla hace parar los pelos, visité a dos herederos y protagonistas de aquellos hechos, ellos son el matrimonio formado por Alberto Rabe y Nazarena Fiege con ellos, fui corriendo el telón del tiempo para adentrarme en aquellos días y sucesos.

Alberto Rabe, tiene hoy sesenta y cinco años , nació en campo grande, junto a sus padres llegó a la localidad Aristóbulo  del Valle en 1936, época que esta última colonia era la avanzada más lejana de una permanente penetración de colonos hacia el norte de Misiones y luego a San Vicente, al actual Km. 1271 de la Ruta Nacional 14, vía terrada que para evitar la construcción de puentes se hizo cabalgando el lomo de las Sierras de Misiones, que hace de divisoria de las Aguas, ya que toda precipitación pluvial que cae a oriente va a parar inexorablemente al Río Uruguay y las de Occidente al Río Paraná.

El lugar elegido por la familia Rabe, a la sazón era Río Victoria, paraje que en el año 1941 aún había selva (en serio) y ningún poblador a la vera de la Ruta desde aquí hasta Campo Grande. "Su padre Adolfo estaba conchabado por entonces con una misión esencial, buscar las divisorias de las aguas, para abrir el rumbo de la Ruta Nacional 14, su cometido era -cuenta Alberto- determinar cursos de agua a oriente y occidente del derrotero, abrir sendas y marcar el rumbo. Cumplía además las tareas de montaráz y guardespaldas del contratista. De origen Alemán brasileño2, hablaba correctamente Portugués,  Castellano y Alemán, pero no sabía leer ni escribir. Hecho, este último que no le impidió ser el actor de una epopeya que culminó con el poblamiento de San Vicente.

"Eran tiempos en que Adolfo,  marchaba a pie al lado del camión que llevaba y traía mercaderías, herramietnas y enseres de A. del Valle a Campo Grande. Ya que la sendas "camionables o tractorables" solo permitían que los viejos GMC de tracciones 6 x 6 se atrevieran a tal aventura y un hombre a pie podía seguir tranquilamente el cansino andar del vehículo de carga.

En 1941 decidieron sentar sus reales en Río Victoria, dos causas fueron desencadenantes de esta actitud, una: el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial en Europa y el hecho que Adolfo Hitler tenía agentes en Brasil, Argentina y Paraguay que reclutaban alemanes o sus descendientes hacia Europa para participar como soldados de la contienda armada o como trabajadores en el sistema logístico Alemán. "Además los militares argentinos presionaban sobre la gente para que fueran a combatir", según relata nuestro interlocutor.

Su abuelo provenía de Alemania, eran tres hermanos que emigraron a Africa, Estados Unidos y  Brasil, respectivamente, pero luego pasaron como muchos la frontera, debido a que había en Brasil un gobierno anti-germano, es de señalar que Brasil participó en la Segunda Guerra Mundial a favor de los aliados, enviando un fuerza expedicionaria de 10.000 hombres, lo que hace que el relato de Alberto sea objetivo y veraz y coinciden con hechos históricos documentados. Esta actitud de los hijos del "Grito de Ipiranga",  provocó una emigración de aquella nación hacia las feraces tierras coloradas de Misiones, encerradas entre cordilleras de sierras con lujuriosa selva, que los mantenía aislados y seguros,  por entonces se afincaron en la zona de nuestra provincia, trascendiendo el Río Uruguay y las más de las veces en forma clandestina.

"Corrimos a los leones y nos metimos en la cueva"
Para entonces Alberto y Nazarena eran ya dos jovencitos que entendían la vida, y recuerdan con emoción que para entrar a la cueva echaron fuera a los leones (Pumas). Describieron el refugio que aún existe: el que está detrás de una cascada, es alta y espaciosa, tiene como cuarenta metros de fondo, existen dos tipos de lugares, el netamente rocoso y las cuevas de tierras donde estaban los leones. Eran varias familias, pero no todos se albergaban en la gruta, algunos lo hicieron fuera de ella.

También es verídico que existen aún en estas fechas en Misiones, pumas. Incluso hace unos años, hubo varios episodios con estos felinos, el más resonado es que en el Parque Nacional Iguazú, un espécimen mató y se comió a un niño.

Autosuficiencia
 Además de Adolfo Rabe y su familia, estaban Eduardo Hirsfeld, Augusto y Ernesto Renz y Benjamín Fiege. Entre todos fundaron la Iglesia de Dios Sabatista y dedicaban sus días al trabajo y la oración. Nos cuenta Alberto que con un molino de piedra, fabricaban harinas de trigo, cebada, maíz y centeno. "Hacíamos aceite de maní. La pesca era abundante, en tan solo una hora se sacaban de 10 a 15 pescados inmensos, pero por entonces se pescaba para vivir nunca no por diversión". Al principio la comunidad trabajaba entre 8 y 10 Hs. por día, pero luego con 4 hs. de trabajo era suficiente, pues ya tenían demasiado para comer y sobrevivir. "Hasta fabricamos telas rudimentarias de algodón con las que hacíamos ropas, todos, varón o mujer aprendíamos a coser y tejer". Muchos dijeron que pasaban el día orando, no es cierto, aclara Alberto "llevábamos una vida normal como otras personas, eso si más cerca de Dios, guardando sus enseñanzas". Sigue contando: "Construímos nuestros zapatos, curtíamos el cuero, lo cepillábamos y en una prensa lo estirábamos. Lo tratábamos con "persiguero" 3 y "catiguá" 4, fabricábamos soda cáustica y con ella hacíamos jabón con maní y cebo. Durante 7 años no compramos ni vendimos nada. Luego traíamos la sal de El Soberbio. Los tigres merodeaban la casa, pero no podíamos matarlos. La caza era solo para subsistir o tomar el cuero.

Un día común transcurría en levantarse con el alba, leer la Biblia, trabajar, almorzar diciendo previamente una oración, cenar del mismo modo, y luego estudiar la Santa Palabra, varios capítulos por noche, allí está la verdad y el mayor tesoro que existe. El culto se hacía dos veces a la semana y el fin de semana había una escuela bíblica para grandes y chicos. Entre otras cosas teníamos muchísimas abejas, con la cera hacíamos velas grandes que daban una luz clara y limpia".

Recordó cuando el entonces guardaparques, periodista y escritor Heriberto Gabino Ferreyra los visitó y que varias veces la Gendarmería entró a ver que hacían y cómo vivían en el lugar. Pero nunca fueron molestados. "No tuvimos ninguna escuela, aprendimos a leer y escribir con la Biblia, yo aprendí a hablar castellano recién en el año 1955 cuando fui a realizar el servicio militar en Infantería de Marina en ese año había caído Perón, y hubo varios acontecimientos que son de todos conocidos. Cuando fui a incorporarme tres días pasé hambre por no saber hablar".

Había muchos paisanos (5) que vinieron después
... "Muchos años después que nosotros aparecieron unas cuadrillas de paisanos, un día, para un viejo indio ciego pidieron albergue en la casa de mi padre, quien le preguntó si quería comer algo, el Paisano le dijo que sí, que ya había dormido tres veces y no comió nada. Fue cuando le dijo lamentar estar ciego ya que sino le llevaría a buscar un tesoro que era lo que un hombre podía cargar de oro. Pero a papá no le interesaba lo material. Existe mucho oro por la zona, trabajado o sea que fueron escondidos tal vez por los Jesuitas, Hay quienes lo hallaron, también hay oro natural pero según me dijeron expertos no conviene explotarlos. Existe un lugar donde hay 3.000 kilos de oro6". Según Alberto Rabe existen testimonios de casas de piedra al estilo Jesuita en medio de la selva y que hay grandes yacimientos de vasijas, ya que ellos encontraron varias, él personalmente conoció una pila de ellas perfectamente conservadas, un tío, cuyo nombre no desea dar encontró una vasija con oro trabajado dentro de ella, botín que vendió y usufructuó.

Mitica barba
Alberto Rabe usa una barba tradicional, similar a los antiguos profetas del viejo testamento, más una mirada profunda y su parquedad, le dan un aspecto venerable, (el mismo con que conoció Gabino Ferreira a sus padres en los años cuarenta)7 le había dibujado ante la comunidad como un hombre recio y parco. Todo lo contrario, es locuaz y amable esos sí "no hablo sin motivo, uso la barba porque Dios hizo al hombre perfecto, además no la tengo desde siempre sino desde los 43 años". Tuvo 13 hermanos: Ema, Olinda, Eli, Edvino, Leonardo, Alberto (nuestro anfitrión), Federico, Elman, Marcelo, Joel, Calip, Bernabé, Erna. de los cuales 9 sobreviven. A razón del escaso margen social en el que vivían, su esposa es prima suya, tienen tres hijas: Margarita Marta (42); Rosa Dina (40 años) Elena Carmen (35).

El relato continúa, de la misma forma que el de otros pioneros, siempre con un mate circulando de mano en mano: mucho después supimos de otros pobladores hacia 1952 en el Campo Santa Rosa Caitano Rosi y un tal Feds. Aquí en El Cruce vivía Benigno Cordero, después apareció Guillermo Campos7.

Luego fuimos a vivir hacia el lugar donde hoy se conoce como Km. 34 Picada Molino, sobre el arroyo El Soberbio, por entonces construimos 5 canoas grandes de 7 metros de eslora con la madera de un pino de 50 metros de alto que derribamos y nos daba tablas de un metro de ancho, la madera para los botes eran aserradas a mano, y luego curadas con cera, se colocaba la cera y con un plancha de carbón se la volvía liviana para que penetrara en las vetas de la madera, procedimiento que le daba fortaleza y evitaba que se pudra al entrar en contacto con el agua.

Recordó no exento de alegría que con su hermano en plena noche y sin luz agarraron una boga grande con la mano. Los arroyos por entonces estaban repletos de peces, "durante el día armamos un chiquerito, por la noche con el asombro de mis padres y abuelos bajamos los barrancos a tanteo y al revisar el chiquero lo hallamos. Con una vela de cera natural que daba muy buena luz y machetes se pescaban grandes bogas, tariras y dorados".

"En el lugar que vivíamos existen testimonios: la cueva, y una piedra del molino. Es muy difícil de llegar, pero se puede. Alberto confirma la fama de "patudos"  que tienen su padre y tíos, calza 45, pero mide 1,87 de alto".

Existen muchas versiones acerca de los barbados ermitaños que vivían en una cueva, en la década del 40. Según el escritor obereño Heriberto Gabino Ferreira1 constituían una "colonia oculta" y los descubrió hacia 1947, reflejando sus vivencias en su Revista Libro Oberá la historia, una de la tantas publicaciones de la que fue autor.

Luego fueron muchos los sanvicentinos que escucharon la historia y se fue convirtiendo en una leyenda, Ferreira dice que eran hombres de una "extraordinaria mansedumbre".

Con la intención de develar mitos y verdades de esta experiencia de vida, que al escucharla hace parar los pelos, visité a dos herederos y protagonistas de aquellos hechos, ellos son el matrimonio formado por Alberto Rabe y Nazarena Fiege con ellos, fui corriendo el telón del tiempo para adentrarme en aquellos días y sucesos.

Alberto Rabe, tiene hoy sesenta y cinco años , nació en campo grande, junto a sus padres llegó a la localidad Aristóbulo  del Valle en 1936, época que esta última colonia era la avanzada más lejana de una permanente penetración de colonos hacia el norte de Misiones y luego a San Vicente, al actual Km. 1271 de la Ruta Nacional 14, vía terrada que para evitar la construcción de puentes se hizo cabalgando el lomo de las Sierras de Misiones, que hace de divisoria de las Aguas, ya que toda precipitación pluvial que cae a oriente va a parar inexorablemente al Río Uruguay y las de Occidente al Río Paraná.

El lugar elegido por la familia Rabe, a la sazón era Río Victoria, paraje que en el año 1941 aún había selva (en serio) y ningún poblador a la vera de la Ruta desde aquí hasta Campo Grande. "Su padre Adolfo estaba conchabado por entonces con una misión esencial, buscar las divisorias de las aguas, para abrir el rumbo de la Ruta Nacional 14, su cometido era -cuenta Alberto- determinar cursos de agua a oriente y occidente del derrotero, abrir sendas y marcar el rumbo. Cumplía además las tareas de montaráz y guardespaldas del contratista. De origen Alemán brasileño2, hablaba correctamente Portugués,  Castellano y Alemán, pero no sabía leer ni escribir. Hecho, este último que no le impidió ser el actor de una epopeya que culminó con el poblamiento de San Vicente.

"Eran tiempos en que Adolfo,  marchaba a pie al lado del camión que llevaba y traía mercaderías, herramietnas y enseres de A. del Valle a Campo Grande. Ya que la sendas "camionables o tractorables" solo permitían que los viejos GMC de tracciones 6 x 6 se atrevieran a tal aventura y un hombre a pie podía seguir tranquilamente el cansino andar del vehículo de carga.

En 1941 decidieron sentar sus reales en Río Victoria, dos causas fueron desencadenantes de esta actitud, una: el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial en Europa y el hecho que Adolfo Hitler tenía agentes en Brasil, Argentina y Paraguay que reclutaban alemanes o sus descendientes hacia Europa para participar como soldados de la contienda armada o como trabajadores en el sistema logístico Alemán. "Además los militares argentinos presionaban sobre la gente para que fueran a combatir", según relata nuestro interlocutor.

Su abuelo provenía de Alemania, eran tres hermanos que emigraron a Africa, Estados Unidos y  Brasil, respectivamente, pero luego pasaron como muchos la frontera, debido a que había en Brasil un gobierno anti-germano, es de señalar que Brasil participó en la Segunda Guerra Mundial a favor de los aliados, enviando un fuerza expedicionaria de 10.000 hombres, lo que hace que el relato de Alberto sea objetivo y veraz y coinciden con hechos históricos documentados. Esta actitud de los hijos del "Grito de Ipiranga",  provocó una emigración de aquella nación hacia las feraces tierras coloradas de Misiones, encerradas entre cordilleras de sierras con lujuriosa selva, que los mantenía aislados y seguros,  por entonces se afincaron en la zona de nuestra provincia, trascendiendo el Río Uruguay y las más de las veces en forma clandestina.
 
Un día que brotaron peces de una vertiente  
Un hecho que otros colonos cuentan y la tradición y el folklore lo comenta está dado por el día en que de la tierra, por una vertiente salieron peces. Tantos, dice Alberto, "que juntamos medio tacho de 20 litros, de los que se envasaba aceite". Alberto cuenta que el fue testigo con su padre de aquel hecho, data el caso antes de la década del 40 en un lugar cerca al arroyo Buen Suceso en el municipio A. del Valle, donde su padre levantó la primera chacra de aquella localidad. Era un lugar parejo con pasto, de allí surgió una vertiente y de ella los peces. La vertiente principal estaba más lejos y no tenía peces debido a que estaba limpia para proveer agua a la familia. Pero esto tiene una explicación, aclara Alberto tranquilo, no es un fenómeno sobrenatural. Nos explicó un sabio alemán que pasó por el lugar que bajo de la superficie sin dudas hay un lago inmenso, las lluvias al drenar el terreno lo llenaron en demasía y el agua brotó sacando afuera los peces, recomendó tener cuidado, si la tierra era permeable podía hundirse. De cierto existen ríos subterráneos, existe el desafío de hacer la perforación" acota Alberto sonriendo.

Dios hace la obra: Aberto fue picado por una víbora y la oración lo salvó  
Alberto cuenta que en determinada época del año floreció la tacuara, se secaron las plantas, esto provocó una invasión de ratas y tras las ratas vinieron las víboras. "Pasé por el lugar y me mordió una Urutú, yo sentí que el veneno me subió por el cuerpo y llegó al corazón es una dolorosa experiencia que recuerdo hasta ahora . Cuando le di la noticia a mi madre se desesperó, pero yo la tranquilicé "mamá el veneno de víbora no mata", -dejame poner querosén me contestó ella -¡No mamá el veneno ya me llega al corazón me voy a casa. Caminé a través de una senda limpia y despejada que habíamos construido desde el rozado a la casa y me desplomé, volví a levantarme, llegué a casa le comenté el accidente a mis hermanos, todos gritaron desesperados, - tomá leche me dijeron, -no demen agua por favor les contesté, tengo mucha sed. Me senté bajo el galpón y me puse a hacer una caja para abejas, la pierna me pesaba enormemente. Dormí delirante, pero al otro día al despertarme tras la oración matinal sentí como lentamente se me sacaba un peso del cuerpo equivalente a muchas bolsas de cemento. Y me levanté lúcido, a los tres días fui a plantar poroto, cuando hice la colimba ni conté este episodio. Al año me repuse. Después sufrí picaduras de 3 arañas y dos escorpiones, de las que me curé de la misma manera con la oración. Alberto protagonizó hace unos años un hecho asombroso que fue publicado por el Diario El Territorio y que consistió en resucitar a un niño que había caído en un pozo, Dios hizo aquella obra como cuando me salvó de la víbora.

Paisanos rubios de ojos celestes
Otra de las importantes corrientes migratorias que poblaron San Vicente, se hallan los "Paraguayos" que huyeron de las revoluciones sangrientas del hermano país, tan rica en acontecimientos y tan lúgubre en relatos de venganzas y persecuciones.
Uno de ellos es Don Pedro Arrúa Ortigoza, quien entre otros relatos que aporta acerca del poblamiento de nuestra localidad dije en tono jocoso: "lo que más me llamó la atención es la presencia de paisanos rubios y de ojos celestes, es que por allí (por Río Victoria) vivían unos gringos8 ermitaños y tal vez se mezclaron. Aunque no puede comprobarse la apreciación de Don Pedro, es verdad que en Misiones, por el gran componente europeo de los colonos, existen muchos indios rubios y no albinos. Sino rubios con ojos celestes.
REFERENCIAS: 
1-Gabino Heriberto Ferreira, fue periodista independiente, guardaparques, escritor. Tiene una prolifera obra en cuanto al relato de la historia de Oberá. Tuve el honor de conocerlo y tratarlo. Es padre de nuestra querida vecina, Catalina Ferreira, quien con Martín Bogado forman una familia de Arraigo en nuestro medio. Don Gabino falleció en 1999.

2-La migración ocurrió tal y como cuenta Alberto Rabe. La expresión Alemán-Brasileño; Italiano-Brasileño. Era y es aún muy común en Misiones. Se anteponía la nacionalidad Europea a la Sud Americana, para marcar la superioridad por sobre otros grupos migratorios como ser rusos, polacos, ucracianos. Ya que por entonces Alemania e Italia eran dos potencias imperialistas.
3 y 4- Plantas autóctonas de la Selva Misionera.
5- Forma en que denomina a los aborígenes guaraníes.
6-Existe en todo la Zona donde se asentaron "Las Misiones Jesuíticas, oriente de Paraguay, Misiones y Sur de Brasil", la leyenda que en su huída los Jesuitas escondieron gran cantidad de oro trabajado en vasijas. Especialmente cuando se llevó a cabo la Batalla de Mbororé. Pero también durante la guerra de la Triple Alianza al huir las familias adineradas de Paraguay enterraban sus tesoros en Misiones, lejos de la costa de la costa del Río Paraná. Como ya se ha dicho San Vicente, se halla a mitad de camino entre ambos ríos, lo que hace verosímil el relato y las suposiciones populares al respecto. Tal es así que existen muchos buscadores de oro, de todas las clases sociales.
7-Gabino Heriberto Ferreira describe a los antecesores de Alberto como personas de "venerable aspectos y evidente mansedumbre".
8- Gringo, denominación gentilicia que se utilizaba para nombrar a los inmigrantes europeos rubios, pero especialmente a los alemanes.
Paisanos: es la forma en que la gente de Misiones se refiere a los aborígenes, especialmente Guaraníes de la etnia Mbya
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA Y COINCIDENTE CON EL DESARROLLO DEL TEMA:
FERREIRA, Heriberto, Oberá Revista Libro, Oberá, Edición del Autor, 1990.
SARTORI, Diego Luján, Apuntes para la Historia de san Vicente, San Vicente, Edición del Autor, 1994.
 
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"Eran tiempos en que Adolfo, marchaba a pie al lado del camión que llevaba y traía mercaderías, herramietnas y enseres de A. del Valle a Campo Grande. Ya que la sendas “camionables o tractorables” solo permitían que los viejos GMC de tracciones 6 x 6 se atrevieran a tal aventura y un hombre a pie podía seguir tranquilamente el cansino andar del vehículo de carga.

Palabras Clave: Ermitaños religiosos inmigrantes pioneros pobladores colonos miedo ignorancia misterio aislamiento sobrevivencia trabajo rural Misiones Argentina

Categoría: Artículos

Subcategoría: Curiosidades


Derechos de Autor: Diego Luján Sartori

Enlace: dielusa@hotmail.com


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Diego Lujn Sartori

Gracias Verano:

Es un gran honor para mi que semejante maestro me de su opinión.

Saludos

Diego
Responder
October 23, 2009
 

Verano Brisas

Diego: Interesante y bien concebido tu texto. También yo, para no ir a ninguna guerra, sería capaz de vivir en una cueva el tiempo que fuese necesario, porque considero más digno eso que servirle de carne de cañón a los asesinos poderosos. Un abrazo de Verano.
Responder
August 30, 2009
 

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