yo la otra
¡La que  espera... la que llora en  soledad.!
la que con sus besos cura tus heridas causadas.
la que llamas a escondidas, 
cuando en el baño, solo  puedes estar
- me duele que así sea, 
me lastimas sin piedad-
 
Yo la otra, 
la que en silencio suspira,
al verte en noches partir,
y saber que sola  quedo,
con las ganas y deseos,
de hacerte grato el momento,
de hacerte vivir en mi.
Mientras tanta ella tu dueña
por costumbre o desamor,
con gesto de desagravio suspira al verte llegar
te  desprecia y pisotea,
-y quizá con justa razón-
Ella  me trata de  fiera
que  vino arobar su amor,
que te saque de su lado,
por bolsillo o por placer,
no se da cuenta,  
cual grande es mi sufrir.
-siento su odio y desprecio
cuando piensa en mi existir,
y es un peso que me ahoga,
atormenta mi vivir-
 
No pretendo yo dañar
Y tranquila puede estar.
Seguir callada y oculta. 
Me toca a mí soportar. 
Sin derecho a protestar. 
-dejarlo yo quisiera sino  fuera por el amor, 
que ha nacido en mi corazón-
 
Yo la otra.
la que añora
unas palabras de amor,
pronunciadas sin temor,
-porque no hay la libertad que te de tranquilidad 
para con franqueza hablar-
 
yo la otra.
la que escondes,
la que no podes mostrar, por temor a lastimar,
a esa tu dueña de hogar,
que segura a de estar por tenerte allá a tu lado
sin saber que tu presencia en mi cama es regular,
que cada quincena vienes a fortalecer tu aliento
para poderla soportar…
 
yo la otra.
Quien sin reservaras te complace,
te abrazo al verte llegar,                       
-cuanto quisiera yo,
que duraran para siempre esos pequeños momentos
que me puedes tu brindar
cuanta angustia quedara mañana al verte partir-
 
yo la otra la que piensan 
que  no me cuesta  por ratos hacerte feliz a ti,
-pero no saben que sufro, que lloro y muero yo en vida
por saber que eres ajeno,
que no tengo yo el derecho a decirte lo que siento
por temor a quebrantar el hechizo de cristal.
que hará que pueda estallar
la magia de tu querer,
y se pueda terminar-
 
yo la otra,
y quien lo podría creer,
que no me hace feliz,
saber que tienes tu hogar,
que puedo desbaratar sin ni siquiera pensar,
-me duele… me lastima,
que quisiera escabullirme
refugiarme en el morir que saberme yo culpable del daño
que pueda hacer, que los pueda lastimar.
 
yo la otra, que  podría necesitar
si en mi cama en las quincenas tu calor no faltara
- me hace falta mañana a quien pudiera besar,
a quien darle mis caricias,
a quien poder consolar,
a quien yo pudiera amar con toda la libertad.
Con quien poder pasear
de la mano por los parques,
sin mascaras que usar,    
sin esconderme de aquellas
que andan sin nada que hacer,
criticando sin saber,
cual pueda ser verdad. 
Que me arrancan a pedazos el derecho de amar…
con mi plena libertad-
 
yo la otra.
A quien  no contestas el teléfono
cuando en publico estas,
porque la prima cansona solo llama  a molestar... 
y me tienes que ocultar…
-me duelen tus flaquezas, tu falta de sinceridad,
la firmeza he indecisión para aclarar la verdad.
Para quedarte con ella o para conmigo estar-