El primer beso
 
El último año de primaria, un acontecimiento importante cumplía la primera parte de mi vida escolar; tenía trece años y eso es algo complicado, una mezcla de ser niño, adolescente, hombre grande; los cambios son evidentes, físicos, emocionales, de madurez, a esa edad el mundo parece girar sin darnos cuenta, yo sólo quería experimentar y sentir cosas nuevas.
 
Qué emoción aún siento cuando mis recuerdos se detienen en ese lindo y maravilloso primer beso; ese día eran los últimos en la escuela, no había mucho que hacer, sólo cumplíamos horario, conversábamos en uno de los amplios jardines  de nuestra escuela, ahí estaba ella con su rostro y facciones muy delicadas, pelo corto y liso, tez blanca, estatura mediana, una niña muy hermosa, siempre me llamó la atención pero, con mi timidez, nunca me atreví a decirle nada. Aquella tarde todo fue muy espontáneo, sin planificar nada, llenos de inocencia y ansiedad a la vez, quedamos solos y sin pensarlo mucho me aproximé a ella, tomé  sus manos que sudaban igual que las mías, nos miramos y, sin decirnos nada, nos besamos... fue un beso mágico, con ternura, fue increíble ¡El primer beso!
Mi corazón parecía estallar, las mariposas en mi estómago me provocaban una risa nerviosa, era una sensación maravillosa; me sentía flotar en las nubes que me transportaban con ella, como un concierto de aves cantando al unísono y buscando el calor de la primavera.
 
No sé si fue un beso de amor, tal vez fue un beso de niños jugando a ser grandes, pero una experiencia inolvidable y llena de sensaciones. Pensaba ¡Qué bello sería el amor junto a ella¡...  Después la vi de nuevo, pero ella no quería repetir, al parecer, alucinante experiencia, pronto comprendí que en las cosas del amor nada sería tan fácil a contar de aquel momento.
 
No he vuelto a verla, pero la recuerdo con cariño ¿Cómo no hacerlo? si después de todo, el primer beso es como el primer amor, nunca se olvida