• alberto carranza
albertocarranza
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  • País: Argentina
 
 Un corazón destruido será un grito desreguladoserá la parte infinitesimal de quien fue y ya no es,será la parte desbastada de lo que ahora es...olvidada flor del primitivo Edén y tambiénla parte negada de quien se olvidó de vivir,de quien al no aceptar su destino pereció en la duda,de quien una vez lanzado a la depredación se volvió una bestia desacralizada en holocausto perenne...Y no importa cuánto hayas amadoy no importa cuánta clemencia hayas buscado,ya que toda búsqueda será vanahasta que tu sangre al hollar tus píes ya sin coraza,al no aceptar tu destino no se salvará con nada.Por eso,  no caigas en esa instancia irremediablepues el puente que cruzas se difuminó en otra dimensión.Entonces no te partas, ni te crucifiques, ni te culpesde no ser más que una desechable gema sin valor... 
esa es la hora de mi presencia en tus labiosde marfil pulposoy es la hora de mi crepúsculo que ve extrañadoun colibrí libando ansiosas flores.Y es la hora de la lluvia y de pasos apresuradoshora cuyo devenir preanuncia nuestras vocesen el silencio dibujado,Y es la hora de los truenos conque amenaza el cielo enojado,entonces te espero...aquí estoy, a tu lado.
El adormilado traqueteo deja el paisajey se concentra en la mente en suspensión.Ojos abombados  ven lo desconocido,es inútil que queden huecosy sin palabras.El tiempo se deslizará hacia el mutismo.Una rosa té y un pájaro azulquedaron atravesados por la espinapero no extrajeron una gota de sangredel corazón en llamas.
Mientras el desprecio habita un tren vacíoun corazón desbastado busca plumas en el horizonte.Mientras una caída en picada es un terreno cenagosoque devora toda acción y todo deseo,un fondo de matiz floreado sin mariposas es un vértigode sabias habilidades.Mientras los sinsabores se mastican en una celda sincucheta, lo invisible del aire mira hacia el Sur.Mientras la cobardía calla y pinta malos auguriosse abre la realidad versus la realidad...y esos espectros en la penumbra que no te dejany esos emblemas mentirosos que no cedeny esos abrazos a los algodones del cieloy esas miradas para el ciego de cordurasin ninguna mano para la mano extendidani para el corazón irremediablemente despojado,deja pues que cante la furia que se desata mientrasel amor sucumbe en las brasas del infierno.
Parecía sentir una especial fruición al lamerse las heridas psicólogicas. Y recordó cuando habló con M.O. el día antes de partir a Mar del Plata defendiendo a la masa trabajadora que - según su opinión- resultaba apaleada por el sistema social y laboral injusto porque los sindicatos , en ese periodo, no detentaban ningún poder pues se había vuelto corruptos al ser bastardeados por la misma cúpula y denigrados por la dirigencia política de entonces.Sin embargo ( decía M.O.) no advertís hermano que en la década del "80, la democracia entró con fuerza buscando una transformación necesaria que iba a ser historia y resultó ciertamente penosa, difícil y contradictoria. Muchas veces fue obstaculizada por esos famosos paros masivos. Recordá que poner orden en un sistema que había sido trasvasado por la política militarista represora y sangrienta - a lo que se le agregaba la guerra de las Malvinas-, no era sencillo ni fácil de digerir.Pero para J.O., en esa instancia todo ocurría en un abrir y cerrar de ojos. Es como si hubiese estado ausente de su País aunque solía sentirse apaleado por la creciente deshumanización colectiva. Entonces se olvidaba del mundo, ya no le importaba que lo echasen de cada trabajo ni afrontar al llegar lo reproches de su mujer que clamaba por unos pesos, porque Laura no era sumisa ni estoica. Por el contrario se ponía muy irritable ante las necesidades.Fijate vos, che ( le decía a M.O.justificándose), ¿cómo le digo que ando mendigando un poco de pan en la confitería del Tio Lucas...que me rebajo, que me humillo ante ese puerco, y barro y limpio las vidrieras porque nadie me toma en serio?Pero no le dijo a su hermano menor que estaba asqueado de sí mismo. Que solía comprar vinotinto cada noche apurado por la ansiedad y que no podía olvidar aquella escena del retrete público, aquellos movimientos espasmódicos del proxeneta que lo hicieron sentir muy lejos de los ángeles. Que se había sentido pusilánime y que como otras veces se prometió cambiar, dejar de beber y doparse, que se prometió remontar aquella vida miserable para lograr ser quien debía ser.
Laura.En los primeros meses del año que convivió con su madre, Laura sentía aprensiones, por ejemplo la intrusión del desprecio conjugadas en la maledicencia de Doña Carmen y su marido y no conseguía endulzar sus pensamientos hacia ellos. Su madre no la comprendía y para peor parecía complacerse en manifestar cierta necedad rayana en lo proverbial. Laura se convencía que el espinoso trato que le daba a ella, a sus pequeños hijos, y al resto de la familia que habitaban esa enorme casa le daban a su intemperante madre y a Don Pedro una especie de malsano alivio. Por su lado, Don Pedro hacía la vista gorda a la deplorable actitud de su actual mujer, de manera que conseguía evitar los viejos remordimientos por su propias actitudes pervertidas de cuando sus hijastras, Inés y Laura, entraron en la etapa de la adolescencia. Se decía que las hijas de su mujer después de todo no valían gran cosa, ni tampoco el propio hijo Julián, que se había casado con esa estúpida de Esther, quien apenas le dirigía la palabra y se comportaba con él con visceral resquemor.Laura, vivía todos esos meses en zozobra y ya no sabía si continuar allí o irse de nuevo a la solitaria casa de las afueras que les había prestado su cuñado M.O.El dilema seguía latente. J.O., su marido, era un desquiciado y por el momento no daba señales de vida más que para girarle algún dinero desde Mar de Plata donde trabajaba en el restaurante de Del Bono. Así que sólo le quedaba armarse de valor para resistir una vida llena de sinsabores que paliaba pasando algunos días en el pequeño departamento de su hermana Ines que era su mejor confidente y su más entrañable amiga. Pag. 3" Cuando la puerta del amor se cierra ¿ cómo abrirla?"J. O. venía sintiendo una desazón mayúscula. Era como si cada noche sonara en su propio pecho el bum de la derrota. Volvía a la pensión moviendo los brazos y arrastrando los pies en una marcha cansina, lamentándose de que todo en su vida anduviese de mal en peor, cada día era un suplicio y lo penoso era que le echaba la culpa a los demás y raramente a sí mismo. Muchas noches salía de trabajar a las doce y caminaba varias cuadras por calles sombrías buscando bares donde beber aunque supiese que era una mal juego eso de marearse y caer en la cama como un muñeco omnubilado casi herido de muerte.En realidad, parecía preferir vivir ignorando todo, la realidad no era ningún refugio agradable en el que le gustase vivir, entonces elegía la droga o emborracharse, relentizando su cordura podía soportar los problemas que lo asolaban desde el suicidio del padre diez años antes..
Luego de la presentación formal y mientras Ludiana se ausentó hacia el tocador, M.O. dijo a su amiga Lucy Prat:- Estoy asombrado con la cordobesa amiga tuya, nunca imaginé una mujer tan fascinante...Aunque disimuló su contrariedad este comentario no podía ser del agrado de Lucy Prat, pero esa noche de reunión se sentía capaz de no alterarse y dispuesta a dejar todo lo que la disgustase con tal de ostentar su habitual rol de anfitriona, que la hacía deslumbrante y requerida aún a sus 50 años, ( aunque esa misma noche se haría añicos ) y dijo en tono pretendidamente enigmático:- Sé elegir mis amistades.M.O. que sentía un vértigo y cosquilleo inesperado y prácticamente insoportable cada vez que veía a la joven de ojos centelleantes, quiso agregar algo pero enmudeció cuando la vio venir hacia ellos. Se destacaba la expresión sensible de su bello rostro mientras su menuda silueta serpenteaba entre las parejas que bailaban, estrujándose y agitándose como desorbitadas maracas. Y él percibió de nuevo lo anterior, de nuevo sintió el ánimo sobrecogido al notar aquel magnetísmo atemporal de Ludiana - develamiento que lo complacía- y en su cabeza de pelo color zanahoria rondó la idea de que la joven que esquivaba hábil y sinuosamente el embarullado enjambre, no encajaba de ningún modo en aquel ámbito vulgar y ruidoso. En realidad ya lo había pensado antes al recibir el primer saludo cuando encerró su manita suave en su propia mano opulenta y tal pensamiento continuó luego al acodarse en la barra a beber, cuando tuvo el pálpitode que ya no podría quitar a la pequeña cordobesa de su enfoque mental. Ahora la contemplaba como reverenciándola desde todos los ángulos posibles y en ese atento fisgoneo también entendió que bastaba con sus delicados movimientos de gacela para eclipsar a las restantes presencias femeninas, las cuales  solían rivalizar para preponderar en esas reuniones que desde dos años antes Lucy Prat programaba sistemáticamente en cada una de sus residencias, esta vez en su casa-quinta de Pilar.Entretanto Rob Torres - el rudo amante de Lucy Prat que solía oficiar de barman y animar esas fiestas usando un remilgado espiche de mal gusto-, no quiso perder la ocasión de acotar ramplonamente:- Ese bombón provinciano que trajo Lucy,¿ no merece voltearse? ! Se me hace agua la boca con sólo verla ¡M.O. lo miró de reojo, a punto de sublevarse. Sin embargo refrenó su ganas de responder aquel idiota; fingió no escuchar y se limitó a terminar su bebida.
Perduraba la tosquedad en la voz gruñonade un modo parecido al del pésimo frutode tu fisonomía multiplicada en la vidrieracon la mano extendida involuntariamente.Pasos mediocres se entrecruzaron con miradaserráticas que avistaban las palomas navegandocon mensajes guardados en los frontispicios, enlos escondrijos de las frías columnas dóricas.Había en la claridad perturbadora de tus ojosel amanecer de los narcisos y las rosas peroademás era como estar en un callejón sin salidacon la abultada maleta sobre la sudorosa espalda,entreviendo la manga de una camisa percudida.Entonces nos atrapó el verano y el gorgoteo del agua de la fuente que sirvió para acrecentar miamor aún más que ayer y aún menos que mañana.
Hoy se murió el díaen tu inocencia quebrantada.Hoy la balanza no pesó tu espiritucuando se elevaba.Hoy los senderos fortuitos supieronde tus andanzas.Hoy dominó la sinrazón, reminiscenciaencontrada.
" A veces las palabras salen del cielo; otras veces salen del infierno...curiosamente ambas encierran el sentido."
Un simple vaso de vino nos hará olvidarque el mar siempre es incomprensible,una ola atada a mí me revuelca en sualgarabía me invita a flotar en su inocencia, a medrar en sus ojos lúcidos como bengalasque inquietan la noche como las voces lejanasinquietan mi alma con sensaciones y pesares que amalgaman.Un cigarrillo se enciende breve antes de la fotoque eterniza otro  desfalleciente crepúsculo donde  se escucha la novena sinfonía que no es deeste mundo.Pero todo nada contra la corriente de la razón,el oráculo, el paisaje que forma una nueva historia,la lluvia que une fuerzas para merodear en el cielocon el mismo ritmo ancestral fijado en el fondo ydebajo del cielo brumoso entre poblaciones dondecircundan las bahías indiferentes pulmotores,incesante desfilar a través de paisajes cambiantescercados por este mar de entrañas procelosas,mientras el aire quieto y redondo preanuncia la tormenta,llena de vida en la aparente quietud de las formas,estas formas incomprensibles que acorralan...
Una soga al cuello es irrefutable parael amor o para quienes burlan la muerte.Tropas azules  danzan en el horizonteadonde el viento nunca se estanca,adonde el celo tapona el azar;jugando con emociones irreproduciblesla mujer temperamental suele crecer enarenas anegadizas o hundirse en ellas.Por eso el primer instante que te vi tambiénvi al noctámbulo  noctámbulo que reinandoen la breve inmensidad del aeropuerto calentó sus manos con soplos de un fuego azul repetido y entonces pensé:" Tal vez nada es como debería ser,tal vez ya estés muriendo en cada esquina,tal vez ya seas un sueño que derogó sus alas,y que con el transcurso del tiempo tus estelasyazcan conmigo grabadas."
Agobiador ha sido el día e insoportable la espera de la medianochecuando el sueño estigiote protege de los malos augurios.Sin embargo todavía el crepúsculose evade del incierto camino delque aún necesitas vaciarlos pensamientos dañinos e ingratos.¿Acaso la placidez será elespiritu de la acción o la acciónte permitirá meditar sobre laspobres figuraciones de este día?Los ancestros que descubrieron esosarremolinados crepúsculos legaron unun hermoso mensaje:" Demora tu contemplación que tus piesno se cansaran de andar, ni tampoco lamirada del exhaustivo derroterodonde asomó la luna con la palidezde una virgen y con el brillo de plata..."
Dijiste:Es alusión apropiadadecir que el amor incendió nuestras almaspúes me sentiste y te sentípues me amaste y te améY dos pájaros volaronunidos hasta la muerteque es vana ilusión de la vida.
Tu misterioso sendero essendero sin alabanzas,metamorfosis de tus palabrastransformadas en trampas y en saña.Y es la flor de Lis grabada a fuegoen los innumerables hombrosen los impasibles juegos del amortan imprecisos en sus tardanzascomo el arminio domesticadocomo el clavicordio cuyos sonespartieron de la estación y murieronen el aire puro como muere el variopinto de flores sin ningunatardanza.
Sucedió cierta vez que en la tarde inciertate extendiste plenapara que yo escuchase de tus labios de cerael primer sabor de tu primera entrega,y cuando te fuiste, al quedarme solo mudo de impaciencia, empezó la nocheque al ser nutrida de nostalgia fue cienveces prisionerade aromas de azahares que no atisbanprimaveras.Sin embargo recuerdo que presa de laardiente esfera quedé fascinado por tusingular belleza...Y asi ocurrió que cierta vez de unos labiospenosos surgió un brote sellado,inmensurable brote de luces ciegasque acaso son el pasado que ya norecuerdas...
 Si tras el desamparo logró un corazónmutilado de emociones..., para qué entonces desgastar cuerpos de pieles inertes o para qué ejecutar la quemade inocencias bajo crespones fríos...?¿ Para qué acompañar el cortejo lluviosode briosos corceles en el crepúsculo ardientey luego de sembrar la tronchada simiente, dejar a campo raso la luna solitaria en el ríodiseminando ampliamente su luz de platapara ver a cada instante tu cara hundirse frente a la mía en cansados ropajes deamor harapiento? y durante esos luctuososhechos, durante esas instancias de supuestosafectos,que  se fueron y amanecieron sin trampasexpulsando emociones, emociones gestadas deimproviso, para qué seguir tus pasos?
Juegas con perlas irisdicentesy con tus labios de frambuesasrecorres la espina demoledoray mueres de repente ante losabalorios que recubrieron conun manto incesante los sueñosDespués huyes,pero huye tu que yo no escaposin temer al menos al miedo.Vuelve cuando lo necesites quetu sonrisa encantada es de nieve.Vuelve y burlate de tanto amarmedeja  que caiga mi sombrero al olvidarmeyo he muerto ahora al pulir los sonidosagrestes.
De repente dormidas caderas esparcen descansos,apresuran pasos, esparcen fragancias ogravitan en periplos consumidos leves de tibiezao manifiestan situaciones ansiadas de una noche- cuando el día murió- cuando el día anestesiadoconvirtió todo en veloz desprendimiento,en espíritu quieto de pasiones alocadas,en humo, en espiral que es justa balanzapara esas confrontaciones eternas,para esos anillos reptadores de trampas, en senderos fortuitos, pocas veces en calma, en senderos del bosque que apenas sabe sus andanzasde corazón ahíto, enmudecido,adivinador de extrañas alabanzas,de reminiscencias gastadas por el ultrajeal procurar confrontaciones,al limpiar con besos ardientes y nobles la ultrajada mortaja.Falta eludir por tanto oraciones, incluídas bellas plegarias,sin aguardar el destino que es una trampa y no un simplesonido el que pena al atravesar el alma y dice: "Oye amor...:¿ por qué no te atreves y esperas sobre la lomadacon resignado gesto y al final solamente callas?
Aún yaciente intentó enmendar la maldiciónque lo atribulabay como Dios es piedad figurada no pudo evitarmordisquear la manzana.Inútil pedir disculpas con espíritu doliente, inútil no ser dueño de un alma depravada,para quien atraviesa cierta frontera ya nadaes posible.Buscó entonces volverse a El y con alasinertes entonó infinitas plegarias...Si esas cadenas no hubiesen atenazadoSi firmes rejas no hubiesen cercado su rebeldíaSi destellos de sangre no dañasen sus ojos,si la espumosa fatiga no asediase inciertamente,y la duda no fuese causante de la fiebre aposentadael perdón hubiese sido un bálsamo sin estrépito,un acto de contrición que lo dejaría prosternadode una vez para siempre.
El silencio se desprendió de la turba,la flor creció insepulta, incierta variantepunto cardinal, montaña de arena o punto fugaz debilitado en la miseriao punto de luz en voces coreadas yhermoso vaivén, castillo de nada...Si pausa, trepó, descendió gentil a lahondonada de sembrados y grandescascadas en zona libre, donde bolasde fuego fecundan alboradas y tapanlos riscos con ajustadas medallas en esas batallas perdidas de luces de sombras, de canto arrebatado,  y de una profunda, profunda mirada.
 Padeces de malos humores puescomo ojitos sueltos te embozas,subyaces en la noche sublunar,como máscaras superpuestas,vas buscando en ese camino inciertola venganza de la barbarie.Nunca te muestras en tu lealtadpues proyectas de tu euforia loclandestino de tu pobre condición.Y haces usos del lenguaje para regulartu inopia y aunque te descubras anteel pequeño altar, encarnas voces delas furias, pobres brujas anémicas,de singulares odios, de singulares brindis,que llagan la paz con cristales rotos,ante la redoma del homúnculo,ante lo efímero del Fausto eternizado,ante el pudor Werteriano, singular,único, muerto de amor y eternizado
Acuden en tropel como bisontes.Gritos de locura y metralla fructifican.Hombrecillos plasmados, esculpidosen las tierras barrosas, como totems.Trapos sucios visten cuerpos sin carnes,moscas revuelan cerca de las playas,la locura se ha impuesto y es malsana,Juegos de ajedrez inusitados para los asesinos que nunca ven el terror,porque los ciega la insanía estúpida de suspropios miedos. La desaprensión se enquista,hilos groseros siembran cádaveres cerca de la Selva donde bailaron los monos, cercade las chozas donde se hicieron conjuros.Vanamente, esforzados hombres lucharonpara dominar el caos, cuando fue tarde,cuando ya los cuerpos yacieron perforadosconvirtieron la tierra en inútil rio rojo.y flotaron en la playa cientos de muertos.qué hacer... qué hacer... qué hacernadie lo sabe, nadie en su sano juiciolo sabe y solitarios hombros,cabizbajassiluetas se alejan de los escalofríos, ya sinternura dan pasos hacia lo montes donde hallaran aire puro y palomas mensajeras.
 Se parece tanto el odio al amor  quecomo idénticos espejos bajo palabra.no asiste el perdón para quienes aman.No habrá prolijo salir de una cama llenade seda y prendas frustradas que consumensuspiros o preciados sollozos o la envidiamalsana de quienes ven pecado en almassanas.En esa ambiguedad por el dolor vejada,se enquistan nuestros amores y antecedenalabanzas a la incomprensión de los frígidosque suelen guardan rencor sin medir el alma.
Creí ahogar mi llanto en el diabólicoocéano fronterizo de la pasión de tu abrazos y en las señales del precipicioabierto en dementes profundidades,me postro por tanto en vano a tus pies,y alli ansiosamente se abre la guaridaun tenaz territorio donde medran lasbestias que preanuncian: " ahógate en en rítos transparentes, en las estrategiasmudas cuyo vértigo de fosas te conduciránsin remilgos al más cruel de los despojos"..
Si el aire cae derrotado por el color púrpura, y con el te has sentido mancillado y manchado,o si cuervos malignos dan vuelta en derredor,o si al exponer tu pecho caes desgarrado sin oportunidad siquiera de conseguir perdón.Y si con ojos desvelados llegas a un amanecerdonde parezca despiadado hasta lo más sagrado,no temas que has ganado un lugar en su corazón.Si vuelves la espalda a la locura o a la infamia,si ves vana la esperanza o la vergüenza espuria,y no encuentras en nadie mínimo destello de amor,no temas, la Beatriz de Dante supo más que nadie adonde habitar hasta expurgar tamaño dolor...
Importan nuestros nombres, el cómo te llaman o elcómo me llamo?Importa si los claveles mueren de pronto en nuestrasalmas sometidas a las resacas,o si nuestras llagas mueren en llagas de lunas llenas ?importa quienes somos, o que tienes o no tienes si apenas somos arrebatados enamorados de loscrespúsculos de la pasión que aullan felices al verseen toda instancia y rien y lloran con la felicidad suprema? Importa si acaso alguien se atreve a la dura condena?No olvides que la justicia del hombre es terrena, no olvides que la justicia de Dios es inmensa, tantoque siempre nos mimetizamos en gusanos de seda,duramos tan poco, tan precarios somos, tan inconclusoscomo la sumatoria de consciencias. Pero ¿ acaso importasi logramos amarnos y este bello amor ahuyentó la pena?
El sudario aplanó marcas indeleblesen carnes inanimadas,máscaras en frentes con olor a nadias,incesante fue la agitación de poderososfantasmas, cuyas garras erguidas de fieras avezadas confluyen tras las ninfasde vegetación encantada.Y en las claras aguas de dirección prestada,se expadieron pechos en tristes alboradas.Pero cuatro monstruos celebraron sobre médulas de mujeres mancilladas.Ciclópeos de un sólo ojo avieso quecon tan única mirada demuelen rocasderriban murallas...Yo soy uno de ellos pero por primera vezarrepentidopor primera vez quisiera habitar en la nada. 
Infrecuentes despojos y laceraciones impensadas,se ahogan es estos instantes amorosos que allanansecretos,profundas falsedades irisando, puliendo laspasiones que se suceden mientras el reloj de arenadetiene la sensualidad de tu cabellera plena que sedesgaja en súbitas ternuras y en los cruces de manosafanosos que suavizan tus pechos de añil encantado,con esa premura con que tu lengua ahondará en el mio.Ojos inquietantes se demoran en este reflejo de tuscurvas que ascienden durante la incierta entrega ventral,-en similar y repetida servidumbre de la carne mortal...-,mortal humedad que se va agotando como el pozo del aurapálida, réplicas del espejo y supuestas figuraciones,calibradas en esas voces deformadas, inflamadas de pasión...Pasión:hermosa palabra de los cruces del paisaje degirasoles y de  añorados trigales cuyas venas se detienenen el ida y en la vuelta, en la minucia del balcón amorosoque  ahora escondió otro secreto del aire resfrecante, un misterio hondo inesperado: el de sus inexplicables flores secas... 
Si tu espada destella con el solmiles de corazones en uno imploran"haz lo posible para que no estalle"Ahora es imposible...imposible...se impone la estrechez del tiempoy sin embargo cada uno trae al nacersus horas fijas para vivir y la del morir...Ya no implores destellos esperanzadosa ninguna utopía sideral, a ninguna...deja las ansias del recuerdo quietas, en muda miopía como aguas mansas.Ya no espero nada del  presente, esuna trampa y se vive como se puede,se vive a como den tus fuerzas o conel coraje y la esperanza que te prestes.El pasado es nada más que incertidumbredel futuro. Grande es el Universo y no se,hoy no se más que contar conmigo sinexcecrar angustias ni torpes ilusiones...¿Gratitud a quién...? Un remanso eso si.Pues los milagros siempre los hace Diosy yo parezco ahora un excusa de El...A veces eso causa pena pero nada más.
Un mapa me sugiere adónde estáspero al absorverlo entontezco por quenunca se adónde ir, nunca seadonde estoy ni de adonde vengo ni tampoco adonde voy.Así, parece que perdí un monton de partidas,idas y vueltas, idas y venidas que una llamada no rescata.Un mapa supuestamente útil nunca rescata,Se difumina en el horizonte donde cae la lunadonde cae el sol igual que una estrella fugaz.los espacios vacíos raramente sirven de aposento,un mapa es un objeto, un objeto irreal si no te veo,por eso idas y vueltas son meras ilusionesque ni siquiera alguna palabra consuela,que ni siquiera ninguna llamada rescata,porque no hay barcas disponibles queconduzcan el pecho húmedo al salvataje, de un corazón descalabrado, de un reloj en desuso,de ese reloj sin agujas desgajado en lento ardorpor los poros irrespirables que ya nada esperan,a un puerto donde hallar la redención.
Esculpió rostros transfigurados encalmas.Esculpió una estatua que provocóel escarnio,y apenas lo hizo con su sóla mirada.Esculpió la vida como  creandoun alma.Esculpió la noche de una sólacamada.Y esculpió el amor incendiadoque ya no se apaga.. 
Habría que fijarse que durante el pleniluniocayeron despojos mudos en círculos abiertospor los sedientos sonidos de seres asustados.Habría que atender a los lirios que llegaronese atardecer de manos abiertas implorandoque tu cuerpo dejó ya de ser gris y viento.Habría que notar en esta amarga sensaciónimagen de este pálido crepúsculo platinado,las murmuraciones desgarradas en las playas.Habría que disimular la servidumbre de los sentimientos para entender la soledad triplicadaque se derrama en los montones del amor que yace.Habría que contemplar en tus entregas vanaslos resabios de tus besos amarrados a la obedienciade lo trivial, de lo banal al decorarte en el espejo.Y habría que sentir en este peso rezagado de la vidatu disimulada altivez de caprichosa niña enlutadapor la brevedad con la que aspira a  la cordura...  
¿ Y qué  puedo decir yo si soy escuetoigual que el tiempo que ha fraguadoolvidos en un recinto de espejismos,en las espesas flores de un  laberinto,espesas de aliento, espesas, pensativas en los inútiles secretos de los diosesde tan sólo el supuesto Olimpo...?¿Y qué puedo decir yo si soy sombra,sombra entre las sombras que se vancurtiendo en la inquieta noche sin vernada más que árboles muertos, tumbasde pájaros, edades sin tiempo...?¿Y qué puedo decir yo si apenas tejo en el procurado silencio y rotulo unos versosunos versos que plasmen la sucia torre,esa del pedestal durante el alba cercanadonde sin darme cuenta de a poco me pierdo...?¿ Y donde sin darme cuenta reclamo algúnconcierto? ¿Y donde sin  darme cuenta golpeo mi frente  porque pretendo oir senderos relucientes,crujientes de hojas... donde ahogar suspiros del viento frescotendido sobre el aroma del vasto silencio?
Me quedé sin luces tanteando saltosfluyendo hacia lo ilógico y lo absurdo,entonces me liberé de quedar atrapadoen la razón de tus apasionados brazos.Y en esa absoluta oscuridad atrapé luciérnagas del parque que se llenóde indefensas y titilantes músicas...Debí esperar paciente, en suspenso,que un beso tuyo sellase mis labioso que un beso mío sellase los tuyossúbitamente fríos esta noche en la quese posó el invierno más crudo...el delmudo hollín de tu desprecio...¡ oh, amante ingentil que giras en unbaile sin nombre abandonda ya tu rebeldíae imagina otra vez que el amor no ha muerto! 
Ya he partido devorado por las llamas,  holocausto deseado por el que amabas que se fundió con la lluvia dela alborada cuando recorrió minuciosoesos senderos y saltó todas lasrampas.Ese que amabas se vació de plenitudy con cierto impulso decidió salir mañana, seguramente se empecinará en comenzarde nuevo sucumbiendo al inesperado gritode la muerte...que de un modo siniestro saltará entre el diluvio de lágrimas y en todocaso dominará la calle con sonrisa forzada.Pero de nada sirve llorar por amoresimpudentes.Es mejor resignarse, es mejor estarde bruces...o de rodillas...es mejor dejar las plumas mojadases mejor atravesar los charcos, e ir al sitio adonde van los ángeles insomnes ayacer cual penosas figuras calcadas. 
 Si en este derrotero ignorado de principiosy finalesHe caminado hacia tus ojos esquivos comosi afrontase laberintos en un trendetenido ligeramente en esas estacionesesteparias de las que nunca regresas,sin tener respuestas inconclusas o en todo caso,  vuelves con piadosa resignación y comienzas otra vez aentregarte a sueños sin despreciosmediante hilos del corazón ya amortiguado.Y en ese derrotero confluyes en libertadde abrirte a la ternura reflejada tal vez en este pobre y mísero verso para quede una vez por todas luzcan desnudaslámparas de papel de arroz y de cuarzosobre este lecho dormido de cuerposque estuvieron al acecho de las venasembravecidas cuando fueron azotadospor el oleaje de todos los mares, de todoslos huracanes y al fin enmudecieron,como si fuesen tenues voces o gritos regulados de ternura y de martiriosya en el olvido, ya en el silencioso andardel amor que pacientemente esperacongelarse de frío....
En el mundo de pronto hubo otro diluvioy esporádicos vaivenes detienen las marchas de sueños rotos, sueños huecos y sin  tasa en dirección que remarcan despoblados,hererogéneos contornos y mudas alabanzasen un recorrido de flores, un pasadizo bello donde los peregrinos van dejando afanosashuellas sin medir distancias, huellas que yahoradaron mi espalda de raros matices,de arabescos que armaron de a poco esteMandala...Ya debería aparecer algo que imperiosamentenuestras almas proclaman... Por ejemplo, mis besos en tus besos,rebrote por derecho que nuestras almas reclaman,asombrosos perfiles del amor que aún apaciguadonunca calla...
 Porque fuimos locuaces sin colmar diatribasPorque feraces nos ahogarón antiguos silenciosPorque nadie alcanzó a descifrar estos vientosque son meros juguetes de perros sin dueños.Porque en la dulzura languidecimos sombríos,Porque remarcados duelos espantaron fuegos,Porque en las volteretas de payasos no hubomiedo, ni espantos cuando fuimos atados,unidos prisioneros del cieno.Porque entrelazados en bloques de piedra no huboni habrá procacidad que resista o cuerda que asistao se atreva a insinuar esta... la postrer aventura...Porque un día de estos clausuramos la insania del desvelo.para internarnos en la ansiedad inmisericorde del plomo.Porque en el golpe de gracia no se pagaron preciosPorque fuimos sin raya  tallando gentiles gusanos innobles de seda, innoblescomo cuño de cera,cerradas cartas, rotas veredas.
 Algo de la infinita trama del amor reluce en losvaivenes esporádicos de la barca de aquel pescadordeshabitado por la herida que derrotó su alma.Fue por eso que atrincherado en la costa de marfil,lo sedujo una sirena inviolable que subrepticiase deslizó hasta el espigón leonado y lo atrapóhasta llevarlo a la ignorada profundidad en la quede nada valía boquear, ni combatir los repentinoslabios embriagadores, labios desconcertantesdurante el caos seductor, labios inaprensiblescomo carcajadas de Dios quien al final es quien decide el  intrincado juego del todo y la nadaquien decide el principio o el finaldel pescador que tantea el bello fruto prohibido,y que sin darse cuenta se postula hacia el furordel ser y el no ser más que otro mortal de pieltajada, de rostro incoloro, de revueltos cabellos,devorados por inusuales caricias, consumido duranteel raro acople a sabiendas que las cenizas ya no podrán ser sopladas en la superficie  que atañe a los mortales,ya que queda dicho que lo irracional es aguja de plata,y que ese corazón irreverente ganó algo nuevo y punzantealgo sutil y escurridizo.Ya que ese rostro herido de lágrimas y desecho, de temores vagos y circustanciales al volverse canto de pájaro es ensueño,y al volverse indiferente extiende sus alaspues olvida las penas de un alma ya deshabitada... 

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