Recuerdo que siempre me pareciste atractivo, alguien llamativo para conocer y cuando al fin fue la oportunidad me cuetioné si realmente quería hacerlo.  Tú actitud parece agradable, primero te observé desde lejos como cortabas una flor para cada chica del grupo y apartabas una para la que hacía palpitar tu corazón, luego pasaron los días y ya no intercatuabas con ella sino conmigo.Cuando estabas alejado de los demás podía observar tu ausencia, tu mirada se desvanecía y parecía encontrarse en otro lugar mucho más lejano y deprimente, eso generaba intriga en mí, quería saber el por qué, aunque jamás te lo pregunté.La primera vez que te vi llorar no sabía qué hacer, algo en mí no podía ignorar tu sufrimiento y he de admitir que fuiste la primera persona a la cuál le canté, la primera a la que le mostré mi canción favorita, aunque nunca te lo dije. El beso que me diste la ultima noche no provocó nada en mí, pero sí sentí remordimiento innecesario cuando no fuiste a desayunar y me evitaste cuando regresabamos del viaje, no podía estar tranquila mientras tú estabas nervioso.Sé que no estuvo bien haberte besado ese día, pero no sabía cómo más hacer que tu vergüenza desapareciera, tal vez debí decirte que para mí los besos son como dar un abrazo, aunque no sé qué fue para ti. Luego las cosas simplemente se fueron haciendo más y más cercanas, hay cosas que no te dije que me gustaban que hicieras y ya es muy tarde que las sepas.Jamás había llorado por un chico y es una lástima que haya sido por ti, aunque tampoco lo haz de saber, simpre prentendí que todo estaba bien. Debo admitir que me dolió muchísimo saber que te interesaba alguien más cuando parecías tan ensimismado conmigo, creo que simplemente no debí confiar en tus palabras. Tus inseguridades me hicieron más daño a mí que a ti, así que tuve que dejarte ir a pesar de que me dolía más de lo que imaginas, después de todo al parecer coqueteabas con alguien más.En días como estos quisiera volver a cuando todo estaba bien, ahora me doy cuenta que jamás lo estuvo y me hiere saber que todos son accesibles para ti, siendo yo alguien alguien más en tu lista de amores fallados. Déjame decirte, te aborrezco. Por favor, no vuelvas cuando necesites que te canten mientras tu corazón pide a gritos el cariño que ella no te puede dar.