Empecé mal el dia, con muchos problemas sin resolver, asi que para despejarme decidi asistir a una quedada con mis amigos, esperé por horas pero ninguno llegó.Me marché del lugar solo y sin dejar rastro, como es habitual.No es que me encante la idea de ir a estudiar y aguantar por unas cuantas horas a un sujeto que dicta una clase monótona y aburrida, pero, no tenia a donde ir y mucho menos con quien hablar ya que la unica persona a la que podia contarle lo que me pasaba empezó a dudar de mi y ponia en tela de juicio todas mis palabras, asi que encontré inútil insistir por su atención y confianza.Por un momento, en medio de la clase, todo se mantuvo en calma, el sol golpeaba fuerte por la ventana pero el ambiente se sentia tibio y acogedor, no presté atención a la clase y empecé a escribir parte de lo que ahora están leyendo, poco despues tuve que partir.Llegué a casa junto al atardecer, daba igual la hora a la que llegara porque, gracias al cielo, hoy no trabajaba. Abri la puerta del apartamento, todo estaba oscuro, solitario y en silencio... como yo.De pronto un pequeño ser apareció por una esquina meneando la cola y dando brincos de alegría, me animó saber por un momento que aún existe alguien que siempre me recibirá y confiará con total certeza en mi retorno a casa, su tibio y peludo amor me dio algo de calma.Fui hacia mi habitación dejando la mochila en el piso, la chamarra en el sofá y el teléfono en la mesa de noche, me acosté en la cama y sin darme cuenta cai en un sueño corto pero profundo.Al despertar aparecí en el mismo lugar, mismos amigos, mismo trabajo, misma familia, mismos problemas, todo igual, siempre repitiendose el mismo circulo vicioso mientras yo seguia buscando algo diferente, pero sin importar que, regresaba al mismo lugar.Sigo acostado, solo, en silencio, en la mas profunda oscuridad, pensando en lo poco que falta para acabar el dia, el mes, el año. No espero nada mas que terminar el actual y continuar el siguiente, vivo.