Me intrigan los otros monjesel monasterio es tan silenciosoque a veces pienso que soy el único marcianohabitando este lugar¿nadie prende la tele?¿niguno de los hermanos ve la comedia de la tarde? yo, Juan de la Cruzhago ejercicio en plena soledadescribo estas palabrasescucho a Mozarty pienso en los labios de Valeria mientras Dios me mira directo a los ojos 

Para Un Viernes De Ascetismo Y Vino Rancio  En sordina mis palabras                                estos versoscaminatas plazas soles baches y otros limbosditirambos de bufón en bancarrotapara un viernes de ascetismo y vino rancioeso más tu nombre con angustiaeso más las calas en el cementerio Así la fábula irrisoriair y venir Tres Poniente a la derivapor el vértice del vértigo, Liz, corazón musa feticheeso, más el frío de unas manos que no se unen a las tuyas

Ejercicios De Invierno Lluevey la lluvia es la última posibilidadque me aferra a lo realComo viejo de hospicio, desocupado e inútilentregado a silenciosos ritosensayo tu nombre una y otra vezen los cristales empañadosLluevey lo frágil de este díason tres letras que se escurren por el vidrio llevándose la realidadla inquietud del viejo que no sabe a qué horaacabará la lluviapara fumar en el patio el mismo inefable cigarrillopara soñar en paz.

La Muerte No Deja De Visistar Al Escribiente(de visiones en el patio y otros cuentos) Las camisas parecen cadáveres colgadospudriéndose al sol del viejo eneroUn poco más allá, sobre el horizonteque abortan las pálidas murallasalgunos pájaros algunos vientosdepravados halagándose entre síAparte del hastío y las malezas-desinteresados como siempre-y la muerte que se ríe del absurdocon mi vida entre sus manos.

Unos tienen mujer en la piezaotros tienen problemas, basurademencia, pulgas y sueñohay también los que tienena la tristeza de frente, o la tele yo no tengo ni pan para el desayunoni silla donde sentar mi esqueletoa cagarse de hambre así de simple 

La señora Aname ofrece agüita calientepara tomarme un tecitotengo los pies heladoscomo el carmelita descalzo que soyfríos como mi almafríos como la pureza del rayo ascendente Ana del Santísimo Sacramentolimpia el bañodonde quisiera cortarme las venas Ana del Santísimo Sacramentodueña de la pensióny a la que debiera escribir un poema 

Mientras el Lobo no estálos niños mienten a diestra y a siniestrase drogan demasiado entre las rosasorinan como perros la vereda Mientras el Lobo no estálos niños violan a esa tonta la Bellezase ríen con un diablo en las esquinasolvidan sin olvido su tarease comen la manzana de la profeo escriben léntamente este poema Mientras el Lobo no estálos niños pierden todas las apuestas.