Aug 31, 2015 Sep 29, 2012 Sep 25, 2012 Sep 23, 2012 Sep 22, 2012 Sep 20, 2012 Sep 19, 2012 << Inicio < Ant.
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POBRE CON DIGNIDAD En un rincón de la azotea Vive abrazada a la batea Palmoteando siempre prendas. Mira sus manos encallecidas Y recuerda su infancia ida Al lado de mama´ y papa´. Mimada y consentida A veces resentida Por una llamada de atención. Ahora no están sus padres Más si un par de comadres Como moscas tras el plato. Con un viejo rosario Que cambiara su vestuario Insinuándole al paso. Que en ves de tanto refregar Se quite las prendas Y se ofrezca al mejor postor. Ella no tiene dinero Pero aun conserva eso Que se llama dignidad. Y no piensa bajar la frente Por que dentro de su mente Aun abriga sueños dignos.Autor: Jorge Luis Cervantes Llauca Una pálida sonrisa Deja el sol en sus mejillas Y la noche asoma Y la ciudad indiferente Enciende sus farolas. Lánguida asoma a la ventana Las calles lucen bacías Su madre aun no regresa Y ella no quiere dormir Sin recibir las buenas noches de ella. De pronto a lo lejos Asoman unos pasos Llena de emoción se para tras la puerta Despierta quiere sorprender a su madre Pero la puerta no se abre. Lejos se van los pasos, no era su madre Pero tal vez era la madre de otra niña Que tras la puerta también esperaba Y que quizás su alegría A la luz de las estrellas vibre. Otra ves unos pasos a lo lejos Otra ves la emoción de abrazar a su madre Otra ves el desencanto en ella Y siente que la espera desespera Y que sus parpados se buscan incesantes. Es ya de madrugada y los gallos cantan Por fin llega su madre Se miman, se abrazan y platican Hasta que confundidas entre abrazos Viven la felicidad más infinita. Mas el bullicio de curiosos y vecinos La transportan del cielo al infierno Su madre no llego aquella noche Tampoco volverá mañana, ni nunca Por que un ebrio conductor le arrebato la vida. Autor: Jorge Luis Cervantes Llauca CUAL AVES QUE INFATIGABLES MIGRAN CON LAS ESTACIONES PEREGRINOS SOMOS LOS HUMANOS PEREGRINOS POR ESTE ANCHO Y ESTRECHO MUNDO TERRENO MUNDO TRANSITORIO AL CUAL AMAMOS MUNDO QUE NOS DA PRIMAVERAS E INVIERNOS. Para cantor nació el ruiseñor Consciente de su don el avecilla Alegre cantaba cada mañana Infundiendo entusiasmo a los hombres. Una mañana enmudeció el ruiseñor Siendo aun de la primavera, tiempo Un flechazo mortal atravesó su corazón Y por causa de esa irresponsable acción A todos les llego un prematuro invierno. POR LA MAÑANAEl sol en el ocasoSe oculta en el horizonte Más vuelve por la mañanaCálido y fulgurante. En los regazos de la nocheTodo es pintado de negroMás llagada la mañanaVuelven los matices de colores. Ayer mi rojo corazónVistió de luto cruelY en mi alma las campanasMelancólicas doblaron. Como el sol en el ocasoFue palideciendo entre mis brazosY el brillo de sus ojosSe eclipso aquella tarde. Volvió por la mañana A brillar el sol radianteMas sus achinaditos ojosNo estaban más. Al cielo mis reprochesCarentes de argumentosComo quien ignora que las cosasNo van a ningún lado. Presente en los recuerdosAusente en las callesMás de mis pasos peregrinosSerá siempre, la compañera fiel. Autor: Ing. Jorge Luis Cervantes Llauca Vendimia algarabía y bohemiaVendimia encanto y ensueñoVendimia de ilusiones transitoriasVendimia alba y ocaso de romances.Naciste bajo el ardiente sol de ICA.Genuina hospitalaria y noble. Tu risa antes era alegríaPor que contigo gozaba todo ICA. Vendimia de la uvaDonde se lucían los mejores racimos.Hoy, uva en los stand, no hayY el fruto de los viñales¿Se los comió el chaucato? En la vida todo hombre anhela la bondad del progresoPara ello se perfecciona y trabaja denodadamente.Refina sus gustosMejora su imagenPero mantiene su personalidadQue es el sello que lo caracteriza. Así... la esencia de la vendimia de la uva. Es la uvaSi no hay uva, ¿Vendimia de que es...?A lo mejor debería ser la vendimia de la cachina.La cachina, es de la uva, el nectar.Mas tened siempre presenteQue la cachina se bebeY que la uva se come. Si una costumbre pierde su esencia¿No dejo de ser ya lo que era? VendimiaTu risa hoy es sonoraPero no infunde alegríaEs mañana de sol radianteDonde las chompas y laschamarras reinan. Vendimia de la uva IqueñaComo costumbre eres patrimonio de ICA.Como fiestaSolo eres patrimonio de quien pagaMás no siempre quien paga, aprecia lo que es bueno. Vendimia de marzo IqueñoEstas llamada a ser vitrina de tus artesanos y productores.De tu folclor y de tus encantos.Estas llamada a defender el prestigio, de tu uva, de tu pisco, y de tu vino. Mejor que la uva de ICANo hay;Eso lo saben los IqueñosTambién los privilegiados que la han degustado.¿Qué mejor lugar que la vendimia, para saborear una uva de ICA?¡Vendimia de la uva! ¿Sin uva? Vendimia cruel y dulce.Cruel por que para gozarte me exprimes el bolsillo.Dulce por que en tiLa soledad es ausencia.Por que contigo no hay monotonía.Por que en tiEs más vigorosa la risa, que la adversidad. Vendimia, algarabía y bohemiaHoy gozas de tu fama.Más no te fíes de ellaPor que como nace y creceUn día decrece y fenece. Vendimia de uva IqueñaTen presenteQue el gusto y el encanto se complementan.Y que el encanto es la magia que ata al hombre a sus costumbres.Autor: Jorge Luís Cervantes Llauca POR SIEMPRE Te fuiste llevando todo Tu rítmico andar, tu reír alegre Dejándome como tallo leñoso. Te fuiste pero estas presente En cada rincón de la casa Por donde tristonamente voy. Te fuiste y en mi mente Mi piel recibe de ti una caricia Y al despertar te beso en la frente. Entre dunas el sol va agonizando Y bebiendo de la uva el néctar Ahogo en un mar todo lo amado. Y como el agua bajo el fuego en el perol Hierve la sangre en mis entrañas Por que tu adiós se llevo de mí la brisa. Para irme contigo estoy listo Más hacia ti no esta listo el camino Ni tampoco lo aprueba el tino. Sobre los hechos reina el presente Y aunque duela tu inesperada partida Debo continuar aunque estés ausente. ¡OH! mi amor de siempre Enmudeció tu vos por siempre Un día como hoy de setiembre. Autor: Ing. Jorge Luis Cervantes Llauca Serpiente milenaria en la arena Desde el Incanato hasta hoy. Brazo izquierdo aguas abajo. De un gran río que yace dormido Pero que al despertar ruge en el valle. Desde Batea Comezango Hasta Pampa de los Castillos. ¡Allá, en los desierto del sur! La Achirana palpita. Llena de fuerza y de vitalidad. La Achirana derrama vida y gracia a su paso. La Achirana lleva agua nueva Cuando sobre tierras Huancavelicanas Derretidas las nubes caen y convergen en el río Ica. O cuando la compuerta del gran Choclococha Desembalsa el agua fresca de sus cuencas. Que impetuosas descienden de los andes al valle. Aguas abajo, al margen izquierdo del río Ica Va saciando la sed de los surcos De cuyas entrañas brotan Viñales, algodonales y espárragos. Achirana del Inca Vestigio de un corazón cautivado Justo legado de un alma noble. En Tate una Coluncha sonrió Y del alma guerrera broto un suspiro El Inca Pachacutec se enamoro Y por prenda al engendro de tan singular belleza Un canal de regadío lego. Besando el rostro de Santa Bárbara. Acariciando las caderas de la Tinguiña y de Parcona. ¡Hacia el sur, sus aguas! ¡Hacia el sur donde germina la esperanza, van! Mar turbio de ilusiones Fresco refugio del humilde en el verano. De tu existencia recoge inspiración el canto. Canto que el viento de las madrugadas silba. Y estremece con sus notas a las campiñas de verdor frondoso. ¡Allá entre cálidas dunas, más allá, sobre sabanas de arena! Autor: Jorge Luís Cervantes Llauca Eres del sol la elegida Hermana de las estrellas. Cálida Sonrisa. De un amanecer sereno. Bajo la sombra de frondosos guarangos. Al ritmo de una polca. Las cotidianas horas danzan. Hermana y consentida hija. Del astro rey que con sus rayos. Te abraza todo el año. Entre los pueblos, la más querida. Con más atributos que otros Pero siempre… parca. Cual tañer de sonoras campanas. El pregonar de una lengua Dice quererte más que a su propia vida. Más, como se come Por la boca se habla. Y como se vive, no siempre se habla lo que se siente. Si las palabras fructificaran El mundo, en ti posaría su mirada. Porque de ti saldría la luz. Palabras, sólo palabras. Son inspiración efímera. Esperanza muerta, antes de nacer. El tiempo es un peregrino eterno. La vida en el tiempo, una ilusión fugas. Y tú, tú el espejo de esa ilusión. ICA, muchos dicen quererte Quererte con su preciada vida. Y tu cual moza ingenua, digieres sus halagos. ¡ICA, despierta! El tiempo pasa presuroso. Y sin sentir te haces añeja. ¡Despierta y empínate! ¡Se luz que vierte esperanza! ¡No sombras, engendro de dudas y de lamentos! Como ciudad del mundo… Te asiste el derecho de florecer. De ser flor que inspira. No espina que lastima. Tú, eres un mundo real. Valle de sonrisa trémula. Llena de caminos y de huellas. Tú, eres fuente de esperanza Semillas que germinan en fecundos surcos. Llenas de sed, pero con ganas por la vida. Mi canto Es la vos balbuceante que acuna el valle. Tus hechos Son la realidad que fructificas día a día. Progresar Es el justo anhelo de los pueblos. Dejarse arrebatar a cambio sus costumbres y sus creencias. Es el peor de los errores. Sin costumbres, ni creencias propias. Un pueblo carece de identidad. Sin identidad, ¡Eres don nadie! El día que dejes de ser Tú. No habrá más ICA por quien apostar. Ni a la cual, obsequiarle un sueño. Al alba, tus paisanos cantan Al medio día, dejan caer su sudor en tus entrañas. Y de sus esfuerzos el fruto Otros son los que cosechan. Ica, incorpórate orgullosa y anda. ¡Busca tu sitial! No dejes que otros decidan tu suerte. ¿Crees que otros harán por ti, antes que por ellos? Sabes que no ¿¡Qué esperas entonces!? Indiferente al rostro que estrenes. Cada día te encima el tiempo Y montando en tus espaldas, hace que su peso te abruma con los años. ¡Más tú, serás siempre escenario! Con diferentes actores Donde se estrene las alegrías y las vicisitudes de la vida. ¡Y el telón del gran teatro! Continuara su función en el tiempo A través de las diferentes generaciones. ICA, tu proximidad a la gran Lima. Es una gracia que no aquilatas. Te dejas opacar con su luz. ¡Has que tu arquitectura brille bajo el sol! ¡Que no parezca antesala de la capital! ¿Acaso pretendes vivir bajo su sombra? ICA, quererte dicen con hartura. Pero cuando de ellos necesitas. Se declaran, no habidos. Cuando un sentimiento es sincero. ¡Bastan los hechos! Las palabras sobran. Ica, no cimientes tus sueños sobre halagos. Por que su estructura, por mas solida que parezca. Colapsara ante la realidad. ICA, ¡despierta! ¡Bebe de tu realidad la hiel! El desorden, es fantasma que te abruma. La improvisación, es consuelo de tontos. Tus calles apretadas y maltrechas. No satisfacen la demanda del parque automotor. Bajo tu ardiente sol. La población se multiplica. E irónicamente en tus regazos. Decrecen tus áreas de cultivo. Ica… Montada en espumosas olas La esperanza asoma y se aleja de tus playas. La fortuna a tus espaldas ríe. Porque de la desidia, pareces haber hecho una bandera. Demuestra lo contrario ¡Incorpórate y anda! Tus inquilinos más que tus hijos. No corresponden al cariño que les das. Muchos de ellos Pagan con indiferencia tu hospitalidad. Negarte la atención que mereces. Es privarse el beneficio de tus encantos. ¿Mas que le va importar tus encantos A aquellos que en otros lares de sus encantos gozan? ICA, ¡habré los ojos y mira de frente a la cara! Solo así serás capaz de ver el rostro. De la mezquindad, de la indiferencia y de la mentira que en torno a ti anidan. ¡Despierta y ten siempre presente! El que ama, no pregona su amor. Sus actos son más elocuentes Que cualquier labia portentosa. Autor: Jorge Luís Cervantes Llauca EN EL RIO Silbando alegres huaynos De madrugada al campo Salió para ver la siembra. Sobre andenes de piedra Luciendo un viejo poncho Cruzo chacras y sembríos. Del ande el hombre recio Ganando tiempo al tiempo Para acceder al progreso. De pronto frente a el Las aguas del rio saltaban Y lucían un color chocolate. Agua nueva, agua de huayco Rugientes parecía decir Anda cholito al puente. El puente estaba ahí no más A una hora de caminata firme Que era mucho y era muy poco. Era mucho Para quien lleva prisa Era muy poco Para arriesgar la vida. Cholito madrugador Más testarudo que la mula Decidió cruzar el ancho río. Bajo las estrellas de plata Al cantar del señor gallo Se santiguo y entro al agua Tanteando el canto rodado Apoyándose en tres puntos A paso lento y seguro avanzo. De cholo macho y terco No quedo tirado en el río. Guapeando logro vencer al torrente. Triunfante en la otra orilla Recibió una palmoteada sobre el hombro Volvió la mirada hacia atrás Y vio riendo de oreja a oreja A un esqueleto sobre su espalda Que murmuraba entusiasta Lo logramos compañero le dio las gracias Por haberlo hecho cruzar en su espalda Entonces se le fue lo macho Y tiritando de frío Se acurruco en un rincón. Cuando el sol salió radiante Enroscado entre altamisas Lo hallo durmiendo. Mientras tanto por el camino Paisanos iban y venían Mirándolo con sutil malicia. Que le tachen de borracho Y también de mamarracho Le avivo el seso adormilado. Madrugo queriendo ser el primero Lo durmieron y fue el último ¿Ironías del destino? Liberando una carcajada Reanudo su andar seguro Y se perdió entre los maizales. Autor: Jorge Luis Cervantes Llauca ¡Olas de espuma en las orillas!Dispensa de especies marinas.¡Azul como el cielo infinito!Salobre como el sudor del pescador.¡Tenaz como el espíritu marino!Faena cotidiana en el océanoDe barcas adentrándose al marY de redes surcando los cielos. Vaivén de cánticos y de silbidos.Brisas de esperanza hecho suspiro.Bravura de un mar que despierta.Cadencia de un cántico en la aldea.Emoción de rostros y sentimientosQue a fuerza de necesidad y de rutina Aprendieron a convivir con el mar.Con la brisa que penetra a sus pulmones.Con la sal, que silenciosa carcome las estructuras de sus naves.¡Más no, de su fe!En el océano, el pez y el hombre cosechan su sustento.El pez se come a las algasEl hombre se come al pez. Antes pesca igual a oficioHoy, pescar es necesidad y arte.El pez es para comerlo.También, para el truequeCon las cuentas de la luz, del agua y del teléfono.Para la compra del recado,.. Y del vestuarioPara el ahorro y algún antojo. Como todo en la vida.Hay tiempos de bonanza.Hay tiempos de escasez.Cuando hay bonanzaHay que llenar la dispensa.Para no atragantar salivas.Ni tener insomnios diurnos, debido a la escasez. Muchas aldeas florecen junto al mar.Algunas de ellas lucen risueñas y expresivas.Otras lucen indiferentes y hoscas.Más todas, alientan sus sueños día a día. ¡Noches de febril desvelo!Recoge el viento tus cuitas.Y se lleva tu penar profundo.En las olas de Carhuaz, de San Andrés, de Tambo de mora,...Que solitarias y lejanas.En medio océano van muriendo. Después del crepúsculo, las sombras.En la oscuridad crece la duda.Mas porfiando tras lo anhelado.Mantendremos viva la esperanza.De seguir cosechando peces entre las redes.Autor: Jorge Luís Cervantes Llauca Allá donde el sol se baña. Allá donde la luna ríe. Entre acantilados y arrecifes pedrosos. Se yergue la reserva de paracas. Ccocha marina en la playa salobre. Entre penachos de plata. Un pedazo de cielo en la tierra. Melodías de mar profundo Anclados entre la arena. Que tibia y serena sonríe. A los pies que la besan sutilmente. Ahí habitan diversas criaturas de mar. Ahí, estas pueden procrear su especie Ahí no las redes, ni los anzuelos ¡Ahí la vida! El hombre es sin duda, una de las criaturas más depredadoras de la tierra. Posee una ambición sin límites. Que lo sume en la oscuridad de lo irracional. Volviéndole amenaza de su propio habitad. El hombre es una de las criaturas sobre la faz de la tierra. Cuyo comportamiento es el más complejo. Por que es sabio y fuerte por su raciocinio. Por que la flaqueza de su carne. Lo hace un ser débil. Por que su abominable indiferencia. Hacen de el, un ser cobarde. Y por que su humanidad y la grandeza de su espíritu, lo hacen noble. La reserva de paracas Es el fruto de un sueño visionario. Quien en base a los hechos del presente. Alienta la preservación de algunas especies marinas. Para que en un mañana talvez no lejano. El hombre pueda aun tener la dicha de tender las redes. Y de coger un pez para poder sobrevivir. Autor: Jorge Luís Cervantes Llauca Fresca y serena como la mañana.Cálida y acogedora como ICA.Bordeada por dunas y viñedos.Entre capullos de algodón.Cachiche, campiña de valle IqueñoEl sol devoro las sombrasY su luz te baño con destellante fuegoDe improviso en tiTodo se volvió fulgorY fuiste la dama anfitriona del valleAquella de reír alegre y de mirar profundo.El prodigio de tus curanderos.Tu misticismo y tus costumbres.Alzaron vuelo lejos.Y desde lejosA ti acudió mucha genteY lejosMuchos hablaron de tus mágicas proezas.Y despertaste en ellosAdmiración, respeto y temor.Cachiche, CachicheVolaste lejosComo pocos pueblos pudieron.Y aterrizaste en el mismo rincón.Brillo el sol y sobre tu crenchaPosaron las estrellas del universo.Entonces convertida en fulgurante astroSe concibió el sueño y con ella, la magia.En torno a tu radiante luz.Los rumores alzaron vuelo.¡Cachiche, es un pueblo de brujos!¡Ahí los males tienen remedio!¡Se remiendan corazones! ¡Se devuelven ilusiones idas!Al calor de pregones y de testimonios.Tu fama te hizo grandeTu nombre esbozó el Perú todo.¡Cachiche!De cenicienta te convertiste en princesa encantada.Doncella que embrujabaSin necesidad de sus hechizos.Más todo te llego de improvisoQue no estabas preparada para ser tal.¡Cachiche, pueblo de brujos!Admirado y temido por su magia.Lo que el azar te da.El azar te lo quita.Como empezó de improviso.¡Así se evaporo tu fama!De pronto una mañana despertaste.Y en torno a ti, otra ves la soledad.¡Sola, pobre y olvidada!Hasta que fruto de tus desvelos y constanciasA ti la gloria llegue.El destino te obsequio una imagen.Esa imagen te lleno de fama.Esa fama no te llevo a ningún lado.¡No supiste explotar tal condición!El futuro es un pronto presente.El presente más luego ya es el pasado.El pasado, es solo recuerdo.Y los recuerdosSon simplemente eso.Recuerdos que atormentanRecuerdos que despiertan añoranzasSegún sea lo vivido.Cada cosa tiene su momento.Y cada acto una enseñanza.Y de la oportunidad desaprovechada.El consuelo de la experiencia te queda.Autor: Jorge Luís Cervantes Llauca
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[2] Próx. > Fin >> SIN SERLOSin ser vientoAgitas en mi almaEl mar de mis emociones.Que cual olas gigantesAbrazan la playaY besan a la arena. Sin ser solMe das luz y calorCada mañana al despertar.Y lleno de optimismoLlevas mis pasosPor toda la ciudad. Sin ser sombraNublas mi cieloCuando me niegas la mirada.Y del invierno la lluviaEl frio y la nieblaEntristecen mi alma. Sin ser aguaSacias mi sed desesperadaY refrescas mi alma.Transformando lo tediosoEn apacibles horasLlenas de alborozo. Sin ser energíaEnciendes el motorDe mis decisiones.Que buscan indomablesCoronarse con el solPara bañarse con la luna. Sin ser DiosMe ofreces el paraísoEn cada beso tuyo.Y mis venas vibranY mi alma cantaPor el gusto de ser tuyo.Autor: Ing. Jorge L. Cervantes Llauca TODO ESO Y MÁSHermoso es verTeñirse el cieloCuando palidece el sol. Bello es respirarLa frescura que hayEn cada amanecer. Perfecto es el universoCon sus cuerpos celestesEn magnifica armonía. Toda esa maravillaY más aun daríaPor la sonrisa de mis hijas. Por ellas mil desvelosPues mis obras son ellasY sus logros, mi gran tesoro En sus tiernas miradasLa inocencia del aveQue envuelve al universo. En sus manos de sedaLa almohada donde despiertanMis orgullosos sueños. Son sus gestos espontáneosSon sus pasos y sus risasRadiante energía en mí. Aquí en mi corazónAbrigo la emociónDe sus dulces existencias. Existencias que me danFrescura matinalY bellas puestas de sol. Autor: Ing. Jorge Luis Cervantes Llauca En las campiñas la flora Apacigua del sol sus rayos Y en la tarde crepuscular Se hunde el sol, tras el follaje. Mas en tu mundo de arena Del sol, sus rayos hieren Y el paso del viento Es lejano, es pausado. Más tú, sobre el arenal Llena de entusiasmo Erguida e impetuosa Haces, que ame al desierto. Entre la arena tú Me ofreces el soñado cielo Donde se ríe, se canta y se sueña A tu lado, todo es brisa. Que importan el sol y la arena Que cual hornos calcinan Que importa el helado manto De la estación invernal. Si tu estas conmigo El desierto eriazo Es un jardín de flores. Las frías noches invernalesUna tibia almohadaY tu, mi hada soñada. Llena de frescura Cada mañana asomas Al misterioso puerto De mi corazón que por ti palpita. Y tu mundo de arena De pronto es mi mundo Y en el, eres la brisa Que le resta al sol calor. Con una gota de agua Y una mirada tuya La arena engendra vida Y soy feliz en ella. Por que ella es el sueño Que desde niño acariciaba Sin saber que ese sueño Eras tú… Mágica y encantadora Fecundas mis pasiones Que se nutren día a día Con tus gestos y tus mimos. Sonríes y el desierto Hace de mi alma pasiva Un inquieto aventurero Que por ti, por ti se atreve a todo. Autor: Jorge Luis Cervantes Llauca Los hombres sobre la tierraSomos transeúntes de pasoHacia un universo lejano Al cual denominamos cieloAsí como también infiernoLimbo, cielo, infierno, al finalEn oscuro nicho nuestro cuerpoSe transformara en algo…Algo muy diferente a lo que es.¿Como cuando y dondeNos despojaremos de la mortalidad?Es todavía una interrogante sin respuesta.Hoy en mi camino, hago una breve pausaPara plasmar en estas líneasDe mi pueblo sus costumbres…Mes de fieles y de promesas.Sábado, víspera del primer domingo morado. Sobre el arenal desciende el sol. Bajo la noche limpia y serena. Los mecheros del cielo, van colgando. Los caminantes van y vienen, Los caminantes vienen y van. Paso, a paso sobre el graneado suelo paso a paso hacia el santuario de Yauca. Besando las campiñas sureñasUn cordón humano avanza a pie firmeTamal caliente para el hambre Ceras e incienso para la virgencitaPasando el poblado de los Aquijes Sobre una inmensa pampa de arena el camino se abre en varias direcciones y lejanos entre penumbraslos guarangales llenos de entusiasmoParecen moverse al ritmo de una polka que el viento de la noche entona. En alguno de los muchos caminosSe escuchan susurros, de cánticos y de risas De algún otro… Brota el eco de un suspiro apasionadoAl final del peregrinaje, todos los pasosconvergen en el santuario de Yauca.Primer domingo de octubre. Fiesta de la virgen del Rosario de Yauca. Los caminantes van. Los caminantes vienen, Sobre el arenal que el sol calienta Sobre caminos llenos de polvo. Cual tropel de salvajes corceles Sus pisadas Irrumpen la quietud de campiñas y de poblados. Vistiendo su desnudes pardusca Con atuendos multicolores que van y vienen Noche de octubre constelada Noche de pasos, de ruegos y de perdones ¿Te veré el próximo año? Los caminantes van. Los caminantes vienen. Cada uno sobre sus espaldas Llevando la cruz de su destino. Los caminantes van. Los caminantes vienen Cada uno motivado por la fe, por la curiosidad, o por la aventura. Cada uno, con una realidad distinta a la del otro. Pero todos, con la convicción de que la fe, obra milagros. Los caminantes van Los caminantes vienen. Unos lo hacen sobre ruedas. Otros sobre suelas y algunos descalzos. Al final A pie o en carro. Si hay devoción, ¡vale! Si no hay fe. Aunque se camine sobre un caldero de aceite hirviendo. Autor: Jorge Luís Cervantes Llauca Mes de fieles y de promesas.
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