El hombre de la sonrisa tristeha ido a casa.Sabe que no queda más,sólo la ausencia agobiante... Mira hacia atrás,es alcanzado por el pasado,recibe resignado lo inminentey lo abraza con cierto dolor. Su soledad es una serpienteenroscada en su pálido cuello;siente la asfixiante fuerzade sus pecados antes del juicio. Está parado,decidiendo como bailarsobre el oscuro mantelde su revelado destino. Recuerda el bary la mujer que le prometióla paz eterna. Quiere caminar hacia ella,reprocharle culpas ajenasy reclamar lo anhelado. Pero, sabe que no queda más,sólo la ausencia agobiantede los años que demandansu sangre como tributo. Él se puede negar,sin embargo, sería alargarun juicio sin juezy termina por dar lo exigido,no sin cierto dolor. J.M. Schatten