C H I N I T A     D E     M I     A L M A   ¡Con mi frente en alto! Y pasos erguidos …tomé su maleta. ¡No temblaron mis manos! … al abrir la puerta.     Quisiera ser como antes …Y no haberla conocido. Pensando que en esta vida …todo pasa, todo es olvido.     Pero la sola idea …de que ya la haya perdido… Me llena de amargura… y de miedo, contenido.     ¡Si supieras, chinita de mi alma!   En las noches me avergüenzo al querer estar contigo. Soñando en las mañanas… que en mi lecho, has dormido.     ¡Quisiera empezar de nuevo!...     Deteniendo el calendario …y devolviéndolo a unos años! Porque mi corazón está joven… aunque me veas envejecido.     ¡Si tú sabes! Que mis días son más cortos… Y mis noches son terribles! …de pensamientos e insomnios.   ¡Pero si tú sabías!... Que me aferré a tu tronco! Porque soy hoja seca …que se prendió a tu entorno. Porque tú eres primavera! Y yo… soy otoño.   Yo fui la boa vieja… Que se envolvió en tu tallo! Que rechazaba la verdad! Sabiendo que su aliento …ensombrecía tu encallo.   En mis fantasías suspiro… porque estés siempre conmigo ¡Porque añoro tus sonrisas! …que son mentiras, que abrigo.   ¡Por eso te pido, chinita de mi alma! Que ya que no sientes, por mí ya más nada: Te alejes ahora!... que la herida sana.   ¿Estás llorando, chinita de mi alma? Pero por qué, si yo pude ser tu taita? Tal vez era a él, a quién buscabas. Por eso te apena, emprender la retirada.   ¡Por eso no quiero tenerte a mi lado! Vete, sin tormento!... Que yo estoy calmado. Nada nos ata, chinita de mi alma… Si al menos Dios, hubiera permitido …de ti un retoño haber tenido…? ¡Vete!... Vete! …que el sereno trae frio. No te apenes por mi! Palidezco, por la luna …pero adentro… siento alivio.   ¡Y ya sentía que sangraba mi alma! …que poquito a poco ella destrozaba…   ¡Dios te bendiga! ¡Dios te bendiga, chinita de mi alma! …por haberme regalado parte de tu vida! Por haberme hecho sentir, vivo todavía!   ¡Vete, ya! Recuerda que los viejos…todo, lo olvidan.   ¡A ti virgencita!...A Dios… y a los santos!  ¡Les pido… y les ruego! … que delante de ella … no me dejen, soltar este llanto.   Cuento No. 2 de la obra titulada “DOCE CUENTOS DE LA BATALLA DEL CALENTAMIENTO”. Escrito por el mismo autor, grupogama.Derechos reservados-51737429-5 /Bogotá,Colombia.