• Elizabeth Parizót Riveros
ElyParizot
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  • País: Chile
 
                           Sentimientos. Octavo Capítulo.   Amanecía sobre la comuna de Ñuñoa e Isidora se despertaba radiante, aunque un poco cansada por la presentación de danza que había tenido la noche anterior. Sus ojos se dirigieron hacia donde se encontraba el florero con girasoles, los observó detenidamente por unos minutos, pensando en que estos se los había enviado Sebastian. Se levantó de la cama al mismo tiempo en que Jazmín despertaba, fue hasta el tocador a darse un baño, regresó al cuarto a vestirse, después fue a levantar a Joaquín. Al llegar a la cocina vio que Silvia se encontraba leyendo el diario Isidora, sacó una caja con leche y la depositó en un bol el cual después lo llenó de cereales y se lo sirvió a Joaquín y después preparó uno para ella. Se sentó a servirse su desayuno e iba en la tercera cucharada, cuando Silvia se acercó para enseñarle el diario. -¡Mira acá hay una foto tuya bailando!-dijo Silvia -¿En serio?-dijo Isidora. Joaquín se acercó a ver mientras Silvia les enseñaba la página del diario, donde aparecía la fotografía de Isidora y Matías bailando, en otras imágenes de la presentación de danza y una pequeña crítica sobre esta. -¡Apareciste en el diario!-dijo Jazmín entrando en la cocina junto a las otras chicas. -¡Si! ¡Ven a ver!-dijo Isidora. Las chicas se acercaron a ver las fotografías en el diario donde aparecía la presentación de danza que había realizado Isidora, se sirvieron el desayuno, se levantaron de la mesa, se despidieron de Silvia y salieron de la Fundación, cuando iban saliendo del portón de la Fundación se encontraron con la señorita Paula Segura la cual felicitó a Isidora por su presentación. -Vi en el diario las fotografías, de la presentación de danza. Te veías hermosa junto a tu compañero de baile.- dijo la señorita Paula. -Muchas gracias señorita Paula. Y no se preocupe, por haber asistido, con el simple hecho, de que me felicite para mi es suficiente.- dijo Isidora. Se despidió de la señorita Paula y junto a Jazmín y a Joaquín, comenzaron a caminar. Fueron a coger el metro, dejaron a Joaquín en su respectivo colegio y después se dirigieron rumbo al Instituto. Cuando llegaron al el e ingresaron a su respectiva sala Isidora y Jazmín,  fueron a sentarse en su puesto, un grupo de chicos y chicas, se acercaron a Isidora a felicitarla por su presentación de la noche anterior. Uno de ellos sostenía el diario en sus manos y les enseñaba a todos los que se encontraban alrededor, las fotografías de la presentación de danza de Isidora. De repente en la sala entró Sebastian, vio al grupo de chicos y chicas reunidos alrededor de Isidora, pero los ignoró y fue directamente a sentarse a su puesto, auque de vez en cuando miraba hacia el lugar donde se encontraba Isidora, la cual al ver a Sebastian, clavó fijamente su mirada en la silueta de el, pero sin observarlo fijamente a los ojos. Al verlo le costaba disimular sus sentimientos hacia el y sobre todo los deseos de levantarse de su asiento, caminar hacia donde se encontraba el y preguntarle si el ramo de girasoles habían sido un obsequio de el. -¿Por qué lo observas? ¿Supongo que no imaginas que te va a venir a felicitar, por tu presentación de anoche?-le dijo al oído Jazmín. -¡Por supuesto que no! Tan solo estaba pensando, por que se encontraba anoche en el Teatro Municipal.- dijo Isidora en un susurro. -Seguramente para arruinar tu presentación de danza, pero no lo hizo.- dijo Jazmín. -Tal vez solo quería ver la presentación y no hacer nada malo.- dijo Isidora. -¡Es el exponente del mal te odia! Por lo tanto buenas intenciones, no puede tener buenas intenciones, ni mucho menos hacia a ti. Así que mejor deja de mirarlo.- dijo Jazmín. Isidora hizo caso de lo que le había dicho su amiga y dejo de observar a Sebastian y continuó charlando con los chicos y chicas, que se encontraban alrededor de ella. Lo cual duró tan solo unos minutos ya que entró el profesor para realizar la clase de matemáticas y los chicos y chicas se aparataron de ellas y regresaron a sus respectivos puestos. Durante la clase Isidora resolvió un par de ejercicios, ya que su mente se encontraba completamente ocupada, con la idea de si Sebastian le había enviado aquel ramo de girasoles. Debajo de la mesa le tiritaban las piernas y sus ansías de levantarse e ir hacia donde, se encontraba Sebastian y preguntarle si ese ramo era un obsequio de el o no, eran cada vez más fuerte. Tanto que Jazmín, la observaba con curiosidad y no comprendía por que se encontraba en tal estado, cuando sonó el timbre del recreo, para Isidora fue prácticamente una bendición, salir al patio a relajarse le haría bastante bien. En el patio del Instituto se sentaron, sobre el césped a conversar, y a comer unas barras de cereales, que había traído de la Fundación, de repente Sebastian pasó por al lado de ellas y observó a Isidora con expresión de querer hablarle, pero simplemente siguió caminando rumbo al tocador de hombres. -¿Qué es lo que quiere? ¿Acaso piensa atacarte acá frente a tantas personas?-dijo Jazmín. -Dudo, que exponga al peligro a tantas personas inocentes.- dijo Isidora. -Es el exponente del mal. ¡Es capaz de todo!-dijo Jazmín. -Jazmín no seas así. Nosotras no tenemos conocimiento, de lo que el es capaz de hacer o no.- dijo Isidora. -¿Por qué lo defiendes?-dijo Jazmín. -¡No lo defiendo!-dijo Isidora. -Si lo defiendes, de hecho hablas como si te gustara.- dijo Jazmín. Isidora no pudo evitar sonrojarse al oír esto, mordió fuertemente la barra de cereal que se encontraba comiendo, antes de responderle a Jazmín. -¡No digas estupideces! ¡Yo soy la novia de Diego!-dijo Isidora. -Lo se.- dijo Jazmín. -Entonces por favor, no insinúes ese tipo de cosas.- dijo Isidora. Sonó el timbre anunciando que debía regresar a clases, las chicas se levantaron del césped y comenzaron a caminar rumbo a la sala. Cuando iban entrando a la sala, se percataron de la presencia de Sebastian detrás de ellas, Isidora se puso muy nerviosa y caminó rápidamente hasta su puesto, evitando mirar al exponente del mal. Las clases se dieron concluidas por aquel día, Jazmín le dijo a Isidora que Silvia le había pedido, que por favor fuera a comprar algunas cajas de leche para la Fundación, así que iba a pasar al supermercado, por lo tanto Isidora, debía ir sola a buscar a Joaquín.  Llegó hasta donde se encontraba el colegio y cuando fue por el, algunas madres de los compañeros de Joaquín se acercaron, para felicitarla por su presentación de danza. Isidora muy agradecida, recibió todos los elogios, que provenían de las diferentes, madres del establecimiento donde estudiaba Joaquín y esta situación fue completamente inesperada para ella. Al regresar a la Fundación junto al pequeño vio que Silvia, se encontraba limpiando el piso de la cocina, con desinfectante, al ver a Isidora y a Joaquín, dejó  de limpiar, se lavó las manos en el lavaplatos y les sirvió el almuerzo a los chicos. Esta vez había cazuela de almuerzo junto a delicioso zumo de ciruela, los chicos comenzaron a servirse el alimento, cuando apareció Jazmín, sosteniendo en su mano derecha una bolsa plástica,  donde llevaba las cajas con leche. Le anunció a Silvia que había comprado la cantidad de cajas de leche que ella le había pedido, Silvia le agradeció el gesto y le pidió a Jazmín que colocara las cajas con leche en el congelador. En la cocina irrumpió la señorita Paula Segura, la cual fue a darle un mensaje a Isidora. -Tu novio Diego, está al teléfono desea hablar contigo.- dijo la señorita Paula. -Gracias, señorita Paula. Voy en seguida.- dijo Isidora levantándose de la mesa. Después de entregarle su plato vacío a Silvia, Isidora caminó hasta donde se encontraba el escritorio de la señorita Paula y atendió el teléfono. -¡Mi amor! ¿Cómo estás?-dijo Diego. -Un poco cansada por la presentación de danza de ayer. Pero a la vez muy feliz, he recibido muchas felicitaciones.- dijo Isidora. -¡Te lo mereces!- dijo Diego. -¡Gracias!-dijo Isidora. -Mi madre no pudo ayer a tu presentación de danza, por cuestiones de trabajo, pero no me deja de preguntar, por tu presentación de danza. Así que Constanza y yo le relatamos cada detalle de tu presentación. Y se puso muy feliz con tus fotografías en el diario, te manda muchas felicitaciones.- dijo Diego. -Dile que muchas gracias y que no se preocupe por no haber asistido a mi presentación de danza ya que yo comprendo sus motivos.- dijo Isidora. -Se lo diré. ¿Hoy día durante la tarde tienes algo que hacer?-dijo Diego. -No estoy libre.- dijo Isidora. -Te agradaría ir conmigo, a un café que se encuentra acá en la comuna de Providencia, que es donde yo vivo.- dijo Diego. -¡Claro que si!- dijo Isidora. -Te pasó a buscar en mi automóvil, en una hora más.- dijo Diego. -De acuerdo. Me iré a cambiar de ropa, para esperarte.- dijo Isidora. -¡Te quiero!-dijo Diego. -Yo también.- dijo Isidora. Colgó el teléfono, le dio las gracias a la señorita Paula por avisarle del llamado y subió corriendo la escalera. Primero fue  hasta donde se encontraba el tocador, para lavarse los dientes y después fue hasta su cuarto, abrió su armario revisó toda la ropa que tenía colgada y escogió un vestido de color rosado, que le llegaba hasta las rodillas, se ubicó tras el biombo para colocárselo, se recogió el cabello, se estaba terminado de maquillar cuando sintió que sonaba la bocina del automóvil, de su novio. Se asomó al balcón y vio que su novio asomaba su cabeza desde la ventana, de su automóvil y le hacía señas a Isidora para que bajara, la chica le gritó a su novio que la esperara unos minutos. Isidora salió del balcón, regresó a su cuarto y terminó de maquillarse, recogió su bolso, salió de su cuarto, caminó por el pasillo, bajó la escalera, se despidió de las chicas, las cuales se encontraban charlando, en la sala de estar. Salió de la Fundación y caminó hacia donde se encontraba estacionado, el automóvil de su novio. Diego se encontraba esperando a su novia, afuera de su vehículo, la besó en los labios y abrió la puerta del copiloto, para que entrara. Diego se subió a su automóvil, encendió el motor y comenzó a conducir, se dirigieron de la comuna de Ñuñoa hasta la comuna de Providencia, mientras charlaban por el camino. Llegaron hasta donde se encontraba el café y Diego estacionó el vehiculo, se bajó del automóvil, le puerta a su novia y comenzó a caminar de la mano con ella rumbo al café. Entraron al local, el cual contenía un centenar de mesas de forma circular, con sillas de color café y un servilletero sobre cada una, por el lugar había una gran cantidad de meseras y meseros con un delantal blanco y con una libreta del mismo color en mano. Diego e Isidora escogieron una mesa, que se encontraba en la parte centro del café, para sentarse. Inmediatamente se acercó una mesera a ellos, para pedir su orden. -Las damas primero.- dijo Diego. -Yo quiero un capuchino, con un trozo de torta de chocolate.- dijo Isidora. -Y yo quiero un chocolate caliente con un trozo de pie de limón.- dijo Diego. -En seguida, les traigo su orden.-dijo la mesera. -Es bello este café, nunca antes lo había visto.- dijo Isidora. -Lo inauguraron, hace un mes. Y quería venir contigo, por supuesto. Como hoy no tengo clases en la Universidad, te quise invitar y para que también estuviéramos solos por una par de horas.- dijo Diego. -¡Siempre tan considerado!-dijo Isidora. Mientras que en su mente pensaba, que ese tipo de detalles hacían, que ella a pesar de no amar a Diego no lo quisiera dejar. Apareció la mesera con una bandeja trayendo la orden, el sirvió a Isidora el capuchino y el trozo de torta de chocolate que había ordenado y a Diego el chocolate caliente y el trozo de pie de limón que el había pedido. Inmediatamente después de que la mesera se fue, Isidora y Diego comenzaron a charlar. Los ojos de la muchacha comenzaron a recorrer el café, revisando la decoración que tenía este, de repente se percató, que tres mesas, de donde ella se ubicaba, se encontraba Sebastian ocupando una mesa, bebiendo café y conversando animadamente con una chica. La presencia de el la incomodaba, así que no pudo evitar colocarse nerviosa, le pidió permiso a su novio, para ir al tocador. Se levantó de la mesa se dirigió, hasta el tocador, pasó cerca de la mesa de donde se encontraba Sebastian, pero no se detuvo a observar, si este se había percatado de la presencia de ella. El tocador de mujeres se encontraba tan solo a unos pasos del tocador de hombres. Entró en este había solo una chica, lavándose las manos en uno de los lavabos, después que la chica se marchó, Isidora se sentó en el suelo del tocador a pensar que hacía Sebastian en el mismo café que ella, se suponía que el vivía en la comuna de Las Condes, que se encontraba haciendo en la comuna de Providencia y quién era esa chica, por que decidió encontrarse con ella justo en el mismo café, en el que ella había tenido la intención, de pasar una tarde agradable junto a su novio. Le molestaba tanto que estuviera, con esa chica, tenía unos deseos enormes de ir a la mesa, donde se encontraba Sebastian y pedirle a ella que se marchara, pero que le pasaba no podía estar sintiendo celos, ni mucho menos del exponente del mal, algo como aquello era realmente estúpido. Sintió que abrían la puerta así que se levantó del suelo y salió del tocador, regresó a sentarse con su novio Diego y comenzó a devorar lo que le quedaba de torta de chocolate. Su novio le hablaba sin cesar, pero ella no escuchaba nada, ya que toda su atención se encontraba centrada en Sebastian, comía violentamente la torta de chocolate, mientras veía que el exponente del mal, acariciaba el rostro de la chica, con la que se encontraba, esto la llenó de ira por dentro, las piernas le tiritaban sin cesar, acaso había olvidado tan pronto el ramo de girasoles, que le había enviado, si es que se las había enviado el. Sebastian comenzó a acercarse más de lo normal, a la chica con la que se encontraba, esto molestó profundamente a Isidora, la cual dio un gran golpe, con su mano derecha sobre la mesa, muchos clientes, se sobresaltaron al escuchar el golpe, incluyendo su novio Diego, Isidora con una fingida sonrisa, le dijo a su novio, que necesitaba ir al tocado, cuando se encontraba abriendo, la puerta de este escuchó una voz conocida. -¿Estás celosa?-dijo Sebastian enarcando una ceja. -¡No se de que hablas!-dijo Isidora. -¡Tranquila es solo una amiga!-dijo Sebastian con una sonrisa. Isidora prefirió no decir nada y entró al tocador dando un portazo. Se dirigió a unos de los lavabos, echó a correr el agua y comenzó a mojarse la cara. Como se atrevía acercarse a ella e insinuarle que se encontraba celosa, de que forma se percató, de lo que ella se encontraba sintiendo, pero a ella le parecía un descaro que el tuviera el valor de decírselo en su cara. Salió del tocador y regresó junto a Diego, el cual siguió hablando animadamente, pero Isidora nuevamente no lo escuchaba, ya que le era imposible dejar de observar a Sebastian, el cual mantenía bastante distancia  de la chica con la que se encontraba. Isidora sintió que su novio, le sujetaba y acariciaba su mano derecha, la cual la mantenía sobre la mesa, pero no le importó necesitaba continuar observando lo que se encontraba haciendo Sebastian con aquella chica. -¿Isidora mes escuchas?-dijo Diego. -Si… O sea no disculpa, mi amor es que estoy un poco desconcentrada.- dijo Isidora volviendo a la realidad. -¿Qué te sucede? ¿Te noto extraña, te sientes mal?-dijo Diego. -Me encuentro bien.- dijo Isidora. -De acuerdo. Lo que te estaba diciendo, es que este sábado hay una exposición de Arte Visual, en la comuna de Vitacura, y me enviaron una invitación, la cual es para dos personas. Y me gustaría saber si quisiera ir conmigo.- dijo Diego. -Por supuesto.- dijo Isidora. -Es formal. Así que tendrás que colocarte un vestido elegante. Le puedo decir a mi hermana Constanza que te preste uno.- dijo Diego. -No es necesario. Tengo algunos ahorros, con los que puedo comprarme un vestido.- dijo Isidora. -La verdad no deseo que gastes tus ahorros en un vestido.- dijo Diego. -Descuida. De todas formas quiero un vestido elegante, así que no hay problema en que ocupe en mis ahorros en aquello.- dijo Isidora  -Si tú quieres. Es a las diez de la noche, así que paso por ti después de la nueve de la noche.-dijo Diego. -De acuerdo. Te espero el sábado en la noche.- dijo Isidora. Sebastian se levantó de la mesa junto a la chica que lo acompañaba, al ver esto Isidora sintió el impulso de seguir a Sebastian. -¡Vámonos mi amor!-dijo Isidora- -De acuerdo.- dijo Diego llamando a la mesera. La mesera se tardaba en venir e Isidora comenzaba a desesperarse, hacia un minuto Sebastian había cruzado la puerta del café con la chica, que lo acompañaba. -¡Mi amor! ¿Puedes esperar a la mesera solo y pagarle la cuenta? ¡Yo te espero afuera! ¡Por favor!-dijo Isidora. -Ningún problema.- dijo Diego Isidora se levantó de la mesa y corrió hasta la puerta, salió del café y vio que Sebastian se encontraba, sentado en un automóvil, conversando con la chica que lo acompañaba, Isidora los observaba con los brazos cruzados y con expresión de desaprobación. Sintió que Sebastian echaba a andar el automóvil, en el que se encontraban y comenzaron a avanzar y se fueron del lugar. De repente vio que su novio Diego se acercaba a ella, el le acarició el rostro, le sujetó la ano y comenzó a caminar con su novia, rumbo a su automóvil. -¿No te agradó el lugar?-dijo Diego. -Te equivocas. Aquel café es genial.- dijo Isidora. -Es que te noté extraña. Como si no hubieses disfrutado, todo este rato que pasamos juntos.- dijo Diego con tristeza. Isidora no soportaba ver a su novio con tristeza ya que era un chico tan bueno, en todo el tiempo que llevaban de relación, era tanto el amor, que el le había dado, mucho más del  que ella se merecía, así que no soportaba verlo infeliz y menos por culpa de ella. Así que para convencerlo de lo contario, lo besó efusivamente en los labios, Diego sonrió ampliamente ante esto y fue a dejar a su novia en la Fundación que vivía. Al día siguiente después de asistir a clases en el Instituto, Isidora fue hasta una tienda de vestidos de la comuna de Ñuñoa. Cuando entró a la tienda vio que había un centenar de vestidos colgados por todo el lugar, cada uno era más hermoso que el otro. Así que se le hacía bastante difícil escoger con cual quedarse. Comenzó probándose un vestido color amarillo muy elegante, este le llegaba hasta el suelo y tenía un disimulado escote, después se probó uno de color lila que era bastante bello y así sucesivamente, fueron tantos los vestidos, que se probó que se le hizo de noche. Finalmente escogió un vestido de color verde, el cual le llegaba hasta el suelo y tenía un bello escote. Fue hasta donde se encontraba la cajera y de su bolso sacó parte de sus ahorros para pagar el vestido. Salió alegremente de la tienda, comenzó a caminar por la noche y fue a coger el metro, en el cual había pocas personas, esto le agradaba bastante a Isidora ya que destetaba profundamente cuando el metro se encontraba repleto de personas. Se bajó del metro y comenzó a caminar rumbo a la Fundación y vio que una chica, caminaba al frente de ella, por los rasgos que tenía la chica pensó que era Verena, Isidora siguió caminado y tropezó contra una piedra que había votada, al tropezar su bolso se cayó al suelo, así que se inclinó para recogerlo, mientras la chica que iba delante de ella continuaba caminando. Después que recogió su bolso avanzó unos metros y vio que la chica, que estaba caminado al frente, de ella se encontraba paralizada y rodeada por cinco sujetos. Isidora observó fijamente a la chica y pudo ver que en realidad era Verena, uno de los sujetos, se acercó violentamente a Verena, para atacarla e Isidora dejó en el suelo su bolso y la bolsa en la que portaba el vestido que había comprado y lanzó un destello de luz, sobre el sujeto que había atacado a Verena, el individuo cayó al suelo y otro sujeto intentó a atacar a la chica, sin embargo Isidora volvió a lanzar un destello de luz, los demás sujetos al ver esto se asustaron de gran manera y prefirieron huir. Isidora se acercó a Verena la cual se encontraba temblando en medio de la calle y la abrazó fuertemente. Sin embargo la chica se apartó violentamente de la princesa del bien, marcando una distancia entre ellas. -¡Eres un fenómeno!-gritó Verena. -¡Tienes razón soy fenómeno! Pero te lo puedo explicar, apenas entremos a la Fundación.- dijo Isidora. -¡Aléjate! ¡No me hagas daño!-dijo Verena. -Yo no estoy aquí, para hacerte daño, estoy para ayudarte. Ahora mejor entremos a la Fundación, antes de que regresen esos sujetos. Lo que me extraña es que hayan aparecido individuos como esos, en este sector, ya que acá este lugar suele ser muy tranquilo. Lo único que espero, es que esos sujetos no los haya enviado la persona que estoy pensando, por que va tener serios problemas si es así.- dijo Isidora. Caminaron lo que faltaba para llegar a la Fundación y entraron a esta. Isidora le indicó a Verena que fueran a conversar a la cocina, la cual se encontraba desierta. -¡Explícame lo que vi!-dijo Verena. -De acuerdo. Yo soy la princesa del bien. Se que es difícil, de entender, pero es verdad. Me imagino que sabrás, que en este mundo hay dos corrientes muy fuertes, el bien y el mal. Existe una reina del bien y una reina del mal y ellos tienen representaciones en la tierra, me refiero a la princesa del bien y al exponente del mal. Y yo soy la princesa del bien y soy la encargada, de velar por este en la Tierra y de defenderlo. Las chicas, mi amigas, ellas son mis servidoras, para que sepas ellas son damas del bien, su misión es defenderme y ayudarme. Mis padres al saber que yo era la princesa del bien, me abandonaron, para ahorrarse los problemas, que esto les podría traer.- dijo Isidora. -¿Cómo es la reina del bien?-dijo Verena. -No lo sé. La verdad es que nunca la he visto, de hecho algunas veces he dudado de su existencia, pero yo siento que hay una presencia del bien mucho más fuerte que la mía y esta debe corresponder a la reina del bien.- dijo Isidora. -¿Quién piensas que envió a esos sujetos a atacarme?-dijo Verena. -El exponente del mal.- respondió Isidora. -¿Conoces al exponente del mal?-dijo Verena. -Si.- respondió Isidora con desánimo. -¿Y como es?- preguntó Verena. -Un sujeto detestable.- dijo Isidora. -¿No te da susto conocerlo, saber quién es?-dijo Verena. -Para eso estoy hecha Verena, mi misión es luchar contra el y contra sus servidores, así que no puedo sentir miedo.- dijo Isidora. -¡Cuéntame más sobre el y sobre ustedes!-dijo Verena. -Lo siento. Pero hay secretos que no puedo revelar. Te pido que por favor no le digas nada a nadie. Y necesito que me hagas un favor puedes dejar mis cosas en mi cuarto, entrégaselas a cualquiera de las chicas que te abra la puerta. Ya que ahora necesito ir al tocador.- dijo Isidora. Salió de la cocina, subió la escalera y comenzó a caminar por el pasillo, rumbo al tocador. Entró en este, cerró la puerta y se afirmó sobre esta, cerró sus ojos para concentrar su mente e intuir donde se encontraba Sebastian, Isidora se pudo percatar que este se encontraba en su habitación, se concentró para aparecer en el cuarto de el.    En menos de treinta segundos Isidora se encontraba en el cuarto de Sebastian, este se quedó muy sorprendido al verla. El cuarto de Sebastian era enorme, poseía una cama muy extensa con un cubrecama de color café, un enorme mueble donde estaban ubicados la televisión, el reproductor de música y el reproductor de DVD, había un armario con dos puertas, el piso era de cerámica y las paredes de color azul. Sebastian se encontraba sobre su cama y al ver a Isidora se levantó de esta, la chica enfurecida lanzó un destello de luz sobre Sebastian el cual lo hizo caer al suelo. -¡Vaya que forma es esta de llegar a una casa que conoces! Sin previo aviso y atacando a uno de sus habitantes.- dijo Sebastian. -¿Por qué hiciste eso?-gritó Isidora. -¿Hacer qué?-dijo Sebastian. -¡Enviar a esos hombres para que atacaran a Verena! ¡Se supone que tu me odias a mi, no involucres a personas inocentes en nuestra disputa!-dijo Isidora. -Vaya la atacaron a ella.- dijo Sebastian. -¡Claro que la atacaron! ¡Era eso lo que querías!-dijo Isidora. -¡No eran para ella eran para ti! Ya que sabía que ibas a llegar de noche a la Fundación, por eso los envíe y seguramente se confundieron de chica.- dijo Sebastian. Isidora quedó impactada al escuchar que aquellos sujetos eran para atacarla a ella. -¿No saliste dañada?-dijo Sebastian -¡Claro que no! Yo puedo defenderme. ¿Y por que te importa si tu intención es destruirme?-dijo Isidora. -¡Por que te quiero! ¡Maldita sea! ¡Te quiero esa es la verdad!-dijo Sebastian. -¡Tú no me quieres! Si me quisieras, no intentarías hacerme daño.- dijo Isidora. -¡Acaso no entiendes que en mi naturaleza, esta la condición de hacerte daño! ¡Te quiero! ¡Y por eso te envíe un ramo de girasoles por tu presentación de danza! ¡Por que te quiero y por que te veías hermosa!- dijo Sebastian. -¡Mientes!-dijo Isidora. -¡No es verdad! ¡Te quiero y yo se que tu también me quieres!-dijo Sebastian. -¡Basta! ¡Adiós!-dijo Isidora. Desapareció del cuarto de Sebastian y volvió a aparecer en el tocador y se sentó en el suelo, para llorar. El la quería no lo podía creer, aparentemente dos seres que deberían odiarse repentinamente se encontraban enamorados.
La presentación de danza. Al día siguiente Isidora volvió a clases al Instituto. Independiente de su situación con Sebastian, sus estudios eran fundamentales y no podía continuar faltando a clases. Las chicas la habían extrañado mucho las horas que se había encontrado fuera de la Fundación, así que se encontraban felices de que Isidora se encontrara de regreso. En aquel preciso momento Isidora y Jazmín, se encontraban a dos cuadras del Instituto donde estudiaban, ya habían ido a dejar a Joaquín al colegio y debían acudir a clases, aunque Isidora se encontraba dubitativa de querer entrar al Instituto. -Si no quieres no tienes por que hacerlo.- dijo Jazmín. -¿A que te refieres?- dijo Isidora. -Que si no quieres encontrarte con Sebastian, perfectamente podemos hablar con la directora Martha y pedirle, que nos matricule en otro Instituto.- dijo Jazmín. -No es necesario.- dijo Isidora- -Se ve perfectamente que no deseas ver a Sebastian.- dijo Jazmín. -Tienes razón, no lo quiero ver, pero tampoco puedo huir.-dijo Isidora. -Es por tu integridad.- dijo Jazmín. -Jazmín mi misión es luchar contra el exponente del mal y sus ayudantes, por lo tanto no lo tengo miedo a Sebastian, a pesar de que logró hacerme varias heridas cuando me atacó, no me asusta. Y no voy a renunciar a la vida que  suelo llevar por culpa de el.- dijo Isidora. -Pienso que sería mas conveniente, estar lejos de el.- dijo Jazmín. -Me va a seguir donde sea, siempre me ha buscado. Y llegó a estudiar a este Instituto por que sabe que yo estudio aquí. Aunque me matriculara en otro lugar, el igual se inscribiría para asistir a clases y no dejarme tranquila. Así que no sirve de nada, tratar de alejarme de el, además pienso que lo mejor es afrontar los problemas y no huir de ellos.- dijo Isidora. -Pero no lo quiero sentado al lado de nosotras.- dijo Jazmín. -¡Claro que no! Eso no se lo voy  a permitir.- dijo Isidora. Caminaron las dos cuadras que faltaban para llegar al Instituto, entraron en el, se dirigieron hacia la sala que les correspondía y vieron que Sebastian, se encontraba sentado solo en su puesto y hojeaba un cuaderno. Isidora no pudo evitar contemplarlo fijamente, mientras en su mente resonaban las palabras tu eres mía por parte de Sebastian. Las chicas se sentaron en su puesto de costumbre, de sus bolso comenzaron a sacar su cuadernos y a ubicarlos sobre la mesa. Sebastian dejó de hojear su cuaderno y sus ojos se dirigieron hacia el sector de la sala donde se encontraban las chicas, Isidora se percató de esto, pero prefirió ignorar la mirada de Sebastian y sobre todo evitar mirarlo a los ojos. El profesor llegó a la sala y comenzó la clase como de costumbre, en su cuaderno Isidora apuntaba lo que iba diciendo el profesor, pero la presencia de Sebastian la mantenía nerviosa. Se dieron por terminadas las clases de aquel día, mientras salían del Instituto, Isidora tropezó accidentalmente con Sebastian e inmediatamente se alejó de el. Junto a Jazmín comenzaron a caminar, para coger el metro. Llegaron hasta el lugar, se subieron a el, el metro se encontraba atestado de personas, pero de todas formas encontraron un puesto para sentarse, en ese momento se dirigían a buscar a Joaquín. -Voy a salir con Cristóbal.- dijo Jazmín. -¿En serio? ¿Cuándo te lo propuso?- dijo Isidora. -Mientras tú estabas en la casa de Diego.- dijo Jazmín acomodándose en el asiento del metro. -Me alegro mucho.- dijo Isidora. Ya había llegado a la parada donde debían bajarse para ir a recoger a Joaquín, salieron de donde se encontraba el metro. Caminaron un par de cuadros, llegaron hacia donde se encontraba Joaquín, lo saludaron y abrazaron y caminaron junto a el nuevamente en dirección al metro. Al llegar a la Fundación saludaron en la entrada a la señorita Paula, después de dejar sus bolsos, se dirigieron a la cocina y Silvia los esperaba con el almuerzo servido en la mesa esta vez había puré de papas con carne y ensalada de lechuga. Después de haberse servido el almuerzo, fueron hasta el tocador para lavarse los dientes. Isidora le preguntó a Joaquín, si en el colegio le habían dado tareas, el pequeño le respondió que no. Así que Isidora lo dejó libre para que fuera a jugar con sus amigos y Joaquín, corrió hasta el patio a reunirse con sus amigos. Las chicas subieron hasta su habitación, Jazmín le dijo a Isidora que iba a estar en la sala de computación, para buscar las letras de unas canciones que le interesaban. Mientras Jazmín se dirigía a la sala de computación, Isidora buscó su cuaderno, donde escribía poesía. Se encontraba entusiasmada escribiendo poesía, sobre sus cama, cuando sintió que golpeaban suavemente la puerta de su habitación. -Pase.- dijo Isidora. Y fue Verena la persona que abrió la puerta de la habitación, esto le llamó la atención a Isidora ya que Verena raramente aparecía por el cuarto de ella. -La asistente social, la señorita Ana quiere que bajes. Te espera en el primer piso, al frente de la escalera.- dijo Verena. -De acuerdo. Voy en seguida.- dijo Isidora cerrando su cuaderno y levantándose de la cama. Salió detrás de Verena de la habitación, caminó por el pasillo, bajó la escalera y vio al final de esta a la señorita Ana junto al matrimonio, que deseaba adoptar a Joaquín. El matrimonio saludó a Isidora afectuosamente y la señorita Ana le dirigió la palabra a Isidora. -Isidora este va a ser oficialmente el primer encuentro del matrimonio Uribe Gutiérrez. Así que debes ir a buscarlo y comunicarle, la noticia de que este matrimonio desea adoptarlo. Isidora no pudo evitar tiritar levemente a ella se le hacía, difícil darle una noticia como esta a Joaquín. Sobre todo por como sería la reacción de el, es verdad que Isidora anhelaba que una familia adoptara al pequeño, pero por otro lado alejarse de el, le causaba dolor y seguramente a Joaquín, también le producía la misma sensación. Isidora caminó lentamente hasta el patio de la Fundación, se acercó hacia donde se encontraba el pequeño jugando con sus amigos. Cogió de la mano a Joaquín, lo apartó del sector, donde se encontraba jugando con sus amigos y lo llevó a un rincón del patio. -¿Qué sucede Isidora?- dijo Joaquín. -Recuerdas a los amigos adultos, que te presenté la otra vez.- dijo Isidora. -Si los recuerdo.- dijo Joaquín. -Ellos no son un solo un par de amigos. A decir verdad, ellos son un matrimonio que está interesado en ti.- dijo Isidora. -No entiendo.- dijo Joaquín. -Te quieren adoptar.- dijo Isidora. El pequeño quedó completamente sorprendido, abrazó fuertemente a Isidora, mientras sollozaba. -Pero es muy bueno que te quieran adoptar. Así tendrás una familia y eso es hermoso.- dijo Isidora. -No me quiero alejar de ti.- dijo Joaquín. -Yo tampoco, pero nos seguiremos viendo. A donde sea que vivas yo te iré a visitar. Además todo este proceso, llevará varios meses, así que aún nos queda  tiempo juntos. Ahora debes comportante como un caballero, frente a este matrimonio.-dijo Isidora Le secó las lágrimas a Joaquín, lo besó en la mejilla y caminó con el, hacia donde se encontraban, la señorita Ana y el matrimonio Uribe Gutiérrez esperando por ellos. La señora Marina y el señor Pedro saludaron cariñosamente a Joaquín, fueron hasta a la cocina a conversar, mientras Silvia les servía torta de naranja y zumo de piña. El matrimonio comenzó a explicarle a Joaquín, que deseaban adoptarlo ya que les parecía un niño encantador y que siempre habían soñado en tener un hijo como el. La conversación se hizo muy grata, Isidora de vez en cuando aportaba algunas palabras ya que le interesaba que Joaquín, fuera el centro de atención. Llegó el momento en que el matrimonio debió marcharse, la señorita Ana, Isidora y Joaquín, los acompañaron hasta la puerta y se despidieron de ellos. -Ves que fue bastante agradable.- dijo Isidora. -Si. Me agradaron aún más y me encantaría vivir con ellos.- dijo Joaquín. -Eso es excelente. Ahora ve a jugar al patio con tus amigos, seguramente te han extrañado mucho, durante todo este rato, que te apartaste de ellos.- dijo Isidora. Alegremente Joaquín, se dirigió al patio para ir a jugar con sus amigos, mientras Isidora se sentía feliz ya que el encuentro salió mejor de lo que ella esperaba. -Tengo que admitir, que el encuentro salió perfecto.- dijo la señorita Ana. -Se debe a que ellos son muy agradables y a que Joaquín es un niño encantador.- dijo Isidora. -Ahora hay que avanzar con el proceso legal de adopción. Tengo que continuar, trabajando así que me retiro.- dijo la señorita Ana. Isidora subió hasta su cuarto, todas las chicas se encontraban en el y les comentó el encuentro de Joaquín con el matrimonio Uribe Gutiérrez, ahora que el  ya sabía las intenciones de estos. Las chicas se alegraron mucho, de que el encuentro hubiera resultado un éxito. Una hora después bajaron a cenar, después de la cena Isidora continuo, escribiendo poesía y después la venció el sueño y decidió acostarse. Al día siguiente Isidora no fue a clases al Instituto, no porque no deseara ver a Sebastian, sino por que ese mismo día en la noche tenía la presentación de danza en el Teatro Municipal, junto a Matías y a sus otros compañeros de la academia. Las chicas evidentemente iba a asistir a la presentación y lo más probable es que estuvieran como siempre, sentadas en la primera fila del Teatro Municipal, junto a Diego y a Silvia. Desayunó junto a las chicas y a Joaquín, mientras les comentaba lo feliz que se sentía por bailar el Teatro Municipal de Santiago, ya que  este era un escenario muy importante. Tamara se ofreció para ir a dejar a Joaquín, al colegio ya que Isidora debía irse directamente a la academia de danza donde la esperaba Matías, para ensayar con el. Se despidió de las chicas, de Joaquín y de Silvia, subió a su habitación, buscó su bolso, lo puso sobre su brazo derecho, salió de la habitación, bajo la escalera y salió de la Fundación para ir a coger el metro. Llegó hasta donde se encontraba la academia, subió hasta el segundo piso y vio que Matías la estaba esperando con la música sonado muy fuerte por toda la habitación. Se acercó a Matías, lo saludó cordialmente e inmediatamente comenzaron a ensayar la coreografía. Ensayaron la coreografía una y otra vez, solo se detenían por algunos minutos, para beber agua. Ya era la hora de almuerzo, así que dejaron de ensayar, se despidieron y durante la tarde, debían regresar para ensayar la coreografía grupal. Isidora regresó a la Fundación se dio un baño, se vistió y después almorzó una comida muy ligera. Nuevamente cogió su bolso, para salir de la Fundación y dirigirse a la academia de danza. Durante la tarde Isidora fue la primera en llegar a la academia y después apareció Matías y sus otros compañeros de danza y también llegó la profesora Josefina. Comenzaron a ensayar la coreografía grupal, mientras la profesora Josefina observaba con mucha atención los movimientos de casa uno de ellos, ya que en la noche todo debía salir perfecto. Después de ensayar muchas veces la coreografía grupal y que la profesora Josefina, comprobara que cada uno de sus alumnos, se sabía los pasos y que estaban todos perfectamente coordinados, pidió que cada pareja expusiera su coreografía a presentar y además les anunció el orden en que cada pareja, debía salir al escenario, Isidora y Matías eran la sexta pareja en salir. La primera pareja presentó su coreografía de salsa frente a todas, a Isidora le agradó bastante, la coreografía de ellos, encontraba que lo hacía muy bien. Llegó el momento en que Isidora y Matías, debían presentar la coreografía, lo hicieron con gran ánimo y realizando a la perfección cada uno de los pasos. La profesora Josefina quedó bastante conforme con el ensayo y les dijo que los esperaba en la noche y que no permitía el atraso de ninguno de ellos. Ya en la fundación Isidora le recordó a las chicas que la presentación comenzaba a las nueve de la noche pero ella por ser parte del espectáculo, debía estar una hora y media antes para ver el vestuario y el maquillaje. Isidora se sirvió un emparedado de jamón y un zumo de manzana, se despidió de las chicas, pero antes de irse les dijo que llamaran por teléfono a Diego para recordarle a que hora  comenzaba la presentación, aunque dudaba que a su novio se le hubiese olvidado. Esta vez salio de la Fundación rumbo al Teatro Municipal, se encontraba un poco nerviosa, así que tiritaba levemente, mientras iba en uno de los asientos del metro. Se levantó del asiento para bajarse, donde correspondía y caminó hacia, donde se encontraba el Teatro Municipal, al entrar a el se dirigió hacia donde se encontraban los camarines. Al entrar en ellos vio que la profesora Josefina se encontraba con su vestuario puesto y completamente, maquillada y peinada, varios de sus compañeros se encontraban sentados maquillándose, así que Isidora dejó su bolso en el suelo y se unió a ellos. Apenas se sentó una chica se acercó a ella y comenzó a maquillarle el rostro, cinco minutos apareció Matías, se sentó a al lado de ella, mientras que una chica a el también le maquillaba el rostro. -¿Estas nerviosa?-dijo Matías. -Bastante. Pero a veces los nervios, ayudan a que todo resulte mejor. O por lo menos a mi me ayudan de que así sea.- dijo Isidora. -Tranquila. Todo va a salir perfecto.- dijo Matías. -¡Eso quiero!- dijo Isidora. Cuando acabaron de maquillarse, se levantaron al mismo tiempo, de sus respectivos asientos y se dirigieron hacia donde se encontraban colgados los vestuarios. Isidora y Matías los comenzaron a revisar, había muchos y de diversos colores, después de revisarlos todos, los chicos finalmente optaron, por un vestuario de color verde, ya que encontraban que este representaba la alegría que ellos querían entregar al público con su coreografía. Se fueron a cambiar de ropa y a los pocos minutos aparecieron con la vestimenta puesta. Isidora se veía muy bella con aquel traje de color verde y Matías no se quedaba atrás, lo único que les faltaba era peinarse así que fueron, hasta donde se encontraban peinando el resto de sus compañeros. Una muchacha le hizo un bello moño a Isidora, la cual se miró al espejo y quedó conforme, a Matías simplemente le cepillaron el cabello y colocaron un poco de gel. Faltaban tan solo diez minutos para que comenzara la presentación de danza, así que la profesora Josefina les pidió a todos sus alumnos, que se reunieran al frente de ella para dedicarles unas palabras. -Chicos y chicas este debe ser un momento muy emocionante y feliz para todos. Yo he bailado antes en ese escenario y se perfectamente la sensación que se siente, la cual por lo menos para mi, ha sido muy agradable al igual que el acogimiento del público. Así que espero que lo hagan muy bien, para que dejen en alto el nombre de la academia, por lo que vi en los ensayos, se que va a salir perfecto, además confío mucho en ustedes y simplemente les puedo desear mucho éxito. Ahora por favor, alinéense según el orden de cada pareja.-dijo la profesora Josefina. Isidora y Matías se cogieron de las manos, las parejas se  comenzaron a formar y los chicos se ubicaron en el sexto lugar, que era el que les correspondía. El espectáculo comenzó la profesora Josefina, era quién lo abría dando una pequeña demostración de salsa, cuando se detuvo la música y la profesora Josefina, saludó al público presente, se escuchó un gran aplauso. Y a continuación fue el turno de la primera pareja, la cual a los pocos minutos salió del escenario y así fueron saliendo a escena las demás parejas. La quinta pareja se encontraba en el escenario bailando, así que faltaban tan solo unos minutos para que Isidora y Matías estuvieran bailando sobre el escenario. De repente se detuvo la música ya que la quinta pareja, había dejado de bailar y se encontraba saludando al público. Por fin era el turno de Isidora y Matías los dos se sujetaron fuertemente de las manos y entraron al escenario. Comenzaron a caminar por el e Isidora dirigió su mirada al público y pudo ver que en la primera fila se encontraban las chicas, Diego, Constanza y Silvia, sonrió ampliamente hacia el sector, donde se encontraban ellos, aunque las luces le tapaban un poco la visión, la mirada de Isidora comenzó a recorrer el público y de repente vio que en la dos filas atrás de donde se encontraban sentadas las chicas, se encontraba sentado un muchacho que le parecía familiar, lo observó fijamente y vio que era Sebastian, no lo podía creer, que hacia Sebastian en su presentación de danza, tal vez estaba confundida y era otra persona, pero no pudo volver a revisar quien se encontraba en aquel sector ya que debía tomar posición para bailar junto a Matías. La música comenzó a sonar e Isidora y Matías comenzaron a bailar y a moverse al ritmo de la música y al mismo tiempo sonreían placidamente hacia el público. Realizaron todos los pasos a la perfección y no se equivocaron en ninguna de las vueltas que debían dar, pero la mente de Isidora se encontraba ocupada con la inquietud de si Sebastian, se encontraba en el público o no. La coreografía había terminado por lo tanto la música dejó de sonar e Isidora y Matías se dirigieron al borde del escenario, para saludar con una gran sonrisa en su rostro. Isidora observó al público y vio como todos aplaudían fuertemente, sobre todo las chicas, Diego, Constanza y Silvia, su mirada se dirigió hacia la fila donde había visto a Sebastian y no se había equivocado, era el, el exponente del mal se encontraba presenciando, su presentación de danza, estaba solo sin su hermano Aaron y sin ninguno de sus amigos. Descendieron del escenario y cuando se encontraban atrás de este, Isidora y Matías se abrazaban fuertemente, por que su coreografía había salido perfecta, mientras se escuchaba sonando la música de la séptima pareja, la cual estaba bailando en el escenario. Todas las parejas ya se habían presentando, así que era el momento de la coreografía grupal, todos se alinearon y comenzaron a aparecer ordenadamente en el escenario. Tomaron posiciones, la música comenzó a sonar y empezaron a bailar, la coreografía grupal, duraba cinco minutos y poseía una gran cantidad de pasos increíbles. La música dejó de sonar y la coreografía ya había terminado, de repente se escuchó un gran aplauso que inundó el Teatro Municipal y las personas comenzaron a ponerse de pie, lo cual impresionó a Isidora. Todos juntos fueron a saludar al público, el cual continuaba aplaudiendo, mientras que algunos fotógrafos tomaban fotografías de aquel momento, seguramente para publicarlas en el diario del día siguiente. Se bajaron del escenario y unos a otros comenzaron a abrazarse, por lo brillante que había salido la presentación. -Me siento muy feliz por el gran trabajo que acaban de hacer. ¡Felicidades para todos!-dijo la profesora Josefina. Isidora se dirigió a cambiarse de vestimenta, pero no se quitó el maquillaje, no se deshizo el moño que llevaba en el cabello. Se reunió con Matías el cual si se había quitado el maquillaje, salieron del Teatro Municipal y fueron a reunirse con sus invitados a la presentación. Matías se despidió se Isidora y fue corriendo hacia donde se encontraba su familia esperándolo, para felicitarlos por su presentación. Isidora caminó hacia donde se encontraban, las chicas, Diego, Constanza y Silvia. Apenas la vio su novio se acercó a ella, la abrazó, la besó ampliamente y le entregó un bello ramo de flores. -Fue precioso, mi amor.- dijo Diego. -Muchas gracias. Y las flores están hermosas.- dijo Isidora. -De verdad que fue hermoso.- dijo Constanza abrazándola. -Que más se puede decir, eres una excelente bailarina.- dijo Jazmín. -Cada vez que te veo bailar, me sorprendes aún más.- dijo Sofía. -¡Vas a aparecer en el diario de mañana!- dijo Tamara. -¡Tal vez!-dijo Isidora. -¡Claro que si! ¡Felicitaciones por tu bella presentación!-dijo Valentina -¡A mi me encantó! ¡Haces una excelente pareja de baile con Matías!- dijo Silvia. -¡De verdad muchas gracias a todos por venir!-dijo Isidora. Continuaron hablando de la presentación de Isidora, los momentos que más les habían gustado de las diferentes parejas y de la coreografía grupal, todos coincidían de lo bien que lo había hecho la profesora Josefina con su demostración de salsa. Seguían conversando, cuando pasó Sebastian caminando rápidamente por al lado de ellos, la mirada de este se detuvieron e Isidora, las chicas se sorprendieron al verlo y se acercaron aún más a Isidora en caso de que intentara ataca a Isidora, sin embargo los ojos de Sebastian representaban tristeza como si quisiera estar en aquel momento y felicitarla su presentación de danza, Sebastian dejó de observar a Isidora, mientras ella esquivaba la mirada de el, continuo caminando rápidamente y se perdió en la oscuridad. Las chicas e Isidora se sintieron a aliviadas al verlo marchar, mientras que Diego, Constanza y Silvia ignoraron lo que había sucedido. -No ando en automóvil, así que tendremos que irnos en metro.- dijo Diego. -No hay problema.- dijo Isidora. -Pero primero te vamos a dejar a tu Fundación y después mi hermano y yo regresamos a casa.- dijo Constanza. Comenzaron a caminar pero antes de llegar a donde debía coger el metro, Silvia se despidió de ellos ya que ella se iba en autobús, hacia la comuna de Macul que era donde vivía. Después de despedirse de Silvia, continuaron caminando hacia donde se encontraba el metro. Se subieron a el y se sentaron, el metro se encontraba bastante vació, Isidora comenzó a oler las flores que le había obsequiado su novio, mientras este conversaba con su hermana. Ya debía bajarse del metro y así lo hicieron, salieron del y comenzaron a caminar rumbo a la Fundación y en la puerta de esta, Diego y Constanza se despidieron de Isidora y las chicas. Cuando Isidora entró a la Fundación, Joaquín se acercó corriendo a abrazarla y a preguntarle como le había ido en su presentación de danza. -¿Cómo te fue?-dijo Joaquín. -¡Excelente pequeño! ¡Fue maravilloso! ¿Pero que haces despierto a esta hora, es tarde para ti?- dijo Isidora. -Tan solo quería verte regresar. ¿Quieres que te quite el maquillaje?-dijo Joaquín. -No es necesario. Además debes irte ahora mismo a dormir y muchas gracias por esperarme despierto. ¡Te quiero!-dijo Isidora Joaquín comenzó a subir la escalera para dirigirse a su habitación e ir a acostarse. Mientras que Isidora buscaba un florero vacío para colocar el ramo de flores que le había obsequiado, su novio. Encontró vacío un florero de color blanco, se dirigió a la cocina para colocarle agua y ubicar las flores dentro de el. Vio que Tamara se dirigía la cuarto y el pidió que por favor subiera las flores hasta su cuarto. Isidora juntos a las otras chicas fueron hasta a al cocina para beber leche, Isidora iba en la mitad de su vaso de leche, cuando sintió que tocaban el timbre de la Fundación y se dirigió a abrir. Salió de la Fundación se dirigió hacia donde se encontraba el portón y vio que había un hombre con un uniforme blanco y un enorme ramo de girasoles. -¿La señorita Isidora Valdivieso?-dijo el hombre. -Soy yo.- respondió Isidora. -Esto es para usted.- dijo el hombre entregándole el enorme ramo de girasoles. -¿Quién lo envía?- preguntó Isidora. -Disculpe, pero no lo se. Tal vez la tarjeta diga algo.- dijo el hombre. -Gracias.- dijo Isidora. Y comenzó a caminar con el ramo de girasoles en sus manos para entrar a la Fundación, mientras en hombre se marchaba en la camioneta en la que había venido a dejar el ramo de flores. Antes de dirigirse a la cocina, a la cocina que era donde la esperaban las chicas, Isidora abrió la tarjeta que venía con el ramo de girasoles. -Por la bella presentación que realizaste hoy, este pequeño presente es para ti.           Besos Aparte de aquello la tarjeta no decía nada más, lo único que tenía claro que la persona, que había enviado el ramo había visto la presentación de danza. Por un minuto, pensó que tal vez Sebastian, había enviado aquel ramo de girasoles, ya que había estado entre el público, pero era imposible, el la odiaba, no podía ser el o tal vez si. Isidora entró a la cocina cargando sobre sus brazos el ramo de girasoles y las chicas se sorprendieron al verlo. -¿Te vinieron a dejar ese ramo de girasoles?-dijo Valentina. -Si.- dijo Isidora. -¡Es hermoso!-dijo Sofía. -¿Quién las envía?-dijo Jazmín. -No lo se. En la tarjeta no aparece su nombre y el hombre que las trajo, me dijo que tampoco sabía. Lo único que se, es que es de una persona que vio la presentación de danza que hice hace algunas horas.- dijo Isidora- -¡Tal vez tienes algún admirador secreto!- dijo Valentina. Isidora rió al escuchar esto y Jazmín, se ofreció para dejar el ramo de girasoles en un florero y subirlo al cuarto de ellas. Mientras Isidora se dirigía al tocador para quitarse el maquillaje y desarmarse el moño que llevaba. Se observaba en el espejo y no podía dejar de pensar que la persona que le había enviado aquel ramo de flores era Sebastian, tal vez el sentía algo similar de lo que sentía ella hacia el.
El exponente del mal Sexto Capitulo   Inmediatamente Isidora de su mano derecha lanzó un destello de luz contra Sebastian el cual retrocedió varias metros y cayó, sobre una ruma de platos, que comenzaron a desplomarse y a quebrarse alrededor de el. Sebastian se levantó rápidamente del suelo, con el cuerpo adolorido y lanzó un destello de luz, en contra de Isidora, la cual se encontraba tan aturdida y sorprendida con la situación, que no pudo esquivar aquel destello de luz. La princesa cayó a pocos centímetros  de la mesa que había en la cocina, con su mano derecha se tocó la nariz, la cual estaba sangrando por el impacto que produjo el ataque de Sebastian, Isidora se levantó lentamente del suelo y se acercó al exponente del mal. -¡Así que por fin descubriste que yo soy el exponente del mal! Pensaba que nunca lo harías. Debo admitir que a veces eres un poco atolondrada.- dijo Sebastian. -¿Cómo pudiste...?- dijo Isidora. -¿Engañarte todo este tiempo? ¿A eso te refieres?- dijo Sebastian. Isidora se limitó a asentir positivamente con la cabeza. -¡Como tuve el valor de llegar a estudiar a tu mismo Instituto y además de querer ser tu amigo! –dijo Sebastian. Isidora simplemente se limitó a sentir positivamente con la cabeza. -Soy el exponente del mal, misión es destruirte por lo tanto estoy dispuesto  hacer esto y mucho más. En realidad fue tan sencillo, lo que de verdad me intriga es que ni tu ni Jazmín, la cual es tu servidora y debe protegerte, no se hayan percato de que todo este tiempo habían tenido al exponente del mal, frente a sus narices. Por lo tanto Jazmín es una mala servidora, no ha realizado bien su trabajo, si fuera tú me enfadaría.- dijo Sebastian. En ese momento Isidora comprendió en su mente que Sebastian había sido quien puso el zumo envenenado en su bolso. -¡Tú pusiste la botella de zumo envenenado en mi bolso!- dijo Isidora. -¡Por supuesto que fui yo! Y fue tan fácil, mientras te encontrabas practicando tu estúpido baile, me aparecí rápidamente al lado de tu bolso y nadie se percató y puse dentro de este, el zumo envenenado que estuve preparando la noche anterior especialmente para ti. Estuvo tan cerca, estabas convencida de querer beberlo, de hecho pensaba que ibas a dudar más de querer beber aquel zumo, si no hubiera sido por tu querida Jazmín, la cual arruinó todo mi plan, en este momento estarías muerta. ¡Que bello hubiese sido ver a una princesa envenenada! Como en los cuentos de hada, pero sin final feliz, sin nadie que pudiese haber detenido el veneno.- dijo Sebastian. -¡Eres horrible!- dijo Isidora. -¡Y que esperabas! ¡Un príncipe, para que acompañe a la princesa! Soy el exponente del mal, ni puedo ser más de lo que dices. Además debo informarte, que fui yo quien estuvo detrás del casi atropello de la  señorita Ana, su asistente social.- dijo Sebastian. -¿Qué?- dijo Isidora desconcertada. -Si, me pareció divertido, esa es la verdad. Y de esa forma advertía también mi presencia.- dijo Sebastian. -Por eso la señorita Ana dijo que creyó ver a un muchacho, cerca del automóvil que casi la atropelló.- dijo Isidora. -Me vio a mí. Yo fui  quién desvió aquel vehículo. Ya ves cometiendo una de mis cuantas acciones malévolas. Lástima que tú solo lo tomaras como un simple accidente y no le prestaras mayor al muchacho que vio.- dijo Sebastian. No lo podía creer por tantos años llegó a pensar que el exponente del mal no existía y si que de verdad existía debería ser horripilante, que causara temor tan solo con verlo a varios metros de distancia, sin embargo era un chico de su edad, atractivo y hasta que podía ser agradable. -¿Los chicos de tu banda son servidores tuyos?- dijo Isidora. -Claro que lo son. Tú tienes tus servidoras y yo tengo los míos, mi hermano también es mi servidor estamos a la par.- dijo Sebastian.  -¿Tus padres que dicen?-dijo Isidora. -Nada. Ya que no saben que soy el exponente del mal.- dijo Sebastian. -¿No saben?- dijo Isidora. -No tienen idea. Tampoco saben que mi hermano, es mi servidor, sabemos disimular bastante bien.- dijo Sebastian. -¿Por qué te presentas ahora? ¿Por qué nunca lo hiciste antes?- dijo Isidora. -La verdad es que fue muy difícil poder localizarte. No sabía donde estabas, solo tenía la noción de que tú existías y que vivías en alguna parte de este largo y angosto país. El problema era en que lugar exacto estabas antes vivíamos en el sur en la ciudad de Valdivia y te busqué por todo el Sur, pero no te encontré, después tuve la leve intuición de que te encontrabas en la capital y junto a mi hermano hicimos hasta lo imposible, para que nuestros padres aceptasen mudarse a la capital. Hace dos años que vivimos acá en Santiago de Chile, pero a pesar de vivir en la misma ciudad que tú no te encontrabas. Hasta que un día mientras viajaba en el metro, percibí una presencia poderosa y me acerqué, para ver de que se trataba y eras tú. La princesa del bien, la que por tanto tiempo había buscado, podría haber intentado matarte ahí mismo, pero había muchas personas y quería asegurarme de que fueras realmente a quien buscaba. Así que te seguí, sin que tu te percataras y vi que vivías en esta Fundación, de verdad me decepcionaste, ya que pensaba que residías en un lugar más glamoroso, digno de una princesa como tu. No en un hogar repleto de huérfanos y chicos abandonados por sus padres. Sigilosamente seguí tus pasos todos los días vi en que Instituto estudiabas y como justo, me habían expulsado, decidí entrar a estudiar al mismo lugar que tú para estar cerca de ti.- dijo Sebastian. -¿Por qué apareciste en el Festival de la voz? ¿Acaso sabías que iba a estar ahí?- dijo Isidora. -Lo sabía. Tan solo fui para confundirte un poco, se que te provoco algo, así que fue divertido verte en ese estado.- dijo Sebastian. Isidora observó fijamente los ojos de Sebastian y le provocaron un dolor enorme por todo su cuerpo, el cual la debilitó bastante, pero Sebastian no se percató de esto. -Ahora dejemos de charlas. Terminemos con esto. ¡Estas muerta!.- dijo Sebastian. Y lanzó un gran destello de luz en contra de Isidora, la cual respondió con un débil destello de luz ya que se encontraba muy debilitada por el dolor que le causó mirar fijamente a los a Sebastian. Isidora volvió a caer al suelo, mientras la sangre que provenía de su nariz, se seguía expandiendo. El ataque de Sebastian fue bastante fuerte la dejó muy herida, pero no lo suficiente para perder la vida, Sebastian el cual se encontraba con parte de su cara y de sus brazos heridos, por el destello de luz que le lanzó Isidora se acercó a esta para volver a herirla. Pero en ese momento interrumpieron las chicas en la cocina la cuales por el ruido que provenía de esta fueron a ver que sucedía. -¡Es el exponente del mal!- gritó Isidora desde el suelo. Jazmín lanzó un destello de luz contra Sebastian pero ya era demasiado tarde, este había desaparecido. Isidora se levantó con mucho dolor del suelo, salió de la cocina y comenzó a subir la escalera, mientras que con su mano derecha se limpiaba la nariz ensangrentada, cuando iba en el cuarto peldaño de la escalera un grupo de invitados, se acercó a ver que sucedía. -¡El cumpleaños se da por terminado!.- gritó Isidora. Y comenzó a correr rápidamente por la escalera para que sus invitados, no la vieran en aquel estado tan deplorable. Llegó a su cuarto tomó un pañuelo blanco que había  sobre el velador, para limpiarse la sangre de la nariz, se sentó con violencia sobre la cama, mientras sentía un odio interno hacia ella misma. De repente entraron las chicas a la habitación muy preocupadas y se acercaron a Isidora para ver como se encontraba. -¿Qué ha sucedido?-dijo Jazmín. -¡Ya les dije en la cocina, Sebastián es el exponente del mal!- dijo Isidora. -¡No puede ser!- dijo Jazmín. -¡Pero es verdad!- dijo Isidora. -¿Cómo no me percaté?- dijo Jazmín. -Por este motivo mi familia me abandonó, para evitarse las molestias que yo les traería, al tener que enfrentarme con el exponente del mal. Ellos sabían que tarde o temprano, los pondría en peligro.-dijo Isidora. -¡No digas eso!- dijo Jazmín. -¿Y que es lo que acabo de hacer ahora? Colocar en peligro a todos los habitantes de esta Fundación. ¡Traje al exponente del mal a esta casa! De todas formas terminé causando problemas.- dijo Isidora. -También es culpa mía yo tampoco me percaté de que Sebastian pudiera ser el exponente del mal.- dijo Jazmín. -Por mi culpa ustedes se encuentran, acá en esta Fundación.- dijo Isidora. -No es cierto.- dijo Valentina. -Te equivocas. Cada una de ustedes pertenecía a una familia y como a mi me abandonaron ustedes fueron seleccionadas, para acompañarme y por eso sus familias se vieron obligadas a abandonarlas y a dejarlas en esta Fundación, donde me dejaron a mi.- dijo Isidora. -Tal vez estas en lo cierto. Pero nosotras te queremos y por lo menos yo no me arrepiento de estar aquí.- dijo Sofía. -¡Y el pago que yo les doy es invitando a mi cumpleaños al peor enemigo de todas nosotras!- dijo Isidora y puso la cabeza entre las rodillas. -No importa que te hayas equivocado, te queremos y lo más importante es que te encuentras bien.- dijo Tamara. -Mis poderes apenas le causaron rasguños.- dijo Isidora. -Da igual. Ahora es mejor que curemos las heridas que posees.- dijo Jazmín. -Recuerda que yo tengo poderes curativos.- dijo Tamara Tamara se acercó a Isidora la cual se encontraba muy débil, pero no por las heridas que le había causado Sebastian, sino por el intenso dolor que le habían los ojos de el. Tal dolor aún la mantenía tiritando, en su mente había una gran confusión de ideas, sobre todo por una parte de su corazón se encontraba sintiendo algo por Sebastian. De las manos de Tamara comenzaron a brotar unos pequeños destellos de luz amarilla los cuales fueron sanando la nariz herida de Isidora, y el resto de las heridas provocadas por Sebastian, en pocos minutos Isidora se encontraba recuperada de las heridas que había padecido, pero su cuerpo aún tiritaba. En la habitación irrumpió Diego muy preocupado por su novia se acercó a donde se encontraba, se arrodilló alredor de ella y le acarició suavemente el cabello. -¿Qué ha sucedido?- dijo Diego. Isidora no se atrevió a responder no le podía decir que el exponente del mal, había estado en la Fundación y que lo peor de todo es que este era Sebastián. -Sufrió una caída. Cuando iba a la cocina, resbaló y cayó  violentamente contra el mueble y para ella fue bastante doloroso.- dijo Jazmín. Isidora sonrió levemente a Jazmín en señal de agradecimiento por su ayuda y así no tener que decirle la verdad de lo que había ocurrido a Diego. -Pero ya estoy bien, como sabrás Tamara posee poderes curativos, así que me curó las heridas y me siento bien.- dijo Isidora para que Diego no se preocupara, aunque en realidad no se sentía del todo bien. -Tamara muchas gracias por haberla sanado.- dijo Diego -De nada.- respondió Tamara muy sonrojada. -Me debo ir.- dijo diego. -No hay problema. Ve con cuidado mientras conduces.- dijo Isidora. -Es una lástima que tu cumpleaños haya terminado así.- dijo Diego. -Descuida, los accidentes ocurren.- dijo Isidora. -Te quiero. ¡Adiós!.- dijo a Diego y besó a su novia. -Adiós.- dijo Isidora. Después que Diego salió de la habitación las chicas continuaron hablando sobre el tema del exponente del mal.. -¿Qué vamos a hacer mañana en el Instituto cuando nos encontremos con el?- dijo Jazmín. -La verdad es que mañana yo no desea asistir a clases, compréndeme Jazmín por favor. Necesito reponerme un poco, antes de verlo nuevamente.- dijo Isidora. -Te entiendo. Si la directora Martha pregunta por que no fuiste a clases, le digo que estas enferma y que necesitas descansar.- dijo Jazmín. -Y yo mañana voy a dejar al colegio a Joaquín, para que no te preocupes.- dijo Sofía. -Gracias.- dijo Isidora. -Ahora, es mejor que te acuestas y duermas.- dijo Jazmín. -Eso es lo que voy a hacer.- dijo Isidora. Se levantó de la cama se puso tras el biombo y se quitó el disfraz de Sirena, se puso una bata de color blanca y con flores estampadas. Y dejó en un rincón el disfraz de Sirena lo observó por unos minutos mientras, los ojos se le llenaban de lágrimas ya que lamentaba que su cumpleaños soñado hubiese terminado así. Fue hasta el tocador, se sentó en el suelo y desahogó toda su pena llorando, algunas lágrimas caían en la cerámica del tocador mientras que Isidora no podía dejar de pensar en Sebastian. Se levantó del suelo con el rostro cubierto de lágrimas y se dio un baño el cual la relajó pero aún se sentía muy debilitada. Antes de regresar al cuarto se secó las lágrimas, para que las chicas no se preocuparan por ella. Entró a la habitación se ubicó tras el biombo se quitó la bata y se puso la camisa de dormir le dio las buenas noches a las chicas y se acostó en su cama. Tuvo un sueño perturbador en casa momento se le atravesaba la imagen de Sebastian diciéndole que el era el exponente del mal y riéndose fríamente, mientras ella se encontraba muy herida en el suelo. Aquel sueño o mejor dicho pesadilla se repitió en su mente durante toda la noche, sin embargo Isidora no profirió  ningún grito durante toda la noche, como para que las chicas se preocuparan por ellas. Despertó abriendo suavemente los ojos, se sentó sobre la cama vio que en el cuarto solo se encontraba Jazmín, la que en ese momento estaba sentada sobre su cama leyendo una revista, de repente giró su cabeza y vio que Isidora se encontraba despierta, sonrió ante esto y se acercó a ella. -¡Tu desayuno hace horas que te está esperando!-dijo Jazmín extendiendo una bandeja con alimentos a Isidora. -¡Gracias!- dijo Isidora. -¿Cómo has dormido?- preguntó Jazmín. -Bien.- mintió Isidora. -Las chicas ya se han marchado al colegio, Sofía fue a dejar al colegio a Joaquín como lo prometió y yo me quedé para hacerte compañía.- dijo Jazmín. -No era necesario que te quedaras. Aunque de todas formas gracias.- dijo Isidora -Si es necesario. ¿Cómo te sientes?-dijo Jazmín. Isidora aún se sentía muy debilitada no podía creer que el hecho de mirar a Sebastian a los ojos le hubiese afectado tanto. También debía admitir que su estado de debilidad se debía a lo mucho que le afectó la noticia de que Sebastian el chico el cual le estaba provocando nuevos sentimientos, fuese el exponente del mal, pero como no deseaba preocupar a Jazmín prefirió mentir. -Me siento bien.- dijo Isidora. -¿Qué quieres hacer hoy?-dijo Jazmín. En ese momento Isidora deseaba de gran manera poder ver a Diego, para recuperar sus energías ya que le agradaba cuando este le abrazaba y la acurrucaba entre fuertemente entre sus brazos, esto la hacía sentirse protegida. -Diego hoy no tiene clases en la Universidad. Así que voy a ir a verlo.- dijo Isidora. -¿Quieres que te acompañe? – dijo Jazmín. - No es necesario simplemente me apareceré afuera donde vive Diego. La verdad es que no tengo deseos de andar en metro ni autobús.- dijo Isidora. -De acuerdo.- dijo Jazmín. Al terminar de servirse el desayuno Isidora se levanto de la cama, le entregó la bandeja, fue hasta el tocador para lavarse los dientes y darse un baño. Regresó al cuarto se vistió, buscó su bolso y puso unas cuantas cosas y luego lo ubicó en su brazo derecho, estaba lista para aparecerse afuera de la casa Diego cuando le habló Jazmín. -¿De verdad no quieres que te acompañes? ¡Estas pálida! –dijo Jazmín. -No Jazmín, no es necesario.-dijo Isidora antes de que Jazmín pudiera pronunciar otra palabra. Su novio Diego vivía en la comuna de Providencia así que se apareció en aquella comuna, afuera de la casa de Diego. Avanzó unos pasos se acercó al timbre y lo presionó solo una vez, inmediatamente apareció Diego, se alegró y sorprendió al ver a su novia, mientas Constanza se encontraba tras el. ¡Isidora! ¿Qué haces acá? ¿Por qué no me avisaste que venías? Podría haber salido y no me hubieses encontrado. ¿Hay algún problema?-dijo Diego. -Es necesario que haya algún problema, para que una chica quiera ver a su novio.- dijo Isidora tiritando. -¡Estas muy pálida y además estas tiritando! ¿Qué te sucede?-dijo Diego Isidora no respondió las interrogantes, simplemente se arrojó a los brazos de Diego, mientras una gran cantidad de lágrimas rodaban por sus mejillas. -Me imagino que si le servimos chocolate caliente, bombones y algunos caramelos, tal vez se sienta mejor.- dijo Constanza. Entre lágrimas Isidora sonrió suavemente al escuchar lo que había pronunciado Constanza. Diego la abrazó con más fuerza y comenzaron a caminar, entraron a la casa y Diego recostó a Isidora sobre un sillón blanco de la sala de estar, mientras que con un pañuelo le secaba las lágrimas. Constanza a apareció con una bandeja, le sirvió una taza con chocolate caliente y dejó una caja de bombones y otra con caramelos alredor de Isidora y Diego. Al beber el primer sorbo del chocolate caliente, Isidora sintió un calor gratificante  por todo su cuerpo, aunque tal vez se debía a que Diego estaba a su lado abrazándola fuertemente. Constanza apareció con varias películas en DVD sobres sus manos y se las extendió a Diego. ¡Estas son las películas que arrendamos! Hay que devolverlas en dos días más, pienso que podrían ver una para divertirse un poco. A mi me encantaría acompañarlos pero debe hacer una tarea, así que los dejo.- dijo Constanza y subió a su habitación. -¿Quieres ver una película?- dijo Diego. -Si.- respondió Isidora en un susurro. Diego le enseñó todas las películas a la chica para que esta escogiera cual ver, e Isidora al azar eligió una, ya que en realidad, no le importaba mucho cual ver. Por unos minutos Diego se apartó de Isidora, para encender la televisión y colocar la película en el reproductor de DVD, después regresó al lado de su novia, mientras esta desenvolvía un bombón con forma circular y se lo colocaba en la boca, al mascarlo sintió el sabor de relleno de frutilla que traía el bombón y sonrió antes esto, ya que le encantaba aquel relleno. Diego se alegró al verla sonreír y la acurrucó contra sus piernas, mientras le acariciaba suavemente el cabello. Isidora se sintió muy bien en aquel  momento. Mientras apoyaba su cabeza en las piernas de Diego, es verdad que no lo amaba, pero el le daba el amor que nunca había tenido, por el hecho de que su familia la había abandonado. Isidora acarició las manos de Diego, mientras le daba unas cuantas miradas a la película. De repente la puerta de la casa se abrió y entró la señora Maite Hermosilla, la cual era la madre de Diego y Constanza, ella adoraba a Isidora y se puso muy feliz de verla ahí. -¡Que alegría verte Isidora!- dijo la señora Maite. -Señora Maite también es un placer para mi poder verla.- dijo Isidora adoptando una posición mas adecuada. -Mi marido en estos momentos se encuentra en un viaje de negocios, así que por eso no se encuentra acá en estos momentos, si es que en tu mente, estas pensando en Rodolfo. ¿Y ustedes que hacen?- dijo la señora Maite. -Vemos una película y también bebemos chocolate caliente y al mismo momento saboreamos bombones y algunos caramelos.- dijo Diego. -Muy divertido. Ahora debo ir a mi escritorio a trabajar así que me retiro.- dijo la señora Maite retirándose camino a su escritorio. A los pocos minutos Constanza se reunió con ellos, la película que se encontraban viendo ya había terminado, así que Diego abrió otra película y la puso en el reproductor de DVD. Estuvieron el resto del día viendo películas y saboreando chocolate caliente, bombones y caramelos, las horas habían transcurrido rápidamente por lo menos para Isidora. Ya era bastante tarde y Diego se acercó a ella para decirle que debía marcharse, sin embargo ella al no desear irse lo abrasó fuertemente y le susurró al oído no me quiero ir. Ante esto Diego no puso objeción, le acaricio el rostro y le dijo que llamaría por teléfono a la Fundación para avisar que se quedaría en la casa de el. La secretaria Paula atendió el teléfono y Diego le comunico que Isidora se encontraba bien y que se iba a quedar a dormir en la casa de el y que esto se lo comunicara a las amigas de Isidora, para que estas no se preocuparan por ella, la secretaria Paula le dijo a Diego que ella le avisaba a las chicas donde se encontraba Isidora y que no había inconveniente, en que ella se quedara a dormir en la casa de el. Cuando colgó el teléfono Diego se acercó inmediatamente, hacia donde se encontraba Isidora, le dio un suave beso en la mejilla y le dijo que ya había comunicado a la Fundación que se iba a quedar a dormir en la casa. Como gesto de agradecimiento Isidora lo abrasó fuertemente y Diego la elevó en el aire, sujetándola firmemente contra sus brazos y comenzaron a subir la escalera. Llegaron hasta el cuarto de Constanza que era donde iba a dormir Isidora, en el cuarto de la hermana de Diego había dos camas, con un cubrecama de color rosado, la que se ubicaba en el sector derecho de la habitación pertenecía a Constanza, así que Diego dejó sobre la cama que había en el sector izquierdo a Isidora, le dio un beso en la frente deseándola buenas noches y se retiró de la habitación. Constanza de su armario sacó una camisa de dormir y se la extendió a Isidora, la cual le agradeció que le prestara ropa de dormir. En el cuarto de Constanza había un biombo de color verde donde Isidora, se cambio de ropa. Después de lavarse los dientes y desearle buenas noches a Constanza se acostó para dormir y afortunadamente tuvo un sueño muy tranquilo. Al día siguiente despertó con mucha energía ya no se sentía débil, fue al tocador para darse un baño y Constanza le prestó de su ropa, para que se vistiera. Junto con ella bajó a desayunar, cuando iba en el último peldaño de la escalera vio que la señora Maite se encontraba yéndose para ir a trabajar, así que fue hasta donde se encontraba para despedirse de ella. Desayunó animadamente junto a Constanza y a Diego, después su novio debía marcharse a la Universidad, pero no antes de ir a dejar en su automóvil a su novia a la Fundación donde vivía.  Como siempre Diego abrió la puerta del automóvil, para que su novia subiera avanzaron rápidamente por las avenidas y llegaron hasta donde vivía Isidora. -Gracias por soportarme.- dijo Isidora. -¿Soportarte? Eres mi novia te amo. Es un placer esta contigo.- dijo Diego. -Gracias.- dijo Isidora besó a Diego en los labios y se bajó del automóvil. En la acera la princesa esperó que su novio se marchara antes de comenzar abrir el portón de la Fundación, se encontraba por abrirlo, cuando sintió que al frente de ella apareció una presencia que ya conocía. -¿Supongo que te divertiste, todas estas horas que estuviste con tu novio? ¡Que romántico! ¡Hasta te quedaste a dormir en la casa de el!-dijo Sebastian. -¿Qué haces tú acá?-dijo Isidora evitando mirar a los ojos a Sebastian. -Tan solo quería, saber como habías llegado, después de haber tenido varias románticas con tu novio.- dijo Sebastian. -¡Eso a ti no te importa!-dijo Isidora. De repente Sebastian sujetó por la muñeca la mano derecha de Isidora, mientras esta esquivaba la mirada de el. El rostro de Sebastian señalaba rabia y a la vez también impotencia y cada vez sujetaba con más fuerza la mano de Isidora. -¡Tú eres mía!- gritó Sebastian. La sorpresa de Isidora al oír estas palabras, fue tan enorme, que no pude evitar emitir un pequeño grito. Sebastian soltó la mano de Isidora y le dio la espalda, no pudiendo creer lo que había dicho. Isidora aprovechó de que el chico le había soltado la mano, para abrir el portón y entrar corriendo a la Fundación. Al entrar se encontró con la secretaria Paula y la saludó, subió corriendo la escalera, mientras que en su mente tenía firmemente grabadas, las palabras que había pronunciado Sebastián. Su habitación se encontraba vacía, seguramente las chicas se encontraban en el colegio, es una lástima que no se hayan quedado para recibirla.  Se asomó por el balcón para mirar la calle y ver si aún estaba Sebastian en la acera, pero este ya había desaparecido.
                    El cumpleaños de Isidora. Quinto capítulo.   Tres días habían transcurrido desde el incidente del zumo envenenado. Y esto había hecho que en la mente de Isidora surgieran las dudas sobre el exponente del mal, las cual ella había descartado por tanto tiempo. Desde sus primeros días de vida siempre supo que era la princesa del bien, pero que aparte de otra existía otra fuerza tan poderosa como la de ella se refería al mal. Siempre supo que existían en la Tierra diferentes exponentes y representantes del mal y que uno de ellos era el más poderoso al que todos seguían, este podría ser hombre o mujer. Pero durante sus dieciséis años de vida nunca ella ni las chicas habían sufrido algún ataque o algo que les hiciera pensar que el exponente del mal existía. Obviamente la labor de Isidora era lograr que el bien reinara en la Tierra y si llegaba encontrar al exponente del mal evidentemente debía eliminarlo, pero esto nunca había sucedido por lo tanto pensaba que este tal vez no existía y que era un simple mito. Aunque Jazmín no creía lo mismo ella siempre estaba pendiente de que  cualquier día el exponente del mal se dignara a aparecer y por este motivo siempre acompañaba a Isidora, detestaba tener que dejarla sola  Y después del episodio del zumo envenado sus cuidados con ella habían aumentando. Jazmín les había comunicado a las chicas que Isidora había recibido un zumo envenenado, por lo tanto alguien deseaba verla sin vida, así que debían tener mucho cuidado con toda la comida que recibiera Isidora, la cual encontró innecesario que Jazmín les dijera a las chicas lo del zumo envenenado, ya que con eso solo las alarmaba y ella no encontraba que fuera para tanto. No obstante Isidora no se podía dejar de preguntar como había llegado esa de zumo envenenado a su bolso, se encontraba completamente segura, de que antes de llegara a la Academia de Danza, no lo portaba en su bolso, pero tampoco podía creer que uno de sus compañeros de danza, lo hubiese puesto en su bolso. Dudaba que alguno de ellos, las quisiera ver muerta si se llevaba excelente con cada uno de ellos, jamás había entablado una discusión con alguno de ellos ni nada semejante y le parecía prácticamente imposible que uno de ellos fuera el exponente del mal ni mucho menos que fuera Matías. En aquel momento se encontraban desayunando en la cocina, era la mañana del día sábado y Silvia había preparado panqueques con dulce de leche como desayuno. Mientras los comían Jazmín observaba detenidamente cada uno de ellos, para asegurarse de que no contuvieron veneno y esto a Isidora le parecía excesivo, ella ya había olvidado el incidente del zumo envenenado, pero Jazmín y las chicas no lo había hecho. Cuando terminaron de desayunar se levantaron de la mesa e Isidora en un palto puso cinco panqueques, para llevárselos a Joaquín a su cuarto. Al entrar a la habitación de el vio que se encontraba durmiendo, se acercó hacia donde se encontraba le acarició suavemente la cabeza y dejó el plato con panqueques al lado de su cama para que cuando despertara los comiera. Una hora después Isidora junto a Jazmín decidieron salir a correr por la comuna donde vivían, las dos deseaban hacer un poco de ejercicio. Fueron hasta a la habitación cada una se puso su respectivo buzo el de Isidora era de color verde y el de Jazmín era de color celeste Invitaron a las demás para que fuera a correr con ellas, pero ninguna de ellas deseaba en aquel momento realizar ejercicio. Salieron de la Fundación y comenzaron a correr por las aceras de la comuna de Ñuñoa. Mientras corrían veían pasar a los autobuses, a los taxis ya las personas que dejaban atrás mientras corrían se detuvieron en una esquina para descansar unos minutos y poder respirar. -¿Has pensado lo del exponente del mal?- dijo Jazmín. -Jazmín ya sabes que pienso que ese tal exponente no existe.- dijo Isidora. -¿Y lo del zumo envenenado?- dijo Jazmín.  -Tal vez fue un trágico error.- dijo Isidora. -¡Isidora ese zumo estaba repleto de cicuta! Además no te parece muy extraño que ese zumo, haya caído justo en tus manos. ¡Tu que eres la princesa del bien! Desde que tengo conocimiento siempre he sabido que nuestra misión es protegerte ya que siempre vas a estar en peligro, aunque tú no te des cuenta. El exponente del si existe y debemos encontrarlo, antes de que sea demasiado tarde.- dijo Jazmín. Isidora prefirió no decir nada antes y simplemente seguir corriendo con Jazmín las cuadras que les faltaban antes  de dar la vuelta y regresar camino a la Fundación, auque de su cabeza no podía sacar la idea del exponente del mal. Al llegar a la Fundación fueron hasta el tocador para darse un baño, regresaron a la habitación para vestirse. Jazmín fue la primera en vestirse tras el biombo seguida por Isidora, la cual apenas estuvo vestida prefirió salir del cuarto y no estar a solas con Jazmín ya que seguramente, ella comenzaría a decirle sus diferentes tesis, sobre el exponente del mal y de verdad que no deseba oírlas.  Salio del cuarto pensó en un momento en ir a ver a Joaquín o en llamar por teléfono a su novio Diego para platicar una rato con el, peor prefirió ir a la biblioteca y buscar algún libro que antes nunca hubiera leído para distraerse un rato. Entró a la biblioteca la cual era bastante amplia y de color café, en ella habían varios estantes con millones de libros desde los cuento más infantiles hasta la historias más adultas. En la mitad de la biblioteca había una larga mesa donde se sentaban para leer los libros, en ese momento se encontraba solo una chica leyendo  un libro la cual se llamaba Regina y tenía trece años, Isidora con un gesto de su mano saludó a la chica, la cual levantó su mirada del libro al ver que había otra persona en la biblioteca. Isidora comenzó a caminar por la biblioteca observando los libros de los estantes sin mucha curiosidad, hasta que se detuvo frente a un estante y vio un libro que antes nunca había leído, estiró su brazo derecho, lo sujeto entre sus finos dedos y se sentó a la mesa para leerlo. Se encontraba muy entretenida leyendo las páginas del libro cuando Regina se levantó de su asiento y le dirigió la palabra a Isidora. -La próxima semana estamos a 20 de Junio y si no me equivocó es el día de tu cumpleaños.- dijo Regina Y era cierto la próxima semana era el día de su cumpleaños Isidora había olvidado completamente que en pocos días cumplía diecisiete años. -¿Y quisiera saber si vas a realizar algún tipo de fiesta o evento por tu cumpleaños?- dijo Regina. -A decir verdad, he olvidado por completo que la próxima semana me encuentro de cumpleaños. Así que no se si voy a realizar una fiesta de cumpleaños o algo parecido, pero si realizo algún tipo de celebración, obviamente al igual que años se encuentran invitados todos ustedes, eso no lo dudes nunca Regina.- dijo Isidora. -De acuerdo. Ahora debo irme.- dijo Regina. -Nos vemos.- dijo Isidora y continúo leyendo. Había trascurrido dos horas desde que había comenzado a leer aquel libro, cuando por fin lo terminó cuando cerró la tapa del libro sus ojos se dirigieron hacia el reloj que había colgado en una de las paredes de la biblioteca, no podía creer que había dos horas leyendo sin parar un libro. Se levantó de la silla, puso el libro exactamente en el lugar donde se encontraba y salió de la biblioteca, mientras caminaba por el pasillo se encontró con la directora Martha. -¡Isidora! ¿Cómo te encuentras?- dijo la directora Martha. -Bien y usted.- dijo Isidora. -Un poco cansada pero bien de todas formas. Estaba observando el calendario, que hay en mi oficina y me pude percatar que la otra semana te encuentras de cumpleaños. Y me imagino que deseas realizar una fiesta para festejar tus diecisiete años.- dijo la directora Martha. -¡Por supuesto! Y debo agradecerle a usted que cada vez que uno de nosotros se encuentra de cumpleaños, usted nos permita realizar una celebración.- dijo Isidora. -¿Y quieres hacer una fiesta diferente o algo normal?- dijo la directora Martha. -Siempre he tenido el sueño que la fiesta de alguno de mis cumpleaños sea de disfraces.- dijo Isidora. -No hay problema. Pero en realidad comprar o arrendar disfraces a veces es un poco caro, para nosotros por lo menos.- dijo la directora Martha. -No se preocupe por eso. Las chicas y yo poseemos una gran cantidad de materiales para realizar disfraces originales para todos los chicos y chicas de la Fundación.- dijo Isidora. -Si es así no hay problema y como años anteriores si gustas puedes invitar a amigos tuyos que no pertenezcan a la Fundación.- dijo la directora Martha. -Muchas gracias.- dijo Isidora. -Como sabes nosotros nos encargamos de todo lo demás, para que tengas una linda celebración.- dijo la directora Martha. Ante una noticia como esta Isidora se puso muy feliz y fue corriendo hasta su cuarto, para contarles la noticia a las chicas pero estas no se encontraban en la habitación esta estaba vacía. Era la hora del almuerzo así que supuso que debían encontrarse en la cocina. Bajó al primer piso llegó hasta la cocina y exactamente era el lugar donde se encontraban las chicas, Silvia había preparado lasaña como almuerzo y las chicas estaban fascinadas con este alimento, Isidora se acercó a ellas y comenzó a hablarles. -Supongo que recuerdan que la próxima semana es mi cumpleaños.- dijo Isidora. -Por supuesto que lo recordamos, el 20 de Junio es tu cumpleaños, es imposible que lo olvidemos.- dijo Valentina. -Ya que es muy importante para nosotras.- dijo Tamara. -¿Y que sucede con eso?- dijo Jazmín. -Acabo de hablar con la directora Martha y me dijo que como todos los años podía realizar una fiesta por mi cumpleaños. Y lo mejor que es de disfraces.- dijo Isidora. En ese momento entraron Cristóbal y Verena a la cocina y los dos sonrieron al escuchar la noticia. -¿Fiesta de disfraces?- dijo Cristóbal. -Si, la próxima semana por mi cumpleaños.- dijo Isidora. -¡Me encantan los disfraces!- dijo Verena. -Y le dije a la directora que nosotras, tenemos muchos materiales para realizar disfraces originales para todos los chicos y chicas de la Fundación.- dijo Isidora. -Es verdad, estamos repletas de materiales para poder realizar distintos disfraces.- dijo Sofía. -Me parece estupenda la idea de realizar una fiesta de disfraces.- dijo Jazmín. A Isidora le hubiese encantado cenar, pero debía asistir a la Academia de Danza para ensayar con Matías para una presentación de baile que tendrían en una semanas, así que simplemente se sirvió un plato con frutas. Cristóbal no tenía mucho apetito, así que se sirvió un pequeño trozo de lasaña y salió al mismo tiempo de la cocina que Isidora. -¿Aún no has tenido ningún avance con Jazmín?- dijo Isidora. -Todavía no. Pero tengo pensado en tu cumpleaños hablar con ella e invitarla a salir.- dijo Cristóbal. -Le gustas.- dijo Isidora. -¿Te lo ha dicho?- dijo Cristóbal emocionado. -No. Pero lo presiento. Solo confía en ti. Aunque Verena va a estar muy celosa.- dijo Isidora. -¿Y por qué?- dijo Cristóbal. -Acaso no te has percatado de que les gustas en su mirada se refleja de gran forma, cuando se encuentra contigo.- dijo Isidora. -Es solo una amiga.- dijo Cristóbal. -Pero para ellas no eres solo un amigo.- dijo Isidora y subió la escalera para dirigirse a su habitación mientras dejaba a Cristóbal muy pensativo y hasta preocupado. En su cuarto se puso tras el biombo y se cambió de ropa para asistir a la academia. Llegó rápidamente donde deseaba, en el Metro habían pocas personas. Al subir al segundo piso y al entrar a la sala correspondiente vio que Matías se encontraba solo practicando el baile de salsa y probaba distintas canciones. La música se encontraba muy fuerte e inundaba toda la habitación, Matías al ver a Isidora sonrió ampliamente, se acercó a la radio, le bajó el volumen fue a saludarla e inmediatamente Isidora dejó su bolso en el suelo, y se puso en la posición que correspondía para comenzar a practicar el baile. Durante la última clase de Danza la profesora Josefina había explicado los pasos, más difíciles de la salsa y les enseñó placidamente como se hacia cada uno de los pasos y también les anunció que en algunas semanas, tendrían presentación de Danza en el Teatro Municipal de Santiago y para esto debía desarrollar una coreografía en parejas, donde cada pareja debía elegir que pasos y que canción utilizar, además iban a presentar  una coreografía grupal, la cual la profesora les estaba enseñando. Isidora y Matías comenzaron a realizar los diferentes pasos, mientras que en el espejo observaban como resultaban estos, hasta el momento todo iba bastante bien. Las vueltas les resultaban un tanto complicadas, pero con un gran esfuerzo por parte de ellos, hacían que estas resultaran a la perfección. Llegó el momento en que debían escoger la canción, con la cual iba a realizar la coreografía, probaron muchas canciones pero ninguna les agradaba hasta lo suficiente, hasta que llegaron a la canción número veinte del CD de música, esa canción de salsa era perfecta, esta era muy alegre y era lo que ellos deseaban proyectar en su coreografía. Ahora comenzaron a realizar la coreografía, mientras la canción retumbaba por toda la habitación y al mismo tiempo practicaban los movimientos de cadera. Estuvieron muchas horas ensayando, el cansancio no los superaba ya que el deseo de que su coreografía  fuera sorprendente era mucho más fuerte. Ensayaron el baile por última y salió perfecto no se les olvidaba ningún paso y cada uno de ellos salía con la precisión exacta que debía tener el baile. Cuando terminaron de ensayar se sentaron por cinco minutos, en el suelo para descansar y después compartieron una botella con agua. Salieron juntos de la academia y cuando se encontraban en la puerta de esta se despidieron. Isidora se dirigió a coger el metro, mientras se secaba el sudor de la cara, afortunadamente no había tantas personas en el metro, así que pudo sentarse y no tener que ir todo el camino de pie como otras veces, ya que se encontraba muy cansada por todas las veces que había practicado el baile. Llegó a la fundación abrió la puerta y subió rápidamente la escalera, fue hasta donde se encontraba el tocador. Al llegar a el vio que este estaba ocupado, así que se sentó en el suelo a unos metros de la puerta del tocador, para esperar que este estuviera desocupado. Cinco minutos después la puerta del tocador se abrió y salió Verena de el, Isidora se levantó rápidamente de el suelo y entró al tocador para darse un refrescante baño de burbujas. Tiempo después salió del tocador fue hasta su habitación para vestirse, entró al cuarto y saludó a las chicas las cuales se encontraban escuchando música. Isidora se ubicó tras el biombo para vestirse, se arregló el cabello y como se encontraba hambrienta bajó hasta la cocina. Aún faltaba para la hora de cenar por lo tanto estaba dispuesta a servirse lo que hubiera para comer. Sin embargo Silvia prefirió servirle la cena anticipadamente a Isidora, la cena de aquel día eran niños envueltos, a Isidora le encantaban los niños envueltos, los encontraba deliciosos. Comenzó a servirse los niños envueltos mientras le relataba a Silvia, la presentación que tendría en algunas semanas más en el Teatro Municipal y que ella se encontraba cordialmente invitada para asistir a ver la presentación. Por supuesto que Silvia iba a asistir cada vez que Isidora tenía presentación iba a verla ya que era fascinante verla bailar, sobre todo por el amor que Isidora le colocaba a la danza. Al terminar de cena Isidora se levantó de la mesa y le entregó el plato y el servicio a Silvia para que lo lavara y después subió a su habitación. Mientras abría la puerta del cuarto vio que las chicas se encontraban esparciendo en el suelo grandes cajas con materiales. -¡Estos son los materiales que tenemos para confeccionar los disfraces!- dijo Jazmín. Mientras Isidora observaba en el suelo trozos de género, papeles de colores y de dulces, cartulina, pequeños tarros con pintura entre otras cosas las cuales podría ser muy útiles para confeccionar los disfraces. -¡Genial! Hay materiales suficientes para confeccionar disfraces para todos los chicos y chicas de la fundación.- dijo Isidora. -¿Qué disfraz deseas tu? Eres la festejada por lo tanto debes ser la primera en decidir que disfraz quieres usar y no puede haber uno más bello que el tuyo.- dijo Sofía. -Siempre he querido usar un disfraz de Sirena.- dijo Isidora sonriendo. -Y un disfraz de Sirena tendrás si es lo que deseas.- dijo Tamara. -Nosotras lo confeccionaremos, para ti y va a quedar hermoso.- dijo Sofía. -Pero yo también quiero ayudar.- dijo Isidora. -No es necesario, pero si quieres no hay ningún problema.- dijo Jazmín. -¿Ahora ustedes deben decidir que disfraz desean usar?- dijo Isidora. -Yo siempre he querido disfrazarme de ángel.- dijo Tamara. -Y yo de hada madrina.- dijo Valentina. -A mi me gustaría un disfraz de princesa.- dijo Sofía. -Y yo un disfraz de bailarina de Charleston.- dijo Jazmín. Tamara la cual dibujaba precioso comenzó a dibujar en una hoja de cuaderno como debería ser el disfraz de Sirena para Isidora. Cuando lo tuvo listo se lo enseñó a Isidora y a ella le encantó comenzaron a recoger del suelo los materiales que necesitaban para confeccionar el disfraz de Isidora. Con una huincha le tomaron las medidas a Isidora y comenzaron a cortar y a coser el disfraz para su princesa. Las chicas se encontraban hambrientas así que Isidora les dijo que podían bajar a cenar, las chicas dejaron de cortar y coser, para salir de la habitación e ir a cenar, Isidora fue hasta el balcón para tomar un poco de aire y continuo trabajando en su disfraz el cual ya comenzaba a tomar forma y se veía bastante bien. Las chicas regresaron a la habitación y continuaron trabajando en el disfraz de Isidora y también comenzaron a avanzar en los disfraces de ellas, estuvieron trabajando hasta las doce de la noche que fue cuando se sintieron repentinamente cansadas y decidieron acostarse para continuar trabajando en los disfraces durante la mañana del día siguiente. Durante la mañana del día domingo después de haber desayunado, pasaron por los cuartos preguntando a cada uno de los chicos y chicas de la Fundación que disfraz deseaban usar en la fiesta de cumpleaños de Isidora en una libreta fueron anotando los disfraces que debían confeccionar con el nombre del dueño de cada disfraz y también aprovecharon de tomarles las medidas. Regresaron a la habitación para continuar trabajando en los disfraces el de Isidora se encontraba completamente terminados era de color verde claro, con una larga y hermosa cola se Sirena, Isidora se encontraba muy feliz con su disfraz y ayudaba a las chicas con los otros disfraces que debían confeccionar. Después de la hora de almuerzo tocaron el timbre de la Fundación Silvia fue a atender la puerta y era la señora Marina y el señor Pedro el matrimonio que deseaba adoptar a Joaquín. En sus brazos la señora Marina llevaba un gran paquete el cual era un queque de chocolate que ella había preparado, para todos los chicos y chicas de la Fundación el cual se lo entregó a Silvia, Isidora que justo en ese momento iba bajando la escalera al ver al matrimonio Uribe Gutiérrez junto a Silvia se acercó a donde ellos se encontraban. -Señor Pedro y Señora Marina ¿Qué hacen hoy aquí? Me refiero a que los fines de semana nuestra asistente social la señorita Ana no trabaja y me imagino, que se encuentran interesados en hablar con ella.- dijo Isidora. -No te preocupes nosotros sabemos que hoy día no trabaja. Pero deseamos poder ver a Joaquín y hablar con el.- dijo la señora Marina -A decir verdad dudo que a la señorita Ana el agrade que ustedes conversen con Joaquín sin su autorización y sobre todo si le van a dar la noticia de que ustedes desean adoptarlo.- dijo Isidora. -En realidad no queremos decirle que deseamos adoptarlo, tan solo queremos conversar con el como amigos, para ver que le parecemos.- dijo el señor Pedro. -Tan solo un rato, por favor Isidora.- dijo la señora Marina. -Y puedes estar tu presente.- dijo el señor Pedro. -De acuerdo iré a traer a Joaquín.- dijo Isidora. La señora Marina y el señor Pedro se sentaron sobre un sillón esperando que Isidora fuera a buscar a Joaquín. Después que Isidora subió la escalera, Silvia se dirigió a la cocina para quitar el papel de envolver que contenía el queque de chocolate y comenzó a rebanarlo para que los chicos y chicas de la Fundación se sirvieran los trozos de queque cuando quisieran. Al mismo tiempo Silvia preparó dos tazas con té, las puso sobre una bandeja y caminó con ellas hasta donde se encontraban el señor Pedro y la señora Marina y se las sirvió. Isidora entró suavemente al cuarto de Joaquín este se encontraba jugando con unos amigos y al ver a Isidora se acercó a ella. -¡Hola pequeño! ¿Cómo estás?- dijo Isidora. -Jugando con unos amigos.- dijo Joaquín. -Quiero que vengas conmigo, para presentarte a unos amigos.- dijo Isidora. -¿Son de mi edad?- dijo Joaquín. -No. Son mayores que nosotros, así que ven conmigo.- dijo Isidora. Joaquín sujetó la mano de Isidora, salieron de la habitación caminaron por el pasillo, bajaron la escalera y se acercaron hasta donde se encontraba el matrimonio Uribe Gutiérrez, los cuales dejaron de beber té, se emocionaron al ver a Joaquín y se acercaron a saludar al pequeño. -¡Hola! ¿Cómo estás?- dijo la señora Marina. -Bien. Estaba jugando con unos amigos.- dijo Joaquín -¿Y a qué jugaban?- dijo el señor Pedro. -Con nuestros autos de juguetes.- dijo Joaquín. El matrimonio sonrió ampliamente y continuaron conversando con Joaquín, sobre sus diferentes gustos, sus amigos y su relación con Isidora. Tras una hora de conversación el matrimonio decidió irse y se despidieron amablemente de Joaquín. Isidora los acompañó al matrimonio hasta la puerta de la Fundación. -¡Fue un placer hablar con Joaquín!- dijo la señora Marina. -¡Es un niño adorable!- dijo Isidora. -Así que volveremos pronto para verlo nuevamente.- dijo el señor Pedro. Isidora cerró la puerta después que el matrimonio se fue y fue a dejar a Joaquín hasta su cuarto. -¿Qué te parecieron los amigos que te presenté?-dijo Isidora. -¡Muy simpáticos! ¡Quisiera volver a verlos!-dijo Joaquín. -¿En serio?- dijo Isidora. -¡Si!-dijo alegremente Joaquín. -¡Entonces los volverás a ver!- dijo Isidora. Después de haber dejado a Joaquín en su habitación, Isidora regresó a su cuarto para continuar confeccionando los disfraces y estuvo trabajando, toda la tarde en el disfraz de de superhéroe de Joaquín. Al día siguiente se despertaron con un día nublado, se vistieron, Isidora despertó a Joaquín como de costumbre y junto a las chicas tomaron desayuno. Se despidieron de Silvia, Isidora junto a  Jazmín, se fueron juntas como siempre, pasaron a dejar a Joaquín al colegio como siempre y llegaron hasta el Instituto, donde estudiaban, entraron a la sala, se sentaron en su puesto y minutos después, se les unió Sebastián. Comenzaron a conversar como de costumbre, hasta que llegó el profesor para realizar. La hora se pasó bastante rápido ya que la clase de literatura fue bastante dinámica, sonó el timbre anunciando el recreo e Isidora, Jazmín y Sebastián salieron de la sala de clases y comenzaron a caminar por el pasillo. -Sebastián en unos días va a ser mi cumpleaños y me gustaría saber si quisieras asistir. Es una fiesta de disfraces así que vas deber ir disfrazado.- dijo Isidora. -¡Claro que voy! ¿Qué día es tu cumpleaños?- dijo Sebastián. -El 20 de Junio.- dijo Isidora. -Falta muy poco.- dijo Sebastian. -Comienza a las nueve de la noche. Y si quieres puedes asistir con tu hermano Aaron.- dijo Isidora. -De acuerdo. Los dos iremos.- dijo Sebastian. Finalizó el recreo y volvieron a clases cuando finalizó la última clase de la mañana salieron del Instituto e Isidora vio que su novio Diego se encontraba esperándola con una gran sonrisa y una larga y hermosa rosa roja. Isidora se acercó a su novio, lo besó en los labios y este le respondió de gran forma aquel beso, mientras Sebastian los observaba y aparentemente se marchaba disgustado. Diego le entregó la rosa a su novia, la cual la sostuvo entre sus manos y la olió apaciblemente. -Te extrañaba mucho.- dijo Diego. -Yo también.- dijo Isidora. -Pronto vas a estar de cumpleaños. No pienses que se me ha olvidado.- dijo Diego. -Como no te he visto en estos días, se me había olvidado decirte que voy este voy a realizar una fiesta de disfraces por mi cumpleaños. Es que he estado tan ocupada, confeccionado los disfraces para los chicos y chicas de la Fundación, que me había olvidado llamarte, lo siento.-dijo Isidora. -¿Así que voy a tener que ir disfrazado?- dijo Diego. -Si es que no te molesta. Y si es que deseas ir. Comienza a las nueve de la noche- dijo Isidora. -Por supuesto que voy al cumpleaños de mi novia.- dijo Diego. -Y que no se te olvide llevar a tu hermana Constanza.- dijo  Isidora. -La voy a llevar obviamente.- dijo Diego. Caminaron con Diego hasta donde debían coger el metro, el chico se excusó diciendo que debía ir a la Universidad, así que no las iba a poder acompañar hasta la Fundación, las chicas se despidieron y se subieron al metro. Isidora llegó alegremente a la Fundación pero antes de ir a almorzar, subió hasta a su habitación, a dejar sobre su cama la rosa que le había obsequiado su novio. Llegó el día del cumpleaños de Isidora, justo ese día no tenía clases en el Instituto así que tenía todo el día libre para preparar la celebración. Lo primero que hizo Isidora con ayuda de Jazmín, fue entregarle a cada uno de los chicos y chicas el disfraz que les había confeccionando. Isidora le probó a Joaquín, el disfraz de superhéroe que había hecho especialmente para el, se veía hermoso el pequeño con su disfraz de superhéroe. Silvia preparó un enorme pastel de chocolate el cual decía feliz cumpleaños Isidora.  La celebración iba a ser en el patio de la Fundación así que comenzaron, a preparar el lugar, pusieron una gran cantidad de mesas redondas con manteles blancos y sillas del mismo color del mismo de los manteles. Había globos y rosas por todas partes se veía hermoso el patio, colocaron una larga mesa para depositar todos los regalos, antes de ser abiertos por la festejada. También Silvia preparó, empanadas de queso, brochetas de fruta, papas fritas entre otras cosas para picar. Faltaba tan solo una hora para que se diera inicio a la celebración y comenzaran a llegar los invitados. De repente las chicas se acercaron a hablar con Isidora. -¡Feliz cumpleaños princesa!-dijeron todas al mismo tiempo. -¡Muchas gracias!-dijo Isidora muy emocionada. -Con todos los preparativos, para la fiesta no habíamos podido saludarte.- dijo Jazmín.  -Pero no lo habíamos olvidado.- dijo Tamara. -Te lo queríamos decir apenas despertaras.- dijo Valentina. -Pero te levantaste antes que nosotras y no pudimos hacerlo.- dijo Sofía. -No importa, las quiero mucho.- dijo Isidora. Las chicas una por una le extendieron sus respectivos obsequios a Isidora, y ella los recibió con mucha emoción y les dijo que después los abriría. Isidora se puso su disfraz se Sirena se miró en el espejo y se veía preciosa, Jazmín le hizo un peinado precioso y la ayudó a maquillarse. Ya era el momento en que Isidora debía bajar al patio a recibir a los invitados, pero antes fue a buscar a Joaquín a su cuarto para bajar con el. Los dos llegaron al patio el cual estaba completamente transformado, estaba repleto de luces y sonaba música pop y electrónica de fondo  e Isidora dejó a Joaquín en libertad para que fuera junto a sus amigos. Los chicos de la Fundación iban dejando sus obsequios sobre le mesa, que estaba destinada para aquello y todos se sorprendían al ver lo hermosa que se encontraba Isidora. De repente apareció Sebastian con su hermano Aaron, los dos disfrazados por supuesto, Sebastian se encontraba disfrazado de caballero medieval, se veía muy apuesto e Isidora no pudo evitar sonrojarse al verlo y su hermano se encontraba disfrazado de vampiro, los dos se acercaron a Isidora y le entregaron el obsequio que habían comprado para ella. -Te vez hermosa.- dijo Sebastian. -Muchas gracias Tú también te vez muy apuesto.- dijo Isidora cohibida. -¡Feliz cumpleaños!- dijo Sebastian. -¡Gracias!- dijo Isidora. -¡Yo también te quiero desear un feliz cumpleaños!-dijo Aaron. -¡De verdad muchas gracias por estar acá!- dijo Isidora. Mientras dejaba sobre la mesa, los obsequios que los chicos le habían entregado, Isidora vio que dos personas se acercaban a ella. -¡Vaya! ¡Esto es pasar de hermosa!- dijo Diego al ver a su novia disfrazada de Sirena. -¡Mi amor! ¡Tu también te vez muy bello de pirata!- dijo Isidora. Diego le entregó el ramo de rosas que sostenía en sus manos a Isidora, besándola ampliamente en sus labios y deseándole al oído feliz cumpleaños, mientras Sebastian observaba de lejos la situación. -¡Son una pareja hermosa!- dijo Constanza -¡Hola Constanza! Es un agrado verte.- dijo Isidora. -¡Feliz cumpleaños!- dijo Constanza. -¡Gracias! ¡Te vez hermosa de Sirena!- dijo Constanza -Y tu te vez muy bien de bailarina árabe.- dijo Isidora. Diego y Constanza le entregaron sus obsequios a Isidora y ella los ubicó sobre la mesa, donde se encontraban todos los otros presentes. Sujetó la mano de Diego y comenzó a caminar con el por todo el patio, de repente apareció Matías disfrazado de mago, Isidora durante el día de ayer lo había telefoneado a su casa, para invitarlo a su fiesta de cumpleaños, Matías se acercó a Isidora, le deseó feliz cumpleaños, le entregó el presente que había escogido para ella, también saludó a Diego y después se fue a conversar con las chicas. Mientras Isidora observaba su alrededor vio que Cristóbal el que estaba disfrazado de karateca se encontraba hablando animadamente, con Jazmín, esto la puso muy feliz al parecer por fin Cristóbal se había, atrevido a conversar con su amiga, aunque Verena la cual estaba disfrazada de bruja los observaba con mirada de desaprobación. Se detuvo un momento se bailar con Diego, mientras otras parejas se les unían a ellos, entre ellos Cristóbal y Jazmín. Llegó el momento de abrir los obsequios el primero en abrir fue el de Jazmín, esta era un cuadro con una foto donde parecían todas ellas, a continuación abrió el de Tamara este era un libro, Sofía le obsequio una caja con bombones, el obsequio de Valentina fue una bufanda de color rosa. Después abrió el obsequio de su novio Diego y este era una muñeca de porcelana con la cual Isidora quedó maravillada. -¡Gracias cariño! ¡Tú sabes que me encantan las muñecas de porcelana! ¡Y esta es hermosa!- dijo Isidora. -¡Al igual que tú!- dijo Diego. Isidora sonrío ampliamente y abrió el obsequio de Constanza y este era un pequeño oso de peluche, abrió el de Matías y era una bella pulsera de plata, a continuación abrió el de Sebastian y este era un perfume con un olor exquisito, a Isidora le encantaban los perfumes, aparte de las muñecas de porcelana, de los chocolates eran su otras gran debilidad. -¡Adoro los perfumes! ¡Así que muchas gracias!- dijo Isidora. Después abrió el de Aaron y era una gran caja redonda con galletas e inmediatamente continuó abriendo los presentes de los otros invitados los cuales eran los chicos y chicas de la Fundación. Por fin abrieron el pastel y el primer trozo Isidora se lo dio a Joaquín, después le entregó a uno a Diego y a los demás invitadas. Todo marchaba muy bien, comían alegremente el pastel que había preparado Silvia, cuando Isidora se percató que había olor a quemado. De repente volteó su cabeza y vio como tres mesas se incendiaban completamente, no lo podía creer, como era posible que sucediera algo como aquello. Los invitados corrían y gritaban muy asustados, todos se encontraban apoderados por el pánico así que ninguno se percató de que Isidora controló y apagó el incendio con sus poderes. Después se dirigió a al cocina para tomar un vaso con agua, para tratar de calmarse por lo que había ocurrido y vio que Sebastián se encontraba hablando solo en la cocina, el estaba de espalda así que no podía ver a Isidora. -¡No entiendo como pude fallar! ¡Lo tenía todo planeado el incendio debía ser más fuerte! ¡Mi deber es eliminar a esa chica, a la princesa del bien! ¡Pero volví a fallar!- dijo con rabia Sebastian. Isidora lo contemplaba espantada, tiritaba completamente y pasó a votar un vaso de vidrio que había cerca de ella. Este al caer al suelo se rompió en mil pedazos, Sebastian al escuchar el ruido del vaso quebrarse se dio vuelta y observó a Isidora espantado. -¡Tú eres el exponente del mal!- gritó Isidora. Autora Elizabeth Parizot Riveros
                     El zumo envenenado. Cuarto capitulo.   Diego estacionó el vehículo afuera de la Fundación Alegría. Salió del automóvil para abrirle la puerta a su novia Isidora, mientras las demás chicas bajaban solas del vehículo. Diego acompañó a Isidora hasta la puerta de la Fundación se despidió de ella con un beso en los labios, mientras la mente de Isidora aún continuaba confundida. Las chicas subieron inmediatamente la escalera para dirigirse a su cuarto, sin embargo Isidora se encontraba sedienta por lo tanto fue hacia donde se encontraba la cocina, la cual se estaba completamente oscura, así que Isidora encendió la luz dejó su bolso sobre una silla. Caminó lentamente hacia donde estaba ubicado el congelador y sacó una caja con leche sabor chocolate, del mueble sacó un vaso y vertió la leche en el, la bebió rápidamente, guardó la caja con leche en el congelador, lavó el vaso y lo guardó. Recogió su bolso y apagó las luces de la cocina, salió de esta y comenzó a subir la escalera suavemente para no despertar a nadie y a la vez tenía cuidado de no tropezar con lo escalones. Al llegar a la habitación vio que todas las chicas se encontraban acostadas en sus respectivas camas, y al verlas dormir se impresionó de lo rápido que se habían acostado y a la vez conciliado el sueño. Isidora se acercó a mirar por al ventana y vio como transcurría la noche en la ciudad de Santiago de Chile, aún no tenía deseos de dormir así que se sentó sobre su cama por dos minutos, después volvió a levantarse y fue hasta donde se encontraba el velador y sacó una hoja de color verde y un lápiz a tinta y comenzó a escribir un poema sobre lo que estaba sintiendo. A los pocos minutos el sueño comenzó a invadirla así que de su armario sacó su camisa de dormir de color violeta y se ubicó tras el biombo de color amarillo que había en la habitación para desvestirse y colocarse su ropa de dormir. Saló del biombo con al ropa de dormir puesta y dobló y ordenó la ropa que había utilizado para asistir al Festival de la Voz, fue hasta donde se encontraba su cama se metió en ella y apenas que puso su cabeza sobre la almohada se quedó completamente dormida. Un sol resplandeciente brillaba sobre los ojos de Isidora y la invitaban a despertar pero sin embargo Isidora quería continuar durmiendo, pero su inconciente le decía que debía abrir los ojos. Aunque su despertar no fue agradable ya que al observar el reloj pudo ver que se encontraba bastante atrasada y que todas las chicas ya se había levantado excepto ella. Le molestó bastante que ninguna de ella hubiera sido capaz de despertarla, de repente se acordó que debía despertar y levantar a  Joaquín, así que sobresaltó de gran manera y fue corriendo hasta el cuarto donde se encontraba Joaquín pero vio que la habitación se encontraba vacía así que se imaginó que lo más probable es que Joaquín ya se había levantado. Regresó a su cuarto se puso su bata de color rosa y caminó hasta el tocador para darse un baño rápidamente, en cinco minutos ya se encontraba lista salió del tocador regresó a su pieza para vestirse eligió unos pantalones y una chaqueta rosada y bajó velozmente a la cocina donde las chicas se encontraban terminado el desayuno al igual que Joaquín. -¿Por qué ninguna de ustedes me ha despertado?- dijo Isidora. -Es que vimos que placidamente y preferimos no molestarte.- dijo Jazmín. -¡Pero ustedes saben que debo asistir a clases! ¡Y que además debo despertar y levantar a Joaquín!- dijo Isidora. -Princesa no se enoje por favor.- dijo Sofía. Silvia la cual se encontraba friendo sopaipillas en la sartén al escuchar la palabra princesa de la boca de Sofía inevitablemente le llamó la atención y volteó su cuerpo para preguntar por que le había dicho a princesa a Isidora. -¿Le dijiste princesa?- dijo Silvia. -Si.- respondió.- Sofía -¿Y por qué?- dijo Silvia con curiosidad. -Es tan solo una forma cariñosa que tienen ellas de decirme.- dijo Isidora. -Nunca había escuchado que te dijeran princesa.- dijo Silvia. -Es que solo lo utilizamos entre nosotras y pocas veces en realidad.- dijo Isidora. -De acuerdo.- dijo Silvia la cual quedó conforme con las respuesta que dio Isidora. -¿Y quién de ustedes despertó y levantó a Joaquín?- dijo Isidora. -Yo fui. Y resultó ser muy sencillo y agradable ya que Joaquín es muy obediente y encantador. Las chicas acabaron de desayunar e Isidora terminó minutos después de ellas con su desayuno, junto a Jazmín fue hasta el tocador para cepillarse los dientes. Antes de salir de la Fundación Isidora aprovechó de colocarse labial en los labios y salió con Jazmín y Joaquín de la Fundación. Cogieron el metro y fueron a dejar al pequeño Joaquín en su respectivo colegio, después se dirigieron camino al Instituto. Cuando llegaron vieron que Sebastian se encontraba caminando solo afuera de el, las chicas se acercaron rápidamente hacia donde se encontraba, Isidora se encontraba tan interesada en saber por que el no les había mencionado que era el vocalista de una banda de rock y que además iba a participar en un Festival de la Voz que ni siquiera lo saludó y fue directo al grano. -¿Por qué no nos dijiste que eres el vocalista de una banda de rock denominada Cómplices?- dijo Isidora algo cohibida. -¡Vaya! ¡Buenos días! ¿Cómo amanecieron?- dijo Sebastian. -Bien, gracias. Peor me puedes responder la pregunta que te acabo de hacer.- dijo Isidora. -¿Y tú como sabes eso?- dijo Sebastian -Ayer te vimos en el Festival de la Voz en el que participaste.- dijo Jazmín. -¿En serio?- dijo Sebastian. -Si obtuviste el primer ligar.- dijo Jazmín -¡Vaya! ¡Ustedes estaban entre el público!- dijo Sebastian -¡Si! ¡Y por que no nos dijiste que ibas a participar para poder apoyarte y nos enterarnos en el momento como sucedió!- dijo Isidora -Pensé que tal vez no les interesaba.- dijo Sebastian. -Claro que nos interesa. Tú nos agradas y mucho.- dijo Isidora con más ánimo del que ella esperaba. Al escuchar estas palabras Sebastian no pudo evitar una sonrisa, al cual puso nerviosa a Isidora. -¿Y hace cuanto tiempo que perteneces a aquella banda?- dijo Isidora. -Hace tres años.- dijo Sebastian -¿Las canciones las componen ustedes?- dijo Isidora. -Si es inspiración y trabajo de todos.- dijo Sebastian -Me agradó bastante la canción que interpretaron anoche, la letra era muy buena al igual que la melodía.- dijo Jazmín. -Aquella canción la compuse yo solo. Me llevo varias semanas poder construirla, hasta que lo conseguí. Y hasta el momento la recepción del público frente a tal canción ha sido maravillosa.- dijo Sebastian. -Se veían esplendidos ayer tocando.- dijo Jazmín. -Muchas gracias.- dijo Sebastian -¿Y quienes son los integrantes de la banda?- dijo Isidora. -Mi hermano Aaron, y tres amigos los cuales son Miguel, Ignacio y Maximiliano.- dijo Sebastian. -Se merecían el primer lugar.- dijo Isidora. -Sinceramente fueron los mejores.- dijo Jazmín. -Te veías muy bien sosteniendo el premio del primer lugar.- dijo Isidora. -De verdad gracias por sus palabras. Al finalizar esta conversación entraron al Instituto para asistir a clases, la primera clase que tenían era química y justo la profesora llevó una guía evaluada que debían entregar al final de la hora. Se podía desarrollar en grupo así que los tres resolvieron la guía con algunas dificultades de por medio pero sin embargo Sebastian conocía bastante del tema así que fue de gran ayuda. Cada vez que el chico daba una respuesta Isidora no podía evitar sonreír y Jazmín se sorprendía al ver una reacción como esta por parte de Isidora. La clase estaba por finalizar así que todos comenzaron a entregar la guía evaluada  a la profesora, Jazmín fue quién se levantó de su asiento para ir a entrar la guía dejando solos a Isidora y Sebastian. Isidora le dirigió una mirada a Sebastian pero no pudo evitar sonrojarse levemente así que bajó su mirada al suelo mientras esperaba que regresara Jazmín. Instantes después regresó Jazmín la que no entendía por que Isidora se encontraba con la vista en el suelo, pero simplemente prefirió ignorarlo. Salieron a recreo e Isidora y Jazmín fueron hasta el tocador mientras que Sebastian las esperaba afuera. Estuvieron alrededor de diez minutos en el tocador y las chicas aprovecharon de retocarse el cabello y los labios. Cuando salieron se reunieron con Sebastián y caminaron hasta la cafetería por que Jazmín deseaba un café y mientras esperaban que Jazmín comprara comenzaron a charlar. -¿Tienes novia?- dijo Isidora. -No estoy soltero.- dijo Sebastian. -¿Y has tenido alguna?- dijo Isidora -Claro. El año pasado estuve 11 meses de novio con una chica.-  dijo Sebastian -¿Por qué motivo rompieron?- dijo Isidora Aparentemente Sebastian se sintió incomodo ante tal pregunta ya que esperó veinte segundos antes de responder. -Se puede decir que éramos muy distintos. Los dos deseábamos cosas completamente opuestas y era preferible acabar con la relación.- dijo  Sebastian tajantemente. -De acuerdo.- dijo Isidora. -¿Y tu has estado de novia con otros chicos aparte de tu novio Diego?-dijo Sebastian. -No Diego es mi primer y único novio. Y el único hombre al que he besado.- dijo Isidora. -¿A que se dedica tu novio?-dijo Sebastian -Asiste a la Universidad. Es estudiante de Artes de Visuales. ¡Quedarías impresionando si vieras las creaciones que realiza!- dijo Isidora. -¿Es buen estudiante?- dijo Sebastian -¡Excelente! Uno de los mejores alumnos de su carrera. Es que a el le apasiona el arte visual. ¿Y tú quieres dedicarte a la música?- dijo Isidora. -No tan solo es un pasatiempo. Aunque debo admitir que para mí es una gran pasión la música y me gustaría seguir practicándola, pero me agradan los animales así que quiero estudiar Veterinaria.- dijo Sebastian -¡Que hermoso!- dijo Isidora. Y de repente apareció Jazmín interrumpiendo sin intención la conversación de Isidora y Sebastian, los dos cambiaron abruptamente de tema y caminaron rumbo al patio, cuando sonó el timbre anunciando que debían volver a clases. La siguiente hora tenían una examen escrito de inglés Isidora había estudiado para la evaluación pero no lo suficiente a diferencia de Jazmín que sabía a al perfección lo que debía contestar al igual que Sebastián. A penas que terminaran de contestar el examen escrito y se lo entregaran al profesor podían retirarse del Instituto y regresar a su casa. Jazmín fue la primera en de toda la clase en entregar la evaluación seguida por otros chicos y chicas y también Sebastian, después que transcurrieron quince desde que Jazmín entregó su evaluación, Isidora se levantó de su asiento para entregar la evaluación al profesor, aunque la faltaron varias preguntas por contestar. Salio de la sala de clases y se reunió afuera del Instituto con Jazmín la cual se encontraba esperándola, Sebastian ya se había marchado. Debían ir a buscar a Joaquín al colegio pero aún faltaba para que fuera la hora de salida de el, así que comenzaron a caminar para distraerse mientras comentaban la evaluación de Inglés, se toparon con un carro que vendía algodón dulce y al ver el algodón inmediatamente se les antojó devorar uno, así que entre las dos aportaron dinero para comprar tres algodones dulces, el tercero era para Joaquín. Recibieron el algodón dulce en sus manos y de a poco comenzaron a saborearlo, Isidora revisó su reloj y vio que ya no faltaba para la hora que Joaquín salía del colegio así que fueron a coger el metro para ir a buscarlo. Llegaron hasta el colegio donde estudiaba Joaquín y este se encontraba jugando con unos amigos, al ver a Isidora y a Jazmín fue corriendo hacia donde ellas se encontraban e Isidora le entregó el algodón dulce que le habían comprando. Jazmín fue quien sostuvo de la mano y comenzaron a caminar para coger el metro. El metro se encontraba atestado de gente, así que Isidora abrazó fuertemente a Joaquín para que no se perdiera entre medio de tanta gente. Regresaron a la Fundación como siempre fueron inmediatamente a la cocina, esta vez Silvia había preparado empanadas de carne y había una gran fuente con la sopaipillas que Silvia había estado friendo durante de la mañana para que los chicos de la Fundación las saborearan cuando quisieran. Después que terminaron de almorzar Isidora acompañó a Joaquín al tocador a lavarse los dientes. Fue a dejar a Joaquín a su habitación el cual vació su mochila sobre la cama y le dijo a Isidora que tenía tareas por hacer y le preguntó si ella lo podía ayudar, por supuesto que Isidora no tenía ningún problema en ayudar a Joaquín, la tarea que tenía era de matemáticas, así que Isidora comenzó a explicarle como se resolvían los diferentes tipos de ejercicios. No eran tantos los ejercicios que le habían dado de tarea a Joaquín así que terminaron rápidamente con aquello y el pequeño quedó libre para ir a jugar con sus amigos. Isidora fue hasta a su habitación para leer un libro pero  se encontraba muy pendiente de la hora ya que tenía clases de danza y no deseaba retrasarse.. Alcanzó a leer tres capítulos cuando se percató de que ya era hora, de arreglarse para ir a clases de danza, se puso ropa cómoda, se amarró el cabello y arregló su bolso. Bajó la escalera rápidamente y cuando se dirigía a la escalera se encontró con la señorita Ana la cual estaba junto a otras dos personas, la cuales Isidora nunca antes había visto pero le resultaban extrañamente familiar. La señorita Ana al ver a Isidora sonrió ampliamente y se acercó a hablarle. -Isidora te presentó al matrimonio que esta interesado en adoptar a Joaquín.- dijo la señorita Ana Con razón a Isidora aquellos rosotas le resultaban conocidos, cuando la señorita Ana les enseñó los diferentes documentos del matrimonio que deseaba adoptar a Joaquín aparecían una fotografía y esta había quedado grabada fielmente en la mente de Isidora. -Mucho gusto en conocerlos.- dijo Isidora. -Yo soy Pedro Uribe.- dijo el señor Pedro -Y yo soy Marina Gutiérrez- dijo la señora Marina El señor Pedro tenía el cabello rojo era alto y guapo y la señora Marina era rubia con los ojos verdes y casi tan alta como su esposo. -Ella es la chica de las que les hable. Ella adora a Joaquín y ha sido un pilar fundamental para el en su convivencia en esta Fundación.- dijo la señorita Ana. -Es que es un niño adorable. De hecho recién lo ayudé a realizar la tarea de matemáticas y ahora esta jugando con sus amigos.- dijo Isidora. -Se ve que eres muy buena.- dijo la señora Marina -Gracias.- dijo Isidora. -Nos encantaría conocerte.-dijo el señor Pedro. -A mi también pero ahora debo irme. Tengo clases de danza y no puedo faltar.- dijo Isidora. -Ella ama la danza, es su gran pasión. Así que hay que comprender que en este momento no puede conversar con ustedes.- dijo la señorita Ana. -Por supuesto que la entendemos. Otro día conversaremos.- dijo la señora Marina -Pero antes de irme. ¿A que han venido?-preguntó Isidora. -Simplemente para observar a Joaquín. Aún no vamos a conversar con el ya que deseamos que estés tu presente.- dijo el señor Pedro. -De acuerdo. Pero cada vez que lo observen van a quedar más y más maravillados con el.- dijo Isidora. Y se despidió del matrimonio y de la señorita Ana, salio de la Fundación y caminó rápidamente para coger el metro. Esta vez en el metro no habían tantas personas como hace unas horas llegó hasta donde se encontraba la Academia de Danza, subió hasta le segundo piso al entrar vio que había llegado con varios minutos de anticipación. De hecho eran pocas personas las que habían llegado, Isidora dejó su bolso en un rincón y se dirigió a una de las barras para realizar ejercicios de flexibilidad, a los pocos minutos apareció la profesora Josefina y saludó a las personas que había llegado y justo tras ella llegó Matías el compañero de baile y amigo de Isidora. -¡Vaya! Llegaste antes que yo.- dijo Matías. -Para que veas que esta vez no me retrase.- dijo Isidora con una sonrisa. -Debo decirte que el Festival de la Voz que se realizó ayer, fue un verdadero éxito.- dijo Matías. -¿En serio?- dijo Isidora. -Si se reunió mucho dinero que va a ir en ayuda, al Hogar de Ancianos que se encuentra abandonado.- dijo Matías. La profesora Josefina pidió la atención de todos para comenzar la clase, esta vez iba a aprender a bailar salsa, la profesora explicó los pasos básicos y les dijo que la próxima clase iban a aprender los pasos con mayor dificultad. A Isidora le fascinaba la salsa la encontraba tan alegre y entusiasta que para ella le resultaba inevitable colocarse muy feliz al bailar este ritmo. Practico los diferentes pasos con Matías con mucha energía y felicidad, le resultaba difícil dar algunas vueltas pero sin embargo su energía no decaía. Al finalizar la clase Isidora se sintió muy feliz, sinceramente esta había sido una de sus clases favoritas. Matías fue hasta donde se encontraba Isidora y se despidió de ella ya que debía marcharse, rápidamente porque tenía unos problemas que resolver. Isidora recogió su bolso salió de la academia, cogió el metro y volvió a la Fundación, entro en ella subió la escalera e ingresó a su habitación. Dejó su bolso sobre la cama y lo abrió y encontró una botella de mediano tamaño repleta de zumo de naranja se veía deliciosos, le parecía extraño que este zumo apareciera de la nada, pero prefirió no desconfiar y decidió beberlo después de darse un baño. Justo en ese momento entró Jazmín al cuarto e Isidora le extendió la botella con zumo. -Mira esta botella con zumo de naranja apareció de la nada en mi bolso. Se ve apetitoso así que si deseas puedes beber un poco.- dijo Isidora y salió de la habitación para darse un baño. Después de veinte minutos apareció de nuevo en la habitación completamente refrescada por el baño que se había dado. Y vio que Jazmín se encontraba sentada con cara de preocupación y la botella con zumo en sus manos y ala parecer no había bebido ni una sola gota de el. -¿Por qué has bebido nada del zumo de naranja?-preguntó Isidora. -Se encuentra envenenado.-dijo Jazmín -¡Es broma!- dijo Isidora. -No es en serio. Tiene cicuta por dentro, mucha cicuta.- dijo Jazmín. Isidora le pidió que le extendiera la botella con zumo y la revisarla pudo percatarse que se encontraba repleta de cicuta, al ver esto se quedó completamente petrificada por unos segundos. -¿Pero quien me querría dar un zumo envenenado?-dijo Isidora. -Tal vez el exponente del mal.- dijo Jazmín. -¡El exponente del mal! Lo he buscado por años e incluso he llegado a pensar que no existe.- dijo Isidora. -Tal vez si existe y estas más cerca de lo que tu piensas.- dijo Jazmín. -Puede ser.- dijo Isidora. -Ahora dame esa botella con zumo para hacerla desaparecer.- dijo Jazmin  
                  El vocalista de la banda de rock. Tercer capítulo. Al llegar a la puerta de la Fundación Isidora se encontró con la asistente social, la señorita Ana Ferrada esta tenía el cabello de color rojo y liso, era de piel muy blanca y tenia 29 años además  siempre vestía con pantalones de tela y chaqueta. La señorita Ana se acercó a Isidora para conversar con ella y darle una noticia. -¿De donde vienes?-preguntó la señorita Ana -De las clases de danza a las que suelo asistir.-dijo Isidora -¿Y como te fue?- preguntó la señorita Ana -Bastante bien. Me encanta la danza, de hecho quiero dedicarme a eso por el resto de mi vida.- dijo Isidora. -Me alegro mucho por ti. Te tengo una noticia.- dijo la señorita Ana -¿Sobre qué?- preguntó Isidora -Es sobre el pequeño Joaquín.- dijo la señorita -¡Que sucede con el!- dijo Isidora un poco asustada. -No te preocupes. Nada malo. Tan solo que una familia se encuentra interesada en el, me refiero a que desean adoptarlo.- dijo la señorita Ana. -¡En serio! Si usted supiera lo feliz que me hace escuchar una noticia como esta, es lo que siempre he querido para Joaquín. ¡El se lo merece!- dijo Isidora. -¡Tú también te lo mereces!- dijo la Señorita Ana. -Señorita Ana no diga eso yo me encuentro bien acá, todos son muy agradables y dentro de lo que se puede soy feliz.- dijo Isidora. -¿Y el sueño de pertenecer a una familia?-preguntó la señorita Ana -Todos ustedes son mi familia. No necesito más.- dijo Isidora aunque no pareció muy convencida. -De acuerdo. Ahora me tengo que ir así que mañana te entrego toda la información sobre la familia que quiere adoptar a Joaquín.- dijo la señorita Ana. -Muy bien nos vemos mañana.- dijo Isidora despidiéndose de la señorita Ana. Isidora se encontraba a punto de entrar a la Fundación cuando voltio su cabeza y se percató de que la señorita Ana se encontraba a punto de ser atropellada por un automóvil. Isidora lanzó rápidamente de su mano un destello de luz el cual lo lanzó en dirección hacia donde se encontraba la señorita Ana y este la empujó fuertemente hacia el otro lado de la calle y no alcanzó a ser atropellada por el automóvil. Isidora corrió hacia donde se encontraba tirada la señorita Ana, la cual estaba muy consternada por lo que había sucedido. -¡Señorita Ana se encuentra bien!- dijo Isidora. -Creo que si. Solo que estoy muy confundida. Estoy segura de que no venía nada cuando me dispuse a cruzar la calle. Es muy extraño que ese automóvil haya  aparecido de repente y a tanta velocidad. Y estoy segura de que haber visto a un muchacho cerca del automóvil. Además no comprendo de donde apareció ese destallo de luz. ¿Tu por casualidad viste de donde provenía?- preguntó la señorita Ana. -Me temo que no señorita Ana.- mintió Isidora. -Aunque de donde haya provenido estoy muy agradecida de el ya que me salvó la vida.- dijo la señorita Ana. -Y eso es lo que importa. Déjeme ayudarla a levantarse.- dijo Isidora. La ayudó a levantarse ya recoger los papeles que se encontraban en el suelo y la acompaño a coger el autobús. Después Isidora regresó a la Fundación mientras en su mente le rondaba lo que había dicho la señorita Ana sobre que había visto a un muchacho cerca del automóvil eso le parecía muy extraño ya que la calle se encontraba desierta. Al entrar a la Fundación se percató de que la secretaria Paula Segura ya se había retirado y de que las personas que trabajaban en al Fundación ya se habían retirado de esta para regresar al día siguiente. Isidora tranquilamente subió al segundo piso y fue hasta donde se encontraba el tocador para darse un baño, después caminó hacia donde se encontraba el teléfono de la Fundación para llamar a su novio Diego e invitarlo al día siguiente para el Festival de la Voz. -Buenas noches. Se encuentra Diego.- dijo Isidora. -¿Quién habla?- preguntó Constanza la hermana de Diego -Hola Constanza soy yo Isidora. Se encuentra tu hermano Diego.- dijo Isidora. -Hola Isidora. Lo siento pero no había reconocido tu voz. Claro que se encuentra en seguida te doy con el.- dijo Constanza. Isidora espero unos segundos cuando escuchó la voz de su novio por teléfono. -Mi amor. Que gusto saber que me llamas. ¿Cómo te fue en tu clase de danza?-dijo Diego -¡Excelente!- dijo Isidora. -Es que tú eres la mejor bailarina que existe.- dijo Diego. -Muchas gracias.- dijo Isidora. -¡Te adoro!- dijo Diego. -¡Gracias mi amor!- dijo Isidora. -¿Y por que me llamas? ¿Sucedió algo malo?- preguntó Diego. -En absoluto. Tan solo quiero saber si mañana quisieras acompañarme a un Festival de la Voz, que se va a realizar en el colegio donde estudia Matías, mi compañero de baile, supongo que lo recuerdas.- dijo Isidora. -Claro se quien es.- dijo Diego. -Y todo el dinero que se reúna va en beneficio a un Hogar de Ancianos que se encuentra muy abandonado. Y yo quiero ir por eso quisiera saber si te agradaría acompañarme.- dijo Isidora. -Por supuesto, mi amor que voy contigo. ¿A que hora es?- dijo Diego. -A las nueve de la noche.- dijo Isidora -Por lo tanto voy por ti en mi automóvil, a las ocho con treinta minutos.- dijo Diego. -Les voy a preguntar a las chicas, si también desean ir. ¿Ellas también podrían acompañarnos?-dijo Isidora. -¡Por supuesto! Mi automóvil es espacioso.- dijo Diego. -Muy bien. Nos vemos mañana. Te quiero.- dijo Isidora. -Yo también y mucho más de lo que imaginas. Eres la mejor mujer que existe.- dijo Diego y colgó. A Isidora le resultaba un tanto un tanto doloroso escuchar aquellas palabras cargadas de emoción por parte de Diego, es verdad que ella lo quería y mucho pero no de las misma forma en que Diego la quería a ella, Isidora colgó el teléfono y se dirigió a la cocina al ver que Silvia ya se había  marchado, tuvo que preparase ella misma algo de cenar. Simplemente sacó comida que quedaba en el congelador, y la puso en el microondas para calentarla y consumirla junto a un delicioso zumo de naranja. Lavó los utensilios que había utilizado para comer y aprovechó de ordenar la cocina para después  subir a su habitación. Cuando llegó a esta vio que Tamara se encontraba enzima de su cama escribiendo en un cuaderno, Jazmín y Valentina charlaban al lado de la ventana mientras que Sofía leía una revista para chicas. -¿Cómo te fue en la clase de danza?- dijo Sofía -Muy bien, bailamos un tango electrónico y Matías y yo logramos un gran aplauso con la coreografías que presentamos.- dijo Isidora -Me encanta ese chico.- dijo Valentina -Esa es una gran razón, para que nos acompañes mañana.- dijo Isidora. -¿A dónde van a ir?- dijo Sofía. -Mañana en el colegio de Matías se va a realizar un Festival de la Voz, donde grupos y solistas compiten por el primer, segundo y tercer lugar y todo el dinero que se recolecte es con un fin benéfico ya que este va en ayuda a un Hogar de Ancianos que se encuentra bastante abandonado, así que yo por lo menos voy a ir junto a Diego y pienso que al vez también les agradaría asistir.- dijo Isidora. -Por supuesto que vamos. Tú eres nuestra princesa y si tú quieres que te acompañemos, obviamente vamos.- dijo Jazmín. -Tú no deberías preguntarnos estas cosas, simplemente debes avisarnos, lo que debemos hacer.- dijo Tamara.  -Lo se. Pero me agrada considerar su opinión, deben comprender que a mi me parece injusto que siempre deban seguirme a mi, sin protestar, ustedes también tienen derecho a tener su propia vida.- dijo Isidora. -Y la tenemos a nuestra forma pero la tenemos.- dijo Sofía. -No hablemos de esto. Pasando a otro tema la señorita Ana nuestra asistente social, me dio una noticia que me puso muy feliz. Me dijo que una familia esta interesada en adoptar a Joaquín.- dijo Isidora. -Eso es esplendido.- dijo Valentina. -No hay otro pequeño que se merezca más que tener una familia que Joaquín.- dijo Jazmín. -Es verdad. Yo siempre he tenido la confianza de una familia iba a querer adoptarlo.- dijo Isidora. -Ya es tarde Isidora, es mejor que duermas.- dijo Tamara. -Para que mañana amanezcas reluciente y con buen humor.- dijo Jazmín. -No es necesario, que me cuiden tanto.- dijo Isidora. -Si que lo es.- dijo Sofía. -Dulces sueños princesa.- dijo Valentina -Gracias.- dijo Isidora sumergiéndose en las sábanas. Sonó el despertador en la habitación de las chicas y la primera en levantarse fue Jazmín, seguida por Isidora, Tamara y Sofía. Después de bañarse y vestirse se dirigieron a la cocina para vestirse, ese día Joaquín no tenía clases así que Isidora dejó que siguiera durmiendo. Al llegar a la cocina vieron que varios paltos con el desayuno se encontraban servidos sobre la mesa, mientras que Silvia continuaba preparando los que faltaban. Las chicas se sentaron a la mesa para servirse el desayuno, mientras comían  entraron a la cocina Cristóbal acompañado por su amiga Verena y se sentaron cerca de las chicas para servirse el desayuno. Una vez más Cristóbal al ver a Jazmín se puso muy nervioso y trataba de esquivar su mirada para no sonrojarse. De repente a Isidora se le ocurrió la idea de invitar a Cristóbal y Verena al Festival de la Voz, que se iba a realizar esa misma noche mientras más gente asistiera al evento mucho mejor. -Cristóbal, Verena a ustedes les agradaría asistir a un Festival de la Voz, que se va a realizar hoy a las nueve de la noche, en el colegio de mi compañero de baile Matías Riquelme, es con un fin benéfico todo el dinero que se recolecte va para un Hogar de ancianos que se encuentra bastante abandonado.- dijo Isidora. -A mi me agradaría ir.- dijo Verena. -Claro que asistimos. Danos la dirección para poder llegar.- dijo Cristóbal sacando de su bolsillo un lápiz y un papel para que Isidora anotara la dirección, mientras se sonrojaba ligeramente por que Jazmín sonreía ampliamente porque había aceptado asistir. A Verena le molestó bastante la sonrisa de Jazmín ya que ella se encontraba enamorada de Cristóbal no lo quería solamente como un amigo  y le desagradaba bastante que el estuviera interesado en Jazmín a la cual no le encontraba ninguna gracia. Isidora terminó a desayunar, se levantó de la mesa y Jazmín la siguió. Las dos fueron hasta el tocador para cepillarse los dientes y arreglarse el cabello, después recogieron su bolso y se fueron rumbo al Instituto. Cuando salieron de la Fundación y caminaban por la calle vieron como la ciudad de Santiago comenzaba a despertar y a colocarse en movimiento, los adultos iban camino a su trabajo, los niños rumbo a colegio y los jóvenes rumbo a la Universidad. Las dos cogieron el metro afortunadamente con gran facilidad y llegaron hasta el Instituto, había una gran cantidad de estudiantes conversando afuera de el y algunos adultos que asistían a clases. Al entrar a la sala de clases vieron que Sebastián se encontraba sentado solo en su puesto, las chicas se acercaron hacia donde se encontraba para saludarlo y también para decirle que se sentara junto a ellas. -Hola Sebastián. ¿Cómo estas?- dijo Isidora. -Hola Isidora es un placer verte y a ti también Jazmín.- dijo Sebastián. -Encuentro que acá estas muy solo, por que no vienes a sentarse con nosotras.- dijo Isidora. -Si es que tu amiga Jazmín no le molesta.- dijo Sebastian -Por supuesto que no. De hecho estaba pensando en lo mismo.- dijo Jazmín. -Entonces encantado de sentarme con ustedes.- dijo Sebastian. Sebastián fue hasta el puesto de las chicas dejaron sus bolsos a un lado de ellos y aprovecharon de conversar antes de que el profesor llegara a realizar la clase. -¿Dónde vives?- dijo Isidora. -En la comuna de Las Condes. ¿Y ustedes?- dijo Sebastián. -Nosotras vivimos en la comuna de Ñuñoa, en la Fundación Alegría.- dijo Isidora. -¿Son huérfanas? – dijo Sebastian -Abandonadas por nuestras familias.- dijo Isidora. -Lo siento.- dijo Sebastián -No te preocupes estamos acostumbradas.- dijo Jazmín. -¿Y como es vivir en una Fundación?- dijo Sebastian -Bueno, en nuestra Fundación es bastante acogedor, por que las personas son muy agradables.-dijo Isidora. -Aunque no se podría decir lo mismo de otras Fundaciones. En todas partes se viven distintas realidades.- dijo Jazmín. -De cierta forma es una suerte para nosotras vivir en la Fundación Alegría.- dijo Isidora. -¿Es muy difícil criarse sin padres?- preguntó Sebastian. -Bastante pero te acostumbras. Lo más difícil es saber que tus padres no te querían y que por eso vives en una Fundación por lo menos en mi caso, pero se supera ese trauma.- dijo Isidora. -Por lo menos en nuestra Fundación hay una psicóloga que te va apoyando en todo tu crecimiento.- dijo Jazmín. -Y eso ayuda bastante para tu desarrollo como persona.- dijo Isidora. -Además todos los meses nos dan una pequeña cantidad de dinero para que la ocupemos en lo que deseamos.- dijo Jazmín. -Por lo que veo son bastante generosos en la Fundación donde ustedes viven.- dijo Sebastian. -Si mucho. ¿Y tu tienes hermanos o hermanas?- dijo Isidora, -Tengo un hermano y su nombre es Aaron es un año menor que yo. Va al colegio, no estudia en este Instituto.- dijo Sebastian A Sebastian le hubiese encantado continuar hablando sobre su hermano Aaron pero justo en ese preciso instante entró la profesora de biología a realizar su clase. Se encontraban estudiando el sistema nervioso, materia a la cual Jazmín le fascinaba, sin embargo Isidora la detestaba y al parecer Sebastian también o al menos esa impresión era la que percibía Isidora en la mirada de este. Al finalizar la clase salieron a recreo y fueron hasta la cafetería para comprara algunas barras de cereal y de chocolate. Cuando finalizó el recreo volvieron a la sala de clase, para tomar la siguiente clase la cual era Historia y Ciencias Sociales, en ese momento se encontraban estudiando a los griegos y justo al profesor se le ocurrió realizarle una pregunta a Isidora, la cual se encontraba muy distraída observando a Sebastian por lo tanto al contestar la pregunta su respuesta fue errónea y esto provocó una leve carcajada en toda la sala de clases. A Isidora toda la mañana se le pasó en un abrir y cerrar de ojos al parecer, cuando se observa a Sebastian el tiempo transcurre más de prisa que de costumbre. Iban saliendo del Instituto cuando inesperadamente Sebastian las invito a almorzar a un local de comida rápida que quedaba cerca del Instituto, las  dos se encontraron muy sorprendidas con la invitación pero la aceptaron. Caminaron tres cuadras hasta llegar al local de comida rápida, la primera en entrar fue Isidora seguida por Jazmín y Sebastian.  En el local había una gran cantidad de mesas con forma circular, cada una con un servilletero enzima, en un sector del local había una gran barra que era de donde traían la comida y por el local caminaban una gran cantidad de meseras con un delantal verde. Los tres escogieron una mesa y se sentaron e inmediatamente se acercó una mesera hacia donde ellos se encontraban. La mesera le entregó a cada uno la cartilla donde aparecía anotada toda la comida y los refrescos que ofrecía y también los precios de estos. Increíblemente  los tres coincidieron en la orden de la comida ya que los tres querían un churrasco, papas fritas y un vaso con bebida, la mesera les dijo que les traía su orden inmediatamente lo cual no era mentira, ya que en menos de cinco minutos apareció con una enorme bandeja y les sirvió sus alimentos. Los tres comenzaron a devorar su almuerzo el churrasco se encontraba delicioso, con una gran capa de mayonesa, tan grande que a Isidora sin darse cuenta se le quedó bastante de esta en la parte superior de sus labios. Sebastian al observar los labios de Isidora y al ver que se encontrabas manchado con mayonesa, copio su servilleta se acercó a la muchacha y le limpió delicadamente el sector de los labios que tenia manchado con mayonesa. Isidora frente a esta situación sonrió tímidamente, mientras bajaba la vista y se ruborizaba. Para que Isidora no se sintiera mal Sebastian prefirió hablar con ella para distraerla por lo que había sucedido. -Si no me equivoco tienes novio.- dijo Sebastian. -Entonces me viste ayer junto a mi novio Diego a la salida del Instituto.- dijo Isidora. -Si los vi a los dos. ¿Cuánto tiempo llevan juntos?- dijo Sebastian. -Dos años y medio.- dijo Isidora. -Más tiempo del que yo pensaba.- dijo Sebastian -Es que el es un buen muchacho muy adorable. Así que es bastante difícil desencantarse de el.- dijo Isidora. -Supongo que te encuentras muy enamorada de el.- dijo Sebastian. -Si.- dijo en un susurro Isidora. Continuaron degustando lo que les quedaba de almuerzo, hablando de otros temas animadamente. Al momento en que todos dejaron de comer Sebastian llamó a la mesera para que les trajera la cuenta y el fue el que financió todo el almuerzo y también le dejó una gran propina a la mesera. Sebastian acompañó a las chicas a donde debían coger el metro para dirigirse camino a la Fundación, después que ellas se subieron al metro, el se dirigió rumbo a su casa. Isidora y Jazmín entraron a la Fundación junto a otros chicos y chicas que pertenecían a esta. Al entrar saludaron a la secretaria la señorita Paula Segura la cual le dijo a Isidora que la asistente social la esperaba en su oficina. Tranquilamente Isidora caminó hacia donde se encontraba la oficina de la señorita Ana Ferrada, golpeó la puerta suavemente hasta que oyó que la voz de la asistente social la invitaba a entrar en la oficina. La señorita Ana Ferrada se encontraba sentada tras su escritorio con su computador personal abierto, con una gran cantidad de papeles esparcidos sobre su escritorio mientras sostenía una taza con café caliente en su mano derecha. Isidora cerró lentamente la puerta y caminó hacia donde se encontraba ubicada la señorita Ana. -¿Desea hablar conmigo señorita Ana? – dijo Isidora -Si Isidora. Si gustas puedes tomar asiento. Quisiera hablar contigo sobre la posible adopción del pequeño Joaquín.- dijo la señorita Ana. Isidora procedió a tomar asiento, mientras sujetaba los papeles con información sobre la posible familia de Joaquín y los examinaba detenidamente. -La familia interesada en Joaquín son los Uribe Gutiérrez, son un matrimonio joven de 28 años y siempre han deseado poder adoptar a un niño. Hace unas semanas ellos vinieron a observar a los niños de la Fundación, tú no los viste ya que te encontrabas en clases de danza y sin duda que el niño que más captó su atención fue Joaquín, por sus dulzura, simpatía y belleza. A ellos les agradaría tener varias citas con el para poder conocerlo a fondo y también ver que piensa el pequeño sobre ellos. Y yo les mencioné a ellos que tú eres muy importante en la  vida de Joaquín y sería fundamental que tu también asistieras a las citas que ellos van a tener con Joaquín.- dijo la señorita Ana. -Por supuesto que voy a estar en todas las citas que ellos deseen y también voy a acompañar a Joaquín en todo este proceso.- dijo Isidora -Estoy segura que no va a querer alejarse de ti.- dijo la señorita Ana. -Lo visitaré cada vez que pueda en su nuevo hogar, nunca me voy a olvidar de el. Además va estar mucho mejor con un familia que acá.- dijo Isidora. -Muy bien Isidora es todo por hoy ya que tengo que seguir trabajando. Cuando tenga más información te llamaré para que sigamos hablando.- dijo la señorita Ana. -Aun no debo decirle nada a Joaquín.- dijo Isidora. -Todavía no.- dijo la señorita Isidora se despidió de la señorita Ana, salio alegremente de la oficina de esta y se encontró con Joaquín en la mitad del pasillo al verlo lo abrazó fuertemente y jugó junto a el hasta que Joaquín no pudo mas y le dijo a Isidora que deseaba dormir una siesta a lo cual Isidora no se negó y lo llevó hasta su cuarto, lo dejo sobre su cama y lo abrigó con una manta de color azul. Después se dirigió a su habitación encendió el reproductor de música y estuvo escuchando junto a las chicas una gran cantidad de baladas. Sin darse cuenta llegó el momento en que debían arreglarse para asistir al Festival de la Voz. Jazmín fue la primera en arreglarse ella se puso una mini falda de mezclilla, con una chaqueta de cuero, Tamara se puso un vestido celeste con un abrigo del mismo color, Valentina se vistió con unos pantalones negros de cuero y una chaqueta del mismo color, Sofía se puso una falda rosada con un y abrigo del mismo color e Isidora se puso una minifalda blanca, con una pequeña chaqueta blanca, medias transparentes y botas del mismo color al darse cuenta de que hacía frío decidió colocarse un abrigo del mismo color que toda su vestimenta y se recogió el cabello en algunas partes de su cabeza. Isidora escuchó sonar las bocinas de un automóvil así que se asomó al balcón a ver que pasaba y pudo ver a su novio Diego quién se encontraba apoyado en las puertas del automóvil, esperando que bajaran las chicas, desde el balcón Isidora le avisó que bajaban en seguida, volvió a la habitación para anunciarle a las chicas que debían bajar porque Diego las esperaba. Salieron de la Fundación y llegaron hacia donde se encontraba Diego esperándolas, el muchacho se sorprendió al ver a su novia vestida de blanco y a la vez tan hermosa así que la halagó. -Te vez hermosa vestida de blanco mi amor.- dijo Diego besando los labios de su novia suavemente. -Muchas gracias. Tú también te vez muy apuesto.- dijo Isidora. Indudablemente  Tamara en su interior sintió un profundo dolor al ver esta escena pero debía ocultar lo que sentía. Subieron al automóvil las chicas se sentaron en el asiento trasero el cual era muy espacioso, mientras que Isidora iba al lado de Diego el cual encendió la radio y puso música para entretener a las chicas durante el camino. -¿Me imagino que pidieron permiso en la Fundación para poder venir?- dijo Diego mientras conducía. -Yo avisé a la directora Martha y dijo que no había ningún problema en que viniéramos.- dijo Jazmín. -Además nosotras somos chicas responsables, nunca haríamos nada incorrecto por lo tanto no desconfían de nosotras.- dijo Isidora. -Lo se, mi amor.- dijo Diego. No hubo más dialogo en el automóvil aparte de ese así que Diego continuo conduciendo hasta donde se realizaba el Festival de la Voz del colegio donde estudiaba  Matías, estacionó el vehículo y se bajó rápidamente de el para abrirle la puerta a Isidora la cual aceptó encantada tal gesto por parte de su novio, caminaron todos juntos a comprar la entrada. En el gimnasio había una gran cantidad de personas y Cristóbal y Verena ya había llegado. Había un escenario enorme iluminado por muchas luces donde se encontraba una banda tocando animadamente, también había un kiosco donde se vendían diferentes alimentos también a beneficio al Hogar de Ancianos, Diego compró en el kiosco un paquete de papas fritas y una bebida para todos. De la nada Isidora sintió que alguien tocaba su hombro y al darse vuelta pudo ver que era Matías, quien se encontraba detrás de ella. Matías abrazó fuertemente a Isidora y a todas las chicas y les agradeció por haber venido.  Valentina se alegró bastante al ver a Matías y se acercó a charlar con el, Cristóbal que se encontraba a unos metros de distancia se acercó, a donde se encontraban las chicas para hablar con ellas, mientras Verena compraba una bebida en el kiosco. Isidora se encontraba cogida de la mano de Diego, cuando escuchó que presentaban a la siguiente banda en competencia. Era tanta gente la que había en el lugar que a Isidora le costaba mucho distinguir el escenario, pero escuchó perfectamente el nombre de la banda de rock que se presentaba el nombre de esta era cómplices y cuando el vocalista empezó a cantar, la voz de el le pareció extrañamente familiar, así que junto a Diego hizo todo lo que pudo para tratar de llegar al borde del escenario, abriéndose paso entre medio del público presente, cuando se encontraba ahí alzó la vista y pudo ver la silueta de Sebastian Olavarria el chico nuevo del Instituto el cual era el vocalista de la banda de rock. Isidora quedó impactada al verlo jamás pensó que se iba a encontrar con el en aquel lugar, ni nunca se imaginó que este chico fuera vocalista de una banda de rock, se encontraba observando detenidamente a Sebastian pero este parecía ignorar su presencia cuando su novio Diego le habló. -¿Lo conoces?- preguntó Diego. -No.- mintió Isidora. -Es que parece que si. Al menos eso refleja tu mirada.- dijo Diego. -Mi amor de verdad que no importa. Mejor regresemos a donde se encuentran las chicas.- dijo Isidora. Y los dos caminaron hacia donde se encontraban las chicas, Jazmín observó sorprendida a Isidora ya que ella tampoco podía creer que Sebastian fuera el vocalista de aquella banda de rock. Los tres minutos que duró la canción de la banda de Sebastian a Isidora se le hicieron eternos, extrañamente su presencia la cohibía pero debía admitir que su voz era seductora. Después que la banda de rock de Sebastian abandonó el escenario Isidora recuperó la calma y continuó disfrutando con sus amigas y junto a su novio. Llegó el momento en que debían decir quien o quienes había obtenido el tercer, segundo y primer lugar. El tercer lugar lo obtuvo una banda de pop, el segundo lugar una solista y el primer lugar lo obtuvo la banda Cómplices, la cual era la banda de rock de Sebastian, Isidora simplemente no lo podía creer ver el rostro triunfante de Sebastian junto a los otros chicos de la banda sosteniendo el trofeo del primer lugar la cohibía aun más. Dieron por finalizado el Festival de la Voz y Matías se acercó a Isidora nuevamente para agradecerle a ella por haber venido y el dio un fuerte apretón de mano a Diego en forma de agradecimiento. Isidora y Diego salieron cogidos de las manos mientras las chicas y una grane estampida de gente los seguían rumbo a la salida del colegio. Mientras iban en el automóvil rumbo a la Fundación Alegría, Isidora no podía dejar de pensar en Sebastian y en la gran sorpresa que se había llevado al saber que era vocalista de una banda de rock. Autora: Elizabeth Parizot Riveros
El bien y el mal. Primer capítulo            La princesa del bien Al suelo caía un trozo de pastel mientras por todo el patio se escuchaba la risa, alborotada  de los niños festejando los nueve años de vida de su amigo Joaquín, mientras Isidora una muchacha de 16 años recogía el trozo de pastel de frutilla que había caído al suelo y repartía dulces a los niños. Isidora Valdivieso era una chica de mediana estatura, delgada con el cabello castaño oscuro y ondulado. Toda la vida de ella había transcurrido en la fundación en la cual vivía la cual llevaba  el nombre de Alegría y se ubicaba en la ciudad de Santiago de Chile. La fundación Alegría recibía a niños huérfanos o abandonados por sus padres y los criaba hasta que fueran mayores de edad y pudieran abandonar la Fundación. Los padres de su hija al enterarse que esta era la princesa del bien en la tierra, no pudieron soportar la noticia esta las dejó desconcertados y pensaron los problemas que esto les traería por lo tanto decidieron abandonar a Isidora en esta fundación para que fuera criada y educada por otras personas. Sin embargo Isidora desde pequeña siempre supo que era la princesa del bien en al Tierra, los poderes y capacidades especiales que tenía y como debía utilizarlos. Las chicas que compartían la habitación con Isidora las cuales eran Jazmín, Valentina, Tamara y Sofía eran servidoras de Isidora era su misión por la cuál llegaron a vivir a la fundación aparentando que sus padres habían fallecido o que las habían abandonado. El novio de Isidora era un muchacho común y corriente, sin ningún poder o habilidad especial el nombre de el era Diego Echenique, este sabía perfectamente que su novia era la princesa del bien y todo lo que implicaba poseer tal cargo. Si embargo para Isidora su novio Diego era simplemente un compañero, disfrutaba estar con el pero en realidad no sentía verdadero amor hacia el, para ella era un buen amigo, con el cual gozaba de grandes e importantes momentos y no le agradaba sentirse sola por eso mantenía esta relación con el. La fundación donde vivía Isidora era una gran casa de dos pisos y muy colorida. El jardín estaba rodeado de bellas rosas blancas y rojas, con un pasto hermoso que tapizaba el lugar y además unos cuantos girasoles que hacían que se viera aún más bello el jardín de la Fundación Alegría. La fundación tenía un patio enorme, con grandes árboles que daban manzanas, las cuales recogían de los árboles para devorarlas al instante o preparar dulces de estas. En el primer piso de la fundación se encontraba la recepción donde atendía la secretaria Paula Segura la cual era una mujer de 27 años muy amable, también se encontraban la oficina de la psicóloga, la asistente social y la oficina de la directora la cual se llamaba Martha Hurtado era una mujer de 36 años amigable pero estricta. Isidora juntos a sus servidoras eran una de las pocas muchachas de su edad que aún continuaban viviendo en la Fundación ya que la mayoría habían sido adoptados cuando pequeños. De los niños pequeños que vivían en la Fundación el favorito de Isidora era el pequeño Joaquín, lo adoraba completamente desde que lo fueron a dejar en al puerta de la Fundación envuelto en una pequeña manta, tiritando de frío y al verlo en aquel estado el corazón de Isidora se conmovió completamente y decidió cuidar a Joaquín hasta que una familia viniera por el o si no hasta cuando fuera mayor de edad. Joaquín adoraba a Isidora para el ella era su hermana mayor aunque no sabía el gran secreto que ella escondía.  Ella era la que organizaba todos los cumpleaños de Joaquín y este no había sido la excepción, siempre trataba de sorprenderlo y hacerlo feliz. Toda la Fundación se encontraba celebrando el cumpleaños de Joaquín, era un momento especial para que todos estuvieran reunidos. Isidora ayudó a abrir a Joaquín sus obsequios con los cual el pequeño quedó maravillado. Después de varias risas y juegos el cumpleaños había terminado y era hora de ir a  dormir, pero antes de volver a su habitación Isidora fue hasta la cocina a ayudar a lavar los platos y se encontró con la tubería rota mientras el agua mojaba todo a su paso, Isidora tranquilamente se agachó al lado de la tubería y con sus poderes procurando no ser vista logró que la tubería quedara como nueva y además hizo desaparecer toda el agua que había esparcida en el suelo. Subió a su habitación y vio que Jazmín, Tamara, Valentina y Sofía estaban por acostarse. -Princesa necesita algo antes de dormir.-preguntó Jazmín. -Cuantas veces les tendré que decir que no me llamen princesa, es verdad que lo soy pero sinceramente yo me siento una más de ustedes.-dijo Isidora -Es verdad pero es difícil olvidar que usted es nuestra princesa y que nosotras somos sus servidoras, por lo tanto debemos mantener cierto respeto hacia usted.- dijo Tamara. -Pero yo no ciento que me falten el respeto al llamarme simplemente Isidora o al tutearme.- dijo Isidora -De acuerdo Isidora. Hay que admitir que estuvo excelente el cumpleaños de Joaquín.- dijo Valentina -Se nota que lo hiciste con mucho amor para el.-dijo Sofía -Si lo adoro. Como quisiera que una buena familia lo adoptara.- dijo Isidora. Después de mencionar estas palabras Isidora comenzó a ordenar la habitación mientras las otras chicas se sumergían en sus sueños. La habitación era bastante amplia había cinco armarios uno para cada una para que guardaran sus pertenencias. El color de las paredes era un amarillo radiante, los muebles que se encontraban en la habitación eran antiguos pero hermosos, había una gran ventana con un balcón al final de la habitación, donde a Isidora le agradaba observar la ciudad y tomar aire. Al día siguiente Isidora se despertó con un poco de sueños en sus ojos, se levantó de la cama, mientras las demás chicas hacía lo mismo, fue hasta el tocador el cual se encontraba desocupado para darse un baño y después vestirse. Cuando ya estaba aseada y perfumada fue a ayudar al pequeño a Joaquín a vestirse y a continuación bajaron a la cocina, la cual era muy grande y al medio de ella había una larga mesa de madera rodeada de muchas sillas, las paredes de la cocina eran de color verde claro, los muebles de la cocina al igual que los de las habitaciones eran muy antiguos pero bellos, el piso era de cerámica blanca y el congelador de color blanco. En la cocina se encontraron con Cristóbal Rivas el cual era un muchacho de la misma edad que Isidora, era alto y apuesto, este se encontraba secretamente enamorado de Jazmín, la cual de todas las muchachas era con la que mejor se llevaba Isidora. -Hola Cristóbal. ¿Cómo has amanecido? –dijo Isidora. -Muy bien, gracias. ¿Y tú?- dijo Cristóbal -Con un poco de sueño pero bien.- dijo Isidora. -¿Y como ha amanecido Jazmín?-preguntó Cristóbal. -No he conversado con ella aún, pero la vi levantarse así que se encuentra bien. ¡Deberías decirle lo que sientes por ella!.- dijo Isidora. -¿Tú sabes lo que yo siento por ella?- dijo Cristóbal. -Se nota a simple vista que la quieres. Dile que lo que sientes.- dijo Isidora -Eso es imposible.- dijo Cristóbal. Y en realidad para Cristóbal era imposible ya que cada vez que trataba de acercarse a ella, se colocaba muy nervioso y no podía hablar además últimamente Jazmín se encontraba saliendo con otro chico y eso lo tenía muy decepcionado. Isidora no pudo decir nada más respecto al tema ya que justo en ese preciso  momento  entró Jazmín para tomar desayuno, Cristóbal la saludó tímidamente mientras sus mejillas se sonrojaban, Isidora sonrío levemente mientras dejaba a Joaquín sobre una de las sillas y preparaba el desayuno para los dos, la cocina se empezó a llenar de todos los otros habitantes, mientras Joaquín e Isidora comían animadamente el desayuno y aprovechaba de conversar con la demás chicas. Al finalizar el desayuno apareció Silvia la cual era la empleada de la Fundación Alegría, era una muchacha de 20 años al cual con el trabajo que realiza en la fundación pagaba sus estudios en la Universidad. Silvia comenzó a retirar los platos y las tazas que había sobre la mesa para lavarlos mientras se despedía amablemente de los chicos y chicas y les deseaba que les fuera bien en sus clases. Isidora y Jazmín estudiaban en el mismo Instituto de Educación Superior, al cual podían asistir personas de cualquier edad que no hubieran terminado sus estudios superiores o que los estuvieran cursando. Isidora había estado antes en un colegio pero no le agradaba se sentía oprimida, así que hablo con la directora Martha para que la dejara estudiar en un Instituto y ella aceptó sin ningún problema y para que no estuviera sola Jazmín decidió entrar al Instituto a estudiar para acompañarla. Las dos salieron de la fundación mientras Joaquín iba cogido de la mano de Isidora, antes de ir al Instituto debían dejar a Joaquín en el colegio donde estudiaba, las dos se dirigieron hacia donde se encontraba el metro y se subieron a el.  Llegaron hasta el colegio donde se encontraba Joaquín lo dejaron en al entrada pero antes de irse se despidieron de el con un fuerte beso y un abrazo y le desearon lo mejor en su día de clases. Volvieron a coger el metro para ir a clases al Instituto llegaron con quince minutos de anticipación antes que comenzara la clase, así que  conversaron un poco afuera de la sala. -¿Cómo esta tu novio?- preguntó Jazmín -Ahora que lo preguntas hace dos días que no veo a Diego, solo me he comunicado con el por teléfono, voy a ver su hoy me reúno con el.- dijo Isidora -Es un muchacho adorable.- dijo Jazmín -Si me divierto mucho con el.- dijo Isidora -Se ve que lo amas.-dijo Jazmín Isidora prefirió no comentar anda al respecto ella no amaba a Diego tan solo era un excelente compañero y un gran amigo al cual le tenía mucho cariño.- -¿Y como te ha ido con ese chico con el que sales?- preguntó Isidora -Te refieres a Esteban. Nos estamos conociendo, es muy amable y apuesto pero en realidad nos e si resulte mantener una relación el, ya que coincidimos en pocas cosas. Al escuchar esto Isidora se alegró pensando que Cristóbal aún tenía posibilidades con Jazmín. Vieron acercarse al profesor así que sin pronunciar ninguna otra palabra  las dos entraron a la sala de clases y se sentaron en sus respectivos puestos. Mientras Isidora se dedicaba a observar la clase Isidora vio a un chico que antes nunca había visto, al parecer era un nuevo estudiante, tenía el cabello castaño claro, los ojos de color café y vestía con pantalones y chaqueta de color marrón. La mirada de el se detuvo en el rostro de Isidora sin que ella lo notara pero cuando ella lo observó de nuevo el muchacho  parecía disgustado y ella no comprendía la razón.                                                                                                              El nuevo estudiante. Segundo Capitulo   Los ojos Isidora se detuvieron por treinta segundos en el estudiante nuevo y la expresión de el cambió notablemente ya no se encontraba disgustado sino que sonreía ampliamente, Isidora bruscamente volvió a concentrase en la clase de literatura que dictaba el profesor, mientras Jazmín apuntaba en su cuaderno algunas notas sobre lo que explicaba el profesor. A Isidora le encantaba la clase era su favorita adoraba la literatura y todo lo que derivaba de esta podía pasar tarde enteras leyendo, también le gustaba leer y escribir poemas. Cuando finalizó la clase salieron a recreo e Isidora Y Jazmín pasaron por al lado del nuevo chico el cual les sonrió tímidamente. -¿Lo has visto antes?-preguntó Isidora. -Ni idea es primera vez que lo veo. ¿Por qué?- dijo Jazmín -No se extrañamente me llama la atención. – dijo Isidora. -¿Acaso te gusta? Tú tienes novio así que no pienses eso.- dijo con una sonrisa Jazmín. -¡Claro que no!- respondió Isidora Se acabó el recreo y volvieron a clases mientras entraban a la sala de clase  el nuevo chico pasó por al lado de ellas y rozó levemente su mano derecha contra la mano izquierda de Isidora y después se fueron a sentar en sus respectivos puestos esperando que el profesor de matemáticas llegara a hacer la clase. Extrañamente el profesor se demoraba en llegar, así que todos los alumnos empezaron a conversar, de repente el chico nuevo se levantó de su asiento y se acercó a donde se encontraban Isidora y Jazmín. -Hola.- dijo el nuevo chico -Hola.- respondió Isidora muy sorprendida. -Quisiera presentarme mi nombre es Sebastian Olavarria. ¡Mucho gusto!-dijo Sebastian -Yo soy Isidora Valdivieso.- dijo la Isidora - Y yo soy Jazmín Vera.- dijo Jazmín -Encantando en conocerlas. –dijo Sebastián -Gracias.- respondieron al mismo tiempo Isidora Y Jazmín. -Así que llegaste hoy como nuevo estudiante de este Instituto.- dijo Isidora. -Si es mi primer día aquí y hasta el momento todo me ha parecido bastante agradable.- dijo Sebastián -¿Dónde estudiabas antes?- preguntó Jazmín. -En un colegio particular. Pero se puede decir que hace una semana me expulsaron, así que vine a parar acá.- dijo con una sonrisa Sebastián Las chicas  sonrieron suavemente al escuchar esto y a continuación Isidora preguntó. -¿Y que sucedió? ¿Por qué te expulsaron?-dijo Isidora Sebastián rió rápidamente antes de responder. -Es que a veces soy muy inquieto, tal vez demasiado. Además allá me sentía bastante oprimido.- dijo Sebastian. -A mi me pasaba lo mismo cuando estudiaba en un colegio.-dijo Isidora sonriendo. No pudieron continuar conservando ya que justo apreció el profesor de matemáticas. Así que Sebastián se despidió de las chicas y volvió a sentarse a su puesto. El profesor llegó a donde se encontraba el escritorio dejó los libros sobre este y después de disculparse con los alumnos por su retraso comenzó realizar la clase. Resolvieron una gran cantidad de ejercicios de matemáticas Isidora de vez en cuando observaba a Sebastián y se daba cuenta de que aparentemente Sebastian resolvía los ejercicios con gran facilidad. Finalizó la clase de la mañana y los días lunes no tenían clases en la tarde, por lo tanto se encontraban libres. Todos los alumnos salieron animadamente del Instituto e Isidora quiso acercarse a hablar con Sebastian pero vio que un muchacho, tres años mayor que ella con el cabello alborotado de color rubio y los ojos azules la esperaba animadamente a metros de la puerta del Instituto. Este muchacho era su novio Diego el cual la había ido a buscar a su novia después de clases y se encontraba con una gran sonrisa esperando por ella. Isidora al verlo le sonrió una amplia sonrisa y una dulce mirada y se acercó para abrazarlo y besarlo. Mientras besaba a su novio Isidora tuvo la leve impresión que Sebastian se encontraba observándola, pero cuando dirigió disimuladamente la mirada hacia el vio que este se reunía con un grupo de chicos y que se iba con ellos. -¿Cómo se encuentra hoy mi princesa del bien?- preguntó Diego. -No digas eso. Cualquiera podría escuchar y no corresponde que los demás se enteren. – dijo Isidora. -De acuerdo. No lo menciono más por lo menos en la calle. Pero por favor no me lances un destello de luz con el cual podrías aniquilarme.- dijo Diego. -Tu sabes que yo nunca utilizaría mis poderes contra ti.- dijo Isidora mientras lo abraza. -Te traje una golosina.- dijo Diego. Y le entregó a Isidora una paleta de chocolate con forma de un pequeño oso de peluche. Isidora quitó el envoltorio y comenzó a saborear la paleta de chocolate la cual se encontraba deliciosa, mientras que Jazmín aprovechó para acercarse a ellos. Diego la saludó amablemente y los tres comenzaron a charlar, Isidora invitó a su novio para que almorzara en la fundación junto a ellas, pero primero debían ir a buscar a Joaquín al colegio donde estudiaba. Así que los tres fueron a coger el metro y llegaron hacia donde se encontraba el colegio donde estudiaba Joaquín. Esperaron a que comenzaran a salir los niños de repente apareció  Joaquín alegremente y sosteniendo un dibujo en su mano, el cual se lo entregó a Isidora después de saludarla. Joaquín se alegró mucho al ver a Diego ya que a el le agradaba mucho, además Diego siempre era muy gentil con el e incluso le compraba dulces y lo llevaba a pasear por todo Santiago. Nuevamente cogieron el metro para llegar a la Fundación Alegría, el metro se encontraba repleto de personas e incluso al subir y al bajar los empujaron un poco, pero en ningún momento Isidora soltó la mano de Joaquín para que este no se perdiera. Al llegar a la Fundación se encontraron con Roberto el cual era el jardinero de la fundación, regando las plantas y lo saludaron amablemente.  Al entrar en el primer piso de la Fundación se encontraron con la secretaria Paula Segura, la cual se puso muy contenta al ver a Diego ya que este era un buen muchacho y siempre los ayudaba con todos los eventos y beneficios para la fundación. -Hola Diego. ¿Cómo estas?- preguntó la secretaria Paula. -Muy bien y usted.- dijo Diego. -Bien gracias. ¿Qué haces por aquí?- dijo la secretaria Paula. -Mi novia me invitó a almorzar por eso vine.- dijo Diego -Es una muchacha encantadora.- dijo la secretaria Paula -Lo se, es la mejor de todas.- dijo Diego abrazando suavemente a Isidora por la espalda mientras esta se sonrojaba. -Me imagino que se encuentran hambrientos, así que no les quito más tiempo. Por lo tanto vayan a la cocina a almorzar.- dijo la secretaria Paula Y así lo hicieron llegaron hasta a la cocina y vieron que Silvia le daba los últimos toques a la comida que se encontraba preparando. -¿Me imagino que quieren almorzar?- dijo Silvia -¡Claro! Y Diego también es mi invitado.- dijo Isidora. -Prepare papas fritas con nuggets de pollo. ¿Les agrada?- dijo Silvia -¡Exquisito!- respondieron los tres al mismo tiempo Isidora sentó a Joaquín a la mesa mientras Silvia servía los platos con comida. Se encontraban comiendo animadamente cuando entró Tamara a la cocina, recién había llegado del colegio y la ver a Diego se ruborizó. Hace bastante tiempo que Tamara se sentía atraída por Diego pero obviamente no lo decía ya que este era el novio de su princesa, pero al verlo no podía dejar de sonrojarse y colocarse muy nerviosa. -Hola Tamara. ¿Las otras chicas no vinieron contigo?- dijo Isidora -No fueron a comprar algunas cosas que necesitaban.- dijo Tamara -¡Hola Tamara! ¿Cómo estas?-dijo Diego Al escuchar que Diego la saludaba Tamara no pudo evitar sorprenderse y colocarse más nerviosa de lo habitual cada vez que se encontraba cerca de Diego. -Hola Diego. Bien, gracias.- dijo Tamara -¿Como te fue hoy en el colegio?-preguntó Diego. -Hoy tuve un examen escrito y pienso que me fue bastante bien. Por lo menos encontré fáciles las preguntas.- dijo Tamara bastante cohibida. -Me alegro.- dijo Diego Silvia le sirvió el plato de comida a Tamara la cual se sentó al lado de Diego y no podía dejar de tiritar por estar a lado de el. De repente entró a la cocina la directora de la Fundación la señora Martha Hurtado, ese día vestía un traje de dos piezas, de color crema al ver que se encontraban almorzando les dirigió la palabra. -¿Cómo están hoy?- dijo la Directora Martha -Bien.- respondieron todos al mismo tiempo De repente la mirada de la directora se detuvo en Diego, ella no tenía nada en contra de el de hecho le agradaba bastante, pero sin embargo era muy estricta a la hora de que personas externas ingresaran a la Fundación. -Hola Diego. Por lo que veo has venido a almorzar.- dijo la Directora Martha. -Directora yo lo invité. Espero que no le desagrade.- dijo Isidora. -No es eso. Solo que no me agrada que personas externas a la Fundación ronden en ella. Sobre todo un chico tan apuesto como el, perfectamente puede alborotar a las chicas.- dijo la directora Martha. -Prometo no hacerlo.- dijo Diego. -Descuida confío en ti.- dijo la directora Martha y se marchó. Al cabo de cinco minutos aparecieron Valentina y Sofía cada una con una bolsa enorme. -¿Qué fuero a comprar?- preguntó Isidora -Útiles escolares.- dijo Valentina -Ya sabes lápices, pinturas entre otros.- dijo Sofía -También trajimos algunas cosas para ustedes.- dijo Valentina Sofía y Valentina se sentaron a almorzar y cuando terminaron, todos ayudaron a levantar la mesa y fregar los platos, mientras Silvia servía el almuerzo a los demás chicos y chicas de la Fundación. Diego le dijo a Isidora que debía marcharse  ya que tenía clases en la Universidad durante la tarde así que se despidió de las chicas y de Joaquín. Mientras que Isidora lo fue a dejar a la puerta de la Fundación para despedirse de el con un suave beso en los labios y deseándole el mayo éxito posible en la clase a la que debía asistir. Isidora entró a la Fundación y se dirigió hacia donde se encontraba Joaquín lo tomo en brazos y subieron la escalera, hasta llegar al cuarto del pequeño. El cuarto donde dormía  Joaquín con otros niños de su edad era de color azul, tenía muchos cuadros bastantes tiernos colgados en la pared y muchos armarios uno para cada uno y una caja llena de juguetes. Ayudó a Joaquín a quitarse el uniforme y colocarse ropa más cómoda, aprovecho de peinarlo y después vaciaron la gran caja de juguetes que había en la habitación a Joaquín le encantaban los superhéroes así que sacó una capa roja de superhéroe con ayuda de Isidora se la puso en al espalda y los dos comenzaron a jugar, imaginando diferentes tipos de situaciones donde Joaquín salvaba heroicamente a Isidora. De repente Isidora observó su reloj y se percató de que se encontraba atrasada para la clase de danza en la academia que solía asistir. Así que se despidió de Joaquín y lo dejo en su habitación para que continuara jugando con sus pequeños amigos, caminó rápidamente hasta su cuarto, sacó de su armario la ropa adecuada que necesitaba para la clase de danza, se cepilló el cabello y con un alzo rozado se hizo una cola que la hizo lucir más bella de lo que ya era. En su bolso puso lo que hesitaba llevar y bajó corriendo la escalera, salió de la Fundación para ir a coger el metro pero al ver la hora se percató de que tan solo faltaban cinco minutos para que comenzara la clase y que la profesora de danza no aceptaba retrasos. A Isidora no le gustaba abusar de sus poderes especiales que tenía por ser la princesa del bien ni mucho menos utilizarlos para su conveniencia, pero si embargo debía llegar a tiempo a la clase de danza. Así que se aseguró de que no se encontrara nadie cerca y cerró sus ojos para aparecer a una cuadra de la academia donde tomaba clases de danza. Apareció a una cuadra del lugar a donde debía llegar y caminó rápidamente o que faltaba para llegar a el y mientras caminaba creyó ver que Sebastián el chico que había conocido durante la mañana se encontraba observándola del otro lado de la calle, sin embargo cuando observó con detención hacia donde había creído ver a Sebastian se dio cuenta de que no había nadie. Entró hacia donde se encontraba la academia y comenzó a subir la escalera ya que en el segundo piso era donde se impartían las clases de baile. Isidora entró a la habitación con un gesto saludó a la profesora y a sus compañeros, mientras que un rincón dejaba su bolso y se acomodaba el cabello. El nombre de la profesora era Josefina Ahumada era muy agradable, adoraba a sus alumnos pero si le daba mucha importancia a la puntualidad y al compromiso con la danza. La profesora Josefina pidió que todos se alinearan al frente de ella y comenzaron a realizar ejercicios de flexibilidad y mientras los hacían Isidora se preguntaba por que había creído ver a Sebastián del otro lado de la calle le parecía increíble que un chico que había conocido recién en la mañana se le viniera a la mente, pero no pudo seguir pensando en esto ya que la profesora indicó lo siguiente que debía realizar. La profesora Josefina puso una canción de tango electrónico, comenzó a hacer los pasos y todos debían realizar los mismos movimientos que ella. Esto a Isidora le encantaba para ella no había nada más emocionante que bailar y además tenía una gran facilidad para poder realizar correctamente todos los pasos y aprenderse las coreografías. Cuando terminaron de practicar los pasos, la profesora pidió que todos se reunieran en parejas y que realizaran una coreografía de la misma canción y con los pasos que recién les había enseñado. Isidora se acercó a Matías Riquelme le cual también asistía  a clases de baile y era la persona con la cual Isidora siempre realizaba todas las coreografías ya que con el poseía una gran amistad y mucha confianza. De hecho los dos se había hecho amigos desde el primer día que pisaron la academia y esto había sido hace cuatro años que era el tiempo que los dos llevaba bailando. -Hola ¿Cómo estas?- dijo Matías. -Muy bien, gracias.- dijo Isidora -¡Vaya! Casi llegas atrasada, te escapaste por muy poco.- dijo Matías. -Si fue una suerte.- dijo Isidora Evidentemente Matías ignoraba que Isidora era la princesa del bien y los poderes que esta poseía, por lo tanto se limitaba a pensar que era cuestión de suerte que haya justo a tiempo, jamás se iba a imaginar que había desaparecido de un lugar y aparecido en otro. -De acuerdo comencemos a realizar la coreografía.- dijo Matías animadamente. Los dos se acercaron y comenzaron a realizar los pasos que correspondían, los dos se movían con gran rapidez, mientras el resto de los alumnos también realizaban su propia coreografía. Ensayaron un par de veces al ritmo de la música y otras simplemente marcando los pasos. Cuando faltaban treinta minutos para que finalizar la clase, la profesora Josefina, indicó que todas las parejas debían presentar su coreografía, aunque esta fuera breve. Isidora y Matías fueron los terceros en presentar su coreografía, las dos parejas que se presentaron antes que ellos lo hacían muy bien y cuando fue el turno de Isidora y Matías se presentaron sorprendieron a todos incluso a la profesora ya que les salió maravilloso, completamente coordinados y con mucha gracia y estilo, así que consiguieron un gran aplauso por parte de todos. Después que la última pareja se presentó la clase se dio por finalizada y la profesora Josefina felicitó a todos por su gran desempeño creando una coreografía en tan poco tiempo. Isidora caminó hacia el rincón donde había dejado su bolso y sacó una toalla para secarse el sudor de la frente, mientras Matías la acompañaba,  sacó una botella con agua y bebió un poco y también aprovechó de perfumarse. Se despidió de la profesora y salió junto a Matías de la academia el cual antes de despedirse de ella le hizo una invitación. -Mañana en el colegio donde yo estudio se va a realizar un Festival de la Voz, el cual donde varios grupos participan por el primer, segundo o tercer lugar y todo el dinero que se recolecte es con un fin benéfico ya que es para un Hogar de Ancianos que se encuentra bastante abandonado. Y pensé que a ti te agradaría ir con tu novio Diego o con tus amigas.- dijo Matías Por supuesto que Isidora iba a asistir si este tenía un fin benéfico, lo cual era algo bueno y ella por ser la princesa del bien debía apoyar y fomentare este tipo de prácticas. -Por supuesto que voy a asistir. Le comunicaré a Diego para que me acompañe y a las chicas también las invitaré.- dijo Isidora. -De acuerdo. Para que sepas es a las nueve de la noche, así que te espero.- dijo Matías. -Nos vemos mañana.- dijo Isidora y se despidió de Matías Después que Matías se fue Isidora comenzó a caminar hacia donde debía coger el metro para volver a la Fundación.

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