El bien y el mal (I y II capitulo)
Publicado en Sep 13, 2009
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El bien y el mal.
Primer capítulo
 
         La princesa del bien
Al suelo caía un trozo de pastel mientras por todo el patio se escuchaba la risa, alborotada  de los niños festejando los nueve años de vida de su amigo Joaquín, mientras Isidora una muchacha de 16 años recogía el trozo de pastel de frutilla que había caído al suelo y repartía dulces a los niños.
Isidora Valdivieso era una chica de mediana estatura, delgada con el cabello castaño oscuro y ondulado. Toda la vida de ella había transcurrido en la fundación en la cual vivía la cual llevaba  el nombre de Alegría y se ubicaba en la ciudad de Santiago de Chile. La fundación Alegría recibía a niños huérfanos o abandonados por sus padres y los criaba hasta que fueran mayores de edad y pudieran abandonar la Fundación.
Los padres de su hija al enterarse que esta era la princesa del bien en la tierra, no pudieron soportar la noticia esta las dejó desconcertados y pensaron los problemas que esto les traería por lo tanto decidieron abandonar a Isidora en esta fundación para que fuera criada y educada por otras personas.
Sin embargo Isidora desde pequeña siempre supo que era la princesa del bien en al Tierra, los poderes y capacidades especiales que tenía y como debía utilizarlos.
Las chicas que compartían la habitación con Isidora las cuales eran Jazmín, Valentina, Tamara y Sofía eran servidoras de Isidora era su misión por la cuál llegaron a vivir a la fundación aparentando que sus padres habían fallecido o que las habían abandonado.
El novio de Isidora era un muchacho común y corriente, sin ningún poder o habilidad especial el nombre de el era Diego Echenique, este sabía perfectamente que su novia era la princesa del bien y todo lo que implicaba poseer tal cargo. Si embargo para Isidora su novio Diego era simplemente un compañero, disfrutaba estar con el pero en realidad no sentía verdadero amor hacia el, para ella era un buen amigo, con el cual gozaba de grandes e importantes momentos y no le agradaba sentirse sola por eso mantenía esta relación con el.
La fundación donde vivía Isidora era una gran casa de dos pisos y muy colorida. El jardín estaba rodeado de bellas rosas blancas y rojas, con un pasto hermoso que tapizaba el lugar y además unos cuantos girasoles que hacían que se viera aún más bello el jardín de la Fundación Alegría.
La fundación tenía un patio enorme, con grandes árboles que daban manzanas, las cuales recogían de los árboles para devorarlas al instante o preparar dulces de estas.
En el primer piso de la fundación se encontraba la recepción donde atendía la secretaria Paula Segura la cual era una mujer de 27 años muy amable, también se encontraban la oficina de la psicóloga, la asistente social y la oficina de la directora la cual se llamaba Martha Hurtado era una mujer de 36 años amigable pero estricta.
Isidora juntos a sus servidoras eran una de las pocas muchachas de su edad que aún continuaban viviendo en la Fundación ya que la mayoría habían sido adoptados cuando pequeños.
De los niños pequeños que vivían en la Fundación el favorito de Isidora era el pequeño Joaquín, lo adoraba completamente desde que lo fueron a dejar en al puerta de la Fundación envuelto en una pequeña manta, tiritando de frío y al verlo en aquel estado el corazón de Isidora se conmovió completamente y decidió cuidar a Joaquín hasta que una familia viniera por el o si no hasta cuando fuera mayor de edad.
Joaquín adoraba a Isidora para el ella era su hermana mayor aunque no sabía el gran secreto que ella escondía.  Ella era la que organizaba todos los cumpleaños de Joaquín y este no había sido la excepción, siempre trataba de sorprenderlo y hacerlo feliz.
Toda la Fundación se encontraba celebrando el cumpleaños de Joaquín, era un momento especial para que todos estuvieran reunidos. Isidora ayudó a abrir a Joaquín sus obsequios con los cual el pequeño quedó maravillado.
Después de varias risas y juegos el cumpleaños había terminado y era hora de ir a  dormir, pero antes de volver a su habitación Isidora fue hasta la cocina a ayudar a lavar los platos y se encontró con la tubería rota mientras el agua mojaba todo a su paso, Isidora tranquilamente se agachó al lado de la tubería y con sus poderes procurando no ser vista logró que la tubería quedara como nueva y además hizo desaparecer toda el agua que había esparcida en el suelo.
Subió a su habitación y vio que Jazmín, Tamara, Valentina y Sofía estaban por acostarse.
-Princesa necesita algo antes de dormir.-preguntó Jazmín.
-Cuantas veces les tendré que decir que no me llamen princesa, es verdad que lo soy pero sinceramente yo me siento una más de ustedes.-dijo Isidora
-Es verdad pero es difícil olvidar que usted es nuestra princesa y que nosotras somos sus servidoras, por lo tanto debemos mantener cierto respeto hacia usted.- dijo Tamara.
-Pero yo no ciento que me falten el respeto al llamarme simplemente Isidora o al tutearme.- dijo Isidora
-De acuerdo Isidora. Hay que admitir que estuvo excelente el cumpleaños de Joaquín.- dijo Valentina
-Se nota que lo hiciste con mucho amor para el.-dijo Sofía
-Si lo adoro. Como quisiera que una buena familia lo adoptara.- dijo Isidora.
Después de mencionar estas palabras Isidora comenzó a ordenar la habitación mientras las otras chicas se sumergían en sus sueños. La habitación era bastante amplia había cinco armarios uno para cada una para que guardaran sus pertenencias. El color de las paredes era un amarillo radiante, los muebles que se encontraban en la habitación eran antiguos pero hermosos, había una gran ventana con un balcón al final de la habitación, donde a Isidora le agradaba observar la ciudad y tomar aire.
Al día siguiente Isidora se despertó con un poco de sueños en sus ojos, se levantó de la cama, mientras las demás chicas hacía lo mismo, fue hasta el tocador el cual se encontraba desocupado para darse un baño y después vestirse. Cuando ya estaba aseada y perfumada fue a ayudar al pequeño a Joaquín a vestirse y a continuación bajaron a la cocina, la cual era muy grande y al medio de ella había una larga mesa de madera rodeada de muchas sillas, las paredes de la cocina eran de color verde claro, los muebles de la cocina al igual que los de las habitaciones eran muy antiguos pero bellos, el piso era de cerámica blanca y el congelador de color blanco.
En la cocina se encontraron con Cristóbal Rivas el cual era un muchacho de la misma edad que Isidora, era alto y apuesto, este se encontraba secretamente enamorado de Jazmín, la cual de todas las muchachas era con la que mejor se llevaba Isidora.
-Hola Cristóbal. ¿Cómo has amanecido? –dijo Isidora.
-Muy bien, gracias. ¿Y tú?- dijo Cristóbal
-Con un poco de sueño pero bien.- dijo Isidora.
-¿Y como ha amanecido Jazmín?-preguntó Cristóbal.
-No he conversado con ella aún, pero la vi levantarse así que se encuentra bien. ¡Deberías decirle lo que sientes por ella!.- dijo Isidora.
-¿Tú sabes lo que yo siento por ella?- dijo Cristóbal.
-Se nota a simple vista que la quieres. Dile que lo que sientes.- dijo Isidora
-Eso es imposible.- dijo Cristóbal.
Y en realidad para Cristóbal era imposible ya que cada vez que trataba de acercarse a ella, se colocaba muy nervioso y no podía hablar además últimamente Jazmín se encontraba saliendo con otro chico y eso lo tenía muy decepcionado. Isidora no pudo decir nada más respecto al tema ya que justo en ese preciso  momento  entró Jazmín para tomar desayuno, Cristóbal la saludó tímidamente mientras sus mejillas se sonrojaban, Isidora sonrío levemente mientras dejaba a Joaquín sobre una de las sillas y preparaba el desayuno para los dos, la cocina se empezó a llenar de todos los otros habitantes, mientras Joaquín e Isidora comían animadamente el desayuno y aprovechaba de conversar con la demás chicas.
Al finalizar el desayuno apareció Silvia la cual era la empleada de la Fundación Alegría, era una muchacha de 20 años al cual con el trabajo que realiza en la fundación pagaba sus estudios en la Universidad. Silvia comenzó a retirar los platos y las tazas que había sobre la mesa para lavarlos mientras se despedía amablemente de los chicos y chicas y les deseaba que les fuera bien en sus clases.
Isidora y Jazmín estudiaban en el mismo Instituto de Educación Superior, al cual podían asistir personas de cualquier edad que no hubieran terminado sus estudios superiores o que los estuvieran cursando. Isidora había estado antes en un colegio pero no le agradaba se sentía oprimida, así que hablo con la directora Martha para que la dejara estudiar en un Instituto y ella aceptó sin ningún problema y para que no estuviera sola Jazmín decidió entrar al Instituto a estudiar para acompañarla.
Las dos salieron de la fundación mientras Joaquín iba cogido de la mano de Isidora, antes de ir al Instituto debían dejar a Joaquín en el colegio donde estudiaba, las dos se dirigieron hacia donde se encontraba el metro y se subieron a el.  Llegaron hasta el colegio donde se encontraba Joaquín lo dejaron en al entrada pero antes de irse se despidieron de el con un fuerte beso y un abrazo y le desearon lo mejor en su día de clases.
Volvieron a coger el metro para ir a clases al Instituto llegaron con quince minutos de anticipación antes que comenzara la clase, así que  conversaron un poco afuera de la sala.
-¿Cómo esta tu novio?- preguntó Jazmín
-Ahora que lo preguntas hace dos días que no veo a Diego, solo me he comunicado con el por teléfono, voy a ver su hoy me reúno con el.- dijo Isidora
-Es un muchacho adorable.- dijo Jazmín
-Si me divierto mucho con el.- dijo Isidora
-Se ve que lo amas.-dijo Jazmín
Isidora prefirió no comentar anda al respecto ella no amaba a Diego tan solo era un excelente compañero y un gran amigo al cual le tenía mucho cariño.-
-¿Y como te ha ido con ese chico con el que sales?- preguntó Isidora
-Te refieres a Esteban. Nos estamos conociendo, es muy amable y apuesto pero en realidad nos e si resulte mantener una relación el, ya que coincidimos en pocas cosas.
Al escuchar esto Isidora se alegró pensando que Cristóbal aún tenía posibilidades con Jazmín. Vieron acercarse al profesor así que sin pronunciar ninguna otra palabra  las dos entraron a la sala de clases y se sentaron en sus respectivos puestos.
Mientras Isidora se dedicaba a observar la clase Isidora vio a un chico que antes nunca había visto, al parecer era un nuevo estudiante, tenía el cabello castaño claro, los ojos de color café y vestía con pantalones y chaqueta de color marrón.
La mirada de el se detuvo en el rostro de Isidora sin que ella lo notara pero cuando ella lo observó de nuevo el muchacho  parecía disgustado y ella no comprendía la razón.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
                                     El nuevo estudiante.
Segundo Capitulo
 
Los ojos Isidora se detuvieron por treinta segundos en el estudiante nuevo y la expresión de el cambió notablemente ya no se encontraba disgustado sino que sonreía ampliamente, Isidora bruscamente volvió a concentrase en la clase de literatura que dictaba el profesor, mientras Jazmín apuntaba en su cuaderno algunas notas sobre lo que explicaba el profesor.
A Isidora le encantaba la clase era su favorita adoraba la literatura y todo lo que derivaba de esta podía pasar tarde enteras leyendo, también le gustaba leer y escribir poemas.
Cuando finalizó la clase salieron a recreo e Isidora Y Jazmín pasaron por al lado del nuevo chico el cual les sonrió tímidamente.
-¿Lo has visto antes?-preguntó Isidora.
-Ni idea es primera vez que lo veo. ¿Por qué?- dijo Jazmín
-No se extrañamente me llama la atención. – dijo Isidora.
-¿Acaso te gusta? Tú tienes novio así que no pienses eso.- dijo con una sonrisa Jazmín.
-¡Claro que no!- respondió Isidora
Se acabó el recreo y volvieron a clases mientras entraban a la sala de clase  el nuevo chico pasó por al lado de ellas y rozó levemente su mano derecha contra la mano izquierda de Isidora y después se fueron a sentar en sus respectivos puestos esperando que el profesor de matemáticas llegara a hacer la clase.
Extrañamente el profesor se demoraba en llegar, así que todos los alumnos empezaron a conversar, de repente el chico nuevo se levantó de su asiento y se acercó a donde se encontraban Isidora y Jazmín.
-Hola.- dijo el nuevo chico
-Hola.- respondió Isidora muy sorprendida.
-Quisiera presentarme mi nombre es Sebastian Olavarria. ¡Mucho gusto!-dijo Sebastian
-Yo soy Isidora Valdivieso.- dijo la Isidora
- Y yo soy Jazmín Vera.- dijo Jazmín
-Encantando en conocerlas. –dijo Sebastián
-Gracias.- respondieron al mismo tiempo Isidora Y Jazmín.
-Así que llegaste hoy como nuevo estudiante de este Instituto.- dijo Isidora.
-Si es mi primer día aquí y hasta el momento todo me ha parecido bastante agradable.- dijo Sebastián
-¿Dónde estudiabas antes?- preguntó Jazmín.
-En un colegio particular. Pero se puede decir que hace una semana me expulsaron, así que vine a parar acá.- dijo con una sonrisa Sebastián
Las chicas  sonrieron suavemente al escuchar esto y a continuación Isidora preguntó.
-¿Y que sucedió? ¿Por qué te expulsaron?-dijo Isidora
Sebastián rió rápidamente antes de responder.
-Es que a veces soy muy inquieto, tal vez demasiado. Además allá me sentía bastante oprimido.- dijo Sebastian.
-A mi me pasaba lo mismo cuando estudiaba en un colegio.-dijo Isidora sonriendo.
No pudieron continuar conservando ya que justo apreció el profesor de matemáticas. Así que Sebastián se despidió de las chicas y volvió a sentarse a su puesto.
El profesor llegó a donde se encontraba el escritorio dejó los libros sobre este y después de disculparse con los alumnos por su retraso comenzó realizar la clase.
Resolvieron una gran cantidad de ejercicios de matemáticas Isidora de vez en cuando observaba a Sebastián y se daba cuenta de que aparentemente Sebastian resolvía los ejercicios con gran facilidad.
Finalizó la clase de la mañana y los días lunes no tenían clases en la tarde, por lo tanto se encontraban libres.
Todos los alumnos salieron animadamente del Instituto e Isidora quiso acercarse a hablar con Sebastian pero vio que un muchacho, tres años mayor que ella con el cabello alborotado de color rubio y los ojos azules la esperaba animadamente a metros de la puerta del Instituto.
Este muchacho era su novio Diego el cual la había ido a buscar a su novia después de clases y se encontraba con una gran sonrisa esperando por ella.
Isidora al verlo le sonrió una amplia sonrisa y una dulce mirada y se acercó para abrazarlo y besarlo. Mientras besaba a su novio Isidora tuvo la leve impresión que Sebastian se encontraba observándola, pero cuando dirigió disimuladamente la mirada hacia el vio que este se reunía con un grupo de chicos y que se iba con ellos.
-¿Cómo se encuentra hoy mi princesa del bien?- preguntó Diego.
-No digas eso. Cualquiera podría escuchar y no corresponde que los demás se enteren. – dijo Isidora.
-De acuerdo. No lo menciono más por lo menos en la calle. Pero por favor no me lances un destello de luz con el cual podrías aniquilarme.- dijo Diego.
-Tu sabes que yo nunca utilizaría mis poderes contra ti.- dijo Isidora mientras lo abraza.
-Te traje una golosina.- dijo Diego.
Y le entregó a Isidora una paleta de chocolate con forma de un pequeño oso de peluche.
Isidora quitó el envoltorio y comenzó a saborear la paleta de chocolate la cual se encontraba deliciosa, mientras que Jazmín aprovechó para acercarse a ellos. Diego la saludó amablemente y los tres comenzaron a charlar, Isidora invitó a su novio para que almorzara en la fundación junto a ellas, pero primero debían ir a buscar a Joaquín al colegio donde estudiaba.
Así que los tres fueron a coger el metro y llegaron hacia donde se encontraba el colegio donde estudiaba Joaquín. Esperaron a que comenzaran a salir los niños de repente apareció  Joaquín alegremente y sosteniendo un dibujo en su mano, el cual se lo entregó a Isidora después de saludarla.
Joaquín se alegró mucho al ver a Diego ya que a el le agradaba mucho, además Diego siempre era muy gentil con el e incluso le compraba dulces y lo llevaba a pasear por todo Santiago.
Nuevamente cogieron el metro para llegar a la Fundación Alegría, el metro se encontraba repleto de personas e incluso al subir y al bajar los empujaron un poco, pero en ningún momento Isidora soltó la mano de Joaquín para que este no se perdiera.
Al llegar a la Fundación se encontraron con Roberto el cual era el jardinero de la fundación, regando las plantas y lo saludaron amablemente.
 Al entrar en el primer piso de la Fundación se encontraron con la secretaria Paula Segura, la cual se puso muy contenta al ver a Diego ya que este era un buen muchacho y siempre los ayudaba con todos los eventos y beneficios para la fundación.
-Hola Diego. ¿Cómo estas?- preguntó la secretaria Paula.
-Muy bien y usted.- dijo Diego.
-Bien gracias. ¿Qué haces por aquí?- dijo la secretaria Paula.
-Mi novia me invitó a almorzar por eso vine.- dijo Diego
-Es una muchacha encantadora.- dijo la secretaria Paula
-Lo se, es la mejor de todas.- dijo Diego abrazando suavemente a Isidora por la espalda mientras esta se sonrojaba.
-Me imagino que se encuentran hambrientos, así que no les quito más tiempo. Por lo tanto vayan a la cocina a almorzar.- dijo la secretaria Paula
Y así lo hicieron llegaron hasta a la cocina y vieron que Silvia le daba los últimos toques a la comida que se encontraba preparando.
-¿Me imagino que quieren almorzar?- dijo Silvia
-¡Claro! Y Diego también es mi invitado.- dijo Isidora.
-Prepare papas fritas con nuggets de pollo. ¿Les agrada?- dijo Silvia
-¡Exquisito!- respondieron los tres al mismo tiempo
Isidora sentó a Joaquín a la mesa mientras Silvia servía los platos con comida.
Se encontraban comiendo animadamente cuando entró Tamara a la cocina, recién había llegado del colegio y la ver a Diego se ruborizó. Hace bastante tiempo que Tamara se sentía atraída por Diego pero obviamente no lo decía ya que este era el novio de su princesa, pero al verlo no podía dejar de sonrojarse y colocarse muy nerviosa.
-Hola Tamara. ¿Las otras chicas no vinieron contigo?- dijo Isidora
-No fueron a comprar algunas cosas que necesitaban.- dijo Tamara
-¡Hola Tamara! ¿Cómo estas?-dijo Diego
Al escuchar que Diego la saludaba Tamara no pudo evitar sorprenderse y colocarse más nerviosa de lo habitual cada vez que se encontraba cerca de Diego.
-Hola Diego. Bien, gracias.- dijo Tamara
-¿Como te fue hoy en el colegio?-preguntó Diego.
-Hoy tuve un examen escrito y pienso que me fue bastante bien. Por lo menos encontré fáciles las preguntas.- dijo Tamara bastante cohibida.
-Me alegro.- dijo Diego
Silvia le sirvió el plato de comida a Tamara la cual se sentó al lado de Diego y no podía dejar de tiritar por estar a lado de el. De repente entró a la cocina la directora de la Fundación la señora Martha Hurtado, ese día vestía un traje de dos piezas, de color crema al ver que se encontraban almorzando les dirigió la palabra.
-¿Cómo están hoy?- dijo la Directora Martha
-Bien.- respondieron todos al mismo tiempo
De repente la mirada de la directora se detuvo en Diego, ella no tenía nada en contra de el de hecho le agradaba bastante, pero sin embargo era muy estricta a la hora de que personas externas ingresaran a la Fundación.
-Hola Diego. Por lo que veo has venido a almorzar.- dijo la Directora Martha.
-Directora yo lo invité. Espero que no le desagrade.- dijo Isidora.
-No es eso. Solo que no me agrada que personas externas a la Fundación ronden en ella. Sobre todo un chico tan apuesto como el, perfectamente puede alborotar a las chicas.- dijo la directora Martha.
-Prometo no hacerlo.- dijo Diego.
-Descuida confío en ti.- dijo la directora Martha y se marchó.
Al cabo de cinco minutos aparecieron Valentina y Sofía cada una con una bolsa enorme.
-¿Qué fuero a comprar?- preguntó Isidora
-Útiles escolares.- dijo Valentina
-Ya sabes lápices, pinturas entre otros.- dijo Sofía
-También trajimos algunas cosas para ustedes.- dijo Valentina
Sofía y Valentina se sentaron a almorzar y cuando terminaron, todos ayudaron a levantar la mesa y fregar los platos, mientras Silvia servía el almuerzo a los demás chicos y chicas de la Fundación.
Diego le dijo a Isidora que debía marcharse  ya que tenía clases en la Universidad durante la tarde así que se despidió de las chicas y de Joaquín. Mientras que Isidora lo fue a dejar a la puerta de la Fundación para despedirse de el con un suave beso en los labios y deseándole el mayo éxito posible en la clase a la que debía asistir.
Isidora entró a la Fundación y se dirigió hacia donde se encontraba Joaquín lo tomo en brazos y subieron la escalera, hasta llegar al cuarto del pequeño.
El cuarto donde dormía  Joaquín con otros niños de su edad era de color azul, tenía muchos cuadros bastantes tiernos colgados en la pared y muchos armarios uno para cada uno y una caja llena de juguetes.
Ayudó a Joaquín a quitarse el uniforme y colocarse ropa más cómoda, aprovecho de peinarlo y después vaciaron la gran caja de juguetes que había en la habitación a Joaquín le encantaban los superhéroes así que sacó una capa roja de superhéroe con ayuda de Isidora se la puso en al espalda y los dos comenzaron a jugar, imaginando diferentes tipos de situaciones donde Joaquín salvaba heroicamente a Isidora.
De repente Isidora observó su reloj y se percató de que se encontraba atrasada para la clase de danza en la academia que solía asistir.
Así que se despidió de Joaquín y lo dejo en su habitación para que continuara jugando con sus pequeños amigos, caminó rápidamente hasta su cuarto, sacó de su armario la ropa adecuada que necesitaba para la clase de danza, se cepilló el cabello y con un alzo rozado se hizo una cola que la hizo lucir más bella de lo que ya era. En su bolso puso lo que hesitaba llevar y bajó corriendo la escalera, salió de la Fundación para ir a coger el metro pero al ver la hora se percató de que tan solo faltaban cinco minutos para que comenzara la clase y que la profesora de danza no aceptaba retrasos.
A Isidora no le gustaba abusar de sus poderes especiales que tenía por ser la princesa del bien ni mucho menos utilizarlos para su conveniencia, pero si embargo debía llegar a tiempo a la clase de danza.
Así que se aseguró de que no se encontrara nadie cerca y cerró sus ojos para aparecer a una cuadra de la academia donde tomaba clases de danza.
Apareció a una cuadra del lugar a donde debía llegar y caminó rápidamente o que faltaba para llegar a el y mientras caminaba creyó ver que Sebastián el chico que había conocido durante la mañana se encontraba observándola del otro lado de la calle, sin embargo cuando observó con detención hacia donde había creído ver a Sebastian se dio cuenta de que no había nadie.
Entró hacia donde se encontraba la academia y comenzó a subir la escalera ya que en el segundo piso era donde se impartían las clases de baile.
Isidora entró a la habitación con un gesto saludó a la profesora y a sus compañeros, mientras que un rincón dejaba su bolso y se acomodaba el cabello.
El nombre de la profesora era Josefina Ahumada era muy agradable, adoraba a sus alumnos pero si le daba mucha importancia a la puntualidad y al compromiso con la danza.
La profesora Josefina pidió que todos se alinearan al frente de ella y comenzaron a realizar ejercicios de flexibilidad y mientras los hacían Isidora se preguntaba por que había creído ver a Sebastián del otro lado de la calle le parecía increíble que un chico que había conocido recién en la mañana se le viniera a la mente, pero no pudo seguir pensando en esto ya que la profesora indicó lo siguiente que debía realizar.
La profesora Josefina puso una canción de tango electrónico, comenzó a hacer los pasos y todos debían realizar los mismos movimientos que ella.
Esto a Isidora le encantaba para ella no había nada más emocionante que bailar y además tenía una gran facilidad para poder realizar correctamente todos los pasos y aprenderse las coreografías.
Cuando terminaron de practicar los pasos, la profesora pidió que todos se reunieran en parejas y que realizaran una coreografía de la misma canción y con los pasos que recién les había enseñado.
Isidora se acercó a Matías Riquelme le cual también asistía  a clases de baile y era la persona con la cual Isidora siempre realizaba todas las coreografías ya que con el poseía una gran amistad y mucha confianza. De hecho los dos se había hecho amigos desde el primer día que pisaron la academia y esto había sido hace cuatro años que era el tiempo que los dos llevaba bailando.
-Hola ¿Cómo estas?- dijo Matías.
-Muy bien, gracias.- dijo Isidora
-¡Vaya! Casi llegas atrasada, te escapaste por muy poco.- dijo Matías.
-Si fue una suerte.- dijo Isidora
Evidentemente Matías ignoraba que Isidora era la princesa del bien y los poderes que esta poseía, por lo tanto se limitaba a pensar que era cuestión de suerte que haya justo a tiempo, jamás se iba a imaginar que había desaparecido de un lugar y aparecido en otro.
-De acuerdo comencemos a realizar la coreografía.- dijo Matías animadamente.
Los dos se acercaron y comenzaron a realizar los pasos que correspondían, los dos se movían con gran rapidez, mientras el resto de los alumnos también realizaban su propia coreografía.
Ensayaron un par de veces al ritmo de la música y otras simplemente marcando los pasos.
Cuando faltaban treinta minutos para que finalizar la clase, la profesora Josefina, indicó que todas las parejas debían presentar su coreografía, aunque esta fuera breve.
Isidora y Matías fueron los terceros en presentar su coreografía, las dos parejas que se presentaron antes que ellos lo hacían muy bien y cuando fue el turno de Isidora y Matías se presentaron sorprendieron a todos incluso a la profesora ya que les salió maravilloso, completamente coordinados y con mucha gracia y estilo, así que consiguieron un gran aplauso por parte de todos.
Después que la última pareja se presentó la clase se dio por finalizada y la profesora Josefina felicitó a todos por su gran desempeño creando una coreografía en tan poco tiempo.
Isidora caminó hacia el rincón donde había dejado su bolso y sacó una toalla para secarse el sudor de la frente, mientras Matías la acompañaba,  sacó una botella con agua y bebió un poco y también aprovechó de perfumarse.
Se despidió de la profesora y salió junto a Matías de la academia el cual antes de despedirse de ella le hizo una invitación.
-Mañana en el colegio donde yo estudio se va a realizar un Festival de la Voz, el cual donde varios grupos participan por el primer, segundo o tercer lugar y todo el dinero que se recolecte es con un fin benéfico ya que es para un Hogar de Ancianos que se encuentra bastante abandonado. Y pensé que a ti te agradaría ir con tu novio Diego o con tus amigas.- dijo Matías
Por supuesto que Isidora iba a asistir si este tenía un fin benéfico, lo cual era algo bueno y ella por ser la princesa del bien debía apoyar y fomentare este tipo de prácticas.
-Por supuesto que voy a asistir. Le comunicaré a Diego para que me acompañe y a las chicas también las invitaré.- dijo Isidora.
-De acuerdo. Para que sepas es a las nueve de la noche, así que te espero.- dijo Matías.
-Nos vemos mañana.- dijo Isidora y se despidió de Matías
Después que Matías se fue Isidora comenzó a caminar hacia donde debía coger el metro para volver a la Fundación.
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Foto del autor Elizabeth Parizt Riveros
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Miembro desde: Sep 13, 2009
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Descripción

El bien y el mal Es el primer y segundo capitulo de una historia denominada como el bien y el mal

Palabras Clave: bien mal

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Fantasa



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raymundo

Lo bueno y lo malo, el bien y el mal, virtud y defecto humanos que acompañan a nuestras existencias. Interesante texto publicado. Muchas felicitaciones y saludos cordiales de un servidor.
Responder
October 15, 2010
 

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busy