Amparo Dávila y lo fantástico en “El huésped”
Publicado en May 07, 2013
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Lo fantástico en “El huésped”  
                                                                            Por: José Manuel Segura Zeferino 

“Siempre he sentido que tránsito en una línea intermedia entre fantasía y  realidad. Para mí, ni la una ni la otra son absolutas.”[1]            (Amparo Dávila)   
                                   
Lo fantástico surge, según Todorov[2],  de la vacilación que experimenta el lector ante los hechos narrados; es decir, de la imposibilidad de encontrar una explicación concreta ya sea en lo natural o en lo sobre natural; no obstante, esta definición fue rebasada por algunos escritores tales como Julio Cortázar, Felisberto Hernández, Juan José Arreola, Francisco Tario y Rosario Ferré, entre otros. Por lo que se habla del nacimiento del género Fantástico Contemporáneo; este se puede definir –según Ana María Barrenechea-  como “textos que conducen a la extrañeza fantástica sin recurrir al hecho estrictamente sobrenatural o soslayándolo cuando ocurre.” [3] Por su parte Flora Botton agrega:
“Lo fantastico se produce cuando un hecho o ser insolito […] que no parecen obedecer a las reglas de la realidad objetiva, entran en esa realidad objetiva –o parecen existir- por un momento al menos dentro de ella…”
  Bajo esta línea Amparo Dávila escribe el cuento “El huespéd”, cuyas dos características fantásticas principales iremos señalando paulatinamente en los apartados.
 
Ambigüedad y vacío como elementos de “lo fantástico”
 
El vacío y la ambigüedad  son dos elementos que van de la mano en la literatura fantástica moderna ya que uno es consecuencia del otro. Estas faltas de información provocan ambigüedad y son origen de las  numerosas  interpretaciones del cuento.
“En el caso de Amparo davila José Miguel Sardiñas señala  que la perplejidad que producen los cuentos de Amparo Dávila son producidos [como mencione antes] por la ambigüedad o insuficiencia informativa […] antes que por la duda fantástica en sí…”[4]
Uno de los aspectos más sobresalientes en “El huésped” es la falta de información de los personajes. Apenas y se sabe un poco del estado psíquico y de las actividades cotidianas de la protagonista, los demás personajes permanecen en un estado (por así llamarlo) fantasmagórico, pues atraviesan la narración como una mera referencia u comentario anecdótico más no como actores en acción; es decir, están imposibilitados por una razón u otra a ser partícipes de los acontecimientos (que dan curso a la narración).
El personaje más ambiguo y controversial del cuento es el huésped mismo, su verdadero ser es suprimido para así presentarnos una figura de aspecto sobrenatural sin que por ello se afirme algo.
“En efecto, el texto crea un vacío informativo acerca del huésped: le reduce al pronombre él, dispositivo gramatical que puede sustituir tanto el nombre de una persona como el de una cosa.”[5]
“Guadalupe y yo nunca lo nombrábamos, nos parecía que al hacerlo cobraba realidad aquel ser tenebroso. Siempre decíamos: –ahí está, ya salió, está durmiendo, él, él, él...”
Este ser  que parece surgido de una pesadilla ha sido visto por algunos críticos[6] como una manifestación del estado matrimonial o bien como una advocación del esposo ausente; sin embargo, no concuerdo con estas interpretaciones. Pienso que se  habla de un felino humanizado pues el  modo en que se refieren a él no es propio a un ser humano sino a un animal doméstico. Sin mencionar la facilidad en que la protagonista y su fiel empleada deciden deshacerse de él.
“Cada día estás más histérica, es realmente doloroso y deprimente contemplarte así… te he explicado mil veces que es un ser inofensivo[7].”
Los días que siguieron fueron espantosos. Vivió muchos días sin aire, sin luz, sin alimento… Al principio golpeaba la puerta, tirándose contra ella, gritaba desesperado, arañaba
Este intento por dotar de un carácter a la figura del huésped solo confirma su ambigüedad puesto que se habla  de un ser sin apariencia concreta y cuyos objetivos reales son desconocidos. Esto nos hace pensar que el huésped forma parte de uno de los cuatro  juegos propios del relato fantástico[8] “El juego de la materia” que explora los límites de lo material y lo espiritual; de este modo lo pensado o soñado se vuelve una presencia física, en este caso -según mi opinión- se trata de la materialización del miedo a la soledad, por ello la criatura solo hace sus fechorías en presencia de la protagonista (cuando esta se encuentra aislada de cualquier ayuda)  y desaparece o huye cuando otro personaje interviene.
 
La soledad como elemento fantástico propio del estilo de Amparo Dávila
La soledad en “El huésped” se asienta en dos niveles diferentes, por un lado podemos observar el abandono (aislamiento) físico que enfrentan los personajes junto a la imposibilidad de escapatoria; el segundo nivel se inscribe en las relaciones familiares de la protagonista, pues se encuentra sola ante el problema.
“Representaba para mi marido algo así como un mueble…”
 “— Esta situación no puede continuar —le dije un día a Guadalupe.
— Tendremos que hacer algo y pronto – me contestó.”
“Guadalupe se iba con su pequeño a dormir y yo me quedaba sola, contemplando el sueño de mis hijos.”
Esta soledad psíquica y ambiental se complementan para crear una atmosfera tenebrosa. Donde la protagonista está a merced de lo inexplicable.
Si observamos detenidamente podremos notar otra función de la  soledad en “El huésped”;  los acontecimientos (que dan curso a la historia) solo ocurren cuando la protagonista se encuentra sin compañía.
“Algunas veces, pensando que aún dormía, yo iba hacia la cocina por la merienda de los niños, de pronto lo descubría en algún oscuro rincón del corredor, bajo las enredaderas.” 
“Guadalupe había salido a la compra y dejó al pequeño Martín dormido en un cajón donde lo acostaba durante el día. Fui a verlo varias veces, dormía tranquilo. […]Estaba peinando a mis niños cuando oí el llanto del pequeño mezclado con extraños gritos. Cuando llegué al cuarto lo encontré golpeando cruelmente al niño.” 
Este recurso utilizado por Amparo permite que el lector sienta empatía por el personaje y la realidad presentada.
“Con estas constantes de ansiedad e incomprensión, de la soledad, se produce el miedo y a partir del miedo, la irrupción de lo fantástico…”[9]
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Bibliografía:
 
Alazraki, Jaime (2001). “¿Qué es lo fantástico?”. Teorías de lo fantástico. David Roas (ed.), Madrid, Arco Libros, [sin fecha de edición].
Bravo, Alatriste, Paula Kitzia, Las cuentistas fantásticas en la segunda mitad del siglo XX [web en linea], disponible en PDF, 14 de abril de 2013. http://espartaco.azc.uam.mx/UAM/TyV/30/222164.pdf
Trujillo, Avendaño. “Entrevista con Amparo Dávila”. [Web en línea]: http://blogs.myspace.com/index.cfm?fuseaction=blog.view&friendId= 174839194&blogId=452372762 [citado el 1 de abril de 2013].
RODRÍGUEZ, FORTINO, CORRAL, Elementos para una aproximación simbólica a “El huésped” de Amparo Dávila, Revista de la crítica y teoría literarias [vol VI, Núm 11], 2008.
BUSTAMANTE, BERMÚDEZ, FERNANDO, “Amparo Dávila: Una maestra del cuento fantástico moderno”, Casa del tiempo, Núm. 14, [web en línea], disponible en PDF, [citado el 1 de abril de 2013].
 

[1] Bravo, Alatriste, Paula Kitzia, Las cuentistas fantásticas en la segunda mitad del siglo XX [web en linea], disponible en PDF, 14 de abril de 2013. http://espartaco.azc.uam.mx/UAM/TyV/30/222164.pdf
[2] Idem
[3] CORRAL, RODRÍGUEZ, FORTINO,  Elementos para una aproximación simbólica a “El huésped” de Amparo Dávila, Revista de la crítica y teoría literarias [vol VI, Núm 11], 2008.
[4] RODRÍGUEZ, FORTINO, CORRAL, Elementos para una aproximación simbólica a “El huésped” de Amparo Dávila, Revista de la crítica y teoría literarias [vol VI, Núm 11], 2008.
[5] idem
[6] Fernando Bustamante Bermúdez  hace referencia a esta interpretación (sumándose a él)  en su ensayo “Amparo Dávila: Una maestra del cuento fantástico moderno” pero no hace mención de los autores.
[7] Marcare en negritas las partes de la cita que consideré más claras para ejemplificar.
[8] Estos  juegos  perturban el tiempo, el espacio, la personalidad o  materia; fueron definidos por Botton.
[9] Trujillo, Avendaño. “Entrevista con Amparo Dávila”. [Web en línea]: http://blogs.myspace.com/index.cfm?fuseaction=blog.view&friendId= 174839194&blogId=452372762 [citado el 1 de abril de 2013].
 
 

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Palabras Clave: Amparo Dávila literatura lo fantastico cuentos analisis escritores mexicanos estudios hispánicos

Categoría: Ensayos

Subcategoría: Análisis



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