Tus balas de saliva disparan sin apuntar
y tu bronca preñada de preguntas
vuelve a parir los porqué y a matar
al mismo muerto de tus respuestas
 
Tu antinihilismo, tu ético hedonismo
Tu “llegar al fondo de las cosas”
Para darlas vuelta y asolarles el revés
Para que la trama sea también amar
 
(mientras jugamos al hueso de pollo con la t)
 
Tu “de qué se ríen, putos”
Tu tarteleta de trufas, tu bici-sien
Tu conca-avidez, el delirio que aleteaba
esa mariposa que se posó en la flor
y en su inconcebible color
Que de milagro tiñó el mar y lo avivó
y mientras lo aspaventaba te vió
 
Tu armamentismo de verde oliva
Que no juega con armas ni municiones
Sino a batir tus verdades
en unas cuantas canciones
  
Ahora tu cicatriz tiene los caracteres
Perfectos para escribir un nuevo tuit
 
Pero en vez de eso un chau, un sin aliento
Un silencio manco y un puerto
Un barquito de madera
balsa que en silencio espera
 
Derrapa fulero la piquetera
En el empinado rampón de la era
Apenas se posa en el alba la estrella
La pálida luz te revela el pisar de huellas
 
Cerrito, cerro encantado
Bruma que niebla los picos
Y más allá el infinito
Con sus chanchitos alados
 
Cerrito, cantan los negros
Cerrito, cerro encantado
Y en la solapa el destino
De un país sacrificado