SIN SOMBRA
Publicado en Apr 30, 2013
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"Cuando crees que el mundo está de cabeza..."
 
 
 
PREFACIO
 
Soy alguien que ha vivido en este horrible mundo, he visto como los privilegiados nos matan, nos discriminan y nadie ha cumplido sus promesas con nosotros sobre mejorar nuestras vidas.
Aunque no he vivido mas que 13 horribles años, diría que tengo mentalmente 50, he visto la humillación de mis hermanos. Pero mi mentalidad no cambio de la noche a la mañana, sin el apoyo de una persona, aunque no es persona, vi diferente al mundo y así quiero seguir viéndolo, hasta que me muera. 
 
 
 
 PRIMERA PARTE
 
 LA TRAGEDIA
 
Gritos de júbilo.
Miles de personas rodean el ángel de la independencia y llevan en la mano la bandera tricolor, muestran caras de orgullo. La selección de futbol por fin ganó la Copa de Oro en el mundial de este año. Por segunda vez en su historia.
Yo me siento indiferente ante tal noticia. Eso no me ayudará a mí en nada ni a nadie. Solo inflará a los orgullosos como sapos y habrá falsa alegría. Una alegría fantasiosa, que en un momento dado se esfumara y quedara en el olvido ante los problemas que enfrenta mi nación.
La noche es estrellada y la luna se muestra completa y diferente. Como una gigantesca naranja. Nadie le presta atención, yo sí.
-Hey, ¿Qué haces aquí? Mamá ya nos quiere en la casa- no me doy cuenta de su presencia hasta que bajo la mirada del cielo y lo miro a él, pequeñito y terroso. Mi hermano. Por su estatura parecería que tiene los mismos años que yo.
 
-¿Por qué la luna está hoy así?- le pregunto. Él alza la vista y se asombra.
-¿Sabes? no siempre está así, es muy rara la vez que tiene ese color- me comenta.
 
No sabe tampoco, con esa respuesta estaba claro, además de que nunca fue a esos edificios grandes donde iban muchos niños chicos y grandes con bolsas en las espaldas y vestidos con ropa igual.
 
Empezamos a caminar por la ruta hacia la casa, un callejón baldío y solitario, flanqueado por baldes y contenedores de basura, él va cabizbajo pero mirando de reojo a ambos lados y volteando para atrás de vez en cuando.
Yo voy mirando el cielo y las estrellas que parece como si nos siguieran como vigilantes, mi mayor sueño ha sido que cuando sea grande quiero aprender a volar.
-Eso es imposible hermanita- me acaricia mi cabeza- nadie puede volar así como así.
-Pues yo si podré y será muy pronto- le respondo.
El ríe y luego calla. Seguimos caminando.
Entramos a otro callejón donde la oscuridad se vuelve más densa y las paredes tienen tuberías saliendo de sus costados. Yo pienso: ¿Por qué vivimos así? ¿Que hicimos para merecer esto? ¿Acaso Dios no nos quiere? ¿Por qué nunca tenemos nada que comer y tenemos que pedir dinero a los demás?
Somos una de las miles de familias pobres en esta ciudad y nos tocó vivir una de las crisis más graves que ha tenido el país, este gobierno capitalista ha llegado a tal grado que sólo los que trabajan como profesionistas o tienen licenciaturas ganan lo suficiente para vivir satisfactoriamente. Sin embargo, los que si viven como verdaderos  reyes son los políticos.
Por eso, justifico que todos ahora estén eufóricos, pero, celebrar la victoria de un simple deporte no les dará de comer.
Pero claro, la gente prefiere vivir en la negación que afrontar las adversidades.
Odio que los gobernantes llamen a estos acontecimientos "Salvaciones" o "El lado bueno de la situación" porque, la verdad, esto no es  nada que pueda beneficiarnos de alguna forma.
Mi hermano interrumpe mi meditación.
-¡Corre!- me susurra mi hermano al oído como diciéndome un secreto.
-¿Qué?- me siento desorientada. Lo miro a los ojos y veo su mirada alterada como un ratón asustado que intenta huir de su predador, su frente brilla por un ligero sudor y su mano se vuelve fría, no puedo evitar preocuparme ante este cambio repentino en él.
 
-Corre a casa y quédate ahí con mamá, no hagas más preguntas y vete- se queda rígido. Vacila, pero como ve que no me muevo, me toma del brazo y jala hacia el lado contrario.
De pronto me doy cuenta alguien nos sigue. Los malos.
 
-Hey estúpidos, no corran que de todos modos los atraparemos- grita uno de ellos con voz chillona.
 
-No hagas caso, corre- me dice en voz baja, empezamos a correr, pero, cuando estamos a punto de salir de ese callejón, dos flacuchos nos cierran el paso.
-¿A dónde van los perros?- se mofa uno de ellos, no puedo verles la cara. De pronto doy un respingo y siento que no me puedo mover, pareciera como si estuviera pegada al piso o como si fuera de plomo. Un tipo gigante me apresa de los brazos con sus manos. Tiene una fuerza que parece que quiere hundirme en el suelo.
Suelto la mano de mi hermano que ni siquiera me doy cuenta hasta que estoy alejada de él a una distancia de tres o dos metros.
-Orales, cáiganse con la lana- dice un sujeto robusto y alto.
-¡Por favor no nos hagan nada, siquiera dejen ir a la niña!- suplica mi hermano.
 
El tipo robusto se le acerca con una navaja y le apunta al cuello.
-No imbécil, fíjate que no puedo y ¿sabes por qué?- el hombre se voltea a verme a mí y me mira a los ojos, me evalúa con la mirada y luego se voltea a ver a mi hermano.
-Porque arreglándola nos darían mucho dinero por ella- la oscuridad y el tipo gordo me están aplastando. Mi hermano intenta zafarse con fuerza del sujeto que lo ha sujetado.
-¡No!¡No!¡A ella no!- yo estoy tan atónita que no puedo moverme.
Cuando mi hermano logra zafarse del tipo, se abalanza sobre el hombre robusto para golpearlo. Pero el otro reacciona más rápido que él y le da un gancho al hígado, mi hermano se queda sin aire y se tira al suelo, doblándose de dolor. Entre dos lo levantan y lo empiezan a golpear, la sangre empieza a salpicar por todas partes. Yo me oigo gritar a mí misma como si fuera una reacción involuntaria.
-¡No! ¡Déjenlo!¡No! ¡No! ¡NOOOO!- empiezo a derramar lágrimas, pero eso no era nada comparado con lo que estaba a punto de pasar.
 
Se oye un ruido seco.
Todo queda en silencio.
Mi hermano cae de rodillas, con los ojos y la boca, abiertos, mirando hacia arriba. De pronto veo lo que ha pasado. “No, no puede ser verdad, tiene que ser una pesadilla”. La frente de mi hermano esta perforada con un agujero. Se desvanece. Ante tal espectáculo, lanzo un grito ensordecedor. Mi hermano ya no se mueve, tiene la mirada perdida, rápidamente me observa de reojo y una lágrima sale de sus ojos.
Yo le suplico con mi mirada que no se vaya y que no me deje sola, porque es lo único que tengo en mi vida ahora.

Él me sonríe tristemente y con ese gesto responde a mi suplica "lo siento". el brillo de sus ojos se apaga.
Está muerto.
 
El sujeto me suelta y me tira al suelo, ahora lleno de sangre. El tipo alto empieza a revisar los bolsillos de la ropa de mi hermano y saca puro dinero y una tarjeta blanca, tira la tarjeta al suelo, yo la tomo antes de que me vean.
-¡Llévensela!- le oigo decir, pero, cuando miro hacia arriba, el hombre gigantón me pone un pañuelo en la boca, empiezo a gritar de pánico para que me deje respirar y de pronto todo se me oscurece.
 
DOS POR UNO
 
Todo me da vueltas, no sédónde me encuentro, las últimasimágenes que recuerdo, pasan con una velocidad rápida: la luna naranja, mi hermano hablándome, el callejón, los tipos y el disparo.
Tengo en mi mente la sonrisa de mi hermano, una sonrisa triste, llena de culpa por dejarme, por dejar que yo presenciara esos momentos horribles, perturbantes e inclementes. Me oigo gemir de dolor, no físico sino una especie de remordimiento o miedo a mi sueño.
Me despierto con un grito, tras recordar el disparo.
-¡¡¡NO!!!
 
De pronto me doy cuenta de que tengo los ojos hinchados de tanto llorar, me llevo la mano a la cabeza y luego a la frente, de pronto algo me punza en la sien. Con la yema de mis dedos hago un mínimo contacto, tengo algo duro, alejo mis dedos y los pongo enfrente de mí, se logra deducir a simple vista un líquido color rojo intenso y parece brillante ante la pequeña luz que se cuela en un agujerito de una madera.
Me detengo, como ida y miro a mí alrededor.
“¿Qué lugar es este? ¿Dónde estoy?” Tengo a mi alrededor una especie de bodega, parece que de semillas porque hay unos cuantos costales o bultos (O eso parecen) de granos de cosecha. Hay una mesita que se ve desgastada y parece hecha por alguien que se sintió un carpintero profesional por una hora y después de esos 60 minutos de motivación, se dio cuenta de que la madera no era lo suyo, por lo que tiro su trabajo y alguien muy pobre, en extremo, necesitaba una mesa y  recogió ese insulto de mueble de algún basurero, aunque lo trajo tal vez a un lugar más peor que la basura o termino siendo lo mismo.
Es un lugar tan degradante que se cae en gajos de tanta suciedad, mal olor y que no tiene arreglo alguno.
Aun no reconozco el lugar, sin embargo,  intento crear una estrategia para salir de estas cuatro paredes llenas de moho y telarañas.
Oigo unos pasos torpes en la puerta, regreso a mi posición de inconsciencia e intento cerrar los ojos y parecer un cuerpo sin vida. De pronto, el bulto que tenia de almohada se mueve y empieza un ruido parecido a que alguien está respirando, el bulto se ve inflarse y desinflarse, pongo másatención y echo una mirada rápida a los demás bultos que están arrinconados.
Caigo en cuenta: no son bultos de semillas, son bultos humanos, son personas inconscientes o dormidas y por suerte todas respiran, pero lo hacen muy lentamente que a simple vista no se nota.
 
Los pasos torpes se detienen ante la puerta y se oye con ruidos secos como quitan las cerraduras del otro lado.
Vuelvo a mi posición inicial, oculto mi rostro y trato de esconder mi respiración agitada en una que aparente que estoy inconsciente.
Alguien abre de golpe la puerta y por unos instantes todo queda en silencio, de pronto oigo que se acerca a un bulto humano que logro divisar de reojo y sin que él se dé cuenta, es la oportunidad para huir, para salir de ese lugar aterrador, llegar a una carretera transitada y perderme entre la gente o esconderme. Pero no puedo moverme, mis músculos no me responden y el tiempo vuela.
 
El tipo se voltea rápido y mira fijamente hacia mi dirección. “Me descubrió”. Aprieto los ojos y agudizo los oídos.
Un gemido se oye masallá, en mi dirección a mi derecha, miro de reojo al otro lado, alguien se esta levantando y se tambalea con una caja, por lo cual cae estrepitosamente al suelo.
-¡Ya se me hacia raro que no hicieras algo estúpido hoy, maldita!¡Venacá!- el gigantón se acerca a la joven de unos 14 años (creo que tiene 14 por su estatura), la amordaza de nuevo y con mas fuerza. Mientras el la sostiene con una mano,ella forcejea, parece un animal salvaje que trata de liberarse de su cazador, emite gruñidos y gritos de rabia y se abalanza sobre el hombre. Pero debido a la diferencia de tamaños, parece como si la chica se hubiera abalanzado sobre  una montaña. El hombre sólo la observa durante unos segundos, tiempo después se oye que la golpea con algo y ella se desvanece pero parece que no le dolió el golpe porque luego se levanta e intenta salir. Él la toma de la cintura, entonces ella patalea como una niña haciendo berrinche.
Tres personas más se hacen presentes y la sujetan de las muñecas mientras el gordo la sigue sujetando de la cintura y un cuarto le empieza a arremangar una manga de su camisa, que parece que antes era blanca, pero con el lugar en el que estamos se ve percudida, con un tubo de plástico, que llena de un liquido transparente, le pincha en el antebrazo, exactamente en una vena, y le inyectan esa cosa que no séque es.
Durante unos diez segundos ella entra en un estado de ida, se ríe como ebria y pierde sus fuerzas, se desvanece y los demás la sueltan.
-Regresen a esta estúpida a su lugar- ordena un hombre de voz grave. Dos personas la regresan a donde estaba al principio, la toman de los brazos y la arrojan al rincón, cerca de mí, como un costal. Se  oye un golpe que hasta a mi me duele, pero ella ya no reacciona.
La puerta se cierra y la oscuridad me embarga a mí alrededor. Miro a la chica inconsciente y me acerco a ella.
Le levanto la cara y lo que veo me aterroriza, tiene cortadas en toda su cara y brazos, pinchazos de agujas en varias partes de sus venas. Se me revuelve el estómago, a pesar que no he comido en un  tiempo que yo no logro deducir.
“¿Que lugar horrible es este?”
La puerta se abre de golpe y el tipo gordo llega con un joven alto y bien vestido que no encaja en ese lugar.
-Escoja una señor Sirenio, la que quiera- oigo hablar al gordo con una voz exageradamente amable.
-¿Que hay de la que está en ese rincón?- pregunta con un acento muy extraño, por lo visto es quizás extranjero.
-Oh, mi señor, me disculpará pero esa es una excepción- su voz se oye como con una mezcla de disculpa y súplica- lo que pasa es que es muy agresiva y siempre hemos tenido problemas con ella, no queremos que sea un problema con el que usted deba cargar.
Alguien se acerca al rincón, en mi dirección, pero pasa de largo y se dirige a la chica que hace un momento parecía una fiera.
-Si
El tipo se agacha y le levanta la cara a la joven.
-Si...
La examina con cuidado, como si estuviera escogiendo un buen trozo de carne en el supermercado.
-¡Si!¡Es excelente!¡Es lo que yo necesito! ¡Me la llevo!- el gordo se oye atónito.
-Pero, dispense mi señor otra vez, pero es muy agresiva y siempre tenemos que sedarla para que no vaya a matar a los demás- el extranjero lo interrumpe.
-¡Es lo que necesito!¡A alguien agresiva!¡Buena forma!¡Excelente complexión!, ¡Con musculatura! y la cara se puede arreglar, no te preocupes, yo me haré cargo de ella, además creo que deberías agradecerme, te voy a quitar un problema en tu trabajo: ya no tendrás que lidiar con esta estúpida, yo le daré un buen uso.
El sujeto termina convenciendo al regordete.
-Muy bien señor, vamos afuera y discutamos el precio.
Oigo que se retiran. Tengo un momento para relajar los músculos que se me habían contraído por el miedo. Lo que ahora siento es tristeza, “Pobre chica, ¿que le van a hacer? No, no quiero ni imaginármelo”.  De pronto alguien se detiene.
-Espera...- unos pasos se oyen acercarse a mí. Se me encoje el corazón.
-A ésta no la había visto antes, ¿es nueva?-el otro gime afirmativamente- tu sabes que me gusta lo nuevo, pero ¿de donde vino?
El gordo hace un ruido de cansancio.
-Pues se la quitamos a un estúpido que se quería poner al tú por tú con El Sable, creo que era su papá o su hermano, no sé, el estúpido murió y si que tenía muy buena lana, además esta mocosa no esta tan fea, El Sable quería probar con ella, pero le recordé que con la mercancía no se juega. De todos modos, mírela si usted gusta.
-Eso haré...
¡Dios mío! ¿Que hago? ¿Que hago? ¿Que me van a hacer? Quiero gritar Auxilio, salir corriendo, pero mis músculos no me responden y mi garganta se me ha secado por completo. “Tal vez tenga la apariencia de un zombi y el decida no llevarme con él. Ojala así pase”.
El sujeto me voltea boca arriba y me mira, yo lo miro sin mirarlo, me levanta la barbilla, me aparta los cabellos de la frente y me observa de arriba hacia abajo como un radar.
-Pues tienes razón, no está fea, pero si me llevo el par me harás un descuento- el otro accede.
-Usted manda señor- el tipo me deja otra vez en el suelo, yo estoy temblando y sudando fríamente, se alejan.
-Me las preparas, las pasaré a traer a las 10:00 pm en mi coche.
-Muy bien señor
Se cierra la puerta y la oscuridad regresa.
 
Me siento juntando mis pies, tratando de hacerme bolita, y recargándome en la fría pared. Creyendo que de esa forma podré relajarme, pero sólo me estoy engañando.  Aun tiemblo, pero no de frio, sino de miedo. “¿A donde nos iban a llevar? ¿Que era lo que ese tal Sable había querido hacer conmigo?” Es obvio que este lugar es el infierno. Y yo quiero salir de aquí.
Tengo mis manos metidas en los bolsillos de mi suéter, de pronto, siento que hay algo en una de las bolsas. 
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Foto del autor Nyx Sheila Charlotte
Textos Publicados: 10
Miembro desde: Nov 16, 2012
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Descripción

Conoces a una persona que no tenga silueta propia? Luz Hlik vive una desagradable experiencia con ciertas personas que le ocasionan el dolor mas grande en su vida, ella tendr que salir de su infierno personal para enfrentarse a la adversidad con tal de que encuentre su tranquilidad en este mundo loco.

Palabras Clave: distpia pobreza crimen injusticia muerte guardianes ngeles demonios accin aventuras romance odio sobrenatural lucha bien mal

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Ficcin



Comentarios (1)add comment
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Aete

una historia tragica, supongo que no termina aqui, pero me ha gustado
saludos
Responder
May 03, 2013
 

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busy