MAESTRO DE LA VIDA
Valoraba la vida,
los ríos de las montañas, 
la naturaleza. 
Humilde en las calles por donde nació
creció con espiritu luchador 
de cada día, del presente, 
del futuro. 
Cargó la dignidad en sus manos 
por él y por su gente.
Se nutrió de integridad su alma 
y de risas blancas se llenaron sus aulas.
Padre de sus hijas, 
esposo y hermano.
Hermano de sus compañeros,
de los trabajadores, 
de los que piden justicia.
Hijo de la resistencia, 
de la verdad y del compañerismo. 
Reclamando se unió a los que marchan 
por una condición mejor
diferente a la que el poder instaló.
Reclamando se llevaron su vida cuando 
esa órden de muerte le disparó. 
Y todo por hacer escuchar sus 
palabras. 
Ahora en las calles se vé su razón 
y a los traidores, 
se sabe cuánto derramó su sangre en todos 
los rincones. 
No hay docente ni ser humano
que no flamee su bandera
JUSTICIA PARA CARLOS 
y los asesinados de esa misma manera. 
Ahora su presencia se siente en 
cualquier lugar.
Desde Ushuaia a La Quiaca 
su ejemplo revive y fortalece
a los que imploran igualdad. 
Ahora en nuestros corazones por siempre se va aquedar 
y con su llanto y su fuerza, 
unidos para los buenos valores rescatar. 
                                                     Aimé Painé Rodríguez

                                                                   A mi tío, Carlos Fuentealba. 13/04/11