Bajo el manzano se encontraba el enamorado,
que en el húmedo pasto estaba sentado,
y el malicioso viento libera la fruta madura,
que cae directo a su redonda cabeza dura,
pajaritos de colores por su rededor volaron,
y estrellas gigantes del golpe explotaron.
Ideas de versos por su mente asomaron,
que sus vírgenes labios recitaron,
hermoso poema que había creado
con el que a su amada habría conquistado,
si no fuera porque no lo había escrito,
y de la gran decepción lanzó un grito.
Pobre enamorado de mala memoria
por suerte no se le ocurrió lanzarse a una noria,
y sigue sentado bajo el manzano,
pensando y pensando con una pluma en la mano,
mas precavido esta vez apuntaría,
pues ya sabía que se le olvidaría,
el problema era que papel no tenía,
cuando se diera cuenta una rabieta le vendría.
Decidido el sol, la luz le escondería
y que cayera la lluvia ordenaría,
huyendo despavorido, así no se percataba
que también la tinta se le olvidaba.
De golpe se encontró con su dulce amada
lo que provocó que tartamudeara
pues en el choque un beso se habían dado,
ni en su imaginación lo habría planeado
y su inocente torpeza le ha demostrado
que a ese corazón ha enamorado,
¿quién lo diría que así la conquistaría?
que escapando de la lluvia, ella lo amaría.

Antonia Lopez