La correspondencia no correspondida
Publicado en Apr 04, 2013
Prev
Next
Image
Severus Tobías Snape era uno de los profesores, sino el profesor más temido y odiado de todo Hogwarts... Era apodado como "el murciélago de las Mazmorras", lugar del cual casi ni se aventuraba a abandonar, sin tener en cuenta los desayunos, almuerzos y cenas en el Gran Salón.
Muchos habrían apostado a que su corazón estaba tan marchito como las flores de la tumba de la persona menos querida en todo el mundo... Sin embargo, se equivocaban... Hace tiempo, ese órgano responsable de bombear sangre, así como también de volverlo loco, había latido con locura por una mujer que jamás le había sido correspondida... Por la difunta Lily Evans. 
Pero esta vez su corazón había vuelto a cobrar vida y ardiente latía en su pecho, deseoso de poder tener a la mujer que nadie podría haberse nunca imaginado; sobretodo porque más que de mujer, se trataba de una alumna... de una adolescente.
A Severus Snape le encantaba tener una respuesta corta y concreta para todo; sin embargo, no podía responder cómo había sucedido que él, como el solterón profesor de posiones que era, se había enamorado de "la rata de biblioteca" (como muchos la denominaban), Hermione Jane Granger. Aquel día había comenzado, en apariencia, como cualquier otro. Severus se había despertado de madrugada, se había preparado su té con dos hojas de menta, como lo hacía cada mañana desde que trabajaba en el castillo de Hogwarts. Luego de corregir con disgusto unos cuantos pergaminos y calificarlos como "Desastrozos", llegó elturno del pergamino de Granger... Si la presentación se calificase, Severus le hubiera puesto la máxima nota... letra prolija, sin correcciones, renglones rectos y perfectamente paralelos uno respecto del otro... Y el contenido... ¡Qué contenido! No podía negar la excelencia de cada respuesta; pero no iba a permitir que su orgullo se viera derrotado, así que simplemente lo calificó con un "Aceptable"... aunque bien sabía que esa rata de biblioteca superaba en todo sentido sus expectativas.
Tomó asiento en su pulcro y negro sillón, negro como todo lo que le rodeaba... Cualquiera podría haber dicho que tan negro como su alma, pero se equivocaba... Ese negro simbolizaba una profundidad y una batalla de sentimientos y secretos que nadie, absolutamente nadie conocía.
Se decía a sí mismo lo loco que estaba por tener en su mente a Granger, pero ya su corazón le pertenecía a ella y nada podía hacer por revertirlo. Pero para despejar aquellos pensamientos, decidió ponerse a leer un libro hasta que llegara la hora del desayuno.
El día siguió transcurriendo con aburrimiento y normalidad rutinaria... Hasta que llegó la hora de la clase; con un seco movimiento de varitas, el pelinegro profesor, repartió los pergaminos a cada alumno. De todos ellos recibió un esperado bufido... pero la queja más notoria fue la de la castaña. -Disculpe Profesor Snape, pero ¿Un Aceptable, nada más?- ; -¿Desconforme, Granger?-. -No le llamaría así pero me esperaba más-. -De acuerdo-, respondió Snape acercándosele peligrosamente, -15 puntos menos para Gryffindor y la espero en mi despacho después de hora.- Terminó por decir para luego dictar una monótona y pesada clase teórica. Al terminar la clase todos huyeron como despavoridos de la clase, nadie que estuviera cuerdo gustaría de quedarse un minuto más en la mazmorra. Sin embargo, Hermione estaba obligada a hacerlo... aún así no se arrepentía ni de su orgullo ni de haberle reclamado por la nota al Profesor Snape. Como castigo debía de limpiar todos los calderos de la clase... ¡Y vaya labor la que debía hacer! Hasta los elfos domésticos seguro renunciaban al ver esos calderos...Pero ella no iba a quebrantarse, no Hermione Jane Granger, se repetía una y otra vez en su cabeza... Mientras tanto, Severus Snape se encontraba sentado en su escritorio, aparentando un aire de victoria que escondía su más profunda admiración hacia un alumno. La admiraba, su corazón quería salir por su boca cada vez que la veía... pero todo sentimiento hacia su querida rata de biblioteca lo callaba; y es que no podía decirselo... En ese momento justo se le ocurrió una idea... mala o buena, no importaba, pero era la única.
Tomó un pergamino, un tintero y una pluma de su escritorio y comenzó a escribirle una carta... El murciélago de las mazmorras le escribiría a la única joven que amaba una carta de amor... Así que se inspiró observándola unos cuantos minutos y comenzó a escribir. Las palabras afloraban de él con tanta desesperación como la tiene un preso por la libertad, escribía con extrema velocidad para no olvidarse ninguna.
Al cabo de un rato terminó por escribir la carta, miró a la castaña, suspiró y rompió el pergamino en cuantos pedacitos pudo... Volvió a dirigir su mirada hacia Hermione y con angustia atorada en su pecho le dijo "-Ya puede irse Granger", ella lo miro dubitativa unos segundos, se acercó a él y besó sus labios. No sabía ni de dónde había sacado el coraje pero lo estaba besando y el le correspondía como en sus más sinceros deseos le hubiera gustado. 
En cuanto se les acabó el aire para respirar, separaron sus labios, la Gryffindor lo miró, y con una pequeña lágrima cayendo de sus ojos le aplicó un "Obliviate"; recogió las cosas y se marchó.
Y así fue como la correspondencia de Snape no fue correspondida para nadie, salvo para una castaña cuyos labios jamás olvidarían el sabor de los de él.
Página 1 / 1
Foto del autor Mara
Textos Publicados: 16
Miembro desde: Mar 31, 2013
0 Comentarios 341 Lecturas Favorito 0 veces
Descripción

Fanfiction de Harry Potter... Un Sevmione corto pero de esos que llegan al corazn.

Palabras Clave: amor fanfiction severus snape hermione granger

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Fanfictions



Comentarios (0)add comment
menos espacio | mas espacio

Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.

busy