Mi reina amada oscura y olvidada, cuan hermosa y sombria es tu presencia. Baila para mi esta noche con tu gracia felina y toque demoniaco asi hasta llegar al alba, puedo sentir tu palpitante corazon sangriento vibrar alrededor, sigue danzando mi Reina prohibida pues la noche fue hecha solo para ti. Solo para una hija de la Luna como tu, como yo, no dejes que el ingrato tiempo te distraiga, la eternidad es nuestra, lo sabes. Y deseo probar el dulce fruto prohibido de tu piel mientras bailas para mi, no te detengas ni un instante pues eres una danzante de la noche y yo tu compañero espectador. Ahora te detienes con gracia y bates sobre mi el filo de la muerte y nos movemos en sincronia al borde del abismo. Amo matar todo aquello que no he creado, pero yo te he creado a ti mi Reina nocturna, no puedo matarte pero puedo amarte con fervor, viendo tu belleza envuelta en el manto de la noche. ¿Aun asi quieres acallar mi boca con la tuya en un beso final antes del adios definitivo? No, solo quieres robar de mi todo lo que puedo darte, entonces hazlo sin vasilar come de mi, bebe de mi, siente este fuego ardor en mi carne, en mis venas, intenta matar mi alma y apagarla. Aun asi no podras pues yo soy el mismo infierno en carne viva, un fuego eterno y viviente encerrado en esta armadura de carne y tu, tu mi grandiosa Reina olvidada y fria, la danzante de la noche sobre polos grises. Somo estos mi amante reina, somo fuego y hielo, carne y hueso, vida y muerte, hijos de la noche, somos hijos de la luna.