- ¡Aló!
- ¡Hola, Princesa ecuatoriana! Escucha, preciosa, no puedo ir ahora a visitarte porque me encuentro desarrollando un papel higiénico.
- ¡¡Jajajajaja!! ¿Cómo es que estás desarrollando un papel higiénico? ¿Estás diciéndome que has fracasado en tu investigación y te has buscado otro oficio como empleado de hogar y ahora estás aseando el water?
- ¡¡Jajajajaja!! No es eso. Yo de empleado de hogar sé menos que de camarero como ese tal Saturnino Fornier. Esto no es cosa de niños de colegio, todos en grupo y acosando a un compañero que sólo quiere estudiar y aprender las primeras letras del idioma español. Tampoco es cosa de teatro, Princesa. Voy a meterme en una madriguera...
- ¿Otra vez con cosas de conejitos, Juan?
- No. No son conejitos. Esta vez son comadrejas y tengo que ir a por ellos a buscarles y sacarles de su madriguera. El trasero de los comadrejas, y digo los comadrejas porque se las dan de muy machos, siempre suelta una secreción muy fétida a través de sus glándulas sudoríferas y por eso son fácilmente localizables. Y también resulta que se las dan de muy machos pero no les gustan las chavalillas tan guapas y de tan buen ver como tú... por el simple hecho de ser latinoamericanas. Les dais alergias nacionalcatólicosocialistas que quiere decir, abreviando que es gerundio, que son nazis. De esos neonazis nostálgicos de Hitler. Así que ahora voy a ser yo quien les visite por las muchas veces que ellos antes te visitaban a ti y a tus amigas sin saber quién eres tú ni quién soy yo.
- ¿Desde dónde me estás llamando?
- Desde un teléfono público que he encontrado en la calle de Martín de los Heros.
- ¡¡Jajajajaja!! ¡Habla en serio por favor!
- La verdad es que te estoy hablando desde el teléfono de un bar que se llama Daiquiri y está ubicado en el número 10 de esta calle de Martín de los Heros. Lo que sucede es que no te quería decir que estaba en este bar para que no pienses que estoy tomando un daiquiri tras otro. 
- ¿Qué es un daiquiri?
- En Madrid conocemos como daiquiri o daiquirí, que de las dos maneras se puede llamar, a un tipo de cóctel hecho a partir de ron blanco y zumo de limón criollo o lima. Existen otras variantes, pero la que verdaderamente ha ganado fama internacional es la mezclada en uno de los bares más famosos del mundo, Floridita, en La Habana. Pero que conste que no estoy tomando nada. 
- ¿Todavía no has detenido al asesino en serie?
- Todavía no. Pero sólo es cuestión de tiempo. Esta misma noche todos y todas los que residís en Madrid capital vais, por fin, a poder dormir en paz. Mi compañero Atilano Eros Amazote me va a ayudar a conseguir atraparlo. 
- ¿Tanto confías en ese tal Atilano?
- Yo creo que confía él más en mí que yo en él. Por eso me es inestimable su ayuda.
- Bueno. Si me prometes atraparle este misma noche te doy permiso para que te tomes un daiquiri... pero solamente uno... y nada más que uno...
- Gracias por tenerme fe y depositar tu confianza en mí. Te prometo que sólo me voy a tomar uno de fresa, porque el de fresa es el que más me gusta. 
- ¿Cuántas veces has tomado tú diquiris de fresa en tu todavía corta vida?
- No creas lo que te pueda contar algún envidioso mentiroso. En realidad, es la primera vez, en mi todavía corta vida, que voy a tomar uno. Ya sabes que no necesito tomar ni una sola gota de alcohol para enfrentarme a esos mamarrachos. Lo que pasa es que sueltan tanto olor a mierda que te descompone el estómago y si me tomo un daiquiri de fresa antes de entrar en su madriguera podré soportar todo su olor a mierda sin que me produzcan arcadas en el estómago. ¿Puedo o no puedo?
- ¿De qué se compone un daiquiri de fresa?
- Tengo entre mis manos un anuncio publicitario que me lo indica. ¿Te lo leo para que compruebes que no hay peligro alguno de marearse tomando un solo daiquiri de fresa?
- Lee despacio para que lo retenga mi memoria. 
- El daiquiri de fresa clásico... se compone de 25 mililitros de ron blanco... 12 mililitros de crema de fresas... 12 mililitros de concentrado de lima... 4 ó 5 cubitos de hielo picados y una fresa entera para decorar pero que también se puede comer... ¿qué dices?.. tengo o no tengo tu permiso...
- Antes de darte permiso o negarte el permiso quiero que me leas la forma de preparación si es que la tienes a mano.
- Pues sí... escucha y pon suma atención... paso número uno.. poner el hielo en una copa... paso número dos... batir durante 25 segundos el ron, la crema de fresas y el concentrado de lima... paso número tres... servir en la copa, si se desea se puede decorar también con azúcar glas... es un cóctel delicado y con buen aroma... y por eso me interesa para combatir el olor a mierda de los neonazis...
- ¡Aceptado! ¡Puedes tomarte un daiquiri de fresa pero atrapa, por favor, a ese loco asesino en serie esta misma noche!
- Eso esta hecho; pero antes voy a zurrarles la badana a estos mierdas neonazis que se reúnen en un sucio local... igual de sucio que todos ellos juntos.. de la calle de Martín de los Heros.
- ¿Y crees que esos sucios y malolientes comadrejas neonazis están relacionados con ese loco asesino?
- Yo creo que sí... que són de los Águilas Negras... porque mis intuiciones no suelen fallarme... de momento...
- Bien. ¿Cómo vas a cazar a esos comadrejas que, de repente, se han convertido en águilas negras? ¿Te puedo ayudar yo?
- No. Te he pedido, y te ruego de nuevo, que no salgas para nada de tu casa a no ser que yo esté a tu lado. Eso solamente hasta que acabe por pillarle... ¡y lo voy a pillar! ¡No debes de estar ni tan siquiera un metro lejos de mí hasta que acabe esta pesadilla!  Para tu mejor conocimiento estoy, exactamente, muy cerca de un centro de diversión de estos sucios y malolientes comadrejas que, de repente, se han convertido en águilas negras. Estoy en la cera de enfrente de lo que antes fue "El Rincón de Galápagos" donde trabajaban lindas chicas ecuatorianas como empleadas bien pagadas por supuesto y a las que molestaban continuamente estos enfermos mentales. Ahora tengo que ir a visitarles a su guarida que más parece madriguera donde deben estar llenos de chinches, liendres y otros ácaros, porque sucios, lo que es sucios, ¡vaya que visten sucios del todo y llevan el pelo lleno de goma de mascar, chicle o algo parecido, por donde corren los piojos como si fueran automovilistas de Fórmula 1 en plena competición!
- ¡¡Jajajajaja!! ¡Vaya comparaciones que haces!
- No son comparaciones. Son metáforas poéticas para no llamarles cosas peores. 
- ¡¡Jajajajaja!!
- Voy a ver si ahora siguen haciéndose los gallitos pero me parece que han perdido los huevos de lo gallinas que son. A ver si siguen molestando a las extranjeras o aprenden la lección de una vez por todas mientras liman su dientes en los barrotes de las celdas a donde van a ir a parar en cuanto se entere el Jefe en dónde se esconden cuando aparece la bofia. 
- ¿Vas a por los neonazis?
- Di mejor que voy a por los neogilipollas de los neonazis. Nio te olvides de llamarlos, antes que nada, neogilipollas... asi que voy a ver a neogilipollas por un tubo.. de esos neogilipollas que llevan muy dentro de su pecho, a la altura de lo que dicen que es su corazón pero que debe ser, en vez de corazón, un tomate podrido, la fotografía de su querido y amado Adolf Hitler. Un neonazi es, antes que nada, un neogilipollas; así que ya puedes imaginarte lo que son en realidad. Voy a cazar al cabecilla de estos sucios y malolientes comadrejas, niñatos de mierda nada más porque son todavía más mierdas que los niños pijos de Serrano, entrando en su madriguera y mientras beben y se emborrachan antes de salir de cacería de chavalas latinoamericanas porque ya digo que sólo son gallinas que han perdido los huevos y no saben ni dónde se los han olvidado de lo neogilipollas que son. O sea, que voy a ver a estos amantísimos seguidores de Hitler que hasta son homosexuales si no me equivoco y no suelo equivocarme en estos casos tan claros. Toma nota mental de la definición definitiva de estos engendros del Diablo: neocomadrejas neogilipollas neonazis neohomosexuales... ¿qué tal los he definido?
- ¡¡Jajajajaja!! Mucho mejor que cualquier Diccionario.
- ¿Mucho mejor que el Diccionario Espasa?
- Mucho mejor que el Diccionario Espasa y por eso te amo de verdad. 
- Puedo seguir añadiendo adjetivos calificativos para identificarlos todavía mucho mejor. Son también neoracistas y neoxenófobos, además de neosádicos y neomasoquistas. ¿De acuerdo, Princesa?
- De acuerdo. 
- Pues voy a tomarme tranquilamente el daiquiri de fresa y en seguida les hago una visita de cortesía... a ver si les gustan mis bromitas. Adiós. 
 
Juan cortó la comunicación antes de que algún cotilla le escuchara hablando con ella y luego se dirigió a la bella camarera que servía los cócteles en el Bar Daiquiri
 
- Perdone belleza... esto... quiero decir señorita de buen ver... esto... no... quiero decir... bueno... que por favor me sirva, si me hace el favor, en el buen sentido de la palabra sea entendido... un daiquiri de fresa.
 
La camarera sonrió y a los pocos segundos le sirvió el daiquiri de fresa mientras Juan, al mismo tiempo que lo bebía con total tranquilidad estaba pensando para sus adentros...
 
- Decían que era imposible acabar con estos niñatos de mierda pero ahora les voy a recordar "El Juicio de José" a ver si aprenden que la vida es como una genial obra de teatro donde a veces se ríe uno mucho y otras veces les toca llorar a lágrimas vivas... antes de que alguno que otro muera por supuesto... Así que voy a ver cómo se ríen con mis chistes estos componentes de las Águilas Negras antes de que se les congele la risa o se conviertan en las cenizas de "Lo que el viento se llevó" cuando se quema completamente la hacienda. Jejeje. 
 
Nadie de los que se encontraban en el Bar Daiquiri supo nada de quién era él y por qué estaba allí sonriendo ligeramente mientras se bebía el daiquiri de fresa. Parecía cualquier joven de la calle... cualquier joven de la calle normal y corriente y no todo un capitán de la policía madrileña.  
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