2 - Servicio
 (Background: Castlevania Lament of Innocence OST - Prelude to the Dark Abyss)

- Tú debes ser Dos Monedas...
 
 - Y tú quién me ha llamado.

Las hermanas miraron fijamente al ser que tenían delante de ellas. Parecía un ser humano bastante peculiar con su 1.83 de altura, complexión atlética, una larga gabardina negra que le llegaba hasta las rodillas y un par de pistolas en su mano, tan negras como su alma. Un rostro pálido, tan blanco como la luna y unos ojos grises como el vacío se posaron las miradas de Alejandra, que permanecía quieta y Mireille que nerviosa, se ocultó detrás de su hermana.
 
- Ve a descansar, cuervo. - Dijo con una voz siniestra al tiempo que extendía las manos y sus pistolas comenzaban a unirse lentamente, hasta tomar la forma de un enorme cuervo y alejarse tan rápido como se materializó del lugar.El ser se acercó entnces a las monedas que estaban a unos cuantos pasos de él, las recogió y comenzó lenta y calmadamente a examinarlas... eran genuinas. Las guardó en un bolsillo y posteriormente se acercó a las hermanas. Comenzó a observarlas mientras daba vueltas alrededor de ellas, sin dejar de mantener la vista; posteriormente acercó su rostro al cuello de Alejandra, olfateó un poco primero y luego sacó su lengua, que si bien poseía forma humana, era negra también, cosa que a las hermanas les causó algo de pavor, más aún cuando el cuello de Alejandra estaba siendo recorrido por ella.

- ¡Aahhh! - Dijo el ser cuando finalizó - Heheh... Puedo sentir el sabor dulce de la venganza en tí, eso las hace aún más dignas. En fin, cuéntenme, ¿qué desean que haga por ustedes?

- Mi nombre es Alejandra... Y ella es Mireille, mi hermana menor. Nuestros padres han muerto a manos de un horrible monstruo que hace unos meses tiene a nuestra ciudad bajo amenaza y...

- ¿Qué tipo de amenazas? - Interrumpió bruscamente.

- Dice que si no le entregamos el dominio de esta ciudad nos comerá a todos y a cada uno de los habitantes de Aduren y destruirá todo a su paso.

- Vaya... para ser un monstruo algo megalómano me divierte. Y aún más gracioso será clavarle una bala en sus intestinos mientras chilla de agonizante dolor.

- Nosotras somos de una familia muy pobre... no sabríamos cómo...

- ¿Quieres pagarme? - Interrumpió bruscamente mientras en un abrir y cerrar de ojos estaba frente a ella mirándola a los ojos y con su oscuro cabello moviéndose levemente por la brisa nocturna. - ¡Hahahahaha! Ustedes ya pagaron el precio... - Añadió mientras sacaba las monedas y las elevó en el aire - Las monedas y su sangre son pago suficiente para mí.

- El monstruo se oculta en una cueva oculta en el bosque de Ilnafein. Ataca siempre al amanecer, debes darte prisa.

- De todas maneras no se dará ni cuenta cuando lo último que vea sea mi rostro clamando por verlo sufrir. - Dijo Dos Monedas al mismo tiempo que alzó la vista y notó que las monedas empezaban a caer - ¡A mí, cuervo! - Exclamó y en un segundo reapareció el ave, tomando la forma de las pistolas y rápidamente disparó a las monedas que iban bajando y en un acto de buenos reflejos las agarró en el aire, y al mismo tiempo que mostraba a las hermanas un par de monedas perfectamente agujereadas en el centro mientras eran sostenidas por el espacio entre sus dedos índice y cordial de la mano derecha añadió finalmente: - Acepto el contrato.

Y así, tan rápido como llegó, Dos Monedas partió en busca del monstruo. Mientras que las hermanas lo vieron partir, llenas de esperanza.

- Alejandra... ¿crees que lo logrará?

- Si él no lo consigue... nadie más lo hará, Mireille.

- Solo espero que valga la pena...

- Yo también, hermana...

CONTINUARÁ...