ESTÁS PRESENTE

Reviso esta adherencia
a la promesa de la fe
que no puedo explicar
cómo me ha llegado,
ni menos aún
como se mantiene
en mi pensamiento errático.

A pesar del conocimiento
de los hechos
las traiciones
y abominaciones históricas
en contra de los mandamientos de Dios:
que están formulados para el corazón de los niños
y para ser enseñados de los padres a sus hijos:

- Decir la verdad.
- Respetar la Vida.
- Respetar al prójimo.
- Celebrar la Creación.
- Respetar el Amor...

¿Es esto es fundamento del mundo?
Para mi, sí.

Reconozco mi pobreza para explicar
el inmenso dolor eterno
de quienes murieron
en la íntima convicción de una condena
o sin siquiera saberlo
sólo porque fueron hijos nativos
de otra constelación.   

Sólo quisiera que para quien sumerge su alma
en un abismo espantoso
la gracia divina le toque el alma
y lo rescate.
Y ojalá antes de que su "ego" se expanda  
en una violencia cruel y maldita.  

Busco la línea de sentido
y la encuentro en esta conexión
al cantar con los niños,
o al leer sus páginas inocentes
y sus dibujos expansivos.

¿Qué es lo sagrado?
¿Qué es aquéllo por lo que el hombre
alcanza a vislumbrar un cambio radical
y conecta con la energía liberadora?

¡No es patrimonio de ninguna asociación humana!
Pero está latente desde siempre,
en cada rincón de la realidad
y en el punto mas distante del Universo.

En esta efímera transición de los años largos
y de los siglos del vértigo
las piedras descansan en el lecho del río
y los huesos regresan a la tierra.

El Espíritu renueva todas las cosas.
La eterna oscilación de los contrarios
palpita en el corazón divino.
Y en él todo es luz.