PAN CON MANTEQUILLA

Y si sopla el viento
yo digo: "me gusta el pan con mantequilla".
Pero no a cualquier hora,
ni cuando estoy satisfaciendo
otras necesidades fisiológicas.

Y si hace frío o calor,
insisto: "me gusta el pan con mantequilla"
y podría agregarle tomate con perejil.

Y si no te gusta o estás disfrutando un chocolate
yo prefiero mi "pan con mantequilla".

Y si los demás fuman un cigarrillo
o se entretienen con otro ansiolítico
incluso con las espinacas de Popeye,
yo no renuncio a mi "pan con mantequilla".

Y además, para celebrar el día de mi cumpleaños
a nadie se le ocurra llegar con una torta
y cuando llegue a los 100 años,
voy a tener preparadas las velas correspondientes
aunque ya no haya mantequilla.

Y cuando me encierren en el cajón
¿Ya tienen bastante claro lo que quiero, no?
Y no se hagan los desentendidos.

El único problema,
es que no estoy seguro que a los gusanos
les guste el "pan con mantequilla".