JUAN ALARCÓN ECHAIZ

Ah, presagio y luna
¿dónde oí tus pasos furtivos?
¿en qué desierto brotó tu manantial de imágenes?

Transito en tu mirada perdida de infintos
acaso sumido en el dolor
o tal vez en un recuerdo que adviene silencioso
y canta,

¡Cómo resuena el eco de tus pasos ya lejanos!
¡Cómo me inspira la alegría de tu anciano rostro
y me llega desde el eco de mis tempranos días!
 
Más allá de la aurora, los ángeles te esperan.

¡Oh coro de los íntimos espacios del recuerdo!
Yo sé que en cada jirón de la materia
resuena el canto de tu amena luz!

Dime en la profundidad de los sueños de mi infancia
cómo sonríe la luna.
Dime, en la pausada nube que te lleva,
cómo juegan los ángeles.

Hoy es el viento de no se qué paisaje
el que lleva el susurro de tu voz a las estrellas.
Hoy es una noche de arpegios constelados
en que todo, todo canta,

Presagio de luz y noche
alma de sol, jardín de tus andanzas
yo sé que aquí, muy dentro de mi alma,
lloro y pienso
en el grato recuerdo de mi infancia.

Tío, tú estabas ahí, y era tu voz, tu rostro,
el fulgor de una fiesta inesperada
en que todo ríe y canta.