Pero no quiero llorar
al saber tu despedida,
no lloraré tu partida,
yo sólo quiero cantar.


José de la Cruz García Mora
 
 

 
 
He llenado la mañana
y mi alforja de alegría,
a mí la melancolía
no me dura una semana.
A través de mi ventana,
abierta de par en par,
yo te veo preparar
maletas para la cita,
el corazón me palpita
pero no quiero llorar.
 


 
 
Tú te vas con tu marido
y yo me quedo sin nada:
soledad sin alborada
en las alas del olvido.
Hoy acallo mi gemido
y enfrento la nueva vida,
no tengo pena ni herida
porque todo mi dolor
borró los sueños de amor
al saber tu despedida.
 


 

Bajo la noche serena,
en amarga desfortuna,
sólo me deja la luna
esta solitaria pena.
Adiós, amada sirena,
mi sonrisa dolorida
curó la mortal herida
porque ya sabe olvidar
y como no sé llorar:
no lloraré tu partida.
 

 

 
Una guitarra afinada
y lírica poesía
alegran el alma mía,
contigo no pierdo nada.
Emprendo la retirada
en alegre caminar
y en busca de quien amar
para dejarle mi canto,
porque bañado de llanto
yo sólo quiero cantar.