Luz Celeste (Novela - Cómic - Guión Cine) -105-
Publicado en Dec 31, 2012
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Celda de la cárcel de Carabanchel en Madrid... 
 
El Doctor Morales se encuntra sentado en el camastro y hablando en voz alta como queriendo ser escuchado por alguien; aunque no hay nadie al otro lado de los barrotes. 
 
- ¡No es posible que un sólo chaval tenga tantísima energía! ¡Médicamente es imposible! ¿Cómo ha podido descubrirnos tanto en tan poco tiempo? ¡En mi ya larga vida profesional no he visto nada semejante! ¡Alguien debe estar ayudándole porque una tan grandiosa energía interna no puede ser que la tenga un simple chaval que está todavía en Tercer Curso universitario! De acuerdo en que debe ser un cristiano verdadero pero... ¿a tanto puede llegar una Fe cristiana como para poder salvar a la Humanidad de caer en nuestras manos? ¡¡¡No puede ser!!! ¡¡No puede ser!! ¡No puede ser! ¡Esto es para volverse loco! ¡¡Esto es para volverse loco!! ¡¡¡Esto es para volverse loco!!! Esto es para comer cerillas... y, sin embargo, aunque no lo puede ser lo es... ¡Esto es para volverse loco! ¡¡Esto es para volverse loco!! ¡¡¡Esto es para volverse loco!!! Como continúe pensando en ello voy a terminar mi vida encerrado en un psiquiátrico. ¡Ahora resulta que está más sano y más lúcido qe todos nosotros juntos... y eso que nosotros formamos todo un equipo bien selecccionado de entre los más grandes profesinales de la medicina en general y de otras especialidades médicas en particular y elegidos entre los mejores de este planeta! ¡Alguien debe estar ayudándole y de eso estoy totalmente seguro pero no comprendo qué puede ser o quién puede ser! ¿Cómo logra desarrollar toda esa potencia de energía? ¿Qué pasó, en realidad, con la descarga que sufrió en el Real Observatorio Astronómico de Madrid? Para mí es un verdadero misterio insondable. ¡Esto es para volverse loco! ¡¡Esto es para volverse loco!! ¡¡¡Esto es para volverse loco!!!... si es que ya no estoy loco del todo. Albert Einstein tenía un coeficiente intelectual de 160 y tardó 26 años en descubrir la "relatividad restringida". Albert Einstein tenía un coeficiente intelectual de 160 y tardó 37 años en descubrir la "relatividad general". Albert Einstein tenía un coeficiente intelectuald de 160 y tardó 42 años para conseguir el Premio Nobel de Física y eso que siempre partió de un amplio conocimiento de grandes genios de siglos anteriores y estuvo ayudado por los equipos de los mejores especialistas de Alemania, de Suiza y de los Estados Unidos de Norteamérica... pero este joven, con tan sólo 18 años de edad, consigue descubrir cosas inimaginables aunque, por el poco tiempo que pude observar su cerebro, yo diría que es un 140. De acuerdo. No actúa sólo. Quizás otra persona de 140 le está ayudando y sumados sus dos coeficientes intelectuales al unísono alcanzan el 280; muy superior al 160 de Einstein... pero a Einstein hay que aumentarle todos los coeficientes intelectuales de todos sus colaboradores. ¡Esto es para volverse loco! ¡¡Esto es para volverse loco!! ¡¡¡Esto es para volverse loco y yo ya estoy loco!!! ¡¡¡No puede ser!!! ¡¡No puede ser!! ¡No puede ser! ¡Alguién le está ayudando y por eso tiene una doble energía! Quizás es que no sé bastante pero... ¿y si está actuando la Fe Cristina? ¿Y si está interviniendo también el Espíritu de Dios? No creo en el alma pero... ¿y si es el alma que pone en todo lo que hace lo que determina que nos supere absolutamente a todos los elegidos por nuestro dios blanco? ¡Esto es para volverse loco! ¡¡Esto es para volverse loco!! ¡¡¡Esto es para volverse loco!!!¿No será eso a lo que se llama verdadero amor? Como no descanse un poco termino loco perdido.
 
El Doctor Morales se tumba a descansar sobre el camastro pero no puede dormir mientras le llega a su mente algo asi como un lejano mensaje...
 
 - Somos imanes, para lo bueno y para lo malo, de nuestras problemáticas existenciales y por eso todos acabamos tropezando alguna vez con lo que hemos soñado, con lo que hemos pensado o con lo que hemos buscado. El asunto trascendental es que, cuando tropecemos con esos momentos, sepamos tener y mantener el equilibrio suficiente para no ser vulnerables ni inseguros. Casi siempre somos, en esos momentos de los que estoy hablando, una expresión verdadera de nuestra personalidad, un surgimiento real de nuestra verdadera faz humana sin máscara alguna), una realidad concreta de nosotros mismos sin ambages posibles. Necesitamos, por tanto, mantenernos en ese equilibrio trascendental para no ser un despropósito o para no caer en la contradicción de nuestras existencias. Y eso se consigue solamente estando al lado de nosotros mismos, siendo siempre fieles a nuestras conviciones, buscando lo mejor de nuestra personalidad para ajustarnos la vida a la máxima expresión de felicidad que podamos alcanzar a través de nuestra realización personal. Tenemos que estar convencidos de que aquello que nos hace daño físico o daño espiritual debe ser superado a través de vivir con arreglo a nuestras consideraciones y convicciones propias y no impuestas por factores ajenos a nuestros ideales, que las circunstancias adversas por las que a veces pasamos y vivimos no nos desequilibren... para poder siempre estar dispuestos a alcanzar aquello que soñamos, aquello que pensamos o aquello que buscamos. Porque la felicidad no es una consecuencia de las circunstancias sino un producto de nuestro estado mental. 
El Doctor Morales se despierta sobresaltado.
 
- ¿Eh? ¿Quién está aquí? ¿De quién es esa voz? Me estoy volviendo loco de verdad.
 
Vuelve a quedarse nuevamente adormilado y tumbado en el camastro...
 
-  Nuevo día. Despierto y no veo las mismas cosas que ayer. Todavía, a estas alturas de los mil noveciento setenta y ocho años después de Jesucristo, existen millones de hombres y mujeres insistiendo en dudas tan transcendentales como si somos o no somos una simple presencia temporal para acabar siendo nada. Es increíble que despierten cada día y no se den cuenta de que somos algo más que una presencia. Si nos miramos en el espejo del alma, cosa que muchos y muchas deberían ya acostumbrarse a hacer, podríamos deducir lo que en algún momento de mi existencia escribí en cierto lugar de esta estadía eterna. Lo voy a recordar. "Como infinitos ríos todos discurrimos por las tierras humanas formadas por nuestra propia piel. Somos algo así como un solo corazón henchido de miles de millones de diafragmas en forma de hendiduras por donde circulan las ideas configurando sangrantes sinfonías de vivencias múltiples. Y a esas sangrantes sinfonías las podríamos denominar como el cuerpo/corpus de nuestra presencia en este discurso dialéctico que es la suma de todos nuestros "yos" y todos nuestros "porqués". Arribamos a las estaciones diarias cuando los soles amanecen y después de vivir una intensidad de emociones expuestas en las horas del desaire de los sentires firmamos la tregua del sueño para descansarnos de la fatigante tarea que es sentir el peso de toda la existencia humana en cada uno de nosotros y de alguna manera más o menos total". Lo analizo porque tengo toda la existencia por delante y nada queda por atrás más que poder ser lo que fuimos en el instante mismo en que sabemos lo que somos. Como infinitos ríos. Eso es este despertar diario mirando en todas las direcciones. El futuro no está delante de nosotros. El futuro está dentro de nosotros. No es lo mismo mirar la vida como un horizonte finito al que hay que llegar para terminar en un estado que muchos llaman muerte... que entender que dicho futuro no tiene dicho límite y que la muerte no es solución sino desesperación de los ausentes. Me ubico en mí para poder comprender que acabo de despertar para ser algo más que una simple presencia pasajera y mantengo la afirmación de que las transformaciones existen de tal manera que o somos algo más que presencia o no tiene sentido estar presentes en este hoy que es, a su vez, una consecuencia de ayer y una causa para mañana. ¿Somos o no somos algo más que una presencia?. Muchos creen que la experiencia de la Eternidad es una utopía porque sólo se ven a sí mismos como materia nada más. Pero entonces yo me pregunto... ¿de dónde surge el latir de nuestros corazones?. Desde luego lo que tengo muy claro es que dicho latir no es materia; por la sencilla razón de que surge del alma. Y si hablamos del alma estamos diciendo que no solo somos presencia sino existencia y no solo somos existencia temporal sino existencia infinita. Llegamos al punto interesante de descubrir que cada vez que despertamos estamos viviendo un infinito que va a durar hasta el mismo día de hoy... porque todos los días del pasado, del presente y del futuro, son el día de hoy. Muchos se angustian ante el sentido mortal de sus pensamientos y, sin embargo, yo me doy cuenta de que los pensamientos tampoco son materia. ¿Cómo es posible decir que la vida se termina a través de pensamientos?. Eso es tan contradictorio como decir que vivimos sin alientos. Pues bien, ese aliento o hálito de vida, no nace de la materia sino de algo que pensé ayer y que se llama espíritu. ¿Alguien es capaz de poner barrera alguna al espíritu?. Vana contradicción que, a estas alturas del Siglo XX después de Jesucristo, ya debería haber sido solucionada determinativamente. Entro en el espacio de lo determinativo y me afirmo. Si alguien se afirma es porque perdura y si alguien perdura es porque nunca muere. Podrán discutirme los sabios del mundo que creo mi propia filosofía. Es cierto. Creo mi propia filosofía porque soy yo quien la vive. Todos y todas creamos nuestro propio yo en base a esos pensamientos que no son materiales... luego deduzco que de la materia no puede salir esta presencia en el día de hoy. Sale del milagro de haber despertado. Recuerdo mi pensamiento de anoche: "Materia sin espíritu es materia muerta y espíritu sin materia es espíritu vacío". Camino por las calles concentrado en mí mismo y me doy cuenta de que sigo siempre existiendo. Existí desde las primeras generaciones humanas porque soy producto directo de las primeras generaciones humanas y existo en todas las eternidades de las generaciones humanas porque estoy dejando fluir mi presencia más allá de la materia para no ser un humano muerto y más acá de todo mi espíritu para no ser un humano vacío. Me suena a vacío existencial tanto la materia inerte como el espíritu silente. Yo nunca he visto a mi espíritu silente pues me habla y le contesto o le hablo y me contesta a través de este espacio de materia con el que paseo mientras pienso. Alguien dijo pienso luego existo y se equivocó al colocar los tiempo verbales. Soy de los que dicen que existo porque pienso, pero mis pensamientos no se quedan nunca en un simple existir temporal. No tienen tiempo los pensamientos. Luego no es que piense que estoy existiendo sino que existo incluso cuando dejo de pensar. ¿Alguna vez habéis comprobado el ejercicio de vivir sin pensar?. Es imposible que se logre la total ausencia... porque en el subconsciente, en esos momentos en que estamos ejercitando el vacío, permanece la memoria... ¿y qué es la memoria?. Ni los que dicen que sólo son los recuerdos del pasado llevan razón ni los que proclaman que sólo son la recuperación que necesitamos para actuar hoy llevan razón. No. La memoria es, también y sobre todo, la proyección que vamos a vivir mañana. Quizás algunos aquí se pierdan en lucubraciones impersonales y abstractas porque creen que la memoria es impersonal y abstracta. Se confunden porque no han descubierto que la memoria es tan personal y tan concreta que es nuestro propio cuerpo convertido en idea. ¿Acaso las ideas son sólo proyecciones teóricas?. Imposible de aceptar. Las ideas tienen materia además de espíritu. Y ahí querìa yo llegar para dejar el debate abierto. Somos idea universal creada por un Ser Superior y transformada en materia por dicho Ser Superior. Yo sólo me limito a crearme mi propio espacio en este universo infinito donde cabe desde el más recalcitrante incrédulo hasta el mayor creyente de las utopías realizables. Y es que vivir todos los tiempos en el día de hoy mismo es, precisamente, la existencia sabiendo que somos algo más que una presencia. Podría estar desarrollando más estas reflexiones pero me gusta abrir debates y consultar conmigo mismo para saber que he cumplido mi labor de despertar y ser algo más que materia muerta y algo más que espíritu vacío. Por eso soy Eternidad.
 
Vuelve el Doctor Morales a despertar de su letargo de manera abrupta.
 
- ¿Eh? ¿Quién está ahi? ¿Quién me está atormentando la conciencia?
- Yo no te estoy atormentando sino que tú mismo te atormentas día tras día.
- ¿Quién eres? ¿Qué quieres de mi?
- Soy el que tú persigues o, mejor dicho, soy aquel al cual tú persigues a su esposa. Pero ni una ni otra cosa podrás jamás lograr... así que eres tú mismo quien te estás persiguiendo a ti. Y eso suele ser mortal.
- ¡Déjame en paz!
- No te preocupes. Dejado estás desde hace tiempo. Díle a tu conciencia que te deje en paz y dormirás tranquilo si es que puedes por ti mismo dormir tranquilo... pero a Luz Celeste no la poseerás nunca porque ya dijo Dios que "no desearás la mujer de tu prójimo". Así que no sigas pensando nunca más en Ella y podrás descansar hasta que te llegue tu juicio. 
- ¡Está bien! ¡Déjame ya descansar!
- Eres tú quien no descansas. Yo no estoy haciendo nada más que descansar en estos momentos... pero tengo que seguir adelante...  con la manera noble de haberte avisado a tiempo. ¿Tú sabrás lo que haces con tu tiempo y tú serás el único repsonsable de lo que haces con tu tiempo.
- ¿Quién eres tú? ¿Cómo conoces mi identidad?
- Yo soy el que soy y Luz Celeste es mi esposa. Eso es lo único que debes saber para cambiar tu vida o seguir hasta tu propio precipio final. Adiós. Tengo más cosas importantes que hacer que no perder el tiempo con alguien que quiere arrebatarme la que es únicamente mía por su propia voluntad y por su propia decisión.
 
El Doctor Morales queda profundamente dormido pero sintiendo escalofríos en su cuerpopero se depseirta, sobresaltado...
 
- ¿Cómo has podido hablar con mi mente?
- Porque tú no haces más que llamarme a mí. Pero te doy una última palabra. ¡Nunca jamás volveré a hablar contigo! ¡Querías una conversación conmigo y te la he brindado! Pero nunca jamás volverá a suceder asi que sigue tu camino y lábrate tu propio Destino. Yo ya no volveré a hablar con ningún Judas más. Y tú eres uno de esos muchos Judas de la vida. Tú sabrás lo que haces con el resto de tu existencia.
- ¡Espera! ¡Dame otra oportunidad!
- ¿Otra oportunidad de volver a verla? ¡Ni lo sueñes! ¡Como te crees tan sabio, tan guapo y tan interesante, tendrás muchas más a quienes querer conquistar! He conocido ya a muchos donjuanes como tú o, mejor dicho, que se creen donjuanes como tú. Esa será tu decisión y no la mía. Sólo he hablado esta vez contigo para dejarte las cosas bien claras y una vez bien claras las cosas entre tú y yo ya no existen y menos aún entre Ella y tú. Que descanses todo lo que puedas y que Dios se apiade de tu Destino aunque ahora, por lo que supongo, tu Destino está en manos de la Justicia humana. 
 
- ¿No podemos conocernos de nuevo para empezar?
- ¿Para empezar o para seguir con tus ocultas intenciones? Adiós. Acabo de aprender mucho sobre la vida. Tengo todavía muchas cosas importantes qué hacer y ninguna de ellas es volver a hablar contigo. Tú no estás en mi agenda de trabajo ni en la lista de mis amistades; porque quien intenta traicionar una vez volverá a intentar traicionar tantas veces como se le presente la coasión y yo ocasión ya no doy más a ningún Judas. Fin.
 
Y el silencio se apodera de la celda...
 
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Foto del autor José Orero De Julián
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Descripción

Novela, cómic y guión literario de cine al mismo tiempo.

Palabras Clave: Literatura Novela Relatos Narrativa Cómic Guión Cine

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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