No me vengan a mí a hablar, 
Como se está en el altar. 
Yo me he tirado para caminar. 
He cogido para no abortar. 
Vomitado para adelgazar. 
He llorado para no matar. 
Me he dormido de tanto soñar 
Y me he despertado de tanto cavilar. 
Me he suicidado por querer volar 
Y perdí todo por aprender a valorar. 
Yo no supe lo que es tener, 
Hasta que tuve miedo de perder. 
Yo conocí el bello amanecer, 
Por ser amante del anochecer. 
Si me he caído es de tanto caer, 
Y si estoy de pie fue sin querer. 
Yo vi mis ojos al fallecer, 
Y miraste mi alma al parecer, 
Porque gritaba desesperada al padecer, 
El amor fracasado, según mi entender. 
He llorado hasta empalidecer. 
Y he pensado en ti hasta enloquecer. 
Creo que no me queda más nada por decir. 
Un beso ahora es un suvenir. 
Ya  me he cansado de escribir. 
El amor no correspondido es parir 
A un hijo asesino al concebir. 
Un futuro esclavo del porvenir. 
Un pasado dueño de tu sentir. 
Es la memoria el carcelero del sufrir. 
El recuerdo el verdugo de lo poco por vivir. 
No vi a mi muerte venir. 
Solo el desgarro de mi pecho logre oír. 
A los brazos de alguien más quiero huir.